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Universidad de Navarra
El presente libro -tesis doctoral de Amaro Soladana- constituye una de las aportaciones más interesantes de los últimos años a la bibliografía sobre la poesía española de postguerra, la cual se ve ahora enriquecida no sólo con una monografía sobre un poeta muy representativo de toda una corriente de la lírica española contemporánea, sino también como un trabajo riguroso y serio cuyos métodos de análisis merecen una detenida atención.
En efecto, ya desde el título que preside el volumen y, de modo más evidente, en la introducción que abre el texto, es perceptible el rigor metodológico del estudio. Soladana se propone analizar la obra poética de E. de Nora a partir de varios principios complementarios -estructuralistas, pragmáticos, crítico-estilísticos y arquetípico-simbólicos- y con la constante e incontrovertible apoyatura de los datos obtenidos mediante un proceso de descripción, cuantificación y clasificación estadística. El análisis está organizado en tres niveles de abstracción progresiva, correspondientes a tres capítulos del libro -«La palabra y el verso», «El mundo imaginario», «La temática o cosmovisión poética»-, lo cual permite al autor progresar desde los aspectos más externos de la poesía noreana a los más esenciales, y fundamentar las conclusiones ofrecidas en éstos con los datos proporcionados por aquéllos.
Antes de comenzar
con el análisis propiamente dicho de la poesía
noreana, el autor nos ofrece en el primer capítulo
-«Datos biográficos y obra»- una
biografía
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En el segundo
capítulo -«La palabra y el verso»- Soladana
aporta el estudio de los aspectos léxico-semántico y
métrico de la poesía de Nora. En relación con
el primero de dichos aspectos se proponen dos exploraciones
convergentes: en primer lugar, el análisis individualizado
de los términos léxicos y, a continuación, el
estudio globalizado del vocabulario, estructurado en esferas
semánticas. Mediante la aplicación del método
de análisis cuantitativo-estadístico a la totalidad
del corpus poético el autor determina el número de
vocablos, sus ocurrencias y su índice de frecuencia. De la
comparación de estos datos con los ofrecidos por el
Frequency Dictionary of Spanish Words, de Juilland y
Chang-Rodríguez, y previa aplicación de las
fórmulas estadísticas pertinentes, extrae
conclusiones reveladoras: la apreciable riqueza y variedad del
léxico del poeta; una insistencia característica en
el empleo de sustantivos, síntoma de un estilo nominal que
valora la sustantividad de las cosas; la preferencia por ciertas
palabras que constituyen claves temáticas o
simbólicas; el predominio de sustantivos referentes al mundo
interior del poeta, la naturaleza y los productos de la industria
humana, de adjetivos que acusan tanto la atención a lo
exterior como a la proyección de la percepción
lírica interior del poeta o que sugieren alusiones
espacio-temporales marcadas por la apertura y la
imprecisión, a través de las cuales se remonta desde
realidades concretas o anecdóticas a lo abstracto,
simbólico o sustancial; la preferencia por verbos
intelectivos o de acción interior o aquellos de
acción exterior relacionados con las ideas de
elevación o violencia; y, finalmente, la escasez de
neologismos, consecuencia de la intencionalidad de
comunicación verbal abierta del escritor. El léxico
característico de la poesía noreana se agrupa,
según Soladana, en tres esferas semánticas
elementales: lo humano, el entorno de lo humano y lo
trascendente-religioso, coincidentes con sus tres constantes
temáticas: el hombre, la Naturaleza y la aspiración
del hombre a una cierta trascendencia. La esfera de lo humano es la
que merece una atención una atención más
destacada por parte del poeta, cuya visión de la realidad es
claramente antropocéntrica. Soladana destaca el
enraizamiento sensorial y la corporeidad de su discurso
poético, corporeidad equilibrada y complementada por los
lexemas en torno al mundo de la espiritualidad interior, que se
caracteriza por el predominio de los aspectos intelectivo y
volitivo, los cuales evidencian la preocupación por iluminar
y esclarecer la realidad y el carácter voluntarista e
inconformista del discurso poético. Todo ello configura, en
opinión de Soladana, una poesía muy intensa y de
carácter fuertemente dialéctico. Otros elementos
constitutivos de esta esfera semántica son el campo de la
actividad
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En el epígrafe dedicado al estudio de los elementos fónicos, distingue Soladana entre elementos externos del verso y elementos internos. Entre los primeros se encuentran el tipo de versos, el tipo de estrofas y la rima. El análisis de estos tres aspectos muestra la preferencia de Nora por formas métricas poco rigurosas, así como el equilibrio entre lo moderno y lo tradicional y, por otro lado, la fuerza simbolizadora de sus versos, que se ciñen adecuadamente a la variedad de sentimientos y pensamientos expresados por el poeta. Los elementos internos del verso -simbolismo fonético y ritmo- desempeñan también un importante papel en la poesía noreana; el autor destaca la utilización expresiva de la aliteración y la anáfora y pone de manifiesto la maestría del poeta en la utilización simbólica de los ritmos -es decir, su adecuación a los contenidos psíquicos del poema- y en los procedimientos sintácticos y métricos empleados para conseguir tal efecto. En la poesía de Nora predominan los ritmos lentos, expresión de su carácter reflexivo, sereno y equilibrado. El capítulo concluye con un análisis de la estructura de los poemas, que descubre la preferencia del escritor leonés por el interlocutor personal -síntoma del tono confidencial y el carácter proyectivo-comunicativo de su poesía-, el predominio de los textos de elocución considerativa, intimista o reflexiva y la prevalencia de una estructura compositiva que Soladana denomina «arquitectónica», de sólida armazón interna.
