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Acto II

Don SANCHO, Don GARCIA, RODRIGO como acabaron la primera jornada.
GARCIA Pareceme que es tiempo que declares
a la ynfanta quien eres.
Serenaras los zielos de sus ojos
y tomara tu alteza
el orden a su amor mas conveniente.
SANCHO No es tiempo, don Garcia
que la vida aventure.
Muger es Margarita
y quien dijo muger dijo mudanza.
Y en ellas la venganza
afecto suele ser mas fervoroso
quel amor y piedad. Y ser pudiera
que a su padre dijera
quien soy.
RODRIGO Este niego,
La ynfanta tiene amor y yo vi el fuego en su
pecho encendido
quando al muerto llamo bien y marido.
La mano le vi dar con juramento
de no querer a otro hombre en esta vida.
SANCHO Del amor ynpelida
llevada del afeto lastimoso,
hacer pudo, Rodrigo, el juramento.
Asegurame quiero
de su candida fe y amor primero.
GARCIA Ynposible parece
que la ynfanta no te aya conocido.
SANCHO Tieneme ya por muerto.
Disimulo la boz y el rostro enqubro.
RODRIGO ¿Y a mi, no me diras porque quisiste
que yo tanbien finxiese
ser loco en este traje?
SANCHO Bien dijiste
ser loco en este traje, si en el otro
era loco tanbien, nada as finxido.
Y asi disimulado
estara mi cuidado
mejor entre los dos.
GARCIA La ynfanta viene.
RODRIGO Y leyendo un papel.
SANCHO Dexame solo.
Porque si veo que su amor es cierto
conozca a su don Sancho bibo y muerto.
(MARGARITA leyendo un papel.)
MARGARITA Papel, un tiempo felize
quando el amor te escrivio,
espejo en quien miro yo
el daño que entonces hize,
figura en donde se dice
mi buena o mi mala suerte,
relampago que en la muerte
dio a luz quera mi gloria,
pues me alegras la memoria.
Quiero bolver a leer este.
(Lee.) Dueño del alma que estima
su acertado renacimiento
no es hablar atrevimiento
quando amor la lengua anima
que sustenta un monte encima
aquel que de amores arde
y se esplica mal o tarde.
Hable pues el que desea,
porque el silencio, aunque sea
respeto, es amor cobarde.
Que bien dijo el desdichado:
de piedad y de amor lloro,
letras o estrellas que adoro,
lagrimas aveis sacado.
Linpialdas.
(Llega el papel a los ojos.)
SANCHO ¡Zielo sagrado!
Alma que estais en mi pecho
de amor y desdichas hecho,
¿como viendo que un papel
besa la ynfanta cruel
sufres lugar tan estrecho?
Sal del cuerpo a tal dolor.
Quitame la vida apriesa.
porque papel que se besa
es mensajero de amor.
Loco y finxido furor
zerca estais de ser verdad.
Otra vez le pasa. Ablad,
sospechas que amor concibe.
Decidme con quien sescrive
y a quien tiene voluntad.
Pero si yo loco soy,
y en la apariencia y figura,
provechosa es mi locura
si salud a la alma doy.
A quitarle el papel voi.
Saldre de mi loco engaño
viendo a quien ama; si el daño
no crece entre estas quimeras
perdiendo el seso de veras
a manos del desengaño.
(Llega por detras y quitale el papel.)
Coxido en el hurto os an,
ballestera de Cupido.
Papel aveis recibido
sin licencia de Roldan.
Estas letras me diran
vuestros villanos yntentos,
las glorias y los tormentos
de vuestros ojos yngratos,
que las letras son retratos
de los mismos pensamientos.
MARGARITA No le rompas, Roldanillo.
No le mires, ni le leas,
ni furiosos loco seas,
porque are atarte.
SANCHO Decillo
pudo tu lengua y sufrillo
deve un pecho apasionado.
Pues mereze ser atado
por tu gusto quien por
el seso pierde. O, papel
bien leydo y bien besado.
(Abrele.)
Bibe Dios, que es letra mia.
Papel es que yo escribi.
Espiritu, buelbe en ti,
cobra fuerza y alegria
pues sales de la agonia
en que estavas desmayado
O, Papel afortunado.
(Besale.)
MARGARITA ¿Besasle?
SANCHO Sy, ¿que e de ser?
loca mona, ¿que e de acer
lo que me aveis enseñado?
MARGARITA Damele pues,
que me place.
SANCHO Tomad, mucho. Enhorabuena.
MARGARITA ¿Como si te dava pena
tan presto te satisface?
SANCHO Mudanzas son que amor hace.
¿No as visto esos claros zielos
cubiertos de oscuros velos?
Tener con el sol belleza
dude? Vi y halle firmeza
y espantaronse los celos.
MARGARITA ¿Que al fin eran celos?
SANCHO Eso
echais agora de ver.
MARGARITA Luego ¿tu sabes querer?
SANCHO Pues de que e perdido el seso
no sois mas boba.
MARGARITA El suceso
enloquecerte podia,
pero amando todavia
no ques acto de razon.
