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1.       El poema que incluyo a continuación está relacionado directamente con el proceso de negociación que, durante la mayor parte del primer cuarto del siglo XVII, sostuvieron las diplomacias española e inglesa sobre un proyecto que, en principio, debía haber unido en matrimonio al heredero de la corona inglesa con una infanta española. Más específicamente, todo parece indicar que el poema se escribió hacia finales de la estancia en Madrid del entonces Príncipe de Gales, Carlos Estuardo, el cual, cansado de esperar durante años, se había decidido a ir en persona a la capital de España para, así, presionar a los españoles a cerrar las negociaciones y hacer que éstos le entregaran como esposa a la Infanta María, hermana de Felipe IV.

     De todos los poemas españoles escritos en 1623 en respuesta a la visita de Carlos, es el que aparece a continuación, precisamente, el que más abiertamente critica las negociaciones con Inglaterra. La obra, en particular, critica muy duramente la posibilidad de un matrimonio entre Carlos y la Infanta porque, según su autor, esto supondría anteponer los intereses materiales y diplomáticos del Estado a los de la Iglesia y fe católicas. Por lo tanto, es evidente que el autor de este poema consideraba que, a pesar de los importantes beneficios que era posible esperar de una alianza dinástica con Inglaterra, no era moralmente aceptable casar a una infanta de España con un hereje. En ese sentido, el poeta, al igual que muchos tratadistas políticos de su época, hace en el poema una distinción radical entre los conceptos de "razón de Estado" y "verdadera razón de Estado".

     El poema que se incluye aquí, por otro lado, es realmente una combinación de tres versiones distintas. La primera de ellas aparece en el libro de Rodríguez Moñino (145-8). Esta versión, como indica el propio Rodríguez en su libro, fue tomada, a su vez, de un manuscrito de la colección Salazar y Castro de la Real Academia de la Historia. La segunda versión disponible puede encontrarse, por un lado, dentro de un artículo de Daniel Heiple (198) y, por otro, en el manuscrito de la Biblioteca Nacional de España que lleva el código ms. 3919 (fol. 35). Finalmente, la tercera versión de la que tengo noticia aparece transcrita y modernizada en el libro de Robert Jammes (Etudes 58) y, por lo que se indica en ese libro, fue tomada de un manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid que lleva el código ms. 3797 (fol. 135). En este último trabajo Jammes no indica de quién cree él que es el poema, pero niega rotundamente la posibilidad que, según dice, otros han apuntado de que la obra sea de Góngora.

     De las tres posibles, la versión que he utilizado como base en la elaboración de este trabajo ha sido la que aparece en el manuscrito 3919 de la Biblioteca Nacional (la que indiqué en segundo lugar). Sin embargo, cuando he detectado diferencias significativas con las otras versiones, las he indicado, con la mayor precisión que me ha sido posible, en forma de notas a pie de página. Creo también necesario indicar, por otro lado, que para esta edición he modernizado sistemáticamente todos los arcaísmos en lo referente a la ortografía y a los signos de puntuación. (N. del E.)

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2.        Este es el texto que encabeza la versión del poema que puede encontrarse en el manuscrito ms. 3919 (fol. 35) de la Biblioteca Nacional de Madrid. A pesar de que en el encabezamiento no se menciona directamente al Conde de Villamediana, en ese manuscrito el mencionado poema aparece junto a otras muchas obras que sí se atribuyen de forma clara a este autor. Con lo de "Del dicho conde" está claro, por lo tanto, que el recopilador del poema se estaba refiriendo al famoso conde.

