11
Fernando Lázaro Carreter, «Quevedo, entre el amor y la muerte», Papeles de Son Armadans, I, núm. 2, mayo de 1956, págs. 145-160. Cito por el texto reproducido en Francisco de Quevedo, pág. 295.
12
Francisco de Quevedo, La cuna y la sepultura, Edición crítica, prólogo y notas de Luisa López Grigera, Anejos del Bol. de la R. A. E., XX, Madrid, 1969, pág. 115.
13
Carlos Blanco Aguinaga, «Dos sonetos del Siglo XVII: Amor-Locura en Quevedo y Sor Juana», MLN, 77 (1962), págs. 145-162; lo mencionado, en pág. 152.
14
En el
artículo citado en nuestra nota 9, dice Blanco Aguinaga:
«en los [poemas] que siguen al gran
soneto vemos, una y otra vez, el fuego deshacerse en cenizas, en
cuya verdad parece el poeta darse cuenta de la locura que significa
la afirmación del gran soneto»
; cito por la
reproducción en Francisco de Quevedo, pág. 317, nota 33.
15
«Quevedo departs
from Virgil’s catalog with the substitution of
olvido,
engaño,
invidia,
inobediencia, and
soberbia for
Labor,
mala mentis
Gaudia, and
Somnia
vana»
(Donald G.
Castanien, «Quevedo's A Cristo
resucitado»,
Symposium, 13
(1959), páginas 96-101; lo citado, en pág. 100).
16
José Manuel Blecua, «Introducción» a su edición de Francisco de Quevedo, Obras completas, I, Poesía original, Barcelona, Planeta, 1963, pág. xcv.
17
Francisco de Quevedo, Sueños y discursos, Ed. de Felipe C. R. Maldonado, Madrid, Castalia, 1972, pág. 152. Véase: Enrique Tierno Galván, «Notas sobre el barroco» (1954-55), parcialmente reproducido en Francisco de Quevedo, ed. cit., págs. 29-33; especialmente, pág. 32.