El estudio del
mundo imaginario de la poesía noreana -objeto del tercer
capítulo- está dividido en cuatro etapas. En primer
lugar, el autor analiza su configuración simbólica y
para ello opta por el método
simbólico-antropológico
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En el tercer
capítulo -«La temática. Cosmovisión
poética de E. de Nora»- Soladana intenta traducir el
discurso poético a términos racionales que muestren
cómo el poeta contempla, organiza y valora su mundo interior
y el cosmos que le rodea. El principio central de la
temática noreana es, según el autor, la idea de la
vida humana como tensión y desgarro dialéctico entre
polos opuestos -el deseo humano de pervivencia, plenitud e
infinito, enfrentado continuamente a la plenitud y a la muerte-, de
donde derivan la intensidad y fuerza dramática de la
expresión poética. El autor distingue tres aspectos
fundamentales en la temática noreana. En primer lugar, el
tema del hombre y su temática existencial, estructurado en
dos momentos perfectamente diferenciados: por un lado, el poeta
testimonia la finitud humana, que se revela en los subtemas de la
soledad metafísica y aun cósmica y la fugacidad del
tiempo y la muerte; por otra, siente que es posible superar esta
fatalidad y ello queda evidenciado en la importancia y
extensión de otros subtemas, como la trascendencia -a menudo
expresada como duda o perplejidad-, el amor -presencia constante
que crea un clima de gran intensidad a lo largo de su
poesía-, la belleza, la verdad y la libertad -entendidas
como meta que debe alcanzarse a través de un arduo proceso-
y, finalmente, la esperanza, no gratuita, sino fundada en el
esfuerzo y la lucha constantes. En segundo lugar, Soladana estudia
la problemática social de la poesía noreana; destaca
la íntima relación entre visión
estética y dimensión ética del poeta y
señala que su interés por los problemas comunitarios
es también una forma de enfrentarse a la transitoriedad, la
finitud y la muerte. Por otro lado, la preocupación social
del poeta adquiere un frecuente tono patriótico,
caracterizado por el rechazo de la visión inmovilista del
pasado histórico, el testimonio de un presente caracterizado
por la falta de libertad y la violencia
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Al juzgar el presente libro debe señalarse la novedad que supone, dentro del panorama de los estudios sobre poesía española, la combinación de dos métodos muy distintos, pero convergentes en sus fines -el cuantitativo-estadístico y el simbólico-antropológico de Durand- en el estudio de la totalidad de la obra de un poeta. Sería muy interesante comprobar la eficacia de ambos métodos en el análisis de discursos poéticos más irracionales o herméticos que el de Eugenio de Nora, cuya declarada voluntad de practicar una dicción poética abierta ha facilitado, sin duda, la labor de Soladana. Por otro lado, hay que destacar la minuciosidad y el rigor que presiden todos los niveles del análisis. No obstante, y tal vez a causa precisamente del método elegido y de la estructura del estudio, éste resulta con cierta frecuencia repetitivo y mecanicista. Por último, quiero llamar la atención del autor y de los responsables de la edición sobre las abundantes erratas. En cualquier caso, creo que estos defectos no menguan el valor de un trabajo imprescindible para el conocimiento de la poesía española contemporánea.