Visor de obras.

Volumen 14 - carta nº 798

[Madrid], 17 octubre [1898]

Mi querido amigo Menéndez: Acabo de leer en los periódicos que nuestro pobre compañero Barrantes ha pasado a mejor vida. Mucho lo siento por varias razones: porque era buen sujeto y yo le estimaba y quería, y porque teniendo él casi exactamente mi edad, su muerte tiene para mí algo de amenaza y de aviso. Pero, en fin, yo estoy vivo todavía, y mientras viva haré cuanto esté a mi alcance por que en la Real Academia Española, que debe ser para literatos, entren literatos y no políticos. Me parece que con Moret, Silvela y ambos Pidales tenemos políticos suficientes por ahora. Otras Academias hay donde los demás pueden ir. Ya tenemos para las vacantes de Tamayo y Madrazo a Ferrari y a Cotarelo. Pongámonos de acuerdo y procuremos elegir a Jacinto Octavio Picón o a Ramón Menéndez Pidal para esta tercera vacante. Confieso que yo preferiría al primero, aunque sólo sea porque tiene más edad, pero me allanaré a que el segundo sea inmediatamente mi candidato, con la seguridad de que Picón venga después, ya que la muerte se da prisa sobrada en ir dejando sillones vacíos.

A Pedrell, a quien el bondadoso Balaguer patrocina, debemos dejar por ahora que se vaya con la música a otra parte. Antes de Pedrell pongo yo en mi lista a Ricardo de la Vega y al Conde de las Navas, y pondría también con gusto a Armando Palacio Valdés, si viviera en esta villa y corte.

Si conviene Vd. conmigo en todo o en parte, trabajemos con armonía preestablecida.

Siempre de Vd. amigo afectísimo

Valera - Menéndez Pelayo, p. 546-547.

[1] Sólo la firma es de letra de Valera.