     Por otro lado, a pesar de lo que se acaba de indicar, este poema, en mi opinión, no fue escrito por el Conde de Villamediana. El motivo es simple. En el poema se hacen claras referencias a los sucesos de 1623, pero Villamediana fue asesinado en 1622 (posiblemente por orden del Conde Duque de Olivares) meses antes de que el Príncipe Carlos pusiera un pie en España. Más específicamente, creo que el hecho de que en el poema se hable de la boda como si se tratase de un asunto ya casi resuelto seguramente pondría la fecha probable de composición en algún momento durante el verano de 1623 y, por lo tanto, ya después de la muerte de Villamediana.

     esafortunadamente, con la información disponible hasta este momento no es posible determinar con certeza el autor de la obra. Rodríguez Moñino, sin embargo, sugiere que el poema podría ser obra de algún religioso miembro de la Junta de Teólogos que estaba a cargo de analizar las ramificaciones religiosas de un posible acuerdo con Inglaterra. Al fin y al cabo, la mayoría de esas personas, según este investigador, siempre se habían opuesto de forma rotunda al enlace. Rodríguez incluso se aventura a decir que, en su opinión, fray Cristóbal de Torres o fray Hortensio de Paravicino podrían haber sido los creadores del poema, pero, por otro lado, no tiene más remedio que reconocer que no dispone de ninguna prueba sólida que confirme sus suposiciones (145-8). (N. del E.)

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3.       En la versión del poema que aparece transcrita en el artículo de Daniel Heiple se dice: "En hombros de perfecta herejía / (Ved Lisardo) que Alcides, [...]". Yo, sin embargo, después de contrastar estos versos con el manuscrito del cual se supone que copió el poema, he llegado a la conclusión de que el hecho de usar "perfecta" en vez de "pérfida" se trata de un simple error de transcripción por parte de Heiple. (N. del E.)

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4.       "Alcides" es otro nombre por el que se conoce a Hércules (Smaller Classical Dictionary). Aquí en concreto parece usarse esto para destacar la osadía del Príncipe que, al igual que Hércules durante sus conocidas pruebas, tuvo que enfrentarse a tareas que parecían, a priori, imposibles. En este poema, sin embargo, esas palabras no tienen, ni mucho menos, una intención alagadora. (N. del E.)

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5.       Con lo de "Atlante" el poeta se está refiriendo a Atlas. Según la mitología greco-romana, este gigante fue castigado por los dioses a sujetar el cielo (Smaller Classical Dictionary). Por extensión, particularmente en el contexto de la poesía encomiástica del siglo XVII, se suele utilizar este apelativo para hablar de gente de extraordinaria fuerza o poder o, por otro lado, de gente que debe aguantar una pesada carga a sus espaldas. En este poema, sin embargo, estas referencias, en mi opinión, sencillamente recalcan lo difícil y complicado que le está resultando a Carlos Estuardo cerrar los tratos con Felipe IV y su valido, el Conde Duque de Olivares. También entra dentro de lo posible, por otro lado, que el poeta intente destacar la tenacidad del joven Príncipe, que, de hecho, forzó a Felipe IV, a pesar de los sentimientos del monarca español al respecto, a prometerle la mano de su hermana, aunque, eso sí, no sin antes obtener concesiones muy importantes del Príncipe.

     Por otro lado, Jammes aporta una versión ligeramente distinta de uno de estos versos (119-20). Esta dice así: "(¡ved, Lisardo, qué Alcides o qué Atlante!)". (N. del E.)

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6.       Con lo de "Almirante" aquí el poeta se refiere evidentemente al Duque de Buckingham, acompañante de viaje de Carlos y pieza clave del fracaso final de las negociaciones (véase Iglesias, Estancia). (N. del E.)

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7.        Según parece creer el autor, Carlos y Buckingham, a pesar de estar contaminados por la herejía, pretenden, de todas formas, acceder al puro cielo de María. A ésta, por lo alto de su nacimiento y por la solidez de su fe católica, se la representa, como era de esperar, de forma muy positiva. La palabra "cielo", en ese sentido, no sólo nos trae a la mente la imagen de algo superior a la mayoría de los hombres y, más en concreto, a los dos herejes ingleses, sino que nos recuerda, además, el cielo de los verdaderos cristianos. En ese sentido, María sería la personificación del bien y de la verdadera fe, mientras que Carlos y Buckingham representarían al mal y la herejía. (N. del E.)

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8.       Aquí "bretón" quiere decir, realmente, inglés. (N. del E.)

