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SACRO (EL) PARNASO.- Calderón.

E.:

Venid, mortales, venid


A.:

no exceptúa a nadie.


Se imprimió en 1661 en Málaga, en el libro de las fiestas de la traslación del Santísimo Sacramento al nuevo templo de Jaén en octubre de 1660.

BN, Mss., 16.28011.

Colección de Pando y Mier. Idem de Apontes.



SALOMÓN.- Anónimo.

«Las representaciones que han de hacer los autos en la fiesta del Santísimo Sacramento deste año de 621...

El jueves, por la tarde, representarán todos cuatro autos a S. M. en palacio, comenzando por el de Salomón, que hace Cristóbal de Avendaño».


(Expediente del archivo de Madrid.- 2.ª, 196-29)                


Felipe III había fallecido a 31 de marzo de aquel año, y según las memorias mss. de Antonio de León Soto, platero de Madrid, que se guardan en la Biblioteca Nacional, el día 28 de julio siguiente «fué el primero en que hubo comedias después de la muerte de S. M.». De suerte que la primera representación escénica a que asistió Felipe IV, después de ascendido al trono, fue la del auto de Salomón, verificada, no en julio, sino en junio, el día del Santísimo. Acaso tendría el autor presente esta circunstancia, al escoger tal protagonista como Salomón para ponerle ante los ojos del joven Monarca castellano.

No fue parte el luto del Rey para que se suprimieran aquel año los autos del Corpus: mas sí para modificar alguno de sus accidentes. De pues de advertir León Soto que la comedia representada el 28 de julio «era de manera que no se bailaba en ella»; añade: «Ni en los autos del Señor Sacramentado no se tocó castañeta ninguna».



SALTEADOR (EL) VENTUROSO.

Auto de Nuestra Señora del Rosario.

«Figuras: Don Diego, galán.- Doña Ana, dama.- Roncón, lacayo.- Ortensio.- Fabricio.- Dos ciudadanos.- Claudio.- Un demonio.- Cristo.- Nuestra Señora.- Un ángel.- Don Feliz.- Costanza.- Gerardo.- Un escribano.- Marco, villano».



E.:

DON DIEGO.
Que no se quiere humanar


A.:

da fin y el perdón os pido.


BN, Mss., 15.267.

No citado por La Barrera.



SALVADOR (EL) EN SU IMAGEN.- Don Vicente Díaz de Sarralde.

«Auto sacramental de la venida del Santísimo Cristo del Salvador a Valencia». Valencia, por Francisco Marzal, 1701, 4.º

Citado por Lamarca (El teatro de Valencia desde su origen hasta, nuestros días, Valencia, 1840) y por La Barrera.



SAMARITANA (LA) QUE ESTABA AL POZO.- Vasco Díaz Tanco.

Auto cuadragesimal.

Citado por su autor en el prólogo al Jardín del alma cristiana, 1552.



SAN ALEJO.- Baltasar Díaz.

Auto portugués. Prohibiole la Inquisición en estos términos, que indican haber sido traducido a nuestro idioma:

«Baltasar Díaz; su auto de San Alejo, en Lisboa, por Vicente Álvarez, año de 1613, o en castellano».


(Índice de 1707)                




SAN ALEXO.

Auto en coplas portuguesas de Sebastián Pérez. Anterior a 1540.

Citado por el señor Cañete en su prólogo a las Farsas de Lucas Fernández.

(Adiciones mss. de La Barrera)



SAN CRISTÓBAL (Auto de).- Anónimo.

  «Figuras: San Cristóbal.- Un Rey.- El demonio (son dos demonios).- Un truhán.- Un ermitaño.- Un portugués.- Un viejo (es una vieja).- Dos bobos.- Cristo».

E.:

Príncipe muy valeroso


A.:

Es tu señor deseado.


Sin loa. Debía de entretener mucho a sus espectadores por la colosal figura del protagonista, los ejercicios de fuerza a que tenía éste que entregarse, lo maravilloso del final, y lo divertido de todo el argumento.

Cristóbal quiere servir al señor más poderoso que exista, y comienza por elegir a un rey; pero notando que éste se santigua con miedo cuando su truhán mienta al diablo, saca por consecuencia que el diablo puede más que los reyes, y corre en busca de Satanás, quien le sale al paso rodeado de su corte, aparentando estar de caza. En mal hora para el espíritu maligno, hay entre los breñales por donde transita una cruz, que le obliga a retroceder espantado, y su nuevo servidor no necesita otra razón para echarse a buscar por amo a Cristo, viendo que la mera imagen del instrumento de su muerte puede más que la voluntad del demonio. Un ermitaño con quien tropieza quiere bautizarle y adoctrinarle; Cristóbal se presta a todo, bien que la obligación de ayunar se le haga muy dificultosa; y obediente a los preceptos del venerable anacoreta, dedícase, por servir a Dios, a pasar viajeros a cuestas, de una margen a otra de cierto impetuoso río. Hácelo primero con un portugués, el cual teme ahogarse por varias razones como ésta:


   Pus si a dicha soy fundido,
Portugal ¿qué ha de facer?



Llega luego una vieja con sus dos hijos, y el gigante los pasa de una vez, acomodándose ella sobre sus espaldas y un bobo debajo de cada brazo. Pero sale por fin el niño Jesús y a pesar de ser tan pequeño que necesita llamar repetidas veces para que el Santo le vea, pesa tanto sobre sus hombros que le infunde temores de hundirse, y le obliga a afirmarse en su báculo:


   Por que'l mundo parecía
que venía encima de mí,
y el agua siempre crecía,
y si el blago no traía,
no saliéramos de allí.



En respuesta dásele a conocer nuestro Señor, y ordenándole clavar el bastón en tierra, desaparece. Cristóbal cumple la orden divina y al ver que instantáneamente se cubre su báculo de hermosas flores y frutos, prorrumpe en un villancico, regocijándose por haber encontrado al fin en aquel niño como las flores el Señor a quien buscaba.

Publicado por Rouanet en la Colección de autos, farsas..., etc.


SAN FRANCISCO (Auto de).- Anónimo.

«Figuras: San Francisco.- Un hermano suyo.- Su padre.- Un obispo.- Un paje.- Fray Masco.- Fray Inocencio.- Fray Buenaventura.- Fray Silvestre».



E.:

Cristiana congregación


A.:

benedictus Dominus.


Convertido San Francisco a Dios durante una enfermedad, se niega a intervenir en negociaciones ilícitas que le encomienda un hermano suyo. Su padre le aprisiona y acusa de ladrón. San Francisco renuncia a su patrimonio, despójase de las ropas y calzado que ha usado hasta entonces, toma el humilde traje que le da un sirviente del Obispo, y con la bendición de este prelado marcha a hacer vida solitaria. Mas, cundiendo rápidamente la fama de su virtud, hace que muchas personas se aparten también del mundo para vivir bajo la obediencia del Santo, lo cual mueve a éste a pasar a Roma a solicitar la aprobación de su regla. Caminando le dice su compañero:




SILVESTRE

   Negociación muy aflita
       es caminar:
en trabajos no hay su par.


SAN FRANCISCO

¡Oh Madre de Dios sagrada!
Con tus miembros delicada,
gustaste deste manjar.
 

(Aquí topan una bolsa de dinero en el camino.)

 


SILVESTRE

Bolsa es esta a mi pensar:
       y aun es verdad.


SAN FRANCISCO

Silvestre hermano, dejad:
no toméis cosas ajenas.


SILVESTRE

¡Oh Padre! Mil cosas buenas
haremos en caridad.


SAN FRANCISCO

N'os venza esa ceguedad:
      estése queda.


SILVESTRE

¡Oh, qu'es bolsa de moneda!
Haremos mil obras pías.


SAN FRANCISCO

Mi Dios que todo lo crías,
haz que enjemplo dalle pueda;
qu'esto el demonio lo enreda
       ciertamente.
Pues ásela; brevemente
conocerás su begnino.
 

(Aquí alza la bolsa y halla una serpiente.)

 


SILVESTRE

¡Válame el Verbo Divino,
Padre, qu'es una serpiente!


SAN FRANCISCO

Es del mundo esa simiente
      peligrosa,
do nace adelfa viciosa,
solimán que deja en calma,
hincha el cuerpo y mata el alma:
es víbora ponzoñosa.



