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11

Poemas sin tornada en G2: 14, 17 y 19.

 

12

Están catalogados en Zarco Cuevas (n.os 230-32) tres manuscritos de March ya desaparecidos: «230. Cancionero, en lemosín, V Caracter. 24./ 231. Algunas poesías suyas y de otros, V Caracter. 29. / 232. Sus obras, en poesía, en lemosín, VI. Caracter. 9».

 

13

BNM, Ms. 3695, fol. 185. La mano en que se expresa esta opinión es la misma que la que apunta en el fol. 23 que las estrofas X y XI del poema 116 allí copiadas «no son en la impressio y par no sien desta obra ny del autor». La «impressio», como se desprende del fol. 5 donde se mencionan las fechas de impresión, se refiere a las ediciones de 1543 y/o 1545.

 

14

El Ms. D suple los vv. 151 y 245, y alguna palabra (por ejemplo, fon en el v. 224). De las tres lagunas señaladas por Pagès y Bohigas sólo la que sigue al v. 265 es incontestablemente tal. Puede ser significativo que esta laguna ocurra al comienzo de un folio: se trata quizás de un folio entero perdido, o de varios. Los otros dos casos (vv. 222-25 y 308-11) no son lagunas sino más bien defectos en el esquema de rimas: en ambos casos hay un verso sobrante, lo que puede explicar el que Pagès haya creído hallar lagunas en estas partes del poema.

 

15

Pagès postula que el Ms. D es obra de Luis Pedrol, personaje que aparece en un documento no fechado en el que pide permiso para publicar la obra de March. Afirma que Pedrol utilizó el Ms. B para algunas poesías, como el 32 y el 40. Estos poemas aparecen en la parte original de D, al lado de una versión parcial del poema 27 (últimos veinte versos) y del 30. Todos cuatro se sitúan entre un bloque de poemas que va del número 1 hasta el 101 (con pocas lagunas en el orden de Pagès) y otro bloque que comprende el 102 hasta el 125 (también con lagunas). Esta posición inusual sugiere que el copista se valió para los cuatro poemas de otro códice que el que usó hasta el 101 y que después vuelve a usar para los 102 a 125. A diferencia de lo que afirma Pagès, es muy dudoso que esta fuente sea B, ya que el 27 que está copiado en D figura en B en una forma diferente. Por otra parte, la lección común a B y D del 40, en el v. 1, se explicaría fácilmente por una fuente común o por dos fuentes vinculadas.

 

16

Edición b, fols. 218-19: «aunque puse no pequeña diligencia en me informar de los naturales en aquella lengua [el «lemosín»] de lo que yo no supe...».

 

17

Ms. A, fol. 237v., al margen: «fou spandida la present obra per mi Anthoni Vallmanya notari dins lo cor de Valldonzella digmenge a XXV de juny any mil CCC LVII», y en Ms. I (copia de A) en fol. 199v.

 

18

Para el argumento contrario, véase Ramírez 1980: 510-12.

 

19

Las lecciones de B están incorporadas al texto del 42 en Archer 1979: 217-23. En otro estudio presentaré los datos relativos al personaje Joan (de) Junyent, mejor dicho los cuatro barceloneses con este nombre documentados en la época en que March debió de escribir el poema.

 

20

La última tentativa de este tipo es la de Archer 1979 donde se ha ordenado los poemas de Plena de seny y Lir entre carts de acuerdo con las etapas tradicionales del amor cortés para facilitar una lectura experimental. También se ha ordenado los cants de mort de acuerdo con el consenso de los manuscritos, es decir, en el orden 92, 93, 94, 95, 97, 96.