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31

Estudios..., 26.

 

32

Cf. Fonética..., 156.

 

33

Incluso en inicial admite cambios entre estas vocales en la propia lengua hispánica M. L. Albertos, cf. Onomástica..., 298.

 

34

A falta de testimonios directos del correspondiente nombre hispánico, me parece mejor no considerar neutralizada la V de la forma ILLVRGAVONENSES, consta en César, B. Ciu. I, 60, frente a ILERCAONES de Plinio, Nat. Hist. III, 21, referido al mismo étnico. La realidad de una doble forma ibérica bien conocida, ildir/ildu, unida a discrepancias parecidas fuera de sílaba interior -cf. ERCAV(ICA / VRGAVO-, aconseja hacer remontar la posibilidad de V a la propia lengua originaria, en lugar de darla como producida en una adaptación latina.

 

35

Cf. nota 17 y texto correspondiente.

 

36

Posibles razones de alteración u oscilación ya en las propias lenguas hispánicas propone Albertos, Onomástica..., 279 ss.

 

37

Recuérdese Datos..., 264-265.

 

38

Un apartado que podría ser importante acerca de los hiatos, a saber, el de su adaptación como diptongos, me parece imposible de desarrollar convincentemente, a falta de procedimientos gráficos o fundados en ellos que permitan distinguir efectivamente cuándo el contacto vocálico en heterosilábico u homosilábico, cf. lo que a propósito de esta doble posibilidad para ei en ildubeif escribí ya en Datos..., 268-269. Análogamente, lo que me atrevo a proponer acerca del restante gran procedimiento de resolución de hiatos, la contracción, queda supeditado a que pudieran establecerse con datos afectivamente hispánicos una serie de equivalencias y relaciones que ahora sólo cabe sugerir como posibles, pero problemáticas. Así, ieśo ESSO(NENSES documentaría, mediante abertura de la i, la contracción con la e del tipo PARIETES > PARETES admitido por C. Battisti, Avviamento allo studio del latino volgare, Bari, 1949, 94 (frente a una explicación, a parecer, distinta, ibíd., 103). Y, sobre todo, una caída de Figura_11 ante o después de a dejándolas en hiato habría determinado la contracción regular de ambas en o (Cf. *AMAO > AMO) en los dobletes: ILLVRCAVONES, ILERCAONES (ya antes citados)/ILURCO; BVRSAVONENSES, VRSAONENSES (cf. más adelante, especialmente nota 44)/VRSO.

 

39

M. ª Albertos admite (Onomástica..., 300) que ya en celta podía pasar a ae, si bien las inscripciones celtibéricas ofrezcan siempre ai; e incluso reducirse a e, según ocurría también en latín vulgar. Una monoptongación de este tipo podría explicar aquí la curiosa adaptación de eso que luego se mencionará en el texto. Por supuesto, las transcripciones griegas mantienen ai.

 

40

Hermes 1, 340.

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