Noticiosos los frailes de que regresa el Santo, disponen en su obsequio un modesto festín, a cuya vista se aflige el austero Francisco. Llégase, no obstante a la mesa; pero la deja en breve, y puesto de rodillas, exclama:


   ¡Oh Divina Majestad!
      ¡Qué mercedes,
Señor, a mí me hariedes,
si fuese yo traspasado
pies y manos y costado,
como vos, señor, teniedes!



«Aquí se le aparesce el crucifijo, corriendo sangre». Queda San Francisco elevado: vuelve en sí, anuncia su próximo fin, y por conclusión «suben el ánima los ángeles al Cielo, y cantan los frailes este salmo: Benedictus Dominus».

Precede un Argumento en la misma rima.

BN, Mss., 14.711, fol. 174 vto.

Publicado por Rouanet en la Colección de autos, farsas..., etc.



SAN FRANCISCO.- Anónimo.

Auto famoso sacramental.

«Figuras: San Francisco.- Santo Domingo.- San Agustín.- Santa Clara.- S. Junípero.- Serafín.- El mundo.- La humildad.- La pobreza.- El ayuno.- La gula.- El engaño.- Vanidad».



E.:

MUNDO.
Si soy muerte capital


A.:

herido con cinco llagas.


BN, Mss., 15.310.

No citado por La Barrera. San Francisco.- Anónimo.



SAN FRANCISCO.- Anónimo.

«Las representaciones que han de hacer los autos en la fiesta del Santísimo Sacramento deste año de 621...

El jueves, por la tarde, representarán todos cuatro autos a S. M. en palacio... y el segundo el de San Francisco, que hace Valdés».


(Expediente del archivo de la villa de Madrid.- 2.ª, 196-29)                




SAN FRANCISCO DE BORJA.

Véase: Gran (El) duque de Gandía.



SAN FRANCISCO JAVIER (Diálogo a).- Anónimo.

«Entre la Navarra y la India».



Obra de breves dimensiones, en la cual alterna la música con los dos personajes arriba nombrados. Concluye:


   Silencio, silencio;
que sólo a los soles
es el silencio lengua
y el pasmo voces.



Del siglo XVIII.

BN, Mss., 4.059; fol. 47.



SAN HERMENEGILDO.

Véase: Mártir (El) del Sacramento.



SAN IGNACIO DE LOYOLA.- Anónimo.

Catálogo de Huerta.



SAN ISIDRO.- Anónimo.

Catálogo de Huerta.

Lope escribió un San Isidro Labrador de Madrid (séptima parte de sus comedias, 1617), y además La niñez de San Isidro y La juventud de San Isidro (relación de las fiestas que hizo Madrid en la canonización del Santo, 1622). Acaso tomaría Huerta por auto alguna de estas tres comedias.



SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA.- Anónimo. Catálogos de Huerta y otros.



SAN JORGE CUANDO MATÓ LA SERPIENTE (Auto de).- Anónimo.

«Figuras: Los del pueblo.- El Rey.- La Infanta.- La Reina.- Dos doncellas.- Un pastor.- San Jorge».



E.:

POM.
Muy poderoso señor


A.:

vitoria, vitoria, vitoria!


Obligado por el pueblo a no exceptuarse de la ley común, consiente el Rey en que su propia hija sea arrojada por pasto a la serpiente. San Jorge, que yendo de camino tropieza con la abandonada Infanta, la convierte a la Religión verdadera, pelea contra el monstruo, le vence, y logra que los reyes se hagan también cristianos. Concluye con este estribillo:


   De San Jorge a la memoria,
vitoria, vitoria, vitoria.



Sin loa.

BN, Mss., 14.711; fol. 122 vto.

Publicado por Rouanet en la Colección de autos, farsas..., etc.



SAN JUAN BAUTISTA.- Anónimo.

Catálogo de Huerta.



SAN JUAN BAUTISTA.- Monroy y Silva.

Catálogo de La Barrera.



SAN JUAN CAPISTRANO.- Montalbán.

Catálogo de Mesonero.

Hay comedia de Montalbán con el mismo título.



SAN LAMBERTO.- Auto.

Véase: Esclavo (El) a lo divino.



SAN MARTINHO (Auto de).- Gil Vicente.

E.:

UN POBRE.
¡Oh, piernas! llevadme un paso siquiera


A.:

con dulces cantares, diciendo así.


En las ediciones antiguas, precédele una advertencia que dice:

«O auto que adiante se segue foi representado a mui cariciosa e devota senhora a Rainha D. Leonor, na Igreja das Caldas, na procissāo de Corpus Christi, sobre a charidade que o bemaventurado S. Martinho fez as Pobre quando partió a capa. Era do Senhor 1504».



Sábese, pues, de una manera auténtica, la fecha y ocasión en que se representó esta obra.

Si nada tiene de eucarístico el auto de San Martín, a pesar de haberlo escrito un célebre poeta para que lo recitasen en presencia de una persona real, fundadamente se puede suponer que todavía por aquellos años no era costumbre hacer sacramentales por su asunto las obras dramáticas con que se celebraba la festividad del Corpus.

En todas las colecciones de escritos del Plauto portugués. La primera es la que se titula: Copilaçam de todas as obras de Gil Vicente. Lisboa, 1562, letra gótica.

La Barrera, en sus Adiciones mss., cita el auto de San Martín de Gil Vicente en castellano con referencia a la edición de las obras de este autor de Lisboa, 1562.

También le cita Salvá.

Publicado en la colección de González Pedroso, pág. 3.



SAN PEDRO.

Véase: Legado mártir.



SAN PEDRO DE ALCÁNTARA.

Véase: Hijo (El) del Serafín.



SAN PEDRO APÓSTOL, SAN CLEMENTE, UN VIEJO, NICETAS Y AQUILA (Diálogo entre).- Fray Gabriel Téllez.

En la colección: Deleitar aprovechando. Madrid. 1635.



SAN PEDRO APÓSTOL Y SIMÓN MAGO (Diálogo entre).- Fray Gabriel Téllez.

Incluso en el libro Deleitar aprovechando, por el maestro Tirso de Molina. Madrid, 1635.



SAN ROQUE.- Anónimo.

Auto sacramental.

«Interlocutores: San Roque.- Roberto, su tío.- Marcelo, capitán.- Dos guardas, soldados.- Otro soldado.- Dos pobres (todos de la ciudad de Narbona).- Alejandro.- Julio.- Dos ciudadanos.- Lucio y Luciano.- Isabela.- Larindo, tonto.- Un demonio (todos de Roma).- Feliciano, ciudadano.- Redulfo, ciudadano (todos de Plasencia).- Cristo.- La Virgen de la Esperanza.- El Ángel».



E.:

ROQUE.
Por amor de Dios os ruego.


A.:

fin a su vida y su muerte.


Siglo XVII.

BN, Mss., 17.353.



SAN SEBASTIÁN.- Antonio Carmona.

«Auto de San Sebastián, agora nuevamente compuesto por Antonio Carmona, Cofrade, Estudiante».



«Personas: El Emperador.- Un Secretario.- San Sebastián.- Tres soldados.- Un ermitaño».



Obra poco digna de mención, según La Barrera.

«Impreso en Salamanca, por Antonia Ramírez, viuda. Y por su original en Sevilla por Bartolomé Gómez de Pastrana, a la Cárcel Real. Año de 1617».



Siete hojas en 4.º



SAN VICENTE MÁRTIR (Auto de).- Alfonso Álvarez.

Poeta portugués contemporáneo de Gil Vicente.

Fue prohibido en el Índice expurgatorio mandado publicar por el inquisidor general don Fernando M. Mascareñas. No consta que se reimprimiese.

Adiciones mss. de La Barrera.



SANCTA CATHERINA.- Baltasar Dias. En portugués. Lisboa, 1616, 33, 34 y 59.

(Salvá)



SANCTISSIMA EUCHARISTIA (Auto de).- Anónimo.

Un acto, latín y castellano.

Códice de Jesuitas.



SANSÓN.- Anónimo.

«Figuras: Los del pueblo de Lequí.- Los filisteos.- Un Carretero.- Sansón.- Dálila.- Un Villano».



E.:

Dezí los de Filisten.


A.:

Rescatada mi prisión.


Argumento:

«Aquí se recitará, muy cristiano auditorio, un auto de cuando Sansón fué entregado a los filisteos (por los naturales de Lechi) y cómo se soltó de su poder, y con una quijada de asno mató dos mil dellos; y después, por consejo de Dalida, fué tornado a prender y le sacaron los ojos; y después, tornadas a restituir sus fuerzas, arrancó las dos columnas del templo de Dagon, y mató a sí y a todos los que dentro del estaban, en venganza de su injuria. Sólo se les pide el acostumbrado silencio que es nescesario».



