Jornada I
|
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Sale SILVIO de
pastor de gala.
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SILVIO |
Alto monte de Arcadia, que
eminente |
|
al cielo empinas la elevada
frente, |
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-26r- |
cuya grande eminencia tanto
sube, |
|
que empieza monte y se remata
nube, |
|
siendo de tu copete y de tus
huellas |
5 |
la alfombra rosas y el dosel
estrellas... |
|
|
|
FEBO |
Bella selva de Arcadia, que
florida |
|
siempre estás de matices
guarnecida, |
|
sin que a tu pompa, a todas horas
verde, |
|
el diciembre ni el julio se
acuerde, |
10 |
siendo el mayo corona de tu
esfera, |
|
y su edad todo el año
primavera... |
|
|
|
SILVIO |
Pájaros, que en el aire
fugitivos, |
|
sois matizados ramilletes
vivos, |
|
y añadiendo colores a
colores, |
15 |
en los árboles sois parleras
flores... |
|
|
|
FEBO |
Ganados, que en el monte
divididos, |
|
música sois de esquilas y
balidos, |
|
y en la margen de aquese arroyo
breve, |
|
cándidos trozos de cuajada
nieve... |
20 |
|
|
SILVIO |
A pediros albricias mi
alegría |
|
viene de las venturas deste
día, |
|
pues Eco, en él, zagala la
más bella |
|
que vio la luz de la mayor
estrella, |
|
de humana da floridos
desengaños, |
25 |
un círculo cumpliendo de sus
años. |
|
|
|
FEBO |
Pésames viene a daros mi
tristeza, |
|
de que la rara y singular
belleza |
|
de Eco, desengañada de que
ha sido |
|
inmortal, un círculo ha
cumplido |
30 |
de sus años, que aunque de
dichas llenos, |
|
cada año más es una
gracia menos. |
|
|
|
|
(Sale BATO.)
|
[BATO] |
Selvas de Arcadia, bello excelso
monte, |
|
ganados y aves, pues, deste
horizonte, |
|
a pediros albricias he venido |
35 |
y a daros hoy un pésame
cumplido: |
|
las albricias, porque Eco a la
florida |
|
fiesta hoy de sus años nos
convida, |
|
y con su vanidad hacer promete |
|
a todas un opíparo
banquete; |
40 |
y el pésame, porque
(¡dolor extraño!) |
|
otro no nos hará de hasta
aquí a un año. |
|
|
|
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|
|
FEBO |
¿Tú mismo a ti te
nombras, mentecato? |
|
|
|
-26v-
|
BATO |
Pues si no hay quien me
nombre, |
45 |
¿qué he de hacer? Y
este estilo no os asombre, |
|
que el tiempo está tan necio
e importuno, |
|
que es menester honrarse cada
uno. |
|
|
|
FEBO |
Silvio, pues ¿dónde
bueno? |
|
|
|
SILVIO |
De gusto vengo y de alborozo
lleno |
50 |
a esta hermosa cabaña, |
|
que dos veces pajiza el sol la
baña. |
|
|
|
FEBO |
Yo también a ella
vengo, |
|
y de verte a ti en ella celos
tengo; |
|
que ya mi amor está
desengañado |
55 |
de que vives de Eco enamorado. |
|
|
|
SILVIO |
¡Oh qué temprano,
cielos, |
|
antes que con mi amor, di con mis
celos! |
|
|
|
BATO |
¡Qué falsos, con
esfuerzos semejantes, |
|
están unos con otros los
amantes! |
60 |
|
|
|
BATO |
Aunque ya quisiera
|
|
decirlo, no pudiera, |
|
porque toda esta música,
este ruido, |
|
dice que Eco ha salido |
|
de todos los zagales
festejada. |
65 |
|
|
SILVIO |
Darela el parabién con voz
turbada, |
|
hasta que hablen más claro
mis desvelos. |
|
|
|
FEBO |
¿Quién vio en villano
amor tan nobles celos? |
|
|
|
|
(Salen MÚSICOS, SILENO, ANTEO, NISE, SIRENE, ECO detrás.)