SANCHO Egnimas mis obras son
de nueva filosofia.
Bibo, muero, celo y amo.
Querdo soy loco estoy.
La vida y la muerte doy.
Mi propia sangre derramo.
Nunca fui lo que me llamo.
Quien me tiene no me alcanza.
Amanme sin esperanza.
Soy de España, Francia y Flandes
y entre mudanzas tan grandes
solo en mi amor no hay mudanza.
Adivinad. Pues teneis
buen yngenio.
MARGARITA Y tu sabras
que es otra enima.
SANCHO Y aun mas.
Que antes que vos la formeis
se lo que decir quereis.
MARGARITA (Aparte.) Asi mis males divierto.
Dime, pues, ¿quien guarda a un muerto
fe y amor siendo mujer
y a quien le peso de ver
lo que ver desea?
SANCHO Acierto.
Esa sois vos que guardais
fe y amor a vuestro ermano
o si al español marrano
que muerte le dio alcanzais
que par de perros le dais;
areis que le martiricen
y el vengaros solenicen.
MARGARITA Mas piadosa fuera yo
si el bibiera.
SANCHO ¿Pues, murio?
MARGARITA ¿Mis tristezas no lo dicen?
SANCHO (Aparte.) Piadoso, fiel y constante
este amor en que reparo
que a la ynfanta no declaro
la vida y fe de su amante.
Tenga tu hermoso semblante
mas beldad con la alegria.
Ya el silencio es tirania.
Yo soy...
(Va a descubrirse y entra CESAR.)
CESAR Loco.
SANCHO No, si callo.
CESAR Gracias a Dios que te hallo
en soledades un dia;
y dichoso si consigo
que ablemos solos los dos.
SANCHO Noramala para vos.
¿Sola esta, si esta conmigo?
MARGARITA Haces a un loco testigo
de tus errores y antojos.
CESAR Con los pasados enojos
no des silencio a quien ama.
SANCHO Dame tus orejas, Fama.
Argos, prestame tus ojos.
CESAR Con tantas melancolias
de los tuios te enajenas
que respetando tus penas
tengo enfrenadas las mias.
Da Margarita lugar
a que este ques sangre tuia
con tu grande yngenio arguia
en la ciencia del amar.
MARGARITA Ni esa ciencia ya me ynquieta,
ni la entiendo.
SANCHO (A el.) A tal porfia
esa ciencia es necia y fria.
(A ella.) Y esta ynorancia es discreta.
CESAR Tus locuras son frialdades.
Vete si acertar procuras.
SANCHO ¿Y no es mejor reyr locuras
que no llorar necedades?
CESAR Ya la razon con el tiempo
te va enseñando, señora
ques cordura dar un ora
al onesto pasatiempo
y a las lagrimas vertidas,
pension de naturaleza,
mitigaron la tristeza
de que fueron producidas.
Ya el sutil entendimiento
te a, señora, digtado
ques razon tomar estado.
SANCHO Monjas ay en el convento.
CESAR Cansado loco.
SANCHO Suprema
porfia.
CESAR Vate, Roldan.
SANCHO Por los dos dijo el refran:
cada loco con su tema.
CESAR ¿Que no escaparte de ti
este loco?
MARGARITA Me entretiene.
CESAR Digo, al fin, que pues conviene
al rey, al reyno, y a mi
que te cases.
SANCHO A mi, no.
CESAR Pues ya el mundo lo desea.
Con estranjero no sea.
Goce desta gloria.
SANCHO Yo.
CESAR Goce desta gloria un hombre.
SANCHO Pues, ¿han de gozarla dos?
CESAR A quien da liberal Dios
sangre tuia, estado y nombre.
No admitas, señora, estraños
a los rayos de tu sol.
Soberbio es el español,
el frances lleno de engaños,
es ynconstante el yngles,
el aleman sempre es vano.
Elije el napolitano.
SANCHO Pero no, si necio es.
CESAR Su misma sangre y nacion
suelen buscar los prudentes:
no costumbres diferentes,
no estranjera condiçion.
MARGARITA ¿Quien te a dicho que yo quiero
y elijo, en estado tal,
el amor del natural
ni el rigor del estranjero?
Dime, ¿quien, con ojos llenos
de errores y desvarios,
a visto questen los mios
apacibles y serenos?
¿Quien alienta tu porfia?
¿Quien te a dicho?
SANCHO Que bien haces.
MARGARITA Que en hecho treguas y paces
mi tristeza y mi alegria.
Y quando esto fuese asi
que por yncierto lo dexo.
¿Quien te a pedido consejo
en lo que me ynporta a mi?
SANCHO Buena Pascua te de Dios.
CESAR La razon y amor lo dice.
Que para acerme ynfelize
oy se an juntado los dos.
Y si ynmensas fuerzas son
las del amor solamente
¿que podra amor si consiente
en su ynperio a la razon?
Yo, señora, no limito
tiempo justo o vuluntad
ni a que esto tenga verdad
tus sentidos necesito.
Amo y en mi bien prevengo.
Lo que puede suceder
la razon me a de valer.