Este auto, en que hay principios de comedia de magia, debía de entretener mucho a la concurrencia. De la quijada con que mata Sansón a los filisteos brota agua para calmar su sed. Dalida le corta el cabello y sus adversarios le sacan los ojos a presencia, del público; luego se le ve dar vueltas a un molino, al son de la música y derribar las columnas del templo. La colosal estatura de este caudillo de Israel, arranca al bobo exclamaciones graciosas.


 

(Sácanle los ojos, y átanle al atahona y cantan.)

 


Villancico

¡Muela el mulo en la atahona,
       y nadie amague!
Quien tal hace, que tal pague.
   Aquí molerás, Sansón,
corpacho de acemilón.
Cada cual dé su empellón
      y nadie amague.
Quien tal hace que tal pague
   Lleve pellizco crüel
hasta rompelle la piel.
Llegad todos de tropel
      y nadie amague.
Quien tal hace, que tal pague.


FILISTEO

   En el templo de Dagón
gran copia pintada está
de gente; llévese allá
al encantado Sansón
y regocijarnos ha...


SANSÓN

   Aquí muera en este punto
Sansón, aunque caro cueste.
Hombre vivo aquí no reste,
mas todo perezca, junto
mi cuerpo con esta güeste.
Quede por tierra Sansón,
Quede por tierra Sansón,
sus fuerzas y valentía,
con toda su compañía:
caiga el ídolo Dagón,
pues se verá en este día
rescatada mi prisión.
 

(Arranca las columnas, y cae el templo, y cógeles debajo a todos.)

 



BN, Mss., 14.711, fol. 63.

(Publicado por Rouanet en la Col. de autos, farsas..., etc.)



SANSÓN.- Rojas.

«A la tarde se representaron los autos... El cuarto fué el Sansón, del mismo Rojas, razonable, que hicieron Íñigo y la primera dama, que es Jusepa, con lo restante de la compañía de la viuda».


(La de Tomás Fernández)                


Pellicer, Avisos, correspondientes a 1641.



SANTA BÁRBARA, VIRGEN E MÁRTIR (Auto de).- Alfonso Álvarez.

  • Lisboa, por Vicente Álvarez, 1613, 4.º;
  • Ebora, por Francisco Simoes, 1615, 4.º
  • Lisboa, por Francisco Borges de Sonsa, 1790, 4.º, 24 páginas.

(Adiciones mss. de La Barrera)



SANTA GENOVEVA, PRINCESA DE BRABANTE.- Baltasar Luis de Fonseca.

(Adiciones mss. de La Barrera)



SANTA (LA) INQUISICIÓN.- Lope de Vega.

«Figuras: León.- Amor Divino.- Cinco Sentidos.- Laurora.- La Iglesia.- Santo Tomás de Aquino.- La Herejía.- La Noche.- La Fe.- El Lucero fingido.- El Sol.- Jesús.- Santo Domingo.- San Pedro, mártir.- El Temor.- La Idolatría».



Dispone la Inquisición un auto de fe, en cuya víspera se quedan sus familiares (los Cinco Sentidos) a velar la cruz verde. El Amor Divino, que les acompaña, se esconde tras el Pan y el Cáliz, donde ninguno de ellos, a excepción del Oído, logra encontrarle. Concluida la velada, aparecen sucesivamente el Lucero (San Juan Bautista) el Alba (la Virgen Santísima) y el Sol (el Niño Jesús). Supónese que se celebra una misa y comienza el auto de fe, delante de la Iglesia, siendo inquisidor general Santo Domingo, calificador Santo Tomás, y secretario y fiscal San Pedro Mártir. Leída por éste la protestación de la Fe, y hecha por los circunstantes, califica Santo Tomás los errores de la Idolatría, que arrepintiéndose logra absolución, y de la Herejía, que, perseverando en su error, queda relegada (por sentencia de que se da lectura) «al brazo seglar de Dios, que es el demonio León, prínsipe del siglo». Por conclusión, según dice una nota, «van saliendo el León y la Herejía a una puerta del infierno que vaya bajando, y a los demás cubriendo otra puerta que ha de haber de gloria, con que se da fin al auto», mientras cantan los músicos:


   Este es el triunfo y blasón
del Santo Oficio de España,
y esta es la mayor hazaña
de la Santa Inquisición.



Extractado con toda fidelidad el argumento de la obra, presentemos alguna muestra de los elogios que por entonces se prodigaban al Tribunal del Santo Oficio, tan odiado en nuestros tiempos:


   La más ligera esperanza
llega a fruto y no se pierde,
si se pone en la Cruz verde.
   En el árbol más galán
que vio el primer paraíso,
donde Adán segundo quiso
pagar las culpas de Adán,
como en sus sitios, están
siendo flores las estrellas;
y al rosicler que da en ellas,
ni se obscurece, ni pierde,
si se pone en la Cruz verde.
   Estandarte es esta planta
de la Santa Inquisición,
y es asombro del León
que cerca la Iglesia santa.
Ella cien ynos levanta,
y en los autos de la Fe
cual arco de paz se ve,
y ningún color se pierde,
si se pone en la Cruz verde.



Al mismo espíritu rebelde se le hace decir:


   Ha formado un Tribunal,
ha criado un Santo Oficio
tan tremendo y admirable,
tan fuerte, tan exquisito,
que aun yo estoy temblando dél;
porque es eterno castigo
de mis herejes, si bien
es dulce, es blando y es pío.



Hoy se le acusa de todo lo contrario, y mientras llega la ocasión de fallar imparcialmente tan arduo pleito, conviene no ocultar documentos donde aparecen las ideas que acerca de aquel Tribunal profesaban sus contemporáneos.

El ms. lleva estos rótulos: (1.ª hoja): «Auto sacramental famoso y nuevo de la Santa Inquisición, compuesto por Lope Félix de Vega Carpio, año de 1629» - (2.ª hoja): «La Inquisición, auto sacramental de Lope de Vega Carpio».- (3.ª hoja): «Inqui†sición -De Lope- Auto sacramental de la Inquisición, del doctor Mira de Mesqua; representóse en esta corte, año de 1624».

Figura, pues, en esta copia el nombre de Mira de Mescua con fecha anterior al de Lope; pero este auto y el de Mira de Mescua titulado La Inquisición, son iguales.

BN, Mss., 16.989.

Publicado en el tomo III, edición de la Real Academia Española, 1893.



SANTA MARGARITA.- Anónimo.

«Repartimiento de las representaciones que se han de hacer este día de Santísimo Sacramento deste presente año de 617...

La primera representación se ha de hacer a S. M. de todos cuatro autos... y el segundo de Santa Margarita, que representa Pinedo».


(Expediente del Archivo de Madrid.- (2.ª, 196-27)                




SANTA MARÍA EGICIACA.- Calderón.

«Los cuatro autos desta fiesta hicieron Manuel de Vallejo y Antonio de Rueda, autores de comedias... y los dos de Rueda, se intitula el uno Santa María Egiciaca, y el otro, sacramental, intitulado El mejor huésped de España, que los escribió don Pedro Calderón».


(Archivo de Madrid. Expediente de las fiestas del Corpus de 1639.- 2.ª, 468-1)                




SANTA MARÍA EGIPCIACA.

Véase: Gitana de Memfis.



SANTIAGO APOSTOLO (Auto de).- Alfonso Álvarez.

Lisboa, por Antonio Álvarez, 1639. 4.º

(Adiciones mss. de La Barrera)



SANTÍSIMAS (LAS) FORMAS DE ALCALÁ.

Viéase: Formas (Las) de Alcalá.



SANTÍSIMO NACIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO (Obra del).- Francisco Vaz de Guimaraes.

«Obra novamente feita da milito dolorosa morte & paixao de nosso Senhor Jesucristo, conforme a escreveram os quatro santos Evangelistas».



Hay varias ediciones de los siglos XVI y XVII de este autor portugués.

(Salvá)



SANTÍSIMO SACRAMENTO (Acto del).- Anónimo.

«Interlocutores: Simplicidad, en traje de villano.- Soberbia y Mentira, demonios.- Lucifer.- Ángel de la Guarda.- Consejo.- Iglesia Católica».



