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Volumen 11 - carta nº 299

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

San Ildefonso, 30 agosto 1891

Mi querido amigo Menéndez: Sin carta de Vd. a que contestar, le escribo antes de que empiece septiembre, para recordarle que en octubre debe aparecer El Observador , si no se ha de llevar el viento todos nuestros propósitos, como se llevó a Periquillo Sarmiento. Yo, por mi parte, lo sentiría muchísimo, y para evitarlo, pienso largarme a Madrid, dentro de cuatro o cinco días, a preparar las cosas.

No olvide Vd. El Observador y escriba artículos.

Otro compromiso mayor tengo con la Crónica del Centenario, que ha de empezar en enero de 1892; pero necesitamos muchísimo original en cartera antes de que salga la primera entrega. Escriba Vd., por Dios, lo que le he rogado que escriba y no me deje feo. Yo apenas he hecho aquí más que bigardonear; pero ya me enmendaré y trataré de ganar el tiempo perdido.

Una sola cosa he hecho desde que estoy aquí; pero muy útil para mí porque me la pagan espléndidamente, y muy útil acaso para las letras españolas, si yo atino a hacerlo bien, porque nos dará a conocer mejor en América.

Escribo una correspondencia para un periódico o revista ilustrada de Nueva York, que reunida luego pudiera ser como los Anales literarios de España. Va en forma de Cartas al Director de la Revista. Llevo ya escritas y remitidas dos. La primera aparecerá en septiembre; y así sucesivamente, una cada mes. En la segunda carta trato mucho de usted a propósito de la Antología , y de Alarcón también, con ocasión de su muerte. Como la Revista es ilustrada, he propuesto al Director, y calculo que lo aprobará, que ilustre mis Cartas con retratos de los más egregios literatos de que yo hable.

En la segunda Carta hubiera venido bien el retrato de Vd.; pero yo no tenía desde aquí fotografía de Vd. que enviar. He escrito a Fe para que envíe la de Alarcón. No sé si lo habrá hecho. De no enviar aún la de Vd., no resulta sino retraso, con tal de que Vd. me dé su fotografía a tiempo para que yo la remita cuando vuelva a hablar de Vd., con motivo de la aparición del tomo II de Lope o de la aparición de algún nuevo tomo de la Historia de las ideas estéticas.

Aquí no se pasa mal. Mis chicos se divierten mucho, sobre todo Carmencita, que es muy intrépida amazona, y monta mucho a caballo con la infanta, más intrépida que ella. Salvo el sobresalto en que mi mujer y yo estamos cuando Carmencita va de expedición, de que vuelva con alguna descalabradura, todo va a pedir de boca.

Yo, acomodado con el Padre Quieto, juego mucho al tresillo, con Albareda y Correa, que están aquí, comiéndose a los Bauer.

Aquí ha estado dos días el P. Blanco García, con quien he charlado mucho.

Escríbame y cuénteme de su vida y trabajos.

Ya sabe que le quiere su amigo

J. Valera

 

Valera - Menéndez Pelayo , p. 438-440.