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71

Contiene incluso el mismo privilegio de la edición príncipe y sólo añade el privilegio para Portugal, en portugués, de 9.2.1605. También lleva la misma foliación a pesar de la inclusión de los pasajes del robo y de la recuperación del rucio de Sancho omitidos en la edición anterior, para lo cual tuvieron que hacerse reajustes de composición en los folios afectados. (N. del A.)

 

72

O quizás la misma edición con varias reimpresiones (dos por lo menos, y aún hay quien habla de una tercera). Se trata de una cuestión no definitivamente resuelta por falta de un estudio (o, si existe, lo desconozco) en base a un examen completo de todos los ejemplares que hoy se conservan. Esta edición de Mey sigue el texto de la segunda edición de Cuesta, según se comprueba con sólo ver que contiene los pasajes del rucio. (N. del A.)

 

73

Cfr. nota 9 y luego al repasar las teorías de Flores, nota 128. (N. from the A.)

 

74

Por descontado que no existe ningún repertorio, ni siquiera sumario, de las diferentes lecturas de todos los pasajes cervantinos: sólo algunos artículos sueltos sobre determinados pasajes. Cfr. nota 135. (N. from the A.)

 

75

Que ya empezaron en la edición de DQ1:Li-1605-Rodríguez. (N. from the A.)

 

76

Ambas siguen DQ1:M-1605-Cuesta / . (N. del A.)

 

77

Que sigue DQ1:V-1605-Mey. (N. from the A.)

 

78

Debía estar agotada la edición DQ1:Br-1611-Velpius/Antonio, y ésta de 1617 Antonio debió imprimirla para unirla a la segunda parte, DQ2:Br-1616-Antonio, del año anterior. (N. del A.)

 

79

Privilegio de 30.3.1615 y tasa de 21.10.1615. (N. from the A.)

 

80

La extraña división de cuatro partes tan desiguales, en DQ1 (8, 6, 13 y 25 caps.), es un detalle más que añadir para hacer aumentar la confusión. ¿Debemos pensar que Cervantes, al tener prisa por ver la obra impresa, no cuidó mucho su presentación a partir de su segunda mitad? No es probable, pues ya en los primeros capítulos, según los críticos, se observan descuidos notables, como la falta de concordancia de algunos epígrafes con el contenido respectivo, y esto nos llevaría a situar este pretendido «descuido cervantino» a comienzos ya de la obra. El mismo Persiles, al que casi seguramente Cervantes no pudo acabar de darle forma exterior definitiva, es más regular en su división de partes: sólo el último libro, acaso escrito con precipitación, es algo menor que los restantes tres primeros. (N. del A.)