El encabezamiento íntegro dice: «Acto del Sanctísimo Sacramento, hecho en Andújar, año 1575».- Es, con variantes de consideración, la obra ya citada en este Catálogo bajo el título de Desafío del hombre. (Véase)

Con las quintillas de aquella obra se pueden comparar las siguientes:


   Dios aquí tan cierto está
como está cierto en el cielo:
tan grande acá como allá;
allí cubierto de velo
y descubierto acullá.
   Mas tener a Dios cubierto,
pues yo le gusto y le tomo,
no fué dársenos incierto,
ni hay por qué tratar el cómo,
estando del qué tan cierto.



Todo el final del presente auto falta en el Desafío del hombre. Fórmale una escena en que la Simplicidad, victoriosa ya de Lucifer, se distrae jugando a los bolos con el Consejo,

Ya supondrá d lector que este juego es alegórico. Véase con cuánta precisión enumera di Consejo los diez mandamientos:


   Y porque puedas jugar,
entiende, Hombre, si quies:
El primero, a Dios amar;
el segundo, no jurar
su nombre ninguna vez.
   Tercero, santificar
las fiestas de corazón;
cuarto, a tus padres honrar;
el quinto, a nadie matar
por obra ni presunción.
   El sexto, no fornicar,
porque es obra del demonio;
el séptimo, no hurtar;
octavo, no levantar
ningún falso testimonio.
   No cobdiciar, el noveno,
la mujer ajena, no;
no desear, el deceno,
bienes, ni el provecho ajeno,
si el Señor no te lo dio.



Número 6 del códice de fray Bernabé de Padilla, perteneciente al señor Sancho Rayón.



SANTÍSIMO SACRAMENTO (Acto del).- Anónimo.

«Interlocutores: Cristiano conocimiento.- Fe.- Género humano.- Simple».



Encarga la Fe al Conocimiento cristiano que convoque a los fieles a beber en la fuente de los Siete Sacramentos. Al pregón acuden el Género humano y el Simple; y mientras prorrumpe el uno en impertinentes preguntas, trata el otro de aprender todo lo relativo al misterio de la Eucaristía. Ilustrado por la Fe y el Conocimiento con sana y copiosa doctrina, llégase a la fuente exclamando:


   ¡Oh subida
fuente que a beber convida;
hazme de ti merecer,
que en beber o no beber
está mi muerte o mi vida.



Auto viejo, sin loa, muy instructivo.

Expónense en él los misterios de la Santísima Trinidad y de la Encarnación: se explica


quién es Cristo en cuanto Dios
y quién es en cuanto Hombre;



si desciende a la sagrada hostia la Divinidad juntamente con la Humanidad; si está Cristo pasible o impasible en el Sacramento, etc.

A la cabeza de este auto dice: «Año 1572»; pero el 7 está trazado sobre un 6 que todavía se ve con toda claridad. Que la fecha de 1562 puede sería más exacta, lo acreditan estos versos del principio:




FE

   Decí donde habéis estado,
Cristiano Conocimiento.


CONOCIMIENTO

Señora, he estado en el Trento,
do el concilio es celebrado,
y vengo muy congojado.


FE

Di, ¿por qué?


CONOCIMIENTO

Señora, yo lo diré,
que me tiemblan pies y manos
de ver que los luteranos
te niegan, divina Fe...


FE

Guárdense, pues, idte las manos
de aquel rey
Filipo, que de mi grey
es tan grande defensor
como fué el Emperador, etc.



Por donde aparece que este auto se compuso reinando ya Felipe II, pero hallándose todavía abierto el Concilio Tridentino, el cual concluyó en diciembre de 1563.

Núm. 2 del códice de fray Bernabé de Padilla, perteneciente al señor Sancho Rayón.



SANTÍSIMO SACRAMENTO (Aucto del), en metro.- Anónimo.

El título arriba puesto es el que lleva esta obra en el índice o Tabla por el A. b. c., del códice que la contiene. En su encabezamiento particular se lee tan sólo: «Loa hecha año 1574 y un acto hecho en el mesmo año».

La Justicia consuela al Temor, a quien afligen las ofensas inferidas a la Divinidad por la herejía y el islamismo. Después de prometerle que Felipe II proporcionará triunfos a la Iglesia (añadiendo, sin duda, a la batalla de Lepanto), convocan ambos al género humano, para que guste del manjar eucarístico. Acuden el Simple y un Romero y oyen de boca de los dos personajes alegóricos que los han llamado, grandes loores del Sacramento. Faltan el final del auto y la loa que se anuncia al principio.




TEMOR

   Árbol es que fué plantado
      del altura
en la virginal clausura
donde el Padre lo plantó,
y siendo Criador, crió
por términos de criatura.
Árbol de nueva mistura,
      extremado,
este es el árbol sagrado
de soberano primor
que Nabucodonosor
vio en los cielos encumbrado.


JUSTICIA

¡Oh árbol glorificado,
      dulce planta
que Salomón nos discanta
con voz süave y subida,
y es el árbol de la vida
que el Apocahpsi canta!


TEMOR

Aquesta es la verja sancta
      de Tesé,
donde figurado fué
lo que en Cristo se cumplió,
y es la planta que sembró
el patriarca Noé.
Aquesta es la vid de fe
      con primores
do los dos exploradores
cogeron aquel racimo
que en la Cruz, lagar muy primo,
se exprimió por mis amores.


JUSTICIA

Árbol de inmensos sabores,
      soberano
remedio de aquel manzano
que causó el humano llanto,
y fué el Espíritu Santo
su labrador y hortelano.
En un huerto soberano
   se sembró,
de virgen tierra nasció,
y sacó el árbol rëal
la corteza de sayal
con que el brocado cubrió, etc.



Núm. 5 del códice de fray Bernabé de Padilla, perteneciente al señor Sancho Rayón.



SANTÍSIMO SACRAMENTO (Auto del).- Anónimo.

«Interlocutores: Tres Indios: Brasil, Japón y Mejicano.- La Fe.- Tres pastores: Custodio, Cortes y Consuelo».



Códice de obras representadas en los colegios de Jesuitas de la Bibl. de la Real Academia de la Historia. Citado por La Barrera.



SANTÍSIMO SACRAMENTO (Auto del).- Anónimo.

«Introdúcense: Dos pastores.- Un villano, llamado Falsedad.- Una vieja, la Hejía (Herejía), su madre.- Figura.- Figurado».



Auto viejo, con loa en quintillas.

Figura y Figurado contienden amigablemente sobre sus merecimientos respectivos. Ros dos pastores cantan alabanzas del Sacramento: contradíceles al villano o bobo, en cuyo auxilio sale después su madre, pero al fin sucumbe a las razones que le dan Figura y Figurado, y se vuelve contra la Herejía. En esta instructiva obra se explica largamente la correspondencia entre los hechos del Testamento Antiguo y del Nuevo, y en particular, lo concerniente a la Eucaristía.




FIGURADO

   Esta consagración fiel
que abaja y encierra en él (en el pan)
a Dios, me di, ¿qué será?


FIGURA

Aquel caer del maná
en el pueblo de Israel.


FIGURADO

¿Que esté entero en cualquier parte,
y de cualesquier meajas?
Agora quiero probarte.


FIGURA

Figura aquellas tinajas
de la viuda en muy gran arte.


FIGURADO

Cuando venció aquel león
do halló la miel Sansón,
dime, ¿a qué fué figurado?


FIGURA

A lo dulce que ha dejado
Dios a nos con su pasión.


FIGURADO

El convite que ordenó
Ster, Asnero y Amán,
¿Aman, di, que figuró?


FIGURA

A Judas, que se perdió,
y a los que indignos están.



Núm. 3 del códice de fray Bernabé de Padilla, perteneciente al señor Sancho Rayón.



SANTÍSIMO SACRAMENTO (Coloquio al).- Padre Juan de Cigorondo.

«Interlocutores: Rector.- Doctor 1.º -Doctor 2.º- Doctor 3.º- Doctor 4.º- Vexamen».



Citado por La Barrera.

En el ms. de la Bibl. Nac. 17.286, fol. 334, titulado: «Cartapacio curioso de algunas comedias del padre Juan de Cigorondo, de la Compañía de Jesús», se halla un coloquio al Santísimo Sacramento en metáfora de grado de doctor, precedido de loa.

E.:

Nobilísimos doctores.


A.:

salgáis con menos ruido.


