51
Más o menos como los eruditos modernos: suelen citar la obra y no ponen las referencias. Pero sorprende que -incluso en las identificaciones- hayan descubierto lo que Cejador dijo mucho antes, y por su cuenta.
52
Abandonó la Compañía a los 37 años, según se desprende del siguiente texto:
Entregué al Padre Rector el manuscrito de uno de mis tomos del Lenguaje para que lo diese al Provincial a la censura. Al desposeerme de mis bienes, aconsejáronme los Superiores los diese a la Compañía para ayuda de la impresión de mis libros. Un año pasó y preguntándole al Rector que había hecho del manuscrito, me dijo que seguía en el cajón donde lo había metido. Démelo, Padre, le dije, y me lo entregó. Por lo visto no querían imprimiese nada después de haberme pasado los años mejores de mi vida, los veinte años desde los diez y siete de mi edad, en estudiar lenguas y filología
(J. Cejador, Recuerdos de mi vida. Obra póstuma. Prólogo de R. Pérez de Ayala. Madrid, 1927, p. 75).
Contra Menéndez Pidal están las páginas 14-15 y 40 del t. I, las 5, 185, 200, passim, del t. V de la Verdadera poesía.
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En «Cuadernos Hispanoamericanos», n.º 304-307 (1975-76), pp. 302, publicó Paulo de Carvalho-Neto su artículo La influencia del folklore en Antonio Machado, que nada tiene que ver con estas páginas.
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Op. cit., p. 212.
55
García Gómez, Todo Ben Quzmán, ya citado, t. I, p. 9.