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41

E. Inman Fox, La crisis intelectual..., pp. 9-47.

 

42

«Mil novecientos uno es año en que continúa en ascenso el movimiento de huelgas»; «las huelgas generales de Gijón, Sevilla y La Coruña parecen responder a la orientación anarquista dominada por el mito de "la huelga general" que acabaría con el régimen social vigente. La huelga de Gijón, iniciada por sociedades de tendencia anarquista, fue seguida también por los socialistas, pero actuando cada tendencia por su lado. Duró un mes y terminó el 20 de febrero con la derrota de los huelguistas» (Manuel Tuñón de Lara, El movimiento obrero en la Historia de España. Madrid, Taurus, 1972; p. 419). La poesía de Medina fue publicada en el Heraldo en 9 de febrero.

 

43

Inman Fox, La crisis..., p. 29.

 

44

Sobre los periódicos «La Campaña» y «Heraldo de París», vid. Inman Fox, La crisis intelectual..., pp. 18 ss. Heraldo de París comienza su publicación en 20 de octubre de 1900, unos meses después del último número de La Campaña. El nuevo periódico cuenta con el mismo redactor-jefe de La Campaña: Luis Bonafoux; pero la orientación y el cuadro de colaboradores asiduos manifiesta cambios importantes entre uno y otro periódico. En efecto, en Heraldo de París cesa la colaboración de Unamuno y Martínez Ruiz; pero aparecen con frecuencia poesías de Vicente Medina y de otros colaboradores.

 

45

María Josefa Díez de Revenga Torres, La poesía popular murciana en Vicente Medina, Universidad de Murcia y Academia Alfonso X el Sabio, 1983, cap. 1: «Historia de Aires Murcianos. Estructura de la edición definitiva de 1929» (pp. 23-40). También Francisco Javier Díez de Revenga, en el prólogo a su edición de Aires murcianos, se atiene a «su versión de Rosario de Santa Fe [1929], que no sólo fue la definitiva de las preparadas por el poeta, sino también la única completa».

 

46

He aquí las tres primeras ediciones de Aires murcianos que menciona M. J. Díez de Revenga, La poesía popular..., pp. 26-27:

  • - Aires murcianos (Primera serie) Cartagena, Imprenta de la Gaceta minera, 1898. Prólogo de José Martínez Ruiz. Contiene diez poesías, de las cuales nos interesa subrayar aquí la última: «Cansera».
  • - Aires murcianos (2.ª edic.) Madrid, Biblioteca Mignon, 1900. Contiene trece poesías; doce de ellas nuevas; la única que repite de la edición anterior es «Cansera».
  • - La canción de la huerta (Nuevos aires murcianos). Cartagena, Imprenta La Tierra, 1905. No aparece «Cansera».
 

47

Véase mi artículo «Por una historia de la civilización española», en La civilización española a mediados del siglo XIX. Madrid, Espasa-Calpe (Colec. Austral), 1991, pp. 305-387.

 

48

Litvak anota esta referencia citando la «Crítica literaria» de La Revista Blanca (15 de junio, 1903), pp. 748-750, y recordando que «Azorín escribió un prólogo para el libro de Vicente Medina, Aires murcianos».

 

49

Lily Litvak, Transformación industrial..., p. 109.

 

50

Acerca de su definición lingüística, vid. Manuel Alvar, Poesía española dialectal. Madrid, Ed. Alcalá, 1965. En cuanto a la generalidad del fenómeno, véase el capítulo que dedican al «Regionalismo poético» Felipe B. Pedraza Jiménez y Milagros Rodríguez Cáceres en su Manual de literatura española, Cénlit Ediciones, Tafalla, 1986; t. VIII; pp. 147-200.