En el mismo ms., fol. 362, hay otro «Coloquio al Santísimo Sacramento» entre los siguientes:

«Interlocutores: Alma.- Ángel.- Amor divino.- Demonio o Lucifer.- Mundo.- Músicos».



E.:

LUC.
Cuando me acuerdo del tremendo día.


A.:

alto, manos a la obra.




SANTÍSIMO SACRAMENTO (Cuatro autos al).- Juan de Luque.

En el libro de Juan de Luque titulado Divina poesía y varios conceptos a las fiestas principales del año, que se ponen por su Calendario..., impreso en Lisboa en 1608.

Al fin del libro están los autos.

Desconocidos para La Barrera.

V. Catálogo de Salvá, tomo I, pág. 461.



SANTÍSIMO SACRAMENTO (Diálogo del).- Anónimo.

«Interlocutores: Noemí, que significa la Iglesia Romana.- Ruth, la de Pamplona.- Booz, el obispo de Pamplona.- El Sentido.- La Fe.- El Amor.- El Temor.- La Vista.- La Humildad».



Diálogo del Santísimo Sacramento, que se representó en las fiestas que su Ilustrísima (el Obispo de Pamplona) hizo este año.

El miércoles, víspera del Corpus de 1610, «acabadas las vísperas, salió el Obispo mi señor con todo el Cabildo al cuerpo de la iglesia, en que, entre el púlpito del Evangelio y reja del altar mayor, debajo del aireo toral del crucero, había un tablado muy capaz en que se asentaron los eclesiásticos y religiosos solos, acompañando al Obispo mi señor. Representóse en él un Coloquio del Santísimo Sacramento, lleno de ingeniosas alegorías y altos pensamientos. Los personajes fueron, parte estudiantes del estudio de la Compañía de Jesús (que aquí le tiene muy granado), parte de los infantes del coro, que para la música del Coloquio fueron necesarias: todos con ricos aderezos, que costaron muchos ducados. Cuyo argumento -sacado del libro de Ruth- es una ingeniosa alegoría del Obispo mi señor y su Iglesia. A su Ilustrísima representa Booz; Ruth, a Pamplona, con quien se desposó, viniendo en ello Noemí, que significa a da Iglesia romana, cabeza y madre de todas las otras. Los segadores son sacerdotes que andan solícitos en esta copiosa mies, movidos por el Obispo mi señor. Ruth es el resto del pueblo, que de mano de los sacerdotes recibe el Sacramento...».

«Representaron todos e hiciéronlo tan extremadamente que decían todos que era fiesta digna de la capilla real; y a la verdad las voces eran excelentes y los lazos de las danzas muy enlazados. El Coloquio... se hizo en este tiempo, porque con mucho acuerdo juzgó el Obispo, mi señor, que en la procesión tendría inconveniente, así por el mucho sol, como principalmente que se descompondría la procesión y haría con menos devoción y gravedad. El Coloquio dio tanto gusto que, a ruego de muchos, se hizo en la octava otras dos veces. En ésta se halló el señor Virrey, Consejos y resto del pueblo, en los mismos puestos en que habían asistido a las vísperas. Finalmente la solemnidad se llevó el día, hasta casi las siete de la noche».



Aunque apareció anónima esta obra, consta que la compuso el padre Salas, de la Compañía (véase el artículo Ruth). Al escribirla correspondió muy cumplidamente este culto ingenio a la pompa del festejo proyectado por el Obispo: hizo un poemita de traza modesta con versos correctísimos y elegantes para el canto y la declamación, y acomodado al gusto del público por las danzas y glosas que ingirió en él, aunque sin sacrificar nunca la naturalidad del lenguaje al deseo de hacer efecto. Copiaremos como muestra el principio de la composición, supuesto que la prueba se puede hacer sin peligro por cualquier parte.




RUTH

   Esta es la Casa del Pan.


NOEMI

   Aquesta, Ruth, es Belén,
adonde colmado bien
liberales manos dan.
   Peregrina largos años,
hoy vuelvo a la amiga tierra,
a gozar en paz la guerra
que me dan propios y extraños.
   Hambre de la patria amiga
me desterró, y vuelvo a ella
por ver la cosecha bella
que rinde la roja espiga.


RUTH

   ¡Oh qué colmada cosecha
contemplo en monte y en llanos!
Estos rinden rojos granos
y aquél vino dulce pecha.
   Las espigas sazonadas
ya la corva hoz desean,
y con los vientos ondean
las cabezas reclinadas.
   Con los sembrados se huelga
distilando el licuor puro,
el racimo ya madur
o que de los pámpanos cuelga.
   ¡Qué sin cizaña está el suelo,
sin cardo o yerba importuna!


NOEMI

Aún todavía hay alguna
que ahoga este pan del cielo.
   Mas aunque en la misma pieza
nace, a aqueste pan no daña,
pues se seca la cizaña
y levanta el pan cabeza.


RUTH

¡Ay, mi Noemi! De este pan,
¡quién comiera!


NOEMI

¿Quien lo impide?
Contigo tus gustos mide,
pues manos francas le dan.


RUTH

Casi de hambre desfallece,
flaca el alma y peregrina.


NOEMI

La cana mies ves vecina,
y el ruino pan se te ofrece.
Hoy la hoz, oh Ruth, se aplica
a los ya maduros granos.


RUTH

Pues los que huyeren sus manos
cogeré en la espiga rica.
   Detrás de los segadores
iré con compuesto paso:
con el mayoral acaso
Gracia hallarán mis amores.


NOEMI

   De tu pariente Booz
es esta pieza que ves,
y hoy a la madura mies
pone la encorvada hoz.
   Si en gracia le caes a él
(que de tu gracia no dudo)
tendrás en su amor escudo
y a Jacob serás Raquel.


RUTH

Dios me dé buena ventura


NOEMI

No tengas miedo en tenella,
pues nunca infeliz estrella
cupo en tan grande hermosura.
 

(Vanse, y salen los segadores cantando:)

 

   Segador que la espiga siegas,
siégalo bien, mira no te hieras.
      Segador polido
      con nueva librea,
      de pellico blanco,
      de peinadas trenzas,
      que los granos de oro
      menudico siegas,
siégalo bien, mira no te hieras.
      Al pan de la gloria
      no siegues tan cerca
      que corten tus dedos
      dientes de la sierra.
      Pureza en las manos,
      Fe en los ojos lleva:
siégalo bien, mira no fe hieras.



El libro que contiene esta obra describe los trajes sacados por los representantes con la minuciosidad que verá el lector.

«Booz, mayoral. Con gabán y montera verde, hasta en pies bordado de plata; cuello y puños de gasa, matizados de seda; medias verdes, calzón y zapato blanco, en la mano un báculo guarnecido de plata, y mangas de tela de plata; ligas verdes de tafetán, con guarnición de plata!

Noemi, la suegra. Saya y cuerpo de tela morada, guarnecida de pasamanos de plata; mangas de tela de plata y ceñidor de tafetán morado; gorguera de tela de plata, cuello y puños de gasa, medias moradas y zapato blanco, con su tocado de cabelleras; ligas de tafetán verde.

Ruth. Saya colorada, cuerpo verde, bordado todo de plata; cuello y puños de cambray, matizado de sedas; ceñidor de tafetán colorado, tocado de cabelleras, delantal de tafetán labrado, gorguera de tela de plata; medias encarnadas y zapato blanco, ligas verdes con guarnición de plata.

Un serrano. Con vaquero y montera de tela verde, guarnecida de pasamanos de plata; mangas de tela de plata; cuello y puños de gasa, matizados de seda; pretina verde, guarnecida de plata; calzón y zapato blanco y medias encarnadas; ligas verdes con guarnición de plata.

Todos los otros serranos salieron de la misma librea, con los mismos bordados, diferenciados en solos los colores: El Amor, de tela azul; El Sentido, de tela verde; El Temor, de tela morada.

Una serrana. Con vaquero colorado, ceñidor de tafetán colorado; saya y mangas de tela de plata, guarnecido de pasamanos de plata; cuello y puños de cambray, matizados de seda; tocado con cabelleras y capillo de tela de plata con vueltas de oro; medias encarnadas y zapato blanco, con ligas de tafetán verde, guarnecidas de plata.

Las otras serranas iban con el mismo traje, de colores diferentes. La Vista y La Fe, de tela verde; La Humildad, de tela morada».



En el libro Fiestas del Corpus que el año de 1610 hizo el ilustrísimo señor don Antonio Venegas de Figueroa, obispo de Pamplona, con un diálogo, cartel poético y poesías premiadas. Por el licenciado Luis de Morales. En Pamplona, por Nicolás de Assiayn, 1610.