|
MÚSICOS |
A los años felices de
Eco, |
|
divina y hermosa deidad de las
selvas, |
70 |
feliz los señale el mayo con
flores |
|
ufano los cuente el sol con
estrellas. |
|
|
|
SILVIO |
Eco hermosa, en quien
cifró |
|
la sabia naturaleza |
|
la más singular belleza |
75 |
que jamás la Arcadia
vio; |
|
el círculo que
cumplió |
|
la aurora en tus luces bellas, |
|
tanto mayores que en ellas |
|
unos y otros resplandores... |
80 |
|
|
[ÉL y
MÚSICOS] |
Feliz los señale [el mayo
con flores, |
|
ufano los cuente el sol con
estrellas.]1 |
|
|
|
FEBO |
Tu florida primavera |
|
el invierno ignore
frío, |
|
ardiente ignore el
estío, |
85 |
porque dure lisonjera |
|
en su verdor, de manera |
|
que de la muerte las huellas |
|
no tronquen sus rosas bellas, |
|
sino sus claros albores... |
90 |
|
|
[ÉL y
MÚSICOS] |
Feliz los señale [el mayo
con flores, |
|
ufano los cuente el sol con
estrellas.] |
|
|
|
BATO |
Mi lengua no te aconseja |
|
vivir tanto; que es error, |
|
que morir moza es mejor |
95 |
que no llegar a ser vieja. |
|
Y así las edades deja, |
|
que en pasándosete
aquella |
|
de la hermosura más
bella, |
|
los matices y colores... |
100 |
|
|
[ÉL y
MÚSICOS] |
Feliz los señale [el mayo
con flores, |
|
ufano los cuente el sol con
estrellas.] |
|
|
|
ECO |
Estoy muy agradecida |
|
|
-27r- |
al festejo que me
hacéis, |
|
y para que me mandéis, |
105 |
solo estimaré esa vida |
|
en la canción repetida; |
|
pero quejarme también |
|
debo este tiempo, de quien |
|
con extremos más
extraños |
110 |
en la fiesta de mis
años |
|
no me ha dado el
parabién. |
|
|
|
ANTEO |
Si es que lo dices por
mí, |
|
yo soy rústico pastor. |
|
Nunca hablar supe en amor; |
115 |
luchar con las fieras,
sí; |
|
y ya que he callado
aquí, |
|
en tu nombre al monte
iré, |
|
cuanto cace traeré; |
|
y así, con acción
más alta, |
120 |
lo que en palabras me falta, |
|
en obras te lo diré. |
|
|
|
SILENO |
Si por mí también ha
sido, |
|
Eco, la queja que has dado, |
|
no extrañes que mi
cuidado |
125 |
me tenga tan suspendido. |
|
Años también han
cumplido |
|
hoy mis mayores enojos; |
|
y así, en rendidos
despojos, |
|
no te ofrecen mis agravios |
130 |
las lisonjas de los labios, |
|
sino el llanto de los ojos. |
|
Doce años ha que
faltó |
|
Liríope, mi hija bella, |
|
destos valles, y que della |
135 |
no tuve noticia yo: |
|
hoy los cumple, y así,
no |
|
admires ver en mis
daños |
|
sentimientos tan
extraños, |
|
pues el día (¡oh
suerte dura!) |
140 |
que cumple años tu
hermosura, |
|
cumple mi desdicha
años. |
|
|
|
BATO |
Hoy no es de lágrimas
día. |
|
|
|
SIRENE |
No nos quite la
extrañeza |
|
de tu notable tristeza |
145 |
nuestra común
alegría. |
|
|
|
NISE |
Vuelva a la dulce
armonía |
|
a poblar los vientos. |
|
|
ECO |
Hoy
|
|
al templo ofrecida estoy |
|
de Júpiter, que en lo
oculto |
150 |
yace deste monte inculto, |
|
pues acompañada voy |
|
de todos, cumplirle quiero |
|
ahora, que mal pudiera |
|
sola yo, sin que temiera |
155 |
el horrible mostruo fiero |
|
que en él se esconde. |
|
|
FEBO |
Aunque infiero
|
|
cuánto es grave
pesadumbre |
|
querer penetrar la cumbre |
|
donde ese templo se asienta, |
160 |
pues su fábrica
violenta |
|
del sol escala la cumbre, |
|
vamos, que yendo contigo, |
|
la dificultad mayor |
|
hará fácil el
amor. |
165 |
|
|
|
BATO |
Yo no, que a ir no me obligo |
|
adonde un monstruo encantado |
|
muestas gentes y ganado |
|
tantas veces asombró. |
170 |
|
|
SIRENE |
Vuelva la música, y no |
|
quede pastor en el prado |
|
que no vaya. |
|
|
SILVIO |
Yo también
|
|
llegar hasta el templo quiero, |
|
por si en él piedad
espero. |
175 |
|
|
NISE |
Pues prosiga el
parabién. |
|
|
|
FEBO |
¡Ay, Eco divina,
quién |
|
obligara tu rigor! |
|
|
|
|
ECO |
¡Quién querida no se
viera! |
180 |
|
|
SILENO |
¡Quién su llanto
divirtiera! |
|
|
|
|
LA MÚSICA |
A los años felices de
Eco, |
|
divina y hermosa deidad [de las
selvas, |
|
feliz los señale el mayo con
flores, |
185 |
ufano los cuente el sol con
estrellas.] |
|
|
|
-27v-
|
|
(Vanse, y sale LIRÍOPE, y NARCISO de pieles, y LIRÍOPE con arco y flechas, y
NARCISO sin
él.)
|
|
NARCISO |
¿Cómo
|
|
quieres tú que me
detenga, |
|
si esos pájaros que
escucho |
|
forman tan extraña y
nueva |
190 |
música para mi
oído, |
|
que arrebatado me llevan |
|
tras sus acentos? Jamás |
|
voces escuché tan
tiernas, |
|
aunque escuché tantas
veces |
195 |
las aves que al sol
despiertan. |
|
|
|
LIRÍOPE |
Esas voces que has
oído, |
|
y que tú ser aves
piensas, |
|
no lo son. |
|
|
|
LIRÍOPE |
No conviene que lo sepas, |
200 |
porque los hados han puesto |
|
tu mayor peligro en ellas. |
|
|
|
NARCISO |
¿Qué peligro, si el
mayor |
|
será no escucharlas?
