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Volumen 5 - carta nº 273

De MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO
A   JUAN VALERA

Madrid, 18 marzo 1882

Mi muy querido D. Juan: Veo con gozo que ván desapareciendo las tristezas que en los últimos días del mes pasado cayeron sobre la casa de Vd. Bendito sea Dios Por ello.

Ahora anímese Vd. y haga algo literario. Nos están esperando hace un año los discursos místicos, á cuya anotacion pienso dedicarme, en la parte que me corresponda, así que termine la pesadísima labor de mi historia herética, que anda ya muy cerca del año 68. ¿Por qué no va Vd. pergeñando alguna nota mística y me la envía? Item, es preciso que traduzcamos á Esquilo. Luego debía Vd. dedicarse á la interpretacion de los poetas hebreo-hispanos, que hace tanto tiempo nos tiene prometidos.

Lo primero que voy á hacer, alternándolo con Esquilo, es la historia de las ideas estéticas en España, obra que me parece original y curiosa y cuyos materiales tengo casi reunidos.

Además del tema que el otro día indiqué á Vd. se me ocurre otro para el discurso de entrada en la Academia de la Historia: Del monacato español desde el siglo VI al XII, materia de las mas embrolladas y oscuras que hay en nuestra historia. No sé si acertaría yo a desarrollarle, pero me parece argumento grande, trascendental y hasta poético, que se presta a investigaciones inauditas y a cuadros históricos de gran novedad. Podríamos enlazar diestramente la historia eclesiástica con la social y la literaria, haciendo resaltar el carácter civilizador de aquellos institutos. Asi, verbigracia, la fuga del monje Donato y la fundación del monasterio Servitano nos daría ocasion para describir la invasion del Africa por los vándalos. Alrededor del monasterio Dumiense agruparíamos toda la peregrina historia de la conversion de los suevos por S. Martín y del reino independiente que fundaron en Galicia. Con ocasion de hablar del monasterio Agaliense y de S. Ildefonso entraba naturalmente la apreciacion de la cultura visigoda, y luégo ¡cuánto podríamos decir de S. Valerio, abad del Vierzo, y de sus visiones dantescas; de S. Rosendo, cuya vida está mezdada con las invasiones de los normandos, &., &.,! Este trabajo urge más cuanto que Montalembert anduvo pobre, superficial y mal informado en lo poco que dice de nuestras cosas en sus Monjes de Occidente . El límite que yo pondría a mi trabajo sería la venida de aquellos funestos monjes cluniacenses que á Montalembert le agradan tanto.

No se olvide de mandarme por la próxima estafeta los Monumenta. Si me decido a elegir el tema del monacato, necesito consultar en esa colección varios textos.

Aureliano y el P. Fita acaban de publicar su viaje á Santiago. Abunda en noticias curiosas. Vá á salir pronto, arreglado por el P. Fita, un nuevo tomo de la España Sagrada, donde irá la Crónica de Turpin con todas las variantes de los códices que tenemos por acá y que en la edicion de Ciampi no se tuvieron presentes.

Catalina imprimirá pronto un tomo de mis versos originales (en otro irán despues las traducciones). La edicion será muy linda. Pienso llamarlos Juvenilia , si a Vd. no se le ocurre título mejor. El editor y yo queremos que haga Vd. el prólogo y explique y declare el sistema literario que yo he querido seguir en ellos. Como los versos no son de los que por acá se hacen, necesitan llevar delante una teoría para que la gente los entienda y les vaya sacando el jugo. Esta teoría en boca del autor de los versos sería una impertinente oración pro domo sua. Es preciso que la haga otro, y este otro no puede ser más que Vd., maestro de este género de poetizar en España.

Las composiciones que el tomo va á llevar serán pocas: la Epístola á Horacio, la Epístola a los amigos de Santander, la Galerna, la oda á Cabanyes, todos los versos amatorios á Lidia y á Aglaya, la Elegía a la muerte del hijo de Corina, &., &. Será el primer tomo de versos exclusivamente sueltos que se haya publicado en castellano. Quizá, para evitar monotonía, intercale dos o tres sonetos, y aun la misma paráfrasis del himno primero de Sinésio, que puede considerarse como original, puesto que sólo las ideas son de Sinésio y la forma mía y de todo punto moderna.

Ya conoce Vd. el plan del tomo: en él predominará lo erótico. Las traducciones darán materia suficiente para otro volumen, en el cual irá el prólogo antiguo de Cueto y la respuesta de Vd. en la Revista de España.

Catalina no empezará á imprimir hasta tener en sus manos el libro con prólogo y todo. Así, pues, si Vd. se decide á hacerme este favor nuevo, yo iré juntando mis versos y se los enviaré a Vd. certificados.

Suyo siempre

Marcelino Menéndez Pelayo

 

Valera - Menéndez Pelayo, p. 116-118 .