SANTÍSIMO SACRAMENTO (Égloga al), sobre la Parábola evangélica Math., 22, y Luc., 14.- Anónimo.

«Entra el Rey (Dios Padre) con cuatro criados, Calisteno, Aretino, Aretiquio y Plúteo». Intervienen además en la obra Philargirio, Acribeo, Edismeno, Penco (pobre manco); un Ciego, un Cojo y dos romericas.

Trátase en este auto sacramental la Parábola de la Cena. Philargirio, Acribeo y Edismeno son los tres personajes que, con diversos pretextos, se excusan de acudir al llamamiento divino; Penco, el pecador que va al banquete sin cambiar de vestidura.

Al tenor de una antigua y conocida fábula, sale el Ciego guiado por el Cojo y llevándole a cuestas. También las mujeres asisten al festín nupcial, representadas por las romeras de Santiago, diferenciándose en ello esta obra de cuantas conocemos fundadas en el mismo asunto.

De todas ellas es la presente la que menos vale. Aunque parece anterior a los Desposorios de Cristo, de seguro no sirvió de modelo a este último auto, en el cual, según las trazas, solamente hizo Timoneda oficios de refundidor. Húbose de escribir la Égloga presente en el segundo tercio del siglo XVI, y quizá viviendo todavía Garcilaso, a cuyas obras se refiere esta acotación:

«Aquí salen cantando al tono: Si de mi baja lira:


      Ingrato corazón,
y más duro que mármor a mis quejas».



Durante la cena cantan los criados del Rey, a lo divino, algunas de las coplas morales de Jorge Manrique:


   Recuerda el alma dormida,
avive el seso y despierte
retemblando,
no le sea esta comida
juïcio de cruda muerte,
comulgando.
   Hombres locos, atrevidos,
si deseáis el maná
       celestial,
vestíos de otros vestidos;
la vestidura buscad
nupcïal.



De la propia manera se hallan intercalados en la composición otros versos serios y chanzonetas populares:


   Una fuente vi manar
esta dichosa mañana;
yo la vi, yo la vi manar,
y siempre mana.
Señor, dad por Dios,
pues Dios se ha dado,
a las romericas de Santiago.



Cuaderno ms. en 4.º que contiene tres composiciones eucarísticas, letra del siglo XVI. Parece haber sido desglosado de algún códice más voluminoso. Biblioteca del señor Sancho Rayón.



SANTO ANTONIO (Auto de).- Alfonso Álvarez.

«Feito a pedimento dos muy honrados e virtuosos Conegos de San Vicente: muy contemplativo, en partes muy gracioso, tirado da sua mesma vida.

  • Lisboa, por Vicente Álvarez, 1613, 4.º;
  • Evora, por Francisco Simoes, 1615, 4.º;
  • Idem, por Antonio Álvarez, 1639, 4.º;
  • Idem, por Domingo Carneiro, 1659, 4.º;
  • Idem, na officina Ferreiriana, 1723, 4.º, 15 págs.».


Adiciones mss. de La Bairrera.



SANTO DOMINGO EL SORIANO.- Montalbán.

Catálogo de Mesonero.

De Montalbán hay una comedia titulada Santo Domingo en Soriano.



SANTO NACIMIENTO (Auto del).- Anónimo.

Citado por La Barrera en sus Adiciones mss. con referencia a Gallardo. Cuaderno de diferentes obras y romances y coplas diferentes. (S. l. n. a., s. XVI)



SANTO (EL) REY DON FERNANDO (1.ª parte).- Calderón.

Autos sacramentales, alegóricos e historiales, etc. Madrid. 1677. Reimpresión de este tomo, Madrid, 1690. Colección de Pando y Mier. Idem de Apontes.

Reimpresa la edición príncipe en Madrid, 1715, por Ángel Pascual Rubio (Fajardo, Diserc. ms.).



SANTO (EL) REY DON FERNANDO (2.ª parte).- Calderón.

Autos sacramentales, alegóricos e historiales..., etc. Madrid, 1676. Reimpresión de esta colección, Madrid, 1690. Colección de Pando y Mier. Idem de Apontes.

Reimpresa la edición príncipe en Madrid, 1715, según Fajardo.

Medel dice que va acompañado no sólo de loa, sino de entremeses y bailes, lo que no es así en las ediciones de 1677, 1717 y 1760.



SEGADERUELA.- Anónimo.

Para las fiestas del Corpus de 1613 se dispuso en Sevilla la representación de esta obra, tomando a su cargo las pinturas y apariencias el maestro Gonzalo de Campos, según consta del expediente que se instruyó al efecto. He aquí los pormenores que da sobre el asunto el señor Velázquez y Sánchez:

«Para el carro de la representación donde se hiciese la Segaderuela, trazó dividirlo en dos foros. En el uno aparecía pintada una casa, con arreglo a las circunstancias de su argumento, y en su cuerpo segundo un árbol, en cuyo tronco resaltara David; en dos ramas laterales, la Santísima Virgen María y el Patriarca San José, y en la de enmedio y principal Jesús Niño, ostentando en una mano un haz de espigas y en la otra un racimo de uvas, símbolos sacros del sacrificio incruento. En el foro del otro medio carro se había de pintar al evangelista San Mateo, inspirado por el Ángel de su emblema, y un sitial figurado con lienzo».


(Revista de Ciencias, Literatura y Artes, tomo VI, entr. 4.ª- Sevilla, 1860)                


No parece, al tenor del expediente extractado por el señor Sánchez, que se verificase al fin la representación de este desconocido auto.



SEGUNDA ESPOSA Y TRIUNFAR MURIENDO.- Calderón.

E.:

Venid, mortales, venid


A.:

Ya que aplauso no merece.


Al fin lleva la fecha de 30 de mayo de 1648.

BN, Mss., 16.2811.

Impreso en la parte 6.ª de Autos, 1717.



SEGUNDO (EL) ADÁN.- Auto de Calderón.

Véase: Órdenes (Las) militares.



SEGUNDO (EL) BLASÓN DE AUSTRIA.- Calderón.

E.:

Pues es día de contento


A.:

el loor del segundo
blasón del Austria.


BN, Mss., 16.2812.

Impreso en la parte 4.ª de Autos, 1717.



SEGUNDO (EL) DAVID.- Calderón.

E.:

HUM.
Cuando pastor soberano.


A.:

venció al gigante.


BN, Mss., 16.2797.

Impreso en los Autos sacramentales alegóricos, 1677.



SEGUNDO (EL) DIMAS.

Véase: Nuestra Señora del Rosario.



SEMBRADORES (Farsa del Sacramento de los).- Anónimo.

«Figuras: Amor divino.- Misericordia.- Nazarem.- Belén.- Voluntad.- Calvario.- Jerusalén.- La Caridad».



E.:

Ilustrísimo Senado.


A.:

y aquí nuestro auto se acabe.


Obra que, a semejanza de otras varias de su tiempo, alegoriza en la siembra y elaboración del pan el misterio de la Eucaristía. En particular tiene esta farsa gran parecido con la del Amor Divino. Allí permanece en escena este personaje desde el principio al fin de la obra, acompañado del Contentamiento; aquí hacen lo propio el Amor Divino y la Misericordia. Y en ambas farsas van saliendo ordenadamente las demás figuras para explicar de qué manera intervienen en la fabricación del Pan eucarístico.

Nazarem, según la farsa presente, fue el sembrador, porque en Nazareth nació la Santísima Virgen, de quien dice un personaje (con aquella viva fe en el misterio de la Concepción, tan antigua en los españoles):


   En vos, oh tierra sagrada,
se sembró el grano, que es Dios,
no labrada ni escardada;
que yerba de culpa en vos
n'os tocó, ni fué hallada.



En Belén nació el grano; la voluntad fue el segador; Jerusalén trilló; molió el Calvario y, por último, la Caridad amasó el pan. Véase de qué manera explica la Voluntad su oficio:


   Que después de ser cumplida
la edad cumplida y más fuerte,
seguéle de su manida,
porque Él segase la muerte,
segándole yo la vida.
   Que Él, sin Hombre, no muriera,
ni hombre sin Él se salvara;
que, si Dios sin Hombre fuera,
el hombre no le matara
ni por Hombre padeciera.
   Mas fueron tan de consuno
Dios y Hombre, y hombre y Dios,
y Adán fué tan importuno,
que para salvar al uno
fueron menester los dos.



