A dos Amigos se aparece un Oso: A la orilla de un pozo, A la sombra que ofrece A las bodas de Júpiter estaban A las once y aun más de la mañana A las tristes Palomas un Milano, A un buen Cojo un descortés A un panal de rica miel A una Cierva decía A una Culebra que, de frío yerta, A una Tortuga una Águila arrebata. -¡Ah, quién fuese Caballo!, Al miserable estado Al que ostenta valimiento, Al salir con las yuntas Amaba un León a una Zagala hermosa; Anarda la bella Apacentando un Joven su ganado, Así decía cierta Comadreja Asustadas las Liebres de un estruendo, Aunque te haya elevado la fortuna Bebiendo un Perro en el Nilo, -Callen todos los perros de este mundo Cantando la Cigarra Cayó, sin saber cómo, Cercado de muchachos Charlatanes se ven por todos lados, Cierto artífice pintó Cierto Burro pacía Cierto Gato, en poblado descontento, Cierto Joven leía Con inminente riesgo de la vida Con las orejas gachas Con las plumas de un pavo Con varios ademanes horrorosos -¡Conque de tus recetas exquisitas, Cruzando montes y trepando cerros, De la rama de un árbol un Carnero De los confusos pueblos apartado, De Reliquias cargado, De un modo muy afable y amistoso Débil y flaca cierta Comadreja, Dentro de un bosque oscuro y silencioso, Desde antaño en el mundo Desde el gran Zapirón, el blanco y rubio, Despeñado un Torrente Después de haber corrido Dijo la Zorra al Busto, Distante de la aldea, Dos Machos caminaban: El primero, Dos Ranas, que vivían juntamente, El León, rey de los bosques poderoso, El tiempo, que consume de hora en hora En busca de alimento En casa de un cerrajero En la rama de un árbol, En los montes, los valles y collados En mis versos, Iriarte, En su regia caverna, inconsolable En tanto que tus vanas compañeras, En un atolladero En una Alforja al hombro En una trampa una Onza inadvertida En visita una Mona Entre montes, por áspero camino, Entre sus fieras garras oprimía Envidiando la suerte del Cochino, Era un gusto el oír, era un encanto, Érase una Gallina que ponía Es voz común que, a más del mediodía, Estaba un Ratoncillo aprisionado Fabio está, no lo niego, muy notado Fieras, aves y peces Habiendo a su rival vencido un Gallo, Habiendo la Locura Huyendo de enemigos cazadores, Iban, mas no sé adónde ciertamente, La del alba sería Llevaba en la cabeza Llevado de la dulce melodía Lloraban unos tristes Pasajeros Lo que hoy las Hormigas son, -Lo que jamás se ha visto ni se ha oído Los mansos y los fieros animales, Los más autorizados, los más viejos Marramaquiz, gran Gato, Más ligera que el viento, Meditando a sus solas cierto día, Mientras que con la espada en mar y tierra Mustafá, Perro viejo, Muy cargado de leña un Burro viejo, No a pares, a docenas encontraba -No sé cómo hay Jumento ¡Oh, Jóvenes amables!, -Oye, Júpiter sumo, mis querellas; Pensaba en elegir la reina Muerte Perseguía un Caballo vengativo Picaba impertinente Pilló el Cuervo dormida a la Serpiente, Poco antes de morir el corderillo Poco antes que esparciese Por catar una colmena Presa en estrecho lazo, Procure ser en todo lo posible, Que en una marcial función, -¡Que me matan, favor! Así clamaba Recoge un Pescador su red tendida, Salicio usaba tañer Salió cierta mañana -Si cualquiera de ustedes Si te falta el buen nombre, Sin duda alguna que se hubiera ahogado Sin rey vivía, libre, independiente, Su Majestad leonesa en compañía Subió una Mona a un nogal, Sus horribles colmillos aguzaba Tenían dos Ranas Todo el pueblo, admirado, Todos los Animales cada instante Trampas, redes y perros, Trémulo y achacoso Un Asno disfrazado Un Burro cojo vio que le seguía Un celemín de trigo Un Ciervo se miraba Un Gallo muy maduro, Un Herrero tenía Un hombre que en el bosque se miraba Un inhábil y hambriento Zapatero Un Joven licencioso Un Joven, educado Un Labrador cansado, Un Labrador miraba Un León en otro tiempo poderoso, Un Lobo se quejó criminalmente Un maldito Gorrión así decía Un Milano, después de haber vivido Un miserable Enfermo se moría, Un Pájaro inocente, Un Perro y un Borrico caminaban, Un pozo pintado vio Un Ratón cortesano Un señor León andaba, como un perro, Un triste Raposo Una Águila anidó sobre una encina. Una Águila rapante, Una fresca mañana, Una lóbrega noche silenciosa Una noche de mayo, Una Perdiz en celo reclamada Una Tortuga a una Águila rogaba Una Zorra cazaba; Una Zorra se empeña Una Zorra, cazando, Uno de los Corderos mamantones, -¡Vaya una quisicosa! Vencidos los Ratones, Vivía en un granero retirado Yo conocí un Jumento Zapaquilda la bella
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