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R. Sánchez Ferlosio, Alfanhuí. |
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Sinsentido e irracionalidad son dos de las características de la poesía escrita por niños, para niños, o de la utilizada por ellos tomándola de la tradición popular. También son la base del Surrealismo, el movimiento artístico que a principios de siglo quiso recuperar la libertad, el absurdo y la espontaneidad de la infancia.
En la letra anterior nos habíamos quedado en el paso de la niñez a la adolescencia. En esta nueva etapa se mantiene la necesidad de la poesía. Aunque no les gusten los poemas que aparecen en los libros de texto, los chavales llenan las carpetas de cuartetos y de otras estrofas que no suelen agradar a los profesores.
Es necesario salvar la distancia que separa la madurez y la formación estética del adulto de la pasión y el sentimiento en carne viva del adolescente. Hay varios autores que han escrito sobre la manera de hacerlo.
Nosotros, en esta letra s, seguimos la propuesta por Amaro Soladana en Cómo leer textos poéticos. Hacia una lectura creativa. Parte, como algunos de nuestros mejores críticos clásicos, del sentimiento. El primer paso es conseguir que un poema despierte el interés del alumno, para ello siempre podemos recurrir a la lírica tradicional:
Que por mayo era, por mayo, | |||
cuando hace la calor, | |||
cuando los trigos encañan | |||
y están los campos en flor (...) |
Generalmente, las poesías escritas por escritores consagrados que deciden esporádicamente hacerlo para niños no suelen gustar a éstos. Sin embargo, otros —140→ poemas escritos para adultos en los que predomina el juego de palabras o el absurdo sí suelen interesarles.
Soladana propone un viaje iniciático al interior del poema, dividido en cuatro etapas: en la primera desbroza el camino, las dificultades del lenguaje, etc.; en la segunda nos adentra en su espesura: solamente debemos contemplar, sentir y dejarnos encantar por el ritmo, sensaciones, emociones...; en la tercera intenta que el joven lector obtenga una visión de conjunto, estudiando el tema, tono y estructura; en la última etapa profundiza en los elementos lingüísticos y en los recursos literarios.
A lo largo de esta guía encontramos abundantes ejemplos de poemas que pueden gustar a los alumnos y muchas propuestas para jugar creativamente con las palabras y los poemas. Enumeramos algunas de ellas:
1. Cambiar uno, varios, o todos los personajes que intervienen en la acción.
2. Modificar la(s) acción(es) verbal(es).
3. Cambiar el tiempo o el lugar.
4. Reemplazar los adjetivos por sinónimos o antónimos.
5. Cambiar el tono del poema, de alegre a triste...
6. Ofrecer desordenadamente las estrofas de un poema y ordenarlas de manera lógica.
7. Añadir nuevas estrofas al hilo de las ofrecidas.
8. Prosificar un poema.
9. Versificar un fragmento de prosa poética.
10. Cambiar el estribillo en el mismo sentido del original, o expresando lo contrario.
11. Dar un verso inicial sugerente que invite a continuar:
Se detiene la tarde en tus ojos... | |||
Como esa gota de agua que lentamente cae... | |||
Allá, junto al mar... |
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12. Eliminar del poema ciertos elementos, verbos o adjetivos, y tratar de que el alumno encuentre los adecuados.
13. Dar totalmente la vuelta al poema para que diga lo contrario.
La lista de posibilidades continúa y se puede ampliar con las existentes en otros libros que aparecen en la bibliografía.
—142→El interés del niño por la poesía y la necesidad que tiene de la misma es indudable, el problema está en encontrar los adultos la manera de educarle estéticamente para poder disfrutar de las grandes creaciones artísticas.
Como señala López Tamés, parece que hay identificación entre infancia y poesía. Infancia del individuo y de la colectividad. Por eso, en primer lugar proponíamos que los padres jueguen y canten a sus hijos las canciones, nanas, etc., que nos ofrece la tradición, recordemos que la poesía es la memoria de la literatura, como dice Francisco Rico.
Después, debemos fomentar y aprovechar las retahílas, las rifas, los juegos de corro, etc., que espontáneamente utilizan y transforman los niños en sus juegos haciendo un uso creativo del lenguaje, del que no somos capaces la mayoría de los adultos. Posteriormente, reivindicamos la memorización de poemas, actividad que ha caído en desuso pero de indudable interés en la formación estética, siempre que se haga de manera lúdica.
Finalmente, siguiendo el proceso de oír, cantar, crear, leer..., llegamos a la fase final: escribir. Pero siempre con el apoyo suficiente, como hemos visto, ofreciendo juegos y ejercicios en los que la actividad creativa vaya ampliándose progresivamente.
También podemos practicar los juegos inventados por los miembros del surrealismo y otros movimientos de vanguardia de principio de siglo:
(T. Tzara, 7 Manifiestos Dadá). |
Las flores futuristas de Oswaldo Bot, las palabras que dibujan su contenido, inventadas por los miembros de la tertulia Pombo, o las greguerías... se pueden poner de ejemplo para crear otras nuevas.
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M. Twain, Tom Sawyer. |
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«Tebeo» con ganas de leer algo más ligero, así que vamos a entrar en el mundo de la historieta. Todos sabemos que no es necesaria la animación a la lectura de comics, por eso nos centraremos en dos aspectos que consideramos importantes. Por una parte, el aprovechamiento didáctico del interés que su lectura despierta en los niños, y por otra, la manera de educar la mirada y el gusto estético.