Por conclusión entonan los personajes en loor del Santísimo Sacramento sendas quintillas, algunas de las cuales reprodujo Timoneda, o integras o con leves cambios, en la Fuente de los Siete Sacramentos. Una de ellas, que empieza:


   Mundo, la Fe sola es llave, se encuentra,



además, repetida en la farsa anónima de la Fuente de San Juan.

BN, Mss., 14.711. Núm. 70.

Publicado por Rouanet en la Col. de Autos, Farsas..., etc.



SEMILLA (LA) Y LA CIZAÑA.- Calderón.

E.:

ZIS.
Abra horrible la boca


A.:

a vuestros pies yace.


BN, Mss., 16.2807.

Impreso en la parte 3.ª de Autos, 1717.



SÉNECA (EL) ESPIRITUAL.

Véase: Tres (Las) finezas del mayor amante.



SENTIDOS (LOS) CORPORALES.- Don Fernando de la Torre Farfán.

Citado por La Barrera en sus Adiciones mss. con referencia a un ms. de Sancho Rayón titulado: Segundo tomo de las obras en prosa y verso de don Fernando de la Torre Farfán, clérigo presbítero, natural de Sevilla.



SERPIENTE (LA) DE METAL.- Calderón.

E.:

Gócese el pueblo de Dios


A.:

y al alma la eterna.


BN, Mss., 16.276.

Impreso en la parte 2.ª de Autos, 1717.



SERRANA (LA) DE LA VERA DE PLASENCIA.- José de Valdivielso.

E.:

RAZÓN.
Sal de las duras prisiones.


A.:

le daremos fin con esto.


BN, Mss., 11.677.

En la Col. Doce autos sacramentales. Toledo, 1622. Publicado por González Pedroso en el tomo 68 de la Biblioteca de Autores españoles.

El manuscrito, en que no consta el nombre del autor, ofrece variantes de importancia y tiene versos que faltan en el impreso.

El Catálogo de Huerta le cita como anónimo.



SIBILLA CASSANDEA (Auto da).- Gil Vicente.

«Figuras: Cassandra.- Salomāo.- Erutea.- Perésica.- Cimería.- Esaias.- Moyses.- Abrahāo».



El pastor Salomón quiere contraer matrimonio con la zagala Casandra; pero ella se niega a sus deseos esperando ser la Virgen a quien está prometida la gloria de ser Madre de Dios. Bien es verdad que en esta negativa influyen muy poderosamente otras razones de especie harto diversa, como por ejemplo la aversión de la Sibila a los trabajos de la vida conyugal y su desmedido orgullo, que la hace tenerse por superior a cualquier hombre. Inútilmente pretenden vencer su resistencia las sibilas Pérsica, Eritrea y Cimeria, o Cumana, en cuyo auxilio salen después Isaías, Moisés y Abraham, tíos de Salomón. Córrese en esto una cortina y se descubre una apariencia del nacimiento de nuestro Señor; a cuyo aspecto entonan todos las debidas alabanzas, uniéndose Casandra a los demás para tributar loores, no solamente al Niño Dios, sino también a su Madre Santísima.

Al final de la obra, y con aplicación a la Virgen María, se encuentra la conocida canción:


Muy graciosa es la doncella:
¡Cómo es hermosa y bella!



Todas las ediciones de Gil Vicente.



SIEGA (LA).- Lope de Vega.

En la colección: Fiestas al SSmo. Sacramento, Zaragoza, 1644.



SIEMBRA (LA) DEL SEÑOR.- Calderón.

E.:

PADRE.
Mortales hijos de Adán.


perdonad las faltas de él


A.:

BN, Mss., 16.2804.

Estaba ya escrito en 1655, en que se imprimió, atribuido a Rojas, con el título de Los Obreros del Señor. «Autos sacramentales con 4 comedias nuevas», etc.

Impreso en la parte 6.ª de Autos, 1717.



SIETE (LOS) PLANETAS.- Calderón.

«Tabla de los autos sacramentales de D. Pedro Calderón», por Vera Tasis.

No hay otra noticia de esta obra.



SIGLO (EL) DE LA PIEDAD (Auto famoso) y el patriarca aragonés el Beato Josef de Calasanz, fundador de las Escuelas Pías.- Don Fernando de Heredia.

A pesar de su título de auto, es comedia en tres jornadas, bien que, a excepción del protagonista, dos graciosos y el demonio, se renuevan en cada acto todos los personajes.

Suelto, sin lugar ni año.

«Se hallará este auto en Zaragoza en casa de Manuel Sierra, mercader de libros, en la Sombrerería; en Valencia, en casa de Simón Faure, y en Barcelona, en casa Juan Piferrer».





SITIO (EL) DE BUDA.- Auto sacramental de don Pedro Lanini y Sagredo.

«Personas: Carlos, Duque de Lorena.- El Príncipe de Saboya.- El Duque de Baviera.- San Juan Bautista.- Abdi, bajá de Buda.- La Gentilidad, dama.- El Paganismo, turco.- La Sinagoga.- La Ignorancia, gracioso.- Un niño, ángel».



E.:

De Addi, bajá ilustre.


A.:

la fe rinda a ese Señor inefable,


BN, Mss., 16.631.



SOBERANA (LA) VIRGEN DE GUADALUPE, Y SUS MILAGROS Y GRANDEZAS DE ESPAÑA.- Anónimo.

Don Justino Matute y Gaviria atribuyó esta pieza a Cervantes. Hay ediciones de Sevilla de 1605, 1615, 1617 y 1868, en las que se intitula indebidamente comedia.

Catálogo de Salvá.



SOCORRO (EL) DE CÁDIZ.- Licenciado Juan Pérez de Montalbán.

«Hablan: El Error, príncipe.- La Fe, infanta.- El Placer, gracioso.- El Entendimiento, viejo.- El Engaño, privado.- La Voluntad, dama.- La Iglesia.- Un ángel.- Dos alabarderos».



Figura además en la primera escena un interlocutor llamado Ginés.

El Error ha venido de Inglaterra a España, solicitando por esposa a la Fe; pero ésta, cuerdamente aconsejada, se resiste a tan desigual consorcio, y ordena a su pretensor que se retire. Sediento de venganza el desairado amante, asedia a Cádiz con una poderosa escuadra; y aunque la Fe se defiende bizarramente, logra ponerla en grande estrechez, cortando el paso a los víveres. En esto llega de Sevilla la Iglesia con abundante repuesto de pan y vino: detrás del cáliz y la hostia aparece Jesucristo resucitado: vuela abrasada la nave del Error y concluye el auto.

Ya se habrá conocido que en esta composición de circunstancias quiso conmemorar el poeta la resistencia de la infanta doña María, hermana de Felipe IV, a contraer matrimonio con el Príncipe de Gales; la venganza que pretendió tomar el despechado Príncipe luego que subió al trono, y la gallarda defensa que de nuestras costas hizo en aquella ocasión el capitán general de Andalucía Duque de Medinasidonia, obligando a los ingleses a retirarse con pérdida considerable de buques y gente.

El auto abunda en alusiones. Está escrito con mayor tersura que los demás de Montalbán.

Véase la descripción que del Príncipe hace el Placer:


   Primeramente, en rigor,
él viene de mala tierra,
y le llaman el Error.
Pues, si hasta en el nombre yerra,
¿quién puede tenerle amor?
   En cuanto a ser buen cristiano,
si está en la iglesia, es de prisa;
más que devoto, profano;
y en aquesto de ver misa
dicen que se va a la mano.
   En la abstinencia divina
es única la dotrina
que nos ha enseñado; tanto,
que se come en viernes santo,
sin melindre, una gallina.
   Hanme dicho que enamora
a la Infanta mi señora
que es la Fe, cuya hermosura
en resplandor y blancura
puede apostar con la aurora;
   y pésame, por mi vida,
porque él tiene ruines tratos
y ella es algo mal sufrida,
y como perros y gatos
han de andar toda la vida.
   Aquesto el juicio me abolla,
porque presumo, Ginés,
que se ha de comer la polla,
y nos ha de dar después
con los cascos de la olla.



Es decir, que se había de llevar a la Infanta sin lograrse por eso los fines políticos a que iba ordenado aquel matrimonio.