Deja |
|
que las siga: sepa
quién |
205 |
tan süavemente alienta |
|
los acentos de su voz, |
|
diciendo en cláusulas
tiernas... |
|
|
|
ÉL y
MÚSICOS |
A los años felices de
Eco, |
|
divina y hermosa deidad de las
selvas... |
210 |
|
|
LIRÍOPE |
[Aparte.]
|
Naturalmente llevado |
|
del afecto, los remeda. |
|
|
|
ÉL y
MÚSICOS |
Feliz los señale el mayo con
flores, |
|
ufano los cuente el sol con
estrellas. |
|
|
|
LIRÍOPE |
¡Que en tantos años no
haya |
215 |
quien a discurrir se atreva |
|
esta intrincada espesura, |
|
y hoy con tal música
vengan! |
|
|
|
NARCISO |
Permíteme, madre
mía, |
|
que los siga. |
|
|
|
NARCISO |
Suelta,
|
220 |
que ¿cómo he de
detenerme |
|
hoy en lo que a decir vuelvan? |
|
|
|
ÉL y
MÚSICOS |
Feliz los señale el mayo con
flores, |
|
ufano los cuente el sol con
estrellas. |
|
|
|
LIRÍOPE |
¿Ya no sabes que no
puedes |
225 |
llegar más que hasta esta
peña, |
|
que es pardo cancel que cubre |
|
los umbrales de esa cueva |
|
donde vivimos los dos? |
|
Pues ¿cómo romper
intentas |
230 |
los fueros de mi precepto, |
|
las leyes de mi obediencia? |
|
|
|
NARCISO |
Como aquella novedad |
|
me ha dado, madre, licencia, |
|
no para que intente solo |
235 |
quebrantarlas y romperlas, |
|
mas para que intente hablarte |
|
más claro, escúchame
atenta. |
|
Yo, desde aqueste
peñasco, |
|
que es raya donde me ordenas |
240 |
que pueda llegar, he visto |
|
de la gran naturaleza |
|
varios efectos. Un día |
|
sobre aquella parda sierra |
|
vi una ave, que es sin duda |
245 |
de todas las otras reina, |
|
según lo ufana que
vive, |
|
y según lo alto que
vuela. |
|
Esta, sobre un verde nido |
|
hecho de pajas y yerbas, |
250 |
unos polluelos tenía, |
|
a quien con su boca mesma |
|
mantenía en cuanto
estaban |
|
desnudos de pluma. Apenas |
|
vestidos los vio y con alas, |
255 |
cuando, las piedades vueltas |
|
en rigores, los echó |
|
del nido, para que fuera |
|
del discurso de su vida |
|
la necesidad maestra. |
260 |
Entre aquellos dos
peñascos |
|
(aun allí dura la
quiebra) |
|
una leona crïaba |
|
sobre pieles de otras fieras |
|
|
-28r- |
unos cachorros, a quien |
265 |
desangrada su fiereza |
|
por los pechos
mantenía, |
|
hasta que cobrando fuerzas |
|
los arrojó de sí
misma, |
|
tratándolos con
soberbia, |
270 |
para que ellos conociesen |
|
lo que les daba en herencia. |
|
Pues si una fiera y una ave |
|
del lecho y el nido echan |
|
a sus hijos, para que ellos |
275 |
a vivir sin madre aprendan, |
|
¿por qué tú,
viéndome ya |
|
con las alas que en mí
engendra |
|
el discurso y con el
brío |
|
que mi juventud ostenta, |
280 |
no me despides de ti? |
|
¿No me has contado tú
mesma |
|
que hay más mundo que estos
montes, |
|
más casas que aquesta
cueva, |
|
más gente que aquestos
brutos, |
285 |
más población que
estas selvas? |
|
Pues ¿por qué, madre,
me quitas |
|
la libertad, y me niegas |
|
don que a sus hijos conceden |
|
una ave y una fïera, |
290 |
patrimonio que da el cielo |
|
[al que ha nacido en la
tierra]2? |
|
|
|
LIRÍOPE |
De que discurras, Narciso, |
|
tan malamente me pesa, |
|
porque me obligas a darte |
295 |
de esas dudas la respuesta. |
|
Yo lo haré, pero no
ahora; |
|
que antes que el sol se
oscurezca, |
|
a cazar que comas quiero |
|
salir: en dando la vuelta, |
300 |
los peligros te diré |
|
que amenazan tu belleza, |
|
y las causas porque así |
|
te he crïado; que pues
llegas |
|
a tener ya entendimiento, |
305 |
tú sabrás guardarte
dellas. |
|
Solo lo que ahora mi voz |
|
con mis lágrimas te
ruegan |
|
es que no salgas de
aquí |
|
hasta que yo a verte vuelva. |
310 |
|
|
NARCISO |
Yo te lo ofrezco con una |
|
condición, y es que no
venga |
|
otra vez3
a mis oídos |
|
aquella voz lisonjera |
|
que escuché, porque
será |
315 |
mucho no irme tras ella, |
|
si vuelve nadie a decir |
|
con voz tan süave y
tierna... |
|
|
|
ÉL y
MÚSICOS |
A los años felices de
Eco, |
|
divina y hermosa deidad de las
selvas... |
320 |
(Vase.)
|
|
|
LIRÍOPE |
Llegó el día que
temí, |
|
pues ya declarar es fuerza |
|
a Narciso los sucesos |
|
de mi vida y de su estrella. |
|
Dioses, dad ventura hoy |
325 |
a las puntas de mis flechas; |
|
que nunca más me
importó |
|
dar presto al albergue vuelta. |
|
|
|
|
(Entran por una puerta, y sale ANTEO por otra con
venablo.)
