A veces, en tempestad de crepúsculos, Amo lo gris. Anoche anduvo la luna sobre sus ancas verdosas. Aplástame el rencor. Azules santalucías Banderas. Corta el fuego quién sabe De luna helada Desde aquel tronco azul En el fondo de mí En un tiempo sin nombre descubrí Entre las silenciosas rejas Estas espigas negras que ensordecen Hoy anduvimos celosamente humanos, Juan Clemente. La piedra de este amor Me han vestido de luz, No era el árbol. Qué dulce penetrar la edad primera, Qué miedo estar sola con las soledades. ¿Quién soy Sufrir en la palabra cuesta poco, Una infinita, dulce y dorada tristeza Vertical, Vosotros, Voy a dormir a mi niño de nardo y sol en Granada. Ya estoy en el otoño y todo es lejanía, Ya no vendrá la luna por las noches
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