Representada por
primera vez en el teatro del Príncipe el día
7 de abril de 1838.
Escena I
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MATEO. DON BENIGNO. DOÑA RAMONA.
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(Aparece MATEO tendido en un sofá y roncando. El
teatro está únicamente alumbrado por la luz,
ya agonizante, de una lamparilla puesta sobre una mesa. Al
levantarse el telón suenan dentro fuertes campanillazos.)
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BENIGNO | (Dentro, gritando.) | ¡Mateo! |
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RAMONA | (Lo mismo.) | ¡Jesús!...
¡Mateo! | |
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MATEO | (Levantándose sobresaltado.) | ¿Quién...?
¡Allá van! |
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(MATEO bosteza esperezándose, y
con mucha sorna sale por la puerta de la derecha.)
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BENIGNO | (Dentro.) | ¡Por Dios, hombre, date prisa! | | (Dentro.) |
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RAMONA | ¡Abre con dos mil demonios! | |
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BENIGNO | (Dentro.) | ¡Gracias a Dios! |
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RAMONA | (Dentro.) | ¡Qué
dormir | 5 | tan bestial! Echa el cerrojo. | |
(Entran
en la escena DON BENIGNO y DOÑA RAMONA; aquel vestido
de moro, y ésta de vestal, y soltando al entrar DON BENIGNO un capote viejo, y DOÑA RAMONA su capa. Cada
cual trae una careta en la mano. Poco después vuelve
MATEO.)
| ¡Ah! Ya me veo en mi casa. | | ¡Gracias
a Dios poderoso! | | El sillón... ¡No puedo más!
| | (Se deja caer en una poltrona.) |
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RAMONA |
No te hacía yo tan flojo. | 10 | Por una noche de baile...
| | Yo estoy lista para otro | | si se ofrece. |
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BENIGNO | Sea
Dios | | loado que al alboroto | | puso fin del carnaval,
| 15 | y aunque el ayuno es penoso, | | bien venga el miércoles
flaco | | y mal haya el martes gordo. | | Bacanales y chacotas,
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| bailoteos y retozos | 20 | y bullicios, no se han hecho
| | para hombres de tomo y lomo. | | Por darte gusto, Ramona,
| | he sido una noche loco, | | pero ¡una y no más!
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RAMONA | ¿Qué
valen | 25 | pocas horas de reposo | | perdidas por un placer
| | que es el compendio de todos? | | ¡Qué variedad
de disfraces!, | | ¡qué universal alborozo!, | 30 | ¡qué
música!, ¡qué salón! | | ¡y qué
olvido venturoso | | de los años y las penas! | | ¿Quién...?
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BENIGNO | Hermana,
yo perdono, | | como se suele decir, | 35 | por el coscorrón
el bollo. | | A vosotras las mujeres, | | aunque tengáis
más otoños | | que un palmar, os vuelve el juicio
| | la danza, y yo no me asombro; | 40 | que, hablando en la
jerigonza | | política, el sexo hermoso | | siempre
se inclina al partido | | del movimiento. Nosotros | | nos
conocemos mejor, | 45 | y dejamos a los mozos | | esas locuras.
Buen vino, | | buena mesa, buenos troncos | | en mi chimenea,
y paz, | | y de la cama al birlocho...; | 50 | y más
que el vulgo me llame | | estacionario o retrógrado.
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MATEO | ¿No se ha divertido usted, | | señor? |
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BENIGNO |
Ahí
está el negocio. | | No hubiera sufrido tanto | 55 |
toda la noche en un potro. | | Antes de salir de casa | | ya
había sudado el hopo | | abigarrando mi cuerpo | | con
todos estos engorros. | 60 | Compromisos de mi hermana | | nos
agregan cuatro tomos..., | | y yo pago los billetes | | y el
carruaje a peso de oro; | | y aun esto poco importara,
| 65 | que nunca he sido roñoso | | pero a mitad del camino
| | vuelca el simón en el lodo. | | Medio a nado, medio
a rastra, | | misto entre reptil y congrio, | 70 | salgo al
fin de la escotilla | | cuando Dios llovía a chorros.