Tuio soi. Justicia tengo.
SANCHO Si permites su porfia
tu prudencia sera mucha
porque la mujer que escucha
de esperanza y osadia.
MARGARITA Zesar, de onesto amor
yo no me devo agraviar.
Acto libre es el amar
y presupone valor
el amante en el obxeto.
CESAR ¿Pues en que as hallado agravios?
MARGARITA En que del alma a los labios
salga ese amor.
CESAR Si secreto
bibe a la causa, en que modo
tendra el bien que corresponde.
SANCHO (Aparte todo esto que se sigue.)
Blandamente le responde:
el tiempo lo vence todo.
Fiar ni desconfiar
de la mujer no se deve.
Mucho alcanza quien se atreve.
Mucho puede el porfiar
ahija de la mudanza.
Que facilidad que tienes
que en medio de los desdenes
nos sueles dar la esperanza.
CESAR Tan hecho estoi al rigor
de tu lengua y de tus ojos
que al verte ya sin enojos
llamo piedad a fabor
al responderme, aunque sea
para negarme tu gloria;
llamo esperanza y vitoria
del alma que la desea.
MARGARITA A la persona que es sabia
amar no deve agraviar.
SANCHO Licencia dar para amar.
¿Quien dice que amor no agravia?
MARGARITA Pero ofende como digo
el querer correspondencia.
CESAR Para amar tengo licencia,
segun eso.
SANCHO Y yo testigo.
MARGARITA Ni la quito ni la doi
El decirmelo te niego.
CESAR Sola una cosa te ruego.
Tu echura y vasallo soi,
pues que me mandas callar,
selle mi boca tu mano;
como a señor soberano
la mano puedo besar.
(Metele en medio.)
SANCHO Eso no mientras yo bibo,
que andais mui desvergonzado.
CESAR De la locura en que as dado
colera ynmensa recibo.
Darete, por Dios.
SANCHO Regalos
de bofetones a pelo
y advertid que dice el duelo
que a bofeton muerte o palos.
Y pues no sabeis a quien
no amagues porque os daran.
(Amagale con la mano.)
CESAR Amigos somos Roldan.
Llevarla quiero por bien.
Toma y dejanos hablar.
(Dale una moneda. Mirala SANCHO.)
SANCHO No es bobo su señoria.
Por un ducado queria
quedarse solo a ganar
un reyno. ¿Que lindo! Yntento
dexar la cordera al lobo,
que bien dicen que no ay bobo
que no sepa bien su quento.
(Salen el REY y FABIO y el SECRETARIO con unos retratos.)
REY ¿Estan aposentados, secretario,
los dos enbaxadores que an venido
comodamente?
SECRETARIO Si, señor.
REY Veamos
esos retratos.
(Dale los retratos el SECRETARIO.)
SECRETARIO Plega a Dios que quiere
la ynfanta, mi señora, a sus tristezas
dar limite.
SANCHO Yo pienso
que el rey a Margarita persuade
que elija ya marido
contra las leyes de mi amor ynmenso.
Aqui me siento y finxo estar dormido.
(Sientasen una silla que avra en el tablado.)
REY Hixa.
MARGARITA Señor.
REY Tienes al parecer mas alegria
O, Margarita mia,
si ya alegre te viese. Retiraos.
Dejadnos solos.
CESAR Ayudame fortuna,
que el rey sin duda alguna
a la ynfanta propone
el estado feliz que amor consiente.
Prosperos hados, coronad mi frente. (Vase.)
REY Margarita preciosa,
quios cabellos coronar espera
la ciudad mas hermosa
que ve el Tirreno mar en su ribera,
ya es tiempo que mis años
y el gozo jeneral del reyno triste
renueve tu alegria
elijiendo felice compañia.
El principe Roberto de Cicilia
y Carlos el delfin de Francia piden
que admitas sus deseos
ufanos con manificos trofeos.
SANCHO (Como soñando.) Ay, Dios, perdido soi. Llego mi muerte.
¿Que dira Margarita?
Mi pena es infinita.
Mas que mucho sera que le obedezca
si no me e declarado.
REY Principes son los dos de mucho agrado.
Y asi acaso previenes
que reyes estranjeros no posean
el reyno que desean,
pues de tu sangre tienes
vasallos que elexir, y eres discreta.
Tu gusto sera el mio;
de tu prudencia la eleçion confio.
(Acerca la silla un poco.)
SANCHO Yo me acerco a mi daño.
Quiero escuchar mejor lo que responde.
¿Quien pudiera dar boces al engaño
que en mi muerte sesconde,
declarar a la ynfanta?
Amor yela su boz en su garganta.
REY Tanbien Cesar se opone
como tu, deudo y joven, tan gallardo
a la enpresa de amor. Ley es tu gusto,
y aunque tu padre soi, tu gusto sigo.
SANCHO No duerme, no, quien tiene
el cuidado que yo y sentencia espera
de vida y muerte fiera.
REY Estos retratos son los que an traido
de Francia y de Cicilia
los dos enbaxadores que an venido.
Determinate preso.
