Visor de obras.

Volumen 4 - carta nº 256

Biarritz, 17 septiembre [1880]

Mi querido amigo Menéndez: Por carta del 15 que he recibido de Sánchez de Castro, sé de cierto que ya está Vd. en Madrid, según calculaba.

Otro día, con más vagar y mejor humor, escribiré a Vd. por extenso.

Hoy sólo escribo para hacer a Vd. un encargo. Yo he escrito a Cárdenas, en carta particular, renunciando el cargo de presidente de un Tribunal de oposiciones porque me es absolutamente imposible desempeñarle.

Aseguro a Vd. que lo siento. La cosa me interesa y hasta me divierte, pero no puedo. Cárdenas tal vez no esté ahí, y mi renuncia no se sabrá.

Hágame Vd. el favor de decírselo de mi parte al Sr. Carderera o al baron de Covadonga, y, si es menester que yo les escriba, les escribiré: pero que no retarden el nombrar otro presidente, a fin de no causar perjuicio a los opositores y a los jueces. Yo no he hecho antes la renuncia, porque siempre me forjo ilusiones, creo que tengo tiempo para todo, y luego veo que me falta, y resultan estos pequeños trastornos.

Me parece que aun estaré por aquí seis u ocho días. Luego iré a Madrid. Y luego a Villabermeja, donde tengo mil quehaceres, porque mi Administrador imita demasiado a Dn. Acisclo. No sé si Vd. recordará este personaje de Doña Luz .

Y, a propósito, Mme. Th. Bentzon está publicando en el Journal des Débats , una adaptation de Doña Luz.

Aquí está Dn. C. Collado con su familia. Escríbame Vd. Yo escribiré otro día largo.

Soy de Vd. afmo.

Valera-Menéndez Pelayo, p. 70.