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Volumen 4 - carta nº 276

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Doña Mencía, 25 octubre [1880]

Mi querido amigo Dn. Marcelino: Recibí, días ha, su grata carta del 19, á la cual no he contestado antes porque aqui me gana la pereza y nada hago y porque tampoco tenia cosa importante ni curiosa que referirle.

Hoy le escribo para decirle que El Padre Anselmo , última de las novelas del duque de Rivas, que ha de ir coleccionada en el tomito, está ya compuesta toda en la imprenta. Las pruebas las devuelvo hoy a Aribau corregidas. Llega todo a la página 293. Con lo cual, con la portada, anteportada, índices, etc., se formará un tomito de regular grueso para el tamaño. Sólo falta ya de original, á fin de que el tomo vea la luz pública, el prólogo que Vd. ha de escribir. Excito á Vd. pues, á que le escriba cuanto antes, y con esta fecha escribo al señor Aribau á fin de que remita á Vd. las capillas y Vd. en vista de ellas, pueda escribir su prólogo.

Yo estoy tan flojo para todo, que lo estoy hasta para salir de aquí, y así, es probable que permanezca yo aún diez o doce días en Villabermeja, donde no lo paso mal. Por la noche tengo gran tertulia, donde hay tresillo, y hasta acaloradas discusiones entre los volterianos y un señor cura que nada tiene de ignorante ni de tonto.

Algunas noches he tenido ademas fiestas coreográficas, muy divertidas. La orquesta se componía de tres: uno que toca flauta, otro el violín y otro la guitarra. El escenario es la sala cuadra que se eleva más de una vara, subiendo á ella por cuatro escalones, desde una sala contigua, donde estamos los espectadores. Y el espectáculo nos le proporciona principalmente Juanito el Bolero , que era bailarín de oficio, y á mi ver no malo, el cual se jubiló aquí y se casó con una que podemos calificar de ama-viuda de otro cura que hubo aquí, llamado el Padre Pedrajas . Mi tocayo Juanito es ahora sastre, pero sin olvidar ni descuidar a Terpsícore, de suerte que tiene gran vestuario: ocho vestidos o trajes completos de oficial inglés para bailar el baile inglés; de aldeano francés Pompadour, para bailes finos franceses; de gallego, de torero andaluz, etc. Todo esto lo ha lucido en esta casa. Ademas de Juanito, hay en esta casa un criado ciego, pero ferozmente robusto y rijoso, que baila bailes a lo sátiro, con gestos y ademanes lascivos admirables. Tomás, que así se llama, canta, además, unas canciones singulares, que se llaman Mariquilla la Portuguesa y El regalado Con... de. Aseguro a Vd. que esto es ameno. Algo se deja también á la improvisacion. La otra noche, por ejemplo, mi administrador, que es muy bruto, sopló a Juanito el Bolero . Quiere decir esto que le agarró, como quien agarra una corambre, y con su boca aplicada a la boca de él, le fué rellenando de aire. Juanito se inflaba. Así que el inflador le soltó, Juanito estuvo soltando aire minuto y medio: todo por la boca, afortunadamente.

Estos son chistes de aquí.

Algunos días voy á Cabra; otros, al campo, donde dura la vendimia.

Las comilonas que aquí tenemos no me sientan mal, y creo que me voy poniendo un poco más grueso.

Tal vez, para cosas del ferrocarril que ha de pasar por aquí, vendran aquí los chicos de Loring. Si vienen y estan de noche, les daré una función con Tomás, Juanito el Bolero , la orquesta, etc., de más primor y excelencia que las que ha habido hasta ahora.

Adios. Dé Vd. expresiones mías cariñosas en la Sinagoga, en el Museo de Alejandria y hasta en casa de Ródopis, si va por allá. Créame siempre su afmo.

J. Valera

 

Valera-Menéndez Pelayo, p. 73-74.