Y con decoro onesto,
responde a la yntençion que te e propuesto.
MARGARITA Señor, si yo e nacido
por umana razon y lei divina
a la paterna voluntad sujeta.
SANCHO (Recio.) ¿Ay zielos, desta vez se determina!
Que boces no dara quien esto escucha.
Detente, Margarita.
Suspende con silençio
el sy que quieres dar en daño mio.
¡Pues bibo! no te cases,
ni las leyes de amor ynjusta pases!
MARGARITA ¿Ques esto? ¿Quien da boces?
REY Roldanillo,
durmiendo en esta silla,
se aflije en alguna pesadilla.
MARGARITA Digo pues, mi señor, que si sujetos
nacimos a los padres,
negarnos no devemos
al orden raçional en que naçemos.
Confiesote que yo con mis tristezas
ni al publico ynteres ni al propio mio
atiendo mas piadosa,
ni politica, al fin, mas ya que veo.
SANCHO ¡Aynfanta cruel y hermosa!
¡ay traxico deseo!
¡Ay principe ynfelice!
Ay de mi vida, se de sy le dice.
Ynfiel, no desconfies.
¡Que bibo esta tu esposo!
¡Yo soy tu amor! Ynvoco
que no muero, ni duermo, ni estoi loco.
MARGARITA Roldanillo, despierta,
que nos aflijen ya tus muchas boces.
REY Aun en sueños esta con su locura.
Todo es amor y celos de una ynfanta.
Dexale pues, entre desdicha tanta
y dime el pensamiento
que aplicas al estado que propongo.
MARGARITA Tuia soi, mi señor. Yo me sujeto
y en tus manos me pongo.
No deven, no, las hijas
tener otra eleçion que el cuerdo gusto
del padre, arbitro justo
de su vida y acçiones.
REY Eres, señora, al fin de tus pasiones
con todo, gloria mia.
Despacio as de mirar estos retratos.
SANCHO Que espero sin morir. Ya llego el dia
que la desdicha de mi amor temia.
Ben, muerte, que te llama
quien mas te quiere quel bibir prolijo.
Oy muera en la verdad quien en la fama
gusto la muerte dura con violençia,
frenetico furor perturba el seso
que quito la fantastica esperiencia
Muerte dura y cruel, usa tu oficio
que ya no ay bien quespere.
¡Da muerte al que no quiere
ni vida, ni juicio!
Estrellas cuio aspecto
ynfluye riguroso
desdichas en mi vida lastimada,
mi mal llego a su estremo. Estoi furioso.
Ame con esperanza, ame con gloria.
Y la finxida muerte
borro de la memoria
las especies de amor y en mal tan fuerte,
que bien tendra quien ama
si se aleja el morir de quien le llama.
(Aqui aze que despierta y se levanta furioso arrojando la silla.)
REY Aun despierto da boces.
Crecido a su furor a tal de ciego
que efetos son de la menguante luna.
SANCHO No son sino el rigor de mi fortuna.
(Salen GARCIA, RODRIGO y criados.)
GARCIA ¿Ques esto? ¿Roldanillo?
Esposas te pondre si no sosiegas.
SANCHO Si tu, esposa me dieras, sosegara.
Mis penas son un mar;
en vano llega a detener su curso.
RODRIGO Pues le mandais atar, atenle las lenguas
tanbien. Desta republica es eredera
porque si dicen bien os lisonjean
y si no os lisonjean os mormuran.
REY No le dejais estar solo entre tanto
que dura este acidente.
(Vanse todos sino estos tres.)
RODRIGO Bueno es callar, Roldan, cuando las nioches
peligran tus locuras.
Tan seguras no son con las mias.
SANCHO Amor, si ves tu mal, ¿porque porfias?
GARCIA A solas zesara su amargo llanto,
y luego hablara mas cuerdamente.
SANCHO Mal pueden entre celos y entre agravios
sufrir el alma ni callar los labios.
RODRIGO Estas loco de veras.
Pienso que te suçede el mismo cuento
que al otro conpañero de Mahoma,
que finxiendose muerto
yn eternum murio. Buelve en tu acuerdo,
y si no, bibe Dios, que avra cadena.
SANCHO Amigo don Garcia,
Margarita se casa.
RODRIGO Querpo de Dios. Es tortola buida
que el tortolo perdido
siempre llora constante.
Si no quiere bibir vida machorra
¿la quieres tu obligar a ser beata?
Declarate con ella.
Sepa que bibes.
GARCIA Bien a dicho en esto.
Declarate, señor. ¿De que te quejas?
Si piensa que eres muerto
y eredera de un reyno ermoso y rico
es fuerza que se case.
RODRIGO Quien guarda a muertos fe quando a los bibos
no ay mujer que la guarde.
Descubrete, señor. ¡No estes cobarde!
SANCHO Ziertas sospechas son las que dilatan
el dulce desengaño.
Con estremo quisiera
haver que no se case
sin que sepa quien soi
RODRIGO Desa manera
me obliga a que se ynpida
el casarse tan presto
SANCHO Dasme vida.
Di como, mi Rodrigo.
