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Volumen 10 - carta nº 127

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

San Ildefonso, 21 agosto 1889

Mi querido amigo Menéndez: Recibí días ha la carta de Vd. del 10. No he contestado antes aguardando siempre el recibo del último tomo de la Historia de las ideas estéticas, que ha tardado mucho en llegar.

El tomo llegó, por último, y ya le he leído casi todo, a pesar de la vida disipada y alegre que aquí se hace, porque con tanto paseo, tertulia, tresillo, bailes, conciertos, teatro, jiras campestres, etc., no queda apenas tiempo para nada. Esto está animado de sobra y no hay medio de retraerse

para leer y escribir. Así es que yo leo aquí poquísimo, y en cuanto a escribir, sólo he escrito un prólogo para uno de los tomos de las obras de D. Santiago Estrada, argentino, que va a publicar sus obras en Barcelona. Es escritor de mérito, muy español y muy católico. Supongo que Vd. le conoce, pues no hay autor ni libro que no conozca Vd. No me explico cómo tiene Vd. tiempo para enterarse de todo.

Son tantas y tantas las cosas que tengo que decir a Vd., que habré de dejarlas para otro día, porque hoy me faltan tiempo y humor para carta muy extensa.

Aunque se ría Vd. de mi ignorancia, le quiero preguntar y le pregunto: ¿dónde está Otero del Rey, en Asturias o en Galicia? He recibido carta de Laverde con fecha de allí, y por no saber la provincia a que Otero del Rey pertenece, no le he contestado todavía.

Muchísimo celebraré que siga Vd. adelante con su propósito de escribir un libro sobre Luis Vives. Conviene dar a conocer bien a nuestros sabios y filósofos e irlos poniendo en el puesto que deben ocupar en la historia del desenvolvimiento intelectual de la raza humana. Nadie puede hacer esto mejor que Vd.

Parece que El Ateneo no ha muerto. Si Chichón no miente, saldrá o habrá salido ya el número en que ha de aparecer mi carta a Campoamor. Será gran satisfacción para mi que así sea y que no me engañe Chichón. Sentiría que mi carta a Campoamor se perdiese, pues, por lo que recuerdo, era bastante divertida. Nada he hecho aún de mi contestación a Commelerán. Aunque seco y sin amenidad alguna, no es despreciable su discurso.

La disputa entre Clarín y Manuel del Palacio me aflige por los dos. En España se considera tan poco a los hombres de letras, que es un dolor que ellos mismos, en vez de ensalzarse, se arrastren por los suelos. Pero, después de este previo sentimiento, me parece que Clarín tiene razón y Manolito no.

Es vanidad, a mi ver, monstruosa darse por ofendido de que sólo le tengan por medio poeta.

Cuánto más ofendidos pudiéramos estar Vd., Ferrari, Velarde y yo, que, sin duda, no somos para Clarín ni décimos ni céntimos de poetas.

Y, sin embargo, nosotros no tenemos contra Clarín la menor queja. Cada cual es libre de evaluar nuestra poesía cómo se le antoje.

Adiós. Hasta otro día. Créame su afmo. amigo

Juan Valera

Una linda miss, amiga mía de Wáshington, se ha casado con un ricacho de Boston y me escribe pidiéndome lista de libros españoles para que la gran biblioteca del Ateneo de aquella ciudad los compre. Yo le he enviado el catálogo de Catalina, y no duda que su marido hará comprar los 74 tomos que han salido ya. Las obras de usted todas las recomiendo, ante todo. Aun no he dicho a mi antigua amiga cuanto sobre esto tengo que decir y le seguiré escribiendo. Creo que en América es donde está nuestro gran mercado literario. Adiós por hoy. Soy su afmo. amigo

Juan Valera

 

Valera - Menéndez Pelayo , p. 423-425.