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Volumen 12 - carta nº 565

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Viena, 25 febrero 1894

Mi muy querido amigo Menéndez: Acabo de recibir la carta de Vd. del 21. Conste que yo he dado grande importancia a los papeles de los Khevenhüller y que no los hubiera enviado; pero ya que los envié y que han estado ahí tanto tiempo, sentiré que no se compren o que se ofrezca muy poco por ellos, porque el judío Kende nos podrá poner como un trapo. Hágase, no obstante, lo que más convenga a la Academia de la Historia, y el baratillero murmure y rabie si se le antoja.

Ya he escrito a Vd. sobre la última feroz diatriba de Harrisse contra dicha Academia. Si no llegó por ahí, enviaré a Vd. un ejemplar del Centralblatt für Bibliothekswesen, en donde viene inserta. Mucho celebraría yo que Vd. escribiese un articulito sobre esto para el último número de mi pesadilla, El Centenario.

Sobre quien descarga más furiosos golpes Harrisse, procurando ponerle en ridículo, es contra nuestro eruditísimo y almibarado amigo Fabié.

Beer copió ya el primer acto de La Reina Doña María. Repasaremos aún la copia a ver si se aclaran ciertos lugares oscuros, e irá pasado mañana por el correo.

En el Fremden Blatt de aquí ha aparecido —obra de Beer— el adjunto suelto. [1] Claro está que nos alegraríamos de que ahí lo tradujesen y publicasen en los periódicos, sin dejar en el tintero la palabra padre, como aquí se quedó.

De buena gana escribiría yo artículos para Lázaro sobre cosas de aquí; pero estoy abatido, me siento sin humor y estéril y voy perdiendo la vista. Escribiendo y leyendo se me fatigan los ojos; veo turbio a veces, y a veces nada veo. En fin, ¿qué le hemos de hacer? La ruina es ya segura. Y no puedo decir que me he malogrado. He vivido cerca de setenta años, y vivo aún, a pesar de mis innumerables alifafes.

Algo que ahí fuese nuevo podría yo decir sobre idiomas, literaturas y nacionalidades de esta Monarquía, aunque sólo por traducciones lo conzoca. Y podría también decir algo de lo alemán y de lo cual poco debe llegar ahí, y lo que llegue tal vez llegue confuso.

Ahora, por ejemplo, hay un poeta dramático muy aplaudido, cuyo nombre es Gerardo Hauptmann. De él se citan con elogio muchos dramas, v. gr., Vor Sonnenaufgang, Das Friedensfest, Einsame Menschen y Die Weber. En este Hofburgtheater se da ahora una producción suya extravagantísima, titulada Hannele, sueño-poesía en dos partes. Yo no he leído el estupendo drama; todo lo que ve en su mente una muchachita durante su agonía, todo se objetiva, toma cuerpo, aunque aéreo, y habla, canta y toma parte en la acción. Dicen que la Estela Hohenfels está admirable en el papel de Hannele, que es la niña agonizante que tiene las visiones. Aun no he ido ver en la escena este Sueño-Poesía . Iré. Dicen que la mise en scène es portentosa. Tal vez luego me sienta yo con ánimo de escribir sobre Hannele y sobre las demás obras del referido Hauptmann. Éste es joven aún, tendrá treinta y cuatro años. Nació en un lugar de Silesia llamado Salzbrunn. Adiós por hoy. Créame su afmo. amigo

Juan Valera

Mucho he sentido la muerte del cariñoso y agradabilísimo amigo Barbieri.

 

Valera - Menéndez Pelayo , p. 491-493.

[1] Es una nota sobre el manuscrito de La Reina doña María , de Lope de Vega.