|
ANTEO |
Solo un día que ha
querido |
|
cazar con más
diligencia |
330 |
el deseo, no ha topado |
|
caza ninguna, aunque sea |
|
penetrando las entrañas |
|
desta confusa maleza, |
|
que tarde o nunca ha sentido |
335 |
de humanas plantas la huella, |
|
no he de volver al lugar, |
|
sin topar alguna presa |
|
que se pueda dar a Eco, |
|
pues vine en su nombre. |
|
|
|
(Vuelve LIRÍOPE a salir.)
|
LIRÍOPE |
Apenas
|
340 |
tímido conejo hoy
corre, |
|
cobarde perdiz hoy vuela. |
|
Nunca viene más
despacio |
|
que cuando se busca apriesa |
|
|
-28v- |
la caza. |
|
|
ANTEO |
Entre aquellas ramas
|
345 |
ruido he sentido. |
|
|
LIRÍOPE |
Entre aquellas
|
|
hojas rumor he escuchado. |
|
|
|
ANTEO |
En cualquier cosa que sea |
|
la cuchilla he de dejar |
|
deste venablo sangrienta. |
350 |
|
|
LIRÍOPE |
En lo que fuere he de ver |
|
manchado el hierro a mis
flechas... |
|
pero un hombre es. ¡Ay de
mí! |
|
No dispares, tente, espera. |
|
|
|
ANTEO |
Bien ha sido menester |
355 |
oír pronunciar tu
lengua |
|
voz humana, para que |
|
la acción al brazo
suspenda. |
|
|
|
LIRÍOPE |
Y bien menester ha sido |
|
verte a ti tan descubierta- |
360 |
mente, para que el impulso |
|
afloje al arco la cuerda. |
|
|
|
ANTEO |
Humano monstruo,
¿quién eres? |
|
|
|
LIRÍOPE |
Soy una ignorada fiera |
|
destos montes; y así,
antes |
365 |
que aquí más noticias
tengas |
|
de mí, vuélvete,
porque |
|
si dar otro paso intentas, |
|
desde mi aljaba a tu pecho |
|
verás volar las saetas |
370 |
tan veloces, que ellas solas |
|
se embaracen a sí
mesmas. |
|
|
|
ANTEO |
Si las señas no me
mienten, |
|
conocido he por tus
señas |
|
que eres el prodigio a quien |
375 |
toda esta comarca tiembla. |
|
Y así, aunque dos muertes
juntas |
|
aquí mi recelo tema, |
|
la una de tus arpones, |
|
la otra de tu
extrañeza, |
380 |
he de atropellarlas ambas; |
|
porque no solo ya intenta |
|
mi admiración apurar |
|
quién, extraño
monstruo, seas, |
|
pero llevarte conmigo; |
385 |
que he hecho a una zagala
ofrenda |
|
de lo que hoy cacé en el
monte, |
|
y será notable empresa |
|
el ofrecerte a sus plantas, |
|
y el asegurar la tierra. |
390 |
|
|
LIRÍOPE |
No desesperado intentes |
|
tan grande acción, porque
arriesgas |
|
tu vida. |
|
|
ANTEO |
Ya no es posible
|
|
dejar de intentarlo. |
|
|
LIRÍOPE |
Piensa
|
|
a lo que te atreves antes. |
395 |
|
|
ANTEO |
No hay nada a que no me atreva |
|
yo. |
|
|
LIRÍOPE |
Pues será a tanto
riesgo
|
|
como el de morir. |
|
|
|
LIRÍOPE |
Sí haré. Mas
¡cielos!
|
|
Con la sobrada violencia |
400 |
que alentar el tiro quise, |
|
al arco rompí la
cuerda. |
|
|
|
ANTEO |
Sin duda, que yo consiga |
|
esta victoria desean |
|
los dioses. |
|
|
LIRÍOPE |
Pues si has vencido
|
405 |
mis desdichas, no mis fuerzas, |
|
mil pedazos te haré
antes |
|
que segunda vez me venzas. |
|
(Luchan los
dos.)
|
|
|
ANTEO |
Mal sabes quién es el
joven |
|
que te lidia; que aunque
fueras |
410 |
leona destas montañas, |
|
humillara tu soberbia. |
|
|
|
LIRÍOPE |
¡Ay infelice de
mí! |
|
Ya que a tu valor sujeta |
|
estoy, no me lleves sola; |
415 |
que lleve conmigo deja |
|
la otra mitad de mi vida. |
|
¡Narciso! |
|
|
ANTEO |
Los labios cierra.
|
|
No llames a quien te ampare, |
|
porque, sin que te defiendan, |
420 |
he de lograr esta dicha. |
|
|
|
|
|
|
(Vanse los dos luchando, y sale NARCISO.)
|
NARCISO |
La voz de mi madre he
oído, |
|
|
-29r- |
que tristemente se queja |
|
llamándome. Si ella
misma |
425 |
que no salga de la cueva |
|
me manda, ¿cómo me
llama? |
|
|
|
|
(Lejos LIRÍOPE.)
|
LIRÍOPE |
¡Narciso, adiós! Que
me ausentan |
|
de ti mis hados. |
|
|
NARCISO |
¿Qué escucho?