En España no hay una tradición cultural que valore positivamente este medio expresivo, ni existe una industria tan desarrollada como en otros países europeos, a pesar de la calidad de los guionistas y dibujantes españoles que ha sido reconocida en todo el mundo. En Francia existe un museo del comic, en Angulema, en el que se puede ver el desarrollo del mismo en ese país y también en menor medida en Estados Unidos. El museo incluye un taller y otra serie de dependencias entre las que se encuentra una atractiva biblioteca en la que sorprende la cantidad de historietas que se publican en el país vecino y la calidad de las mismas.
En el nuestro existe una colonización cultural americana, también en este campo, que podemos comprobar deteniéndonos en cualquier quiosco y observando la gran cantidad de super-héroes que protagonizan casi en exclusiva las portadas de estas publicaciones infantiles y juveniles. Por este motivo es tan necesaria la orientación del adulto sensible e informado para guiar al joven lector, ofreciéndole las creaciones más interesantes, no siempre tan a la vista.
Últimamente van apareciendo experiencias que demuestran la gran utilidad didáctica de la historieta, —148→ bien para el estudio de la lengua, analizando un lenguaje que es familiar al niño, bien para el conocimiento de épocas y procesos históricos; también se emplea en campañas informativas de todo tipo; en el campo publicitario, etc.
Cada álbum de comics sugiere una actividad distinta, proponemos algunas a modo de ejemplo:
* Los más pequeños hojean los tebeos atraídos por sus ilustraciones y tratan de interpretar su contenido, actividad mucho más compleja de lo que suponemos debido a las elipsis que se producen entre las viñetas y por los convencionalismos del género. Con historietas mudas como las de Pusy de Peyo, en las que a un gatito le ocurren todo tipo de peripecias, lo más indicado es hablar sobre las mismas para comprobar el grado de comprensión del niño. También se pueden desordenar las viñetas, eliminar la última para que terminen la historia, etc.
* Con alumnos de Primaria podemos estudiar el lenguaje del comic, sus recursos, y animar a los niños a crear sus propios personajes e historietas; el resultado es sorprendente. La respuesta es positiva y la labor del profesor consiste en señalar los frecuentes errores en la colocación de los bocadillos, facilitar el empleo del mayor número de recursos, onomatopeyas, líneas cinéticas, planificación variada, etc.
* Para los alumnos de la E.S.O. podemos proponer el análisis lo más completo posible de un álbum con una historia larga. Si queremos tratar el tema de la guerra, la historieta «Una Misión de rutina» de la colección As de Pike creada por Juan Giménez nos presenta, sin palabras y con una técnica impecable, el bombardeo de una ciudad alemana por la aviación aliada. La protagonista es una niña que desayuna con sus padres, va al colegio, comienzan a sonar las sirenas, todos se refugian, y ella queda cautivada por la visión de los aviones que descargan sus bombas destruyendo la ciudad y abrasando a la testigo inmóvil. Presentar a los enemigos como seres —149→ humanos y víctimas es un buen pretexto para la reflexión.
Las historietas de Bob de Moor protagonizadas por Cori el Grumete tienen interés y calidad suficiente para trabajar con ellas. En La expedición maldita se puede analizar el lenguaje icónico en las tres primeras páginas sin textos, en las que se puede observar el empleo de planos diferentes para describirnos el medio en el que sucede la acción y acercarnos a los animales que nos interesa. El movimiento perpendicular de la acción se vuelve horizontal y posteriormente vertical para enlazar, por último, con los protagonistas.
—150→Después de la interpretación de las imágenes y recursos gráficos podemos estudiar las formas expresivas lingüísticas y la historia en general. El lenguaje empleado es bastante rico; una actividad puede consistir en encontrar los términos marinos que se utilizan a lo largo de la historia y trabajar con ellos. Aparecen ochenta palabras relacionadas con el mar: pecio, chalupa, gavia, bauprés, arboladura, yola, etc.
Las diapositivas sobre viñetas son necesarias para comentar en un grupo amplio sus características. En la que reproducimos hay que hacerles ver los elementos que nos transmiten serenidad: la postura de Tarzán, la forma circular del tronco del árbol, la confianza del ave que come de las manos del rey de la selva, los colores, etc. También los que nos producen desasosiego: las raíces retorcidas del árbol y especialmente las formas de las ramas que sugieren una garra, cabezas de animales con dientes, un rostro amenazador, una calavera, y una cara, tal vez del padre de Tarzán, motivo de los pensamientos de nuestro héroe en esta viñeta.
Como decíamos al principio lo importante con las historietas no es que los niños las lean -esto se supone- sino la forma en que las leen, la calidad de la lectura, así que ya «tebeo» releyendo y buscando buenos comics porque tus alumnos, tus hijos o tú mismo os merecéis el disfrute estético que os pueden proporcionar. A continuación te proponemos algunas colecciones: Yakary y Tintin en Ed. Juventud; Asterix en Ed. Grijalbo; Massagrán en Ed. Casals; Calvin y Hobbes y Little Nemo en Norma Editorial; El Cid en Ikusager Ediciones; Tarzán y El Capitán Trueno en Ediciones B; Paracuellos en Ediciones de la Torre; Relatos del Nuevo Mundo en Planeta Agostini...