11
Cfr. también «Los espejos abominables» en Historia Universal de la Infamia (Obras Completas, I: 327) y similar en «Los espejos velados» en El hacedor (Obras Completas, I: 786).
12
Cfr. Fort (1988: 182; 185) quien llega a similares conclusiones.
13
Por el contrario, Schöllhammer (1995: 32) considera lo fantástico en los relatos de Bioy Casares «[...] una consecuencia del encuentro entre ficción y realidad [...] y la parte de lo real es el informe del yo-narrador»
, dejando así el vacío pragmático del informe sin considerar el que contribuye a un antimimetismo que hace desparecer las fronteras entre lo real y lo irreal.
14
Véanse también los trabajos de Mac Adam y Höffner en el presente volumen.
15
Cfr. Mac Adam (1977: 43), Fort (1988: 180; 184), Levine (1982: 60), Alazraki (1990: 31), Schöllhammer (1995: 29) y Erdal (1998: 60; 62; 64). Uno de los trabajos más importantes con respecto a lo fantástico, con una convincente interpretación de La invención de Morel y de «Tlön, Uqbar, Orbis Tertius» y con un significativo capítulo sobre «lo fantástico como fenómeno del lenguaje»
es el ya citado de Erdal (ibíd.: 109-134).
16
Compárese también la página 68.
17
Con respecto al problema de la representación, literaridad, virtualidad, rizoma y simulación vid., entre otras publicaciones, A. de Toro (1994; 1995; 1998).
18
Muy contradictorio y nada esclareciente es el empleo que Schöllhammer (1995: 31) hace del término «fantástico-realista». Tampoco queda para nada claro cómo el autor emplea los términos 'realidad' y 'fantástico' en relación con La invención de Morel. Por una parte sostiene que lo fantástico en los relatos de Bioy Casares se deriva de la oposición 'ficción vs. realidad', por otra califica lo fantástico como simulacro (al parecer en el sentido de Baudrillard) donde «[...] se ha superado la división ontológica entre original y copia, entre lo auténtico y lo artificial [...] entre lo verdadero lo falso»
(1995: 32). O la primera proposición es correcta o la segunda, ya que ambas son excluyentes.
19
Schöllhammer (1995: 33) califica, por el contrario, la narración fantástica de Bioy Casares como el «acceso [...] a una variedad de mundos posibles»
.