|
|
Pues, ¿cómo, madre,
me dejas, |
430 |
diciéndome desde lejos, |
|
sin que yo donde estás
sepa, |
|
que los hados han dispuesto |
|
hacer de mi amor ausencia? |
|
El día que te esperaba |
435 |
mi alma y vida más
contentas, |
|
porque esperaban saber |
|
quién soy, y cómo me
niegas |
|
la libertad, ¡solamente |
|
vuelven tus voces, y aun esas |
440 |
no cabales, pues el viento |
|
me está quitando las
medias! |
|
|
|
|
(Lejos LIRÍOPE.)
|
|
NARCISO |
¡Ay de mí!
|
|
¿Qué he de hacer sin
ti en aquestas |
|
montañas solo,
ignorando |
445 |
quién soy, y qué modo
tengan |
|
de vivir los hombres, pues |
|
nada sino hablar me
enseñas? |
|
Y aun eso te perdonara |
|
ahora, porque no tuvieran |
450 |
en su abono las desdichas |
|
el consuelo de las quejas. |
|
Mi bien, mi madre,
señora, |
|
vuelve, vuelve a mí; no
seas |
|
tan ingrata que me dejes |
455 |
a vivir entre estas
peñas, |
|
compañero de los
troncos, |
|
de sus brutos y sus fieras. |
|
¿Qué enojo te he dado
yo, |
|
para que desta manera |
460 |
huyas de mí? ¿No he
vivido |
|
siempre atento a tu
obediencia? |
|
¿Sé yo más de
lo que tú, |
|
madre, has querido que sepa? |
|
Pues ¿para qué me
castigas |
465 |
con tan extraña
sentencia? |
|
¡Ay de mí!
¿Qué haré? La voz |
|
hacia allí se oyó.
Tras ella |
|
iré, que no dudo que |
|
mis lágrimas la
detengan. |
470 |
Ea, ¡adelantaos
suspiros!, |
|
decid que ya el llanto llega, |
|
que le aguarde un breve
instante, |
|
que solo va a enternecerla. |
|
Mas ¡ay triste!, que no
sé |
475 |
si el discurso acierta o yerra |
|
en la elección de mis
pasos, |
|
que como es la vez primera |
|
que de la cueva he salido, |
|
no sé si yerra o
acierta. |
480 |
Dioses, mis plantas guiad; |
|
cielos, socorred mis penas; |
|
sol, alumbra mis sentidos; |
|
inclinad mi arbitrio,
estrellas; |
|
fieras, doleos de mí; |
485 |
aves, repetid mis quejas; |
|
montañas, dadme salida; |
|
troncos, decidme la senda, |
|
pues a un infeliz, a quien |
|
su misma madre le deja, |
490 |
justo será que le
amparen |
|
dioses, cielos, sol,
estrellas, |
|
fieras, pájaros,
montañas, |
|
troncos, peñascos y
selvas. |
|
|
|
|
(Vase, y salen FEBO, y SILVIO asidos de una cinta, y
SILENO, y los MÚSICOS, y ECO deteniéndolos, y
LAURA, y SIRENE4,
y LIBIA.)
|
FEBO |
Antes perderé la vida |
495 |
que no la cinta. |
|
|
ECO |
Mirad
|
|
que estoy hoy aquí. |
|
|
SILVIO |
Tu beldad
|
|
me perdone, y no me impida |
|
el quedar con el
listón, |
|
|
-29v- |
ya que habiéndose
caído |
500 |
de tu cabello, yo he sido |
|
el que en aquella
ocasión |
|
le llegó a alzar el
primero. |
|
|
|
FEBO |
Amor nunca en sus favores |
|
gradúa los acreedores; |
505 |
y aunque llegase postrero, |
|
le he de llevar. |
|
|
|
|
BATO |
...que es muy civil contienda
|
|
por un listón que en la
tienda |
|
a veinte maravedís |
510 |
vale la vara, luchar? |
|
|
|
SILENO |
Si los dos habéis
culpado |
|
que mi prolijo cuidado |
|
hoy me acuerde mi pesar, |
|
diciéndome que no es
día |
515 |
de lágrimas el que
veis, |
|
¿cómo convertir
queréis |
|
en tristeza el alegría, |
|
con que del templo volvemos? |
|
|
|
SILVIO |
Como en cualquiera
ocasión |
520 |
los celos disculpas son, |
|
aun de mayores extremos. |
|
|
|
ECO |
Oídme a mí, sin que
tengáis |
|
más contienda ni
porfía. |
|
Si el listón, por prenda
mía, |
525 |
tanto los dos estimáis, |
|
advertid que no merece |
|
hasta ahora esta
estimación, |
|
pues no es favor un
listón |
|
que el viento acaso os ofrece |
530 |
de mi cabello volado; |
|
que aunque yo no entiendo nada |
|
de amor, la ocasión
tomada |
|
ha de ser, y el favor dado. |
|
Y así, hasta que yo le
dé, |
535 |
no le tengáis por
favor; |
|
volvérmele a mí es
mejor |
|
que yo después le
daré |
|
de mi mano a quién
quisiere, |
|
que con mi gusto le tenga. |
540 |
|
|
FEBO |
Aunque mi temor prevenga |
|
que nunca esa dicha espere, |
|
el listón te restituyo. |
|
(Dásele.)
