Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

Volumen 11 - carta nº 309

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

San Ildefonso, 13 septiembre 1891

Querido Menéndez: He tardado en contestar a la carta de Vd. del 3, deseoso de enviar, con mi contestación, el prospecto, programa, o lo que sea, de El Observador; pero este Real Sitio es poco o nada a propósito para escribir; la pereza me ha dominado y nada he hecho. Prometo enmendarme y compensar con redoblada actividad el tiempo perdido. Con motivo de la publicación del nuevo tomo de Historia de las ideas estéticas escribiré largo para la Revista ilustrada de Nueva York, y entonces enviaré el retrato de Vd. para que salga, en dicha Revista ilustrada , mi carta o artículo.

Supongo y espero que esté Vd. en Madrid en los primeros días de octubre. Ya allí nos animaremos y jalearemos mutuamente y saldrá El Observador , y saldrá bien, y continuará sin interrupción en cuanto salga el primer número; pero veo que no será posible, ni aunque fuese posible, sería prudente que saliese en octubre, sin tener antes en cartera original para tres o cuatro números lo menos.

La política va a enredarse y a animarse demasiado, pero es menester hacer un esfuerzo para que no nos distraiga de nuestras tareas literarias.

Por Dios, no me abandone Vd. en lo de la Crónica del Centenario, porque será tremendo fiasco para mí si no sale, o sale mal.

Aquí sin libros, con gentes como Albareda y Correa, que no piensan sino en jugar al tresillo, y con estos visiteos y paseos de todas horas, nada se puede hacer de provecho. Así es que yo, aunque mi familia seguirá aquí acaso hasta los primeros días de octubre, me iré a Madrid, dentro de tres días lo más tarde, y allí me lisonjeo de hacer vida menos estéril.

No pienso dejar de escribir las Cartas de España para el periódico de Nueva York. En ellas tengo que hablar mucho de Vd., primero, con ocasión del tomo de Ideas estéticas, y más tarde con ocasión del tomo II de Lope. Sobre aquello de que se hable en El Observador, haré en dichas cartas un resumen y me extenderé sobre aquello de que en El Observador no se hable.

Adiós. Buena salud, mejor humor y no me imite en mi desidia de hasta ahora, a fin de que el buen ejemplo de Vd. contribuya a mi enmienda.

Soy su afmo. y buen amigo

Juan Valera

 

Valera - Menéndez Pelayo , p. 440-441.