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9.       La "luz" es una metáfora usada ya desde tiempos de Platón para indicar la verdad. En ese sentido, en este verso en concreto se sugiere que Carlos, por su condición de protestante, vive en un mundo de confusión y de mentira. (N. del E.)

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10.       En el poema que transcribe Jammes se dice: "[…], aunque es hereje, […]" (119-20). (N. del E.)

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11.       Al hablar de "un caballero andante" es evidentemente que el poeta se refiere a la forma en que Carlos llegó a Madrid. Todo el mundo en la capital de España había sido impresionado por lo novelesco del viaje del Príncipe. De hecho, incluso hoy en día la forma en que el Príncipe de Gales atravesó media Europa a lomos de su caballo nos recuerda más las aventuras de un personaje de ficción que las de un suceso histórico (véase Iglesias, Estancia). (N. del E.)

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12.       El manuscrito que transcribe Rodríguez Moñino en su libro dice "honrosa" en vez de "hermosa". El texto transcrito por Jammes ofrece la misma variación (119-20). (N. del E.)

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13.       Los tres versos que forman parte de este terceto aparecen de esta forma en el manuscrito de la Biblioteca Nacional que lleva el código 3919 (fol. 35). (N. del E.)

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14.       A Carlos, como es natural, en estos versos se le identifica con animales peligrosos o de mal agüero, mientras que a María, por supuesto, se la compara con animales que simbolizan, por lo general, la pureza y la inocencia. En ese sentido, no es casual, en mi opinión, que a María se la asocie con animales, como el cordero o la paloma, que están cargados de simbolismo en la iconografía tradicional cristiana. Por otro lado, tampoco creo que sean casuales las obvias referencias que se hacen en este terceto al diluvio universal y al arca de Noé. De hecho, creo que están muy a tono con el posicionamiento ideológico del poeta. Es obvio, en ese sentido, que el autor quería sugerir que, de llevarse a cabo el enlace entre la Infanta María y el Príncipe de Gales, se estaría, en la práctica, haciendo un trato con el diablo y, en consecuencia, la nación debería prepararse para recibir el consiguiente castigo divino. Es curioso destacar, por otro lado, que este poema tiene equivalentes bastante cercanos por el lado inglés. En ese país es muy fácil encontrar textos literarios y no literarios de la época que equiparan a España con el Anticristo y que plantean la posibilidad de que Inglaterra pierda el favor divino de permitirse que una infanta de España pueda aspirar a la corona de Inglaterra (véase Iglesias, Estancia).

     De otra parte, este terceto aparece de forma muy distinta en el manuscrito que Rodríguez Moñino encontró en la Real Academia de la Historia (147-8). En esa versión, después de modernizar la grafía, se dice así:

                                          " Vense hoy juntos el lobo y la cordera,

                                          la paloma con el cuervo anda,

                                          siendo palacio de el diluvio el arco". (N. del E.)

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15.       Como es bien sabido, dios castigó a Babel con la confusión que creó la aparición de las distintas lenguas. Babel en este poema vendría a representar el error que España está cometiendo para conseguir ventajas no espirituales. (N. del E.)

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16.        Era común entre los tratadistas políticos de la época distinguir entre la "razón de Estado" y la "verdadera razón de Estado". La primera tiene que ver con las necesidades políticas o estratégicas (sin tener en cuenta la moralidad o la ortodoxia religiosa) y en la otra se pone la fe católica por encima de cualquier otra consideración. Los partidarios de esta teoría estaban convencidos que en caso de hacerse lo correcto, Dios favorecería a España. En ese sentido, es interesante indicar que el ala más radical del puritanismo inglés defendiera que se rompieran los tratos con España (a la que se la consideraba como la servidora del diablo) y que se le declarase la guerra para, de esta forma, no arriesgarse a que Inglaterra perdiera la gracia divina. (N. del E.)

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17.       El manuscrito que transcribe Rodríguez Moñino en su libro dice "[...] que no abarca" en vez de "[...]que la abarca". El texto del manuscrito que transcribe Jammes tiene exactamente la misma variación (119-20). (N. del E.)

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