110. La naturaleza humana, guiada por la Razón, ha caído en mil errores; y con todo eso, hay Sofistas que ponen nuestra felicidad en seguir los impulsos naturales.
111. Estado actual de nuestra naturaleza, semejante a una antorcha que luce de noche en un monte.
112. No de otra causa han nacido los muchos sistemas de Moral: porque si nuestra naturaleza nos supiera guiar, no habría diversidad de opiniones en lo que pertenece a ella.
113. La Razón debe procurar restituir el hombre a su verdadero estado.
114. Para hallar este estado, debe examinar el Mundo.
115. Y examinándole, hallará que no pertenece a él.
116. El hombre tiene cuerpo para poder vivir en la tierra: si ésta es miseria, se recompensa con que con ella puede hacerse eternamente feliz.
117. Y he aquí, por qué el hombre tiene un orden peculiar suyo: un orden que le proporcione esta felicidad eterna.
118. Este orden consiste en las leyes de nuestra racionalidad.
119. Y es preciso que haya estas leyes, porque sin ellas no habría orden.