RODRIGO El como esta a mi cargo, pues lo digo:
transformate en ti mismo.
Finxe que eres el alma de don Sancho
que vienes a pedilla la palabra
que te dio quando muerto te trajeron.
A prevenirlo vamos.
Haras que de casarse tenga miedo
si no fuere contigo.
GARCIA Y entretanto, señor, padece y calla.
SANCHO Mal pueden entre celos y entre agravios
sufrir el alma ni callar los labios.
(Vanse.)
(Salen LUCRECIA, YSABELA su criada.)
LUCRECIA Ysabela, dame aliento.
Mis desdichas aconseja
en el mal. ¿De quien se queja
en vano mi sufrimiento?
Amo y no puedo olvidar;
zelo y no puedo encubrillo.
Es tormento el decillo,
y es ynposible callar.
Sufro y callo y con violencia
hago mi daño ynmortal
Porque es un rocio mi mal
mas fuerte en la resistencia.
Zesar me olvida, Ysabela;
Zesar adora a la ynfanta.
Si acaso desdicha tanta
se remedia o se consuela
tu as de ser la medicina
que mi espiritu desea.
YSABELA Bien as dicho. Y aunque sea
tu discreçion peregrina
tu mal curare mejor
Porque el medico no alcanza
a entender la destemplanza
de su pulso y de su umor.
Los amorosos desvelos
son enfermedad tanbien.
¿Que mas frio que un desden?
¿Que mas ardor que unos zelos?
Si tu consejo me pides
para que te tenga amor
es el remedio mejor
que no quieras y que olvides;
porque el ombre es animal
soberbio y desvanecido
y atribuje el ser querido
a su merito y caudal.
Ama quando le disprecian
porque es soberbio y se ofende
si no lastiman y precian.
LUCRECIA Si yo, Isabela, pudiera
olvidar y no querer
poco estimara el acer
de modo que me quisiera.
Quien ama pretende amor
quien olvidare.
YSABELA Ten arte,
Finxe amar en otra parte.
Dale zelos.
LUCRECIA El mejor
remedio es ese. ¿Mas quien
sera el amante finxido?
YSABELA Uno que te aya servido.
LUCRECIA Ninguno me quiere bien.
Soi desdichada.
YSABELA Ynventemos
que uno destos locos es.
Algun gran monsiur frances
o español, que con estremos
de ynmenso amor a venido
a servirte disfrazado
con esa invençion.
LUCRECIA As dado
en un remedio escojido.
YSABELA Roldan
es mas linpio y mas galan
y parece caballero.
Yo en secreto le dire
mui chismosa lo que pasa
y que el español se abrasa
como Fenix. En tu fe,
tu ablaras a Roldanillo,
tal vez amorosamente
quando no parezca jente
y puede Zesar oyllo.
LUCRECIA Roldanillo es el mexor
y digamos que es françes
YSABELA Español diremos que es
para disimular mejor.
Y para engañarle quiero
decirle que Galalor
a mi me tiene afiçion
y ques cuerdo y su escudero.
El viene aqui. Yo le llamo.
Empecemos la quimera.
LUCRECIA Los zelos haran que quiera,
Pues yo con los zelos amo.
(Sale Rodrigo.)
YSABELA ¡Galalor!
RODRIGO ¡Mi Melisendra!
YSABELA ¿Quien te hizo loco ansi?
RODRIGO ¿Quien ace al ombre me di
LUCRECIA sino el padre que le enjendra?
¿Y como tu no enamoras
alguna Ynfanta o condesa
como Roldan?
¿Cosa es esa?
RODRIGO Si vos
sois mondonga y no sois dama
¿porque mostrais alboroto?
Sentildo menos y a espacio
que festexar en palacio
peor es que ser devoto
de monjas.
YSABELA Loco salvaje,
¿qual te parece peor?
RODRIGO Aquel fantastico amor
y el estilo del lenguaje.
Esto que llaman union
de las almas no lo entiendo.
Yo en mis amores pretendo
umana conversaçion.
Esta el otro galanbao
hecho un terrero al terrero
bebiendo el viento lijero
y quando llega un sarao
habla, si lugar le dan,
con terminos esquisitos.
(Contra ace el melindre de las damas.)
Los deseos y apetitos
en mi esperanza no estan,
quando espero no confio
y el confiar es firmeza
la esperanza en la belleza,
tiranica el alvedrio.
Reciprico amor no es acto
que quiere el cuerdo varon,
porque sin mas galardon
los afetos açen pacto.
Las no benignas estrellas
fuerzan oi las ansias mias
y otras mil vellaquerias
que no entienden ellas, ni ellas.
Serafines son las damas
en los palacios umanos
pero las dueñas y enanos
los barbudos guardadamas
las mondongas y el portero
el torno y el recibir
me cansan asta morir,
por la fe de cavallero.
Pues otra cosa me queda
la usura en las cortesias
que truecan las señorias,
a veses mala moneda.
YSABELA Sobre loco estas borracho,
si eso dizes.
RODRIGO Soi mal ombre.
