Volumen 3 - carta nº 128
De JUAN VALERA |
A MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO |
Madrid, 30 julio [1878]
Mi querido amigo Menéndez: Anoche me encontré en los Jardines del Buen-retiro al Sr. Cárdenas, director de Instrucción pública, el cual me dijo que antes de marchar Toreno había firmado mi nombramiento de presidente del Tribunal que ha de juzgar a Vd. y a sus contrincantes. Me van a desollar vivo, pero ya acepté de antemano, al contestar a Pidal. A mí no me alcanza para nada el tiempo, y ahora me echo a cuestas esta nueva obligación. Bien puede su amistad de Vd. agradecérmelo. Sólo por Vd. lo hubiera hecho.
Yo tengo el propósito de ir a Biarritz y no estaré aquí de vuelta hasta fines de octubre; pero el Sr. Cárdenas dice que las oposiciones podrán empezar entonces.
Me hallo mal de salud y de humor y no hago ni la décima parte de las cosas que me he propuesto hacer. En estos días, sin embargo, he empezado una nueva novela ( Doña Luz) y tengo ya escritos cuatro largos capítulos.
Nada de los Persas; pero no desisto. Haga Vd. otra cosa, y no acometa la traducción del nuevo drama de Esquilo, hasta que yo traduzca Los Persas y nos igualemos. Traduciremos tres cada uno: y Las Euménides a medias, si a Vd. le parece.
Dentro de poco llegará a Santander donde permanecerá bastantes días, para que su hijo tome baños de mar, la marquesa de Aranda, señora muy instruida y de extraordinario talento. Ha leído sus Estudios Poéticos de Vd. Yo deseo y ella también, que Vd. la trate. Avisaré a Vd., pues, cuando ella vaya, a fin de que en mi nombre le haga una visita.
Adiós. Consérvese bueno y créame su afmo. amigo
J. Valera
Valera - Menéndez Pelayo, p. 35-36.