|
|
|
SILVIO |
Yo también, aunque no
creo |
|
que jamás vuelva el
deseo |
545 |
a verse con favor tuyo. |
|
|
|
BATO |
Si habértele vuelto
aquí |
|
es para que tú le des |
|
al más galán, venga
pues, |
|
que claro es que es para
mí. |
550 |
|
|
|
BATO |
¿Por qué no?
|
|
¿Qué me falta para
sello, |
|
sino que caigan en ello |
|
hoy los demás como yo? |
|
|
|
SILVIO |
Ya que a ti restitüido |
555 |
ese iris de colores, |
|
que con tantos resplandores |
|
lisonja del viento ha sido, |
|
habemos los dos, te pido |
|
que cumpla tu beldad rara |
560 |
hoy su palabra. Declara |
|
para cuál de los dos
es, |
|
como ofreciste. |
|
|
FEBO |
No des
|
|
igual sentencia, y repara |
|
que si yo te le volví, |
565 |
por obedecerte fue |
|
solamente, y no porque |
|
merecerle presumí |
|
jamás; y siendo esto
así, |
|
que no le des te prevengo, |
570 |
que a ser tan infeliz vengo |
|
en amar y padecer, |
|
que aun temo que he de perder |
|
la esperanza que no tengo. |
|
|
|
SILVIO |
Yo tampoco la he tenido, |
575 |
que el haber yo deseado |
|
ver mi dolor declarado, |
|
más desconfïanza ha
sido, |
|
que si a una duda rendido |
|
tengo de morir, que acuda |
580 |
es mejor mi fe desnuda |
|
|
-30r- |
de su desengaño el
daño, |
|
por morir del desengaño |
|
si he de morir de la duda. |
|
|
|
FEBO |
Duda o desengaño
infiero |
585 |
hoy precisos; y pues no |
|
es posible tener yo |
|
la ventura que no espero, |
|
vivir hoy dudoso quiero |
|
antes que desengañado, |
590 |
pues en mi infelice5
estado |
|
es lance menos penoso |
|
el ser en duda dichoso, |
|
que de cierto desdichado. |
|
|
|
SILVIO |
Poco ama aquel que, en su
engaño |
595 |
consolado, de su dama |
|
no ama el favor. |
|
|
FEBO |
Menos ama
|
|
quien no teme un
desengaño. |
|
|
|
SILVIO |
La duda es dolor
extraño. |
|
|
|
|
SILVIO |
Querer dudar no es querer. |
|
|
|
|
|
|
ECO |
Vós que me declare, y
vós |
605 |
que calle solicitáis, |
|
y yo en la duda en que
estáis |
|
he de igualar a los dos. |
|
[Aparte.]
|
(Deme, pues, el ciego dios |
|
industria para que aquí |
610 |
hable y calle. Solo así |
|
el callar y hablar se
infiere.) |
|
El listón daré al que
hiciere |
|
mayor fineza por mí. |
|
|
|
FEBO |
Yo aceto la condición, |
615 |
y solamente pudiera |
|
ser esa la que pusiera |
|
alas a mi presunción. |
|
Fundolo en esta razón; |
|
el merecer no está en
mí, |
620 |
y en mí está el
servir; y así |
|
puedo esperanza tener, |
|
pues no está en mí el
merecer |
|
y el hacer finezas sí. |
|
|
|
SILVIO |
Yo la condición no
acepto, |
625 |
porque si tan feliz fuera |
|
que hacer finezas pudiera, |
|
no las guardara a este efecto. |
|
Nada un amor que es perfecto |
|
reservó: siendo esto
ansí, |
630 |
bien la condición
temí; |
|
pues mi corazón
constante |
|
no podrá hacer adelante |
|
más de lo que ha hecho hasta
aquí. |
|
|
|
|
(Salen ANTEO y
LIRÍOPE.)