Mas con todo eso, si el nombre
de mondonga fuera macho,
no era malo bien cozido.
YSABELA Cesar viene. Da a entender
que as empezado a leer
un papel que te a traido,
y finxe que no le ves.
RODRIGO Condesa, ¿quiere me dar
una vez de merendar?
LUCRECIA Yo respondere despues.
(Sale ZESAR a este verso y vee leyendo a LUCRECIA un papel que saco.)
YSABELA Eres amante discreto.
Con tu gusto quiero paz
que al fin con este disfraz
estara tu amor secreto.
RODRIGO ¿Que disfraz? ¿Que es lo que dizes?
YSABELA Eres amante fiel.
LUCRECIA (A YSABELLA.) Es mui dino este papel
de que tu le soleniçes.
(Al loco.) Ben tras mi, que te e de dar
respuesta.
CESAR ¿Que carta es esta?
RODRIGO La verdadera respuesta
es darme de merendar.
(Vase LUCRECIA y el loco.)
CESAR ¡Isabela!
YSABELA ¿Quien me llama?
Aqui estas. Quiero me açer
turbada.
CESAR ¿Podre saber
quien escrive, sirve, y ama
a Lucrecia?
YSABELA Es voluntad
CESAR la que obliga a esa pregunta.
Voluntad que fue y se junta
con cierta curiosidad.
Vi que un papel te alabava
y a darla respuesta fue
al loco.
YSABELA A quien tanto ve
solo un ojo le bastava.
CESAR Azme, Isabela, este gusto.
YSABELA (Turbase.) Señor, ya sabes. Mas ¿como?
CESAR No te turbes. Que yo tomo
a mi cargo como es justo
agradecertelo. Di.
YSABELA ¿Tendras secreto?
CESAR Si.
YSABELA Pues
tu sabras que Roldan es
un gran señor que anda asi
disfrazado por amores
de Lucreça y Galalor
es su escudero.
CESAR Ellos son,
bibe Dios, grandes traidores.
Son françeses.
YSABELA Señor, no.
españoles.
CESAR Y eso mas.
(Sale MARGARITA con los retratos.)
MARGARITA No puede olvidar jamas
el alma que bien amo;
pero ya es tiempo, olvidar
ojos que no sois yngratos.
Si Sancho es muerto, retratos,
salid, que os quiero mirar.
(Sientase y saca de la manga los retratos.)
CESAR Retirate. Acabaras
de contarme esa quimera.
YSABELA Creyolo desta manera:
nos quieren los ombres mas.
(Vanse ZESAR y ISABELA.)
MARGARITA Saber quisiera este dia
para conocer mejor
vuestro escondido valor
la sutil filosofia.
Carlos es mercurial,
color adusto, escondidos
los ojos, casi dormidos,
y la nariz desygual.
Pienso que señales
son que me avisen deste esposo
que es soberbio y cauteloso
y de mala condiçion.
Roberto es mas jobial.
Tiene la frente espaciosa,
el color de fina rosa,
corva nariz y es señal
de ombre de buena fortuna
sin cautelas y sin artes
que enamora en muchas partes
y amar no sabe en ninguna.
No allo en estos el donaire
y el espiritu que alcanzan
los españoles que danzan,
andan y riñan con ayre.
Tienen con garbo felize
mil almas en cada acçion.
Pienso que de Gerion
por ser español, se dize
que tuvo tres almas.
(Sale don SANCHO como al principio de la comedia.)
SANCHO Oy
veras, mudable señora
que un ombre muerto te adora.
Don Sancho, don Sancho soy.
Tus mudanzas me an sacado
del otro siglo a decirte
la palabra que me as dado.
Quando muerto a tu presençia
me trajeron me deçias
que nunca te casarias
y tu mano sin violençia
me dio la postrer ventura.
Cunple, ynfanta, tu palabra
y no permitas que se abra
otra ves mi sepoltura. (Vase.)
MARGARITA Alma, sombra, o ylusion,
pues que de don Sancho eres,
oyeme, espera, si quieres
que te de satisfaçion.
(Levantese.) Afuera, frajil temor.
Dejad mis miembros desiertos.
Valame Dios, que los muertos
tienen firmeza y amor.
En la confusion y espanto
de esta sombra vana y fria
senti una triste alegria
y ofreci un risueño llanto.
Mi palabra e de cunplir.
Pierdase el reyno, ¡que ymporta!
La vida es jornada corta;
presto la avre de seguir.
Retratos hechos pedazos
direis mis obras leales
a vuestros originales
y que no esperen mis brazos.
No e de casarme y confio
ques mi valor sin segundo.
¿Quando, quando a visto el mundo
amor semejante al mio? (Vase.)
(LUCRECIA y YSABELA.)
YSABELA Creyo Cesar quanto dixe.
Creyo ques principe y ama
ese loco la ermosura
de sus ojos despreçiada.
Quien dudara que te estima
rinaciendo aquellas ansias
de los pasados amores
por quien ya te lamentaras
LUCRECIA Viste muestras, Ysabela,
de que sintio mis mudanzas
o sola curiosidad
sus deseos governava.
