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Volumen 8 - carta nº 261

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Bruselas, 16 febrero 1887

Mi querido amigo Menéndez: Recibí, dos días ha, la carta de Vd. del 11. Siento que haya estado Vd. malucho, como me dice. Yo estoy así, así, casi bien de salud, lo cual es de agradecer a Dios a mis sesenta y dos años. Lo que estoy es más harto cada día de diplomacias y de vivir lejos de la patria y los amigos y lejos también de mis libros, que tal vez se haya perdido la mitad. Siempre estoy cavilando cómo he de soltar esto, sin completa imposibilidad de vivir en Madrid con la familia que tengo, harto costosa y difícil. A no ser por ella no hubiera yo venido aquí. Es verdad que tampoco hubiera ido a Wáshington.

En fin, allá veremos cómo me las compongo para volver a Madrid y pronto. ¡Si en España se leyese algo más y mis libros me diesen algún dinero! Pero los libros dan poco menos que nada. A Albareda no le puedo sacar un real por mis artículos. Lo que me propone Vd. de escribir los poemas ibérico-primitivos me parece tan bien que hemos de hacerlo juntos si dura aún tres o cuatro años mi vida. Y yo creo que va a durar más.

Pronto saldrá, y no sé cómo ya no ha salido, el tomo II de mis obras, que Catalina publica. Seguirán después mis novelas en tres tomos: I. Pepita Jiménez y El Comendador Mendoza.-II. Las ilusiones del Doctor Faustino.-III. Doña Luz y Pasarse de listo.

Se me ha ocurrido una cosa. Ya escribí sobre ella a Catalina y voy a decírsela a Vd. para que me diga qué le parece. Tendría yo una satisfacción en que Cánovas, por vía de introducción o prólogo general a mis cinco novelas, escribiera algo que fuese al frente del primer tomo. Yo no busco en esto encomios de Cánovas, sino un aliciente más para las cinco novelas y una buena ocasión de que Cánovas dijese lo que piensa sobre la moderna novela española de costumbres en general, lo que sería curioso e interesante.

Nada he dicho ni escrito a Cánovas sobre esto, pues él con los politiqueos anda siempre ocupado; pero lo que Vd. me dice de que Cánovas ha leído y encomiado los Apuntes me anima un poco.

Creo que a Catalina, como editor, convendría este escrito de Cánovas, si Cánovas se prestase a hacerle pues sin duda con él las novelas se realzarían y habría el atractivo de la novedad para la venta. Si halla Vd. ocasión propicia, hable a Cánovas de esto de parte mía; pero háblele de suerte que no sea ponerle en compromiso de decir que sí. Yo sólo me alegraría que se hiciese el tal trabajo si estuviese cierto de que le iba a agradar hacerle por el trabajo mismo y no meramente por darme una nueva muestra de afecto o de benevolencia. Supongo que comprende Vd. mi sentir en este negocio, aunque va mal explicado.

Tengo más de medio escrito el artículo IX, pero me temo que no podré acabarle ni enviarle a tiempo para el núm. 2 de la Revista en febrero.

Los artículos serán doce y acabarán en abril.

Adiós. Rodopis, a quien escribí en año nuevo, me ha contestado muy fina y amable. Dígale Vd., de mi parte, mil finuras y ternuras, y que para no cansarla, no replico a su contestación.

Créame usted su afmo.

J. Valera

 

Valera-Menéndez Pelayo, p. 351-353.