|
ANTEO |
Eco hermosa, a quien el cielo |
635 |
dotó de tantos favores; |
|
bellas zagalas, pastores, |
|
honor del arcadio suelo, |
|
vivid, vivid sin recelo |
|
de aquel monstruo que con
tantas |
640 |
penas os asombró, que
tantas |
|
veces le visteis, pues ya |
|
humilde y tendido está |
|
besando de Eco las plantas. |
|
En su nombre al monte fui, |
645 |
y en el monte le
encontré; |
|
no es la admiración el
que |
|
os le haya traído
aquí; |
|
no el verle cubierto
así |
|
de cabello, no el andar |
650 |
es lo que os ha de admirar; |
|
sino el oírle hablar, que
tiene |
|
nuestra humana voz, que viene |
|
a hacerle más singular. |
|
Preguntadle, hablad con
él, |
655 |
que a todos responderá. |
|
|
|
ECO |
Si hablar sabes, dinos ya |
|
quién eres, monstruo
crüel. |
|
|
|
FEBO |
Respóndanos tu horror
fiel |
|
cuánto su esclavitud
siente. |
660 |
|
|
SILVIO |
¿De qué especie
diferente |
|
eres? |
|
|
|
LIRÍOPE |
Pues no puedo callar
más, |
|
escuchadme atentamente. |
|
|
-30v- |
Yo, pastores de la Arcadia, |
665 |
no soy, como presumís, |
|
monstruo irracional, que soy |
|
una mujer infeliz; |
|
si bien no ha sido el
engaño |
|
muy notable, si
advertís |
670 |
que solo para ser monstruo |
|
de la fortuna nací. |
|
Estos valles, que están
siempre |
|
de un matiz y otro matiz |
|
llenos, porque todo el
año |
675 |
no saben más que el
abril, |
|
fueron mi primer cuna: |
|
¡pluguiese6
a ese azul viril, |
|
que tumba, y [no]7
cuna, hubiesen |
|
sido entonces para mí! |
680 |
Joven, mi hermosura apenas |
|
empezaba a descubrir |
|
en mis primeras auroras |
|
algún agrado gentil, |
|
cuando a descubrir
también |
685 |
empezó (esto permitid |
|
que diga) que no vio el sol |
|
una hermosura feliz. |
|
Céfiro, un galán
mancebo |
|
(hijo del viento sutil, |
690 |
por el nombre, que su padre |
|
debió de llamarse
así), |
|
me vio en el prado una tarde, |
|
y enamorado de mí, |
|
a entender me dio su amor |
695 |
cortésmente; que el
carmín |
|
respondió de mis
mejillas, |
|
parlero no, mudo sí. |
|
Desde allí mi sombra
fue, |
|
y yo su luz desde allí, |
700 |
pues no hice más que
abrasar, |
|
y él no hizo más que
seguir. |
|
¡Oh cuántas veces, oh
cuántas |
|
dar a los vientos le vi, |
|
suspiros de ciento en ciento, |
705 |
lágrimas de mil en mil, |
|
sin que el buril ni la lima |
|
del porfiar y el asistir, |
|
pudiesen labrar mi pecho, |
|
porque era diamante, en fin |
710 |
defendido aun a las mellas |
|
de la lima y del buril! |
|
Desesperado su amor |
|
de no poder conseguir |
|
mi amor, y desesperado |
715 |
de padecer y sentir, |
|
una tarde que al ejido |
|
apacentando salí |
|
una manada de blancos |
|
corderillos, que entre
sí |
720 |
retozando celebraban |
|
la libertad del redil, |
|
a mi Céfiro
llegó, |
|
y abrazándose de
mí, |
|
bien como al muro la yedra, |
725 |
bien como al olmo la vid, |
|
dijo: «Lo que no han
podido |
|
rendimientos conseguir, |
|
consíganlo las
violencias». |
|
Y en este instante (¡ay de
mí!) |
730 |
el Céfiro
arrebató |
|
a los dos con tan sutil |
|
movimiento, que a las nubes |
|
volar sin alas me vi; |
|
que como era padre suyo, |
735 |
por no mirarle morir |
|
de amor, le prestó sus
alas: |
|
¡Mirad qué piedad tan
vil! |
|
¿Quién vio contienda
de amor |
|
tan nueva, pues bien
así |
740 |
volábamos los dos como |
|
la temerosa8
perdiz |
|
en las garras del azor, |
|
la garza en las del
neblí? |
|
Viéndome desvanecer |
745 |
al solicitar medir |
|
la distancia de la tierra, |
|
los ojos cerré, y me
así |
|
|
-31r- |
al traidor hijo del viento. |
|
¡Ah, qué abrazo es tan
rüin |
750 |
el que la necesidad |
|
hace dar y no sentir! |
|
Desta suerte, pues, conmigo |
|
llegó el velero adalid |
|
del yate a esa cumbre altiva, |
755 |
a quien todo ese turquí |
|
globo con su peso está |
|
agobiando la cerviz. |
|
Hay en sus duras
entrañas |
|
una oscura cueva. Aquí |
760 |
de los piélagos
vacíos |
|
el humano bergantín |
|
tomó puerto, a quien
salió |
|
un anciano a recibir. |
|
Después os diré
quién era, |
765 |
porque ahora es fuerza decir |
|
que honestando la
traición |
|
con la disculpa civil |
|
de amor, que aun el enojar |
|
es en nosotras servir, |
770 |
llegó... Entendedlo
vosotros, |
|
y a mi vergüenza suplid |
|
cosas, que para saberse |
|
no se han menester oír. |
|
¿Quién creerá
que tan extraño |
775 |
principio de amor su fin |
|
tan cerca tuviese, que |
|
su nacer fue su morir? |
|
Todos lo creed; que apenas |
|
coronada de jazmín |
780 |
salió otra aurora, (no
sé |
|
si a llorar o si a
reír), |
|
cuando, ausente de mis brazos, |
|
más a Céfiro no
vi. |
|
¿Qué hay que esperar
