Visor de obras.

Volumen 16 - carta nº 358

Madrid, 19 enero 1902

Mi querido amigo Menéndez: Aunque en el camino de Santander a esta villa y corte se cruce con Vd. la presente carta, no quiero dejar de escribirla y la escribo para contestar a la amabilísima de Vd. fecha del 15, que recibí ayer bastante tarde. Recibí además la interesante remesa de versos copiados ahí y doy a Vd. por ello las gracias más encarecidas. También se las doy por sus buenos consejos, noticias y avisos.

Ya hablaremos aquí largamente de todo porque yo confío mucho en la bondadosa amistad de Vd. y en su muchísimo saber para que me valgan y me saquen airoso de la empresa en que me he metido harto irreflexivamente y en la que ahora veo un enorme cúmulo de difícultades. Éstas son mayores por hallarme yo ciego. Recurro, pues, a Vd. para que me sirva de guía. Yo procuraré no robarle su tiempo ni molestarle demasiado, pero algo tendré que molestarle y ya le estoy molestando.

Me pesa tener que relevar a Vd. de otra molestia de menor cuantía, pero me resigno y conformo con que no lea Vd. en público mi contestación al Director de El Imparcial , y confiaré la lectura o bien a Picón, como Vd. me lo insinua, o bien a mi pariente el Conde de Casa-Valencia.

Aun no he tenido tiempo ni ocasión de que me lean los versos de Amós Escalante, pero así porque Vd. lo recomienda como porque yo estimaba y quería al autor, no dudo ya de que los versos serán discretísimos y tendré mucho gusto en incluir en mi Florilegio los que quepan y en hablar en las notas de su autor con todas las alabanzas que se merece.

Y como pronto nos hemos de ver, dejo de tocar aquí no pocos otros puntos que toca Vd. en su carta, esperando que trataremos de todos ellos cuando nos veamos y que Vd. tendrá la paciencia de oírme y seguirá teniendo la generosidad de aconsejarme.

Soy siempre su afectísimo y buen amigo

Valera - Menéndez Pelayo , p. 577-578