Al final se lee:

«Sevilla y 6 de abril 1626. Alabado sea el Santísimo Sacramento y la Purísima Conceción de Ntra. S.ª Si quid dictum adversus fidem aut bonas mores tanquam non dictum, et omnia sub correctione S. M. E. El Lldo. Ju.º Pérez de Montalbán».



Copia del siglo XVII, perteneciente al señor Sancho Rayón.



SOCORRO (EL) GENERAL.- Calderón.

E.:

SINAG.
Hebrea milicia, cuyo


A.:

tuyo, y por esclavo vuestro.


BN, Mss., 16.2773.

Con nota de haberse representado en Toledo en 1644. Impreso en la parte 5.ª de Autos, 1717.



SOL (EL) A MEDIA NOCHE.- Manuel Noguera de Sousa.

Citado por La Barrera.



SOL (EL) A MEDIA NOCHE.

Véase: Nacimiento (El) de Cristo nuestro bien.



SOL (EL) A MEDIA NOCHE Y ESTRELLAS AL MEDIO DÍA.

Auto famoso del nacimiento de Cristo nuestro Señor, del doctor Mira de Mescua.

Es reimpresión del mismo a que se refiere el artículo precedente. (Véase: Nacimiento de Cristo nuestro bien) Hízose suelta, en Madrid, por Juan Sanz, en la plazuela de la calle de la Paz, siglo XVIII. El aditamento «y estrellas al medio día», que no está en la edición del siglo XVII; se le pondría, acaso, por haber confundido este auto con una comedia del mismo título, escrita por Juan Bautista de Villegas, y citada en varios Catálogos.



SOLDADO (EL).- Licenciado Cosme Gómez Tejada de los Reyes.

Auto alegórico a la Natividad del Señor. Por jugar en él los personajes al juego del soldado lleva por título esta palabra.

«Noche buena. Autos al nacimiento del Hijo de Dios..., por el licenciado Cosme Gómez», etc. En Madrid, por Pablo de Val, 1661.



SOLDADO (EL) A MERCED.- Anónimo.

«Figuras: El Hombre.- La Nada.- El Engaño.- La Malicia.- La ley evangélica.- Pensamiento.- Discurso.- Músicos.- Serrana.- San Miguel.- General divino».



E.:

NADA.
Que tomes estado es justo.


A.:

da fin con tan alto empleo.


BN, Mss., 16.799.

Citado en el Catálogo de Huerta. Según La Barrera, poseía don Agustín Durán un manuscrito incompleto de esta obra. El de la Biblioteca Nacional procede de la de Osuna.



SOLDADO (EL) VENCEDOR.- Licenciado Cosme Gómez Tejada de los Reyes.

Impresión suelta, sin lugar ni año.

Es el auto natalicio de El Soldado (Véase este título).



SOLDADOS (LOS) DE LA IGLESIA.- Comedia o auto sacramental.

«Figuras: Iglesia, fee.- Agustino, soldados.- Tomás, soldado.- Buenaventura, soldado.- Ignacio, soldado.- Sencillez, verdad.- Herejía.- Calvino, soldado.- Beza, soldado.- Malicia, mentira.- Thisiphone furia».



E.:

IGL.
Capitanes valerosos.


A. (incompleta):

estimo, reinas, la agudeza suma.


Termina incompleta en la segunda hoja de la segunda jornada.

BN, Mss., 3.917, fol. 6.



SOLEDAD (LA) DE MARÍA.

Véase: A puestas del sol, el alba.

Véase: Muerte y entierro de Cristo.



SOTILLO (EL) DE MADRID.- Rojas.

«A la tarde se representaron los autos... Otro fué de don Francisco de Rojas, que no pareció bien: fué el Sotillo de Madrid, a lo divino: representóle Jusepa y la Neguilla, con la mitad de la compañía de la viuda».



(Esta viuda era la del autor de comedias Tomás Fernández)

Pellicer, Avisos correspondientes a 1641.



SUCESIÓN (LA) DEL PECADO.- Auto sacramental.

«Figuras: Imprudencia.- Descuido.- Apetito.- El hombre.- Recelo.- Temor.- Gusto.- Rigor de justicia.- La Verdad, de escribano».



E.:

IMP.
Descuido, di que será?


A.:

la sucesión del pecado.


No citado por La Barrera.

BN, Mss., 15.155.



SUCESOS Y MILAGROS DEL ALMIRANTE DE ARAGÓN.

El Catálogo de Huerta y otros citan como anónimo, con este título, el auto Los milagrosos sucesos del Almirante de Aragón, ya descrito en la letra "M".



SUEÑO (EL) DE ENDIMIÓN.- Auto sacramental historial alegórico de don Manuel de Arriaga Feijóo y Rivadeneira.

«Personas: Endimión.- Hermosura.- La Magestad.- Sencillez.- Dictina.- Calixto.- Gracia.- Diana.- Plutón.- Hesifón.- Enone.- Amor.- Porcia.- Anaxarte.- Mejera.- Alecto.- Aglaia.- Eufrosina.- Sabiduría».



Coro 1.º- Coro 2.º

E.:

DIA.
Obscuro calabozo del abismo.


A.:

en el sueño de Endimión.


Atribuido malamente por algunos a Calderón, según Fajardo. (Disertación ms.)

BN, Mss., 17.121.



SUEÑO (EL) DE JAVIER (Diálogo del).- Anónimo.

Más bien que diálogo debe llamarse soliloquio con música.

Conmovido San Francisco Javier por ciertos cánticos que oye en sueños, resuelve mudar de vida y consagrarse todo al servicio de Dios.

Composición breve del siglo XVIII.



SUEÑO (EL) DE LUCIFER, Y PERICO EL DE LOS PALOTES.- Un ingenio de Salamanca.

Auto al nacimiento.

Impresión suelta del siglo XVIII, Salamanca, por Foxar.

Citado en el Catálogo de Huerta como anónimo.



SUEÑO (EL) DE NABUCODONOSOR (Auto del).- Anónimo.

«Figuras: Un camarera - Un page.- Arioc.- El Rey Nabuc.- Tres sabios.- Un pregonero.- Daniel».



E.:

Un sueño soñó Nabuc.


A.:

Laudate eum omnes populi.


Acuéstase Nabuco, y mientras discuten sus camareros si han de jugar a los naipes o a los dados, despierta despavorido. Los sabios de su corte sucumben en el empeño de adivinar lo que ha soñado; Daniel pide que se suspenda la ejecución de la sentencia que los condena a muerte, implora el favor de Dios, expone e interpreta el sueño del Rey y recibe de éste las mayores muestras de agradecimiento.


   Yo confieso tu Dios es
Dios de los dioses mayor,
Rey de los reyes, Señor,
y aquí postrado a tus pies
yo te adoro por su honor.
   Traigan aquí encienso luego,
que yo te quiero incensar.



En la exposición del sueño por Daniel hay exactitud y claridad. Precede al auto una «Loa en romance, cantando»:


   Un sueño soñó Nabuc,
grand' espanto le ponía,
y después que recordó,
olvidado se le había, etc.



BN, Mss., 14.711, n.º 15.

Publicado por Rouanet en la Col. de autos, farsas..., etc.



SUEÑO (EL) DEL GÉNERO HUMANO Y FURIA DE LUCIFER.- Anónimo.

Catálogos de Huerta y otros.



SUEÑOS HAY QUE VERDAD SON.- Auto sacramental al nacimiento del Hijo de Dios, de don José Pérez Montoro, precedido de loa, escrita en 1701 para los acólitos de la Catedral de Cádiz.

«Personas: María Santísima.- San José.- El género humano.- Lucifer.- Un ángel.- Lisardo, pastor.- Teresa, pastora.- Gil Chamorro, su marido.- Bartolo, pastor.- Músicos».



E.:

GÉN. HUM.
Dónde, lágrimas mías.


A.:

sueños hay que verdad son:
si hay sueños que tanto alegran.


BN, Mss., 4098, fol. 172.



SUEÑOS HAY QUE VERDAD SON.- Auto sacramental alegórico de Calderón.

E.:

SUEÑO.
¿Dónde me llevas, hermosa?


A.:

Perdonad sus muchos yerros.


BN, Mss., 16.2785.

Impreso en la parte 3.ª de Autos.



SUEÑOS HAY QUE VERDADES SON.- Calderón.

Auto natalicio, que nada tiene que ver con el sacramental del mismo título. La identidad de éstos sería sin duda causa de que, en el siglo XVIII, se atribuyese a Calderón la presente obra.

Edición suelta, siglo XVIII, Salamanca, Toxar.