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Volumen 14 - carta nº 760

De JUAN VALERA [1]
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Madrid, 7 septiembre 1898

Mi querido amigo Menéndez: Acabo de recibir la carta de Vd. del 5, que se ha cruzado con otra mía. Mucho me alegro de que esté Vd. de acuerdo conmigo en votar a Ferrari y a Cotarelo para las dos vacantes que hay en la Academia Española. Sobre puntos literarios Vd. y yo estamos siempre, antes de hablar o de escribir, en perfectísimo acuerdo, No tengo, pues, que decir que pienso sobre Ferrari lo mismo que Vd. piensa; pero al cabo, a pesar de las burlas de nuestro amigo Clarín, los pocos versos que Ferrari ha escrito son de los mejores que ahora se escriben.

Convengo también con Vd. en la conveniencia de formar lista de candidatos no políticos y de relumbrón para las próximas vacantes que en nuestra Academia vayan ocurriendo, claro está que si no soy yo el autor de la ocurrencia. Es más: en la lista que tenía yo formada figuran los tres que Vd. menciona, a saber: Picón, Menéndez Pidal y mi sobrino Pepe Alcalá Galiano, contando con que éste podrá venir al fin empleado al Ministerio. Si en mi lista no figura Armando Palacio Valdés, es porque creo que no debemos continuar dando el mal ejemplo de elegir a los que no viven en Madrid, como hicimos al elegir a Pereda. En tal caso sería menester incluir en la lista a D. Francisco Rodríguez Marín, a D. Teodoro Llorente, al Dr. Thebussem y a otros.

En cambio, pensando yo que no hay género chico ni género grande, sino género bueno y malo, me inclino a incluir en la lista de los academizables al que nos parezca mejor entre los saineteros; no sé si a Burgos, a Ricardo de la Vega, a Ramos Carrión o a Vital Aza.

Don Víctor Balaguer me vino anteayer con la pretensión de que eligiésemos al músico Pedrell para la vacante que deja D. Pedro Madrazo. Yo le respondí que estaba ya comprometido con Vd. a votar a Cotarelo y que directamente lo estaba antes con Ferrari en favor del mismo Ferrari. Replicó D. Víctor que Vd. pensaba desistir por ahora de Cotarelo para apoyar a Pedrell, pero yo le contrarrepliqué que me parecía que había entendido mal y que andaba equivocado. Como quiera que sea, lo que es yo tengo una idea incompleta y muy confusa del valer de Pedrell como músico y como literato. Por mi parte, pues, conviene que Pedrell aguarde hasta que mi dicha idea se aclare y determine. Por lo pronto se me figura que Pedrell dista muchísimo de poseer el mérito probado que tenía Barbieri.

Estoy muy premioso, desidioso y fatigado de espíritu; pero en la ocasión presente entiendo que pudiera yo escribir, hablando de Vd. en el prólogo del libro que sus amigos le dedican, algo de muy oportuno sobre la importancia de la educación literaria y castiza en España para fortalecer, rectificar y restaurar en la conciencia colectiva de esta nación, lo que puede, lo que vale y lo que debe ser aún para cumplir sus destinos y seguir en el concierto de las naciones civilizadoras del mundo. Animado y estimulado por estas consideraciones, he vencido mi pereza y he escrito ya parte de la introducción o prólogo. Cuando Vd. vuelva a Madrid, por mal que anden mis cosas, estará terminada mi tarea. Y como hay tiempo para todo, leeré a Vd. mi escrito completo antes de darle para que se imprima.

Veo con gusto que la Revista de Ambos Mundos ha empezado a insertar en sus páginas la traducción de Sotileza, que la opinión general califica como la mejor novela de Pereda.

También he recibido la Breve historia de la Literatura española, que ha escrito un inglés, el Sr. Fitmaurice-Kelly. Me parece trabajo harto compendioso y ligero, pero pensado y escrito con amor y entusiasmo y casi siempre muy encomiástico. Lo que es a mí me prodiga los más estupendos piropos, de los cuales me siento tan ufano como agradecido.

En fin, ya hablaremos extensamente de todo cuando, dentro de pocos días, se halle Vd. de vuelta en esta villa y corte. Entretanto y siempre, le deseo mucha salud y excelente humor; celebro que el tomo séptimo de la Antología esté ya compuesto y complete la historia del pensamiento español en la Edad Media.

Soy su afectísimo y buen amigo

Juan Valera

 

Valera - Menéndez Pelayo, p. 544-546.

[1] Sólo la firma es de letra de Valera.