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Volumen 15 - carta nº 458

De JUAN VALERA [1]
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

San Ildefonso, 19 septiembre e [1899]

Mi querido amigo Menéndez: Hace ya muchos días que recibí la carta de Vd. del día 3, a la que no he contestado hasta ahora, aguardando siempre las pruebas de las notas de Dafnis y Cloe para remitírselas, ya que tiene Vd. la bondad de prestarse a corregirlas. Las pruebas no han venido y yo, al fin, me adelanto a escribir a Vd. dándole mil gracias por su promesa de esmerarse en la corrección.

Aquí me va muy mal de salud. Esta casa, además, está hecha un hospital desde que llegamos a La Granja. He tenido enfermos a mi mujer, a Periquito y a mi propia persona, y la doncella de mi hija se ha pasado tres semanas con fiebre tifoidea, de la que está aún en no muy segura convalecencia. Con todos estos percances no he tenido humor, ni tiempo, ni modo de dedicarme a nada útil. Claro está que tampoco me he divertido ni he tomado parte en las excursiones, cacerías, jiras y meriendas que costea y dirige la Sra. Infanta Doña Isabel.

Carmencita ha sido la única de mi familia que ha asistido a todos. Yo admiro siempre y hasta envidio, si bien con envidia generosa, la infatigable actividad de Vd. En parte la atribuyo a veces a que no embargan su espíritu las preocupaciones y cuidados de la familia, por donde me explico las razones y fundamentos que hubo para el celibato de los clérigos. Bien es verdad que a veces y con más frecuencia imagino todo lo contrario y creo que estaría Vd. mejor en su casa del nuevo rezado con una joven y linda compañera que le diese lo que ha menester sin tener que salir á buscarlo a salto de mata.

Con mucho gusto recibiré y me haré leer la reimpresión acrecentada y comentada por Vd. de la Primavera de Wolf, que es uno de los muchos libros que he tenido y he perdido.

Veo que va Vd. a escape en la publicación de Lope, a pesar de los extensos, amenos y eruditísimos prólogos con que la adorna y autoriza. Es tal la facilidad y la rapidez de Vd. en el trabajo, que no pierdo la esperanza, a pesar de lo muy averiado que estoy, de ver terminado por Vd., antes de morirme, el magnífico monumento que erige nuestra Real Academia al «Fénix de los Ingenios».

Mucho deseo poseer y hacerme leer un ejemplar del Homenaje. Supongo y espero que me le habrán enviado y que le tendré ya en mi casa de Madrid. Como pronto volveré por allá, no dispongo que me le envíen.

Presumo que Vd. volverá también a Madrid para los primeros días de octubre. En Madrid, por consiguiente, podrá Vd. corregir las pruebas de las Notas, sin necesidad de que yo se las envíe a esa ciudad.

Dé Vd. mil cariñosas expresiones a Menéndez Pidal, a Amós de Escalante, a Galdós y a Pereda; recíbalas de mi mujer, de mi hija y de D. Pedro de la Gala, y mande a su afectísimo y agradecido amigo

Juan Valera

 

Valera - Menéndez Pelayo, p. 554-555.

[1] Sólo la firma es de letra de Valera.