«Universidad Literaria de Oviedo. Septiembre 11 de 1864. -Ilmo. Sr. (Director General de Instrucción Pública): Don Guillermo Estrada y Villaverde, catedrático numerario del tercer curso de Derecho civil, suprimido por el Real Decreto de 14 de agosto próximo pasado, manifiesta a este Rectorado que opta por la cátedra de «Historia general del Derecho español», en uso del derecho que se le concede por la regla 7ª de la 2ª de las disposiciones transitorias del citado Real Decreto» etc. Fdo. León Salmean. En oficio del 15 del mismo mes, el Director General comunicó al Rector que, como quiera que la cátedra de Historia del Derecho estaba ya anunciada a concurso, la elección de Estrada no se ajustaba a uno de los requisitos prevenidos por la citada disposición; razón por la cual Estrada optó entonces por la cátedra vacante de Derecho internacional, sin poder ser, por esta circunstancia administrativa, el primer catedrático de Historia del Derecho de la Universidad de Oviedo. A. G. A., E. y C. Caja, 15694.

En su expediente se conserva el oficio del entonces vicerrector Canella participando al Director General de Instrucción pública el fallecimiento del muy docto y benemérito catedrático de esta Universidad, D. Guillermo Estrada y Villaverde, numerario de Historia general del Derecho español. A. G. A., E. y C., leg. 5343. De él diría más tarde: «Hombre sapientísimo, escritor castizo y orador de singulares dotes... conspicuo político, varón virtuoso, en extremo modesto y humilde fue en la cátedra y en el Parlamento, en las Academias y en la prensa, en la comunión católico monárquica y en los áulicos consejos de don Carlos de Borbón y de su primera esposa, en el foro y en los cargos oficiales, hombre que dejó estela imborrable, general respeto».

«Me he entendido con un carlista como Estrada -o como Barrio- mucho más fácilmente y mejor que lo hubiera hecho, llegado el caso, con las gentes de "El Motín" o de "Las Dominicales del Libre Pensamiento", quiero decir, con cualquier librepensador profesional con quien, seguro estoy, no me habría entendido. Me ocurría en esto algo parecido a lo que a Clarín le ocurría...» Posada, Fragmentos de mis memorias, pág. 196.

Diego Fernández Ladreda, La historia de la legislación de Castilla, Oviedo, 1862, en 4º, 96 págs. Esta obra, citada por Palau en su conocido Manual del librero hispanoamericano, forma parte de esa época predisciplinar necesitada de una investigación especial capaz de aclarar el contenido e incluso, en algún caso, la existencia real de ciertas obras hasta ahora mal conocidas: v. gr. Manuel Fernández Ladreda, Estudios sobre los códigos españoles; Juan Domingo Aramburu Arregui, Manual histórico del Derecho español, (Oviedo, 1860)...

Discurso inaugural para la solemne apertura del curso académico de 1862 a 1863, leído en la Universidad Literaria de Oviedo por el doctor en Derecho Don Guillermo Estrada Villaverde, catedrático de Disciplina Eclesiástica, Oviedo, 1862. Para el análisis de éste y otros Discursos de la época, remito a mi estudio Los discursos de apertura de curso de la Universidad de Oviedo (1824-1912), en Actas del II congreso de Bibliografía asturiana, Oviedo, 2000, págs. 291-316. Su texto lo hemos recogido en «El Grupo de Oviedo». Discursos de apertura de curso de la Universidad de Oviedo. Oviedo, 2002, vol. I, págs. 67-103.

R. Altamira, Aspecto general e histórico de la obra de Costa (Conferencia pronunciada en la Sociedad «El Sitio» la noche del 8 de febrero de 1912 (s. l.; s. a.) (1912); E. de Hinojosa, Joaquín Costa como historiador del Derecho, en AHDE 2, 1925, págs. 5-12. Sobre la relación intelectual entre Altamira y Costa, vid. J. G. Cheyne, «La relación intelectual y política entre Costa y Altamira» en Estudios sobre Altamira, cit. págs. 127 y ss.; del mismo autor, El renacimiento ideal. Epistolario de Joaquín Costa y Rafael Altamira (1888-1911). Introducción y edición. Alicante, 1992.

García-Gallo, Hinojosa y su obra, cit. La imposible comparación entre uno y otro en págs. CX-CXI.

Posada, Fragmentos de mis memorias, cit. pág. 252.

Ibídem. En este sentido Posada reconoce que no defraudó las esperanzas de nadie y menos aun las «del grupito homogéneo trípode».

Discurso leído en la solemne apertura del curso académico de 1898 a 1899 por el doctor D. Rafael Altamira y Crevea, catedrático numerario de Historia del Derecho, Oviedo, 1898. Bajo el título El patriotismo y la Universidad lo publicó ese mismo año en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza 22, 1898, págs. 252-270; 291-296 y 323-327; y, más tarde, junto a otros trabajos, en Psicología del pueblo español. Madrid, 1902 (reedición, Barcelona, 1917; Madrid, 1976). Últimamente se ha publicado en El «Grupo de Oviedo». Discursos de apertura de curso de la Universidad de Oviedo (1862-1903), Oviedo, 2003, vol. II, págs. 345-400.