del que finge |
785 |
si el que ama procede
así? |
|
En poder de aquel anciano |
|
caduco quedé... Ahora
oíd |
|
con más atención,
porque |
|
empieza otro caso aquí |
790 |
no menos extraño. Este |
|
Tiresias era el sutil |
|
mágico que tantas veces |
|
habréis oído
decir |
|
que asombraba con su ciencia |
795 |
a los dioses, pues así |
|
a ese encuadernado libro |
|
de once hojas de zafir |
|
le leía los secretos, |
|
que muchas veces le vi |
800 |
los futuros contingentes |
|
anunciar y presumir. |
|
¡Cuántas veces
eclipsó |
|
al sol puesto en su cenit, |
|
y cuántas resplandecer |
805 |
le hizo desde su nadir! |
|
¡Cuántas a la blanca
luna |
|
la vistió de
carmesí, |
|
y cuántas a las
estrellas |
|
las vistió el oro de
Ofir! |
810 |
Porque se quiso igualar |
|
a Júpiter, él
allí |
|
ciego y preso le tenía. |
|
Consideradme ahora mí |
|
presa allí y ciega
también, |
815 |
aborreciendo el vivir, |
|
y las lástimas
veréis, |
|
con que mis penas
sentís. |
|
Sola una utilidad pudo |
|
mi soledad adquirir, |
820 |
que fue saber los sucesos |
|
que de su ciencia
aprendí, |
|
principalmente en las causas |
|
naturales a quien fui |
|
más inclinada. No hay
piedra, |
825 |
flor, yerba ni hoja, que en
fin |
|
su naturaleza niegue... |
|
Pero esto no es para
aquí. |
|
Un día, pues, aquel
caduco |
|
esqueleto me habló
así: |
830 |
«Yo he hallado por mis
estudios |
|
que ya el término
cumplí |
|
|
-31v- |
de mis alientos: hoy es |
|
cuando tengo de morir. |
|
No tengo que te dejar, |
835 |
¡oh compañera
gentil!, |
|
de mis fortunas, si no es |
|
lo que te voy a decir. |
|
Encinta estás, un
garzón |
|
bellísimo has de parir. |
840 |
Una voz y una hermosura |
|
solicitarán su fin |
|
amando y aborreciendo; |
|
Guárdale de ver y
oír». |
|
Yo, viendo del vaticinio |
845 |
ya los anuncios cumplir |
|
en el parto y la belleza, |
|
todo lo demás
temí: |
|
y así, sin querer
jamás |
|
de aquella cueva salir, |
850 |
asegurando a Narciso |
|
de sus peligros, viví |
|
criándole, sin que
llegase |
|
a saber ni a discurrir |
|
más de lo que quise yo |
855 |
que él alcanzase, y en
fin, |
|
sin que otra persona viere |
|
humana, sino es a mí. |
|
Esta es la causa porque |
|
viéndome tal vez huir |
860 |
por el monte los pastores, |
|
escándalo suyo fui. |
|
Mas ya que ha querido el cielo |
|
mis secretos descubrir, |
|
rendida de aqueste joven, |
865 |
todos conmigo venid |
|
por mi hijo, pues es fuerza |
|
ya entre vosotros vivir. |
|
Fuera de que ya el discurso |
|
suyo le empieza a afligir |
870 |
y no dudo que su pena |
|
le acabe al verse sin
mí. |
|
Y para que me creáis |
|
todo cuanto os repetí, |
|
por si oístis alguna
vez |
875 |
mi suceso referir, |
|
y hay alguna entre vosotros |
|
que ahora se acuerde de
mí; |
|
yo, que en los inquietos mares |
|
de la fortuna corrí |
880 |
tan graves tormentas; yo, |
|
que al nunca mudo
clarín |
|
de la fama voladora |
|
tantos asuntos le di; |
|
yo, que al teatro del mundo |
885 |
cómica tragedia fui; |
|
yo, ejemplo del padecer; |
|
yo, epílogo del sentir; |
|
yo, cifra del suspirar, |
|
del llorar y del gemir, |
890 |
la hija soy de Sileno, |
|
Liríope la infeliz. |
|
|
|
SILENO |
¡Ay hija del alma
mía! |
|
Deja que una vez y mil |
|
tu cuello enlace. Yo soy |
895 |
Sileno, y pues merecí |
|
a la que muerta lloré, |
|
viva abrazar, ver y
oír, |
|
venga la muerte, pues ya |
|
no tengo más que vivir. |
900 |
|
|
LIRÍOPE |
Humilde a tus pies estoy, |
|
aunque la vergüenza
aquí |
|
me embaraza mucha parte |
|
del contento que hay en
mí. |
|
|
|
ECO |
Los brazos albricias vean |
905 |
de suceso tan feliz. |
|
|
|
FEBO |
Aquí más dice el
callar |
|
que el decir puede decir. |
|
|
|
SILVIO |
Con bien, Liríope,
vuelvas |
|
a esta campaña gentil. |
910 |
|
|
BATO |
Yo, hasta veros desollada |
|
del pellejo que vestís, |
|
aún no me atrevo
abrazaros. |
|
|
|
ANTEO |
Dichoso mil veces fui, |
|
pues traer tanta
alegría |
915 |
puede al valle conseguir. |
|
|
|
-32r-
|
LIRÍOPE |
Mayor será cuando todos |
|
veáis a mi hijo, en quien
sutil |
|
esmeró naturaleza |
|
sus perfecciones. Venid |
920 |
conmigo a la cueva donde |
|
me espera: hallaréis
allí |
|
bruto el más bello
diamante, |
|
y tosco el mejor rubí. |
|
|
|
|
(Salen.)
|
|
ECO |
Todos habemos de ir |
|
juntos. |
|
|
FEBO |
¿Quién se
quedará
|
|
sin ver deste caso el fin? |
|
|
|
BATO |
Yo, que si no hay que
fïar |
|
de una mujer mansa, di, |
930 |
¿qué habrá que
fïar de aquesta |
|
tan montaraz y cerril? |
|
|
|
|
|
LIRÍOPE |
Vamos, mis pasos seguid. |
|
Narciso, no te entristezca |
935 |
mi ausencia, ya voy tras ti. |
|
|
|