Escucho tu relaçion
con quieta y alegre cara
perdio. El color suspendiose.
Mostro furia en las palabras.
YSABELA Quando los ombres preguntan
con algun afecto basta
sospechar que sienten
mucho. Zesar preguntava
la privaçion y la enbidia.
Las perdidas esperanzas
la novedad y el desprecio
yran obrando en el alma.
Prosigamos el engaño.
LUCRECIA Temo, Ysabela, que vanas
an de ser nuestras quimeras.
YSABELA ¿Porque?
LUCRECIA Si, soi desdichada.
Y la codiçia de un reyno
da poderosa batalla
al animo mas constante.
Vençera a Cesar la ynfanta.
YSABELA Maravillas açe el amor
quando zelos le acompañan.
Habla a Roldan en juicio.
Y a la puerta desa quadra
traere a Cesar que escuche.
LUCRECIA Ve por el.
YSABELA Donosa farsa
es dar picon con un loco. (Vase YSABELA.)
LUCRECIA El mismo viene ayudarla.
(Sale SANCHO de loco vestido.)
Estrella, ojos del cielo,
que las acçiones umanas
estais mirando y moviendo,
ya benignas, ya contrarias,
decidme si Margarita
dio credito a mis palabras
y si creyendo mi engaño
tiene firmeza o se casa.
Ayudad a mi, fortuna.
LUCRECIA ¿Roldan, como a solas ablas?
SANCHO La fuerza de mi locura
podre decir que es la causa.
LUCRECIA Luego te tienes por loco.
SANCHO Y aun es mi locura tanta
que ya me precio de serlo.
LUCRECIA Querdo esta quien eso alcanza.
(YSABELA y CESAR se quedan a la puerta.)
YSABELA Si credito no me das
oye y veras lo que pasa.
CESAR Faboreçele Lucreçia.
YSABELA Solo se que no es yngrata.
LUCRECIA Al fin amas.
SANCHO No amo al fin
porque mi amor no se acaba.
Amo al principio que amor
nace de nuevo en mi alma.
LUCRECIA Ya esta Zesar escuchando
Roldan, baste la mudanza
de tu traje y de tu nombre,
ya que el amor te disfraza.
¿No podeis los españoles
encubrir las muchas gracias
de que los zielos os dotan
con mano prodiga y franca?
SANCHO ¡Bibe Dios, que me conoce!
Ay tan estraña desgracia.
CESAR ¡A traidor! Tu eres el loco.
Engaños pasas a Ytalia,
LUCRECIA Siempre de tu inmenso amor
con razon me halle admirada.
Nadie amo con tanta fe.
¿Quien a de poder negarla?
SANCHO Ello es cierto. Soi perdido.
¿Que respondere?
YSABELA Que blanda
tiene el amor a Lucreçia.
CESAR Porque cruel mengañavas.
Las lagrimas y los ruegos.
El amor que me mostravas
eran falsos. Nadie fie
en la mujer que mas ama,
Desde el punto que llegaste
loco finxido de España
te conocimos mui bien
solamente yo y la ynfanta.
Ella me dijo: Aunque escuchas
razones desconcertadas
misterio tienen Lucreçia;
mui cuerdo esta quien loco abla.
Respondile: ya, señora,
le e conocido sin falta.
Es el gallardo español
y aquel que de amores mata.
SANCHO (Aparte.) Que la ynfanta me conoce.
Y con todo eso se casa.
CESAR Osadia de español.
LUCRECIA Pobre loco, como calla;
los disparates que digo
le tienen confuso.
SANCHO Nada
puede responder. La boz
se me a dado en la garganta.
Quiero ver a Margarita
y de ella saber la causa.
¿Porque si me a conocido,
con tal desprecio me trata? (Vase.)
LUCRECIA Que estoi loca como el,
pensara Roldan.
CESAR Las damas
con estranjeros amantes
mucho an tenido de falsas
finxiendo zelos y amores
con los suios. Buenas andan
entre españoles altivos
las onrras ytalianas.
LUCRECIA ¿Ques lo que dices?
CESAR Lucreçia
bien opuesta a la romana
que en la purpura del pecho
tiño el açuro.
LUCRECIA Me cansan
tus muchas ynpertinencias.
Siempre sin razon me agravias.
Haçed zelos milagrosos
su condiçion mas umana.
(Vase con YSABELA.)
CESAR Si ella piensa con sus celos
y no buen celo se engaña.
Nuevas sospechas concibo.
Nunca este loco se aparta
de la ynfanta. En sus locuras
a la ynfanta dice que ama,
luego no sirve a Lucreçia.
Mas mal ay del que recatan
de mi sus ojos ardides.
Temo que seran de España.
(Sale MARGARITA.)
MARGARITA Todo el mundo mentristece.
No se a que parte me vaya.
Ya las memorias me aflijen
y ya las sombras me espantan.
Resuelta estoi a bibir
entre tristezas amargas
como simple tortorilla
en las esteriles ramas.
CESAR ¿Quando ermosa Margarita
en tu eleçion soberrana
hallaran puerto mis penas?
MARGARITA Como este necio me cansa.
CESAR ¿Quando sere yo dichoso?
MARGARITA (Aparte.) Si e de cumplir la palabra
a don Sancho facilmente
engañare a quien menfada.
Principe Zesar.
CESAR Señora.
MARGARITA Ya ves las muchas demandas
de principes estranjeros.
Y con ser tales y tantas
si me e de casar, si llega
a elejir esposo el alma,
yo me casare contigo.
(A este verso sale SANCHO y se detiene oyendola.)
CESAR Bibas edades mui largas.
Bibas mas siglos quel Fenis.
Pues eres la Fenis rara
de la ermosura del mundo.
Venzas al Fenis de Arabia.
No quiero cansarte mas.
Yo bibire en confianza
de tu palabra constante.
MARGARITA Disimula, espera y calla
sin ynportunarme.
CESAR Espero
como pez que corta el agua,
como grulla vigilante
quando el monte Tauro pasa.
El mismo silencio soy. (Vase.)
SANCHO Y yo la misma desgracia;
y tu la misma crueldad.
¡Zielo, tu amparo me valga!
Yo me casare contigo
a Zesar dijo la ynfanta.
Yo lo escuche. Yo lo vi.
Los sentidos no me engañan.
Esta vez aspid oculto
entre violetas moradas
esta vez sirena ermosa,
esta vez negar no puedes.
Que te casas y me prendes
que te mudas y me agravias.
-Yo me casare contigo.
Le dixiste estas palabras.
Salieron a darme muerte
de tu boca soberana.
¡Ay zelos, ay rigores, ay mudanzas!
que te adoro, cruel, sin esperanza.
MARGARITA Ya buelves a estar furioso,
Roldanillo. Si no callas
y estas pacifico, advierte
que mi paçiençia se acaba.
SANCHO Sin enoxo quiero ablarte.
¿Como furioso me llamas
aviendome conoçido?
Nadie nos escucha yngrata.
¿Como me llamas Roldan,
como no me desengañas,
como muestra que no entiendes
mis pasiones y mis ansias?
Si ya Lucreçia me a dicho
que me conoces y alcanzas
mi oculta pena cruel,
¿porque con Zesar te casas?
¡Ay zelos, ay rigores, ay mudanza!
MARGARITA Despues que murio don Sancho,
en el jardin, en la cama,
en la mesa, en el estrado,
en el campo, calle o casa,
me parece que le veo.
En todas partes le hallan
mis ojos, y la memoria
me muestra representadas
al sentido los especies
de su boz y de su cara.
Y agora desvaneçida
pienso que el mismo me habla
y este loco me pareze
ques mi don Sancho. ¡Questraña
fuerza de malancolia!
Antojos son de quien ama.
SANCHO Pues la palabra me niegas.
Dame muerte. Mas, hidalga,
dile a tu padre quien soy.
Toma en mi vida venganza.
No me mates con casarte
que es la crueldad mas tirana
que puedes usar conmigo.
Muera sin verte casada
y pues mi muerte finxida
a llorado bien mi patria,
llore ya la verdadera.
Tu te casas. Tu me matas.
Vengue su enojo tu padre.
Como cruel no derramas
la sangre de quien la tuya
vertio ynocente en la plaza.
MARGARITA ¿Que dices, ombre, que dices?
Que me suspenden y espantan
esas confusas razones.
¿Quien eres que ansi me hablas?
El corazon me enterneces,
dulce confusion me causas,
mis ojos turbas en llanto,
y en duda gloriosa el alma,
los sentidos me suspendes,
la voluntad me arrebatas.
¡Declarate y dame vida!
Confusas son tus palabras.
SANCHO Si me quieres entregar
¿porque, señora, dilatas
entre engañosa piedad
una muerte deseada?
(Puesto en rodillas.)
Bibir quise por amarte.
Con tu retrato y mis cartas
quise oy asegurar mi vida
porque tu amor me animava.
Pero ya que el desengaño
me ha dado muerte y me faltan
las esperanzas dichosas.
Venga el rei, saqueme el alma.
(Levandose.)
¡Don Sancho soi! Rey famoso.
Ystrumento fue mi lanza
de quitar la vida a Carlos,
el hijo que tu adoravas.
(A bozes.)
No estoi muerto; mas ya muero
y Margarita es la causa
de aquesta muerte presente
y de mi vida pasada
¡Ay cielo -etcetera-
MARGARITA ¡Jesus, que vi! El corazon
de alegria se me arranca.
Mi don Sancho. ¡Tente! ¡Escucha!
¡Sosiegate! ¡Espera! ¡Aguarda!
No puedo ablar quel placer
me suspende las palabras.
¡Ya bibo! ¡Pues que tu bibes!
¡Calla Sancho! ¡Bibe y calla!
SANCHO Obedecere tu gusto
pues tu, señora, lo mandas.
Yo morire y callare
si de que calle te agradas.
MARGARITA El rey viene. ¡Sancho, adios!
SANCHO Bueno es callar.
MARGARITA Bibe y calla...
(Vanse.)

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