| | El albornoz y el turbante | | como puedo me compongo;
| | para entrar en el salón | 75 | me abro1 paso con los
codos, | | y ya entonces señalaba | | treinta grados
el termómetro. | | ¡Qué confusión! ¡Qué
apreturas! | | Ya me dislocan este hombro | 80 | de un pechugón;
ya me pisan | | en el callo más hermoso; | | ya en un
reflujo violento | | de aquel agitado golfo | | aturdida una
chufera | 85 | me mete en la boca el moño; | | quiero
ver bailar, y dice | | el bastonero que estorbo; | | busco
asiento, y no lo hallo; | | resuelvo tomar un polvo, | 90 |
y ¡adiós caja! Otro empellón | | la envía
echando demonios. | | Salgo al pasillo, y me hielo; | | vuelvo
al salón, y me ahogo. | | La marea, a mi pesar,
| 95 | me lleva después a un corro | | donde al verme unos
mozuelos | | tan campante y tan orondo, | | gritan: ¡un moro,
muchachos! | | Somos felices. ¡Un moro! | 100 | Quién
me soba, quién me abraza, | | quién me da paz
en el rostro, | | juegan al tieso conmigo, | | me ponen mazas
de a folio... | | Sigo la broma, y repiten; | 105 | me quejo,
y me llaman tonto; | | que cada cual interpreta | | la libertad
a su modo, | | y al paso que ellos son libres | | para triturar
al prójimo, | 110 | si su talle o su disfraz | | no parecen
de buen tono, | | no le es lícito a un cristiano | | el disfrazarse a su antojo. | | Entre tanto la careta
| 115 | me lacera entrambos ojos, | | el turbante me derriba, | | me duelen los hipocondrios, | | una beata me hiere | | con
un alfiler de a ocho, | 120 | pierdo a mi dama, y me roban
| | el pañuelo de los mocos. | | Voy al ambigú:
ya es tarde; | | sólo queda medio pollo, | | y ese flaco,
y ese frío, | 125 | y el pan... cociendo en el horno,
| | y el agua tarda una hora..., | | y me la suben del pozo.
| | Bajo a las salas de juego; | | me encuentro sin saber cómo
| 130 | entre dos pugiladores | | que se sacuden el polvo | | sobre un «venga acá ese duro» | | y un «quítese
allá el tramposo»; | | y sin ponerlos en paz | 135 |
salgo abofeteado y roto. | | Harto de tantos percances, | | y mustio, y manido, y sordo | | de tal guirigay, de tanto
| | me conoces, te conozco; | 140 | decido volverme a casa,
| | y en aquel pasillo lóbrego
| | |
—107→
| espero mi capa en
vano | | tres cuartos de hora redondos. | | Al fin tomo en
su lugar | 145 | un balandrán asqueroso; | | salgo a
buscar mi simón; | | no parece: fui tan bobo | | que
adelantado pagué..., | | y he aquí el premio
que logro: | 150 | a la ida, batacazo | | y a la vuelta, a pie.
Si cojo | | tras de esto una pulmonía | | hago un pan
como un bizcocho. | |
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RAMONA | Ya
se ve, | 155 | como criado en Pancorvo, | | tú no sabes
los estilos | | de Madrid... |
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BENIGNO | Por
san Ambrosio, | | no hablemos ya del asunto, | | que no es
hora de coloquios. | 160 | Mateo, enciende una vela, | | que
quiero acostarme pronto. | |
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MATEO | (Tomando una vela, y dirigiéndose
adonde está la lamparilla.) | Voy al instante. | (Al encender la vela apaga la lamparilla.) | ¡Por
vida...! | |
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RAMONA | ¿En qué estás pensando, topo?
| |
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BENIGNO | ¡Sea por amor de Dios! | 165 |
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RAMONA | ¡Dejarnos ahora
ese trompo | | a oscuras! |
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BENIGNO | ¿Cómo
ha de ser! | | Trae la caja de los fósforos | | que
está sobre mi mesilla | | de cama. Ve poco a poco.
| 170 | (MATEO entra a tientas en la alcoba.) |
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RAMONA | Dios ponga tiento en sus manos. | |
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MATEO | (Dentro.) Ya
los topo. | | (Sale de la alcoba desatentado.) | ¿Dónde está usted? |
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MATEO | (Tropieza en el velador y derriba la
pecera.) | ¡Jesucristo! |
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BENIGNO | ¡Vaya
por Dios! | 175 | ¿Te has hecho mal? |
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RAMONA | ¡Ya
me ha roto | | la pecera! |
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RAMONA | ¡Maldito! ¿No tienes ojos? | |
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MATEO | Sí tengo,
pero no son | | de mochuelo. |
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BENIGNO | Por las ánimas benditas, | | no riñáis ahora vosotros. | | Sin moverte de
tu sitio, | | Mateo, enciende en el forro | | de la caja una
cerilla. | 185 |
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MATEO | (Abriendo a tientas la caja.) | Sí,
señor, voy... |
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RAMONA | (Se dirige al balcón
tentando las paredes.) | Es
ocioso. | | Yo abriré el balcón, que el alba
| | es ya, si no me equivoco. | |
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(Abre el balcón
y empieza a rayar el día, aumentándose la luz
por grados.)
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BENIGNO | (Santiguándose.) |
Bendito sea por siempre | | y alabado... |
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RAMONA | ¡Qué
destrozo! | 190 | ¡Bruto! |
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BENIGNO | La
redoma, pase; | | ¡mas mi pez de grana y oro | | palpitando
por el suelo | | separado de su undoso | | elemento... Y es
milagro | 195 | no andar por aquí el morroño,
| | que a haberlo olido, ya fuera | | sepulcro del pez su estómago.
| | Metedle en otra vasija, | | que es animal en quien pongo
| 200 | mi cariño por callado | | y pacífico.
|
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RAMONA | Sí,
corro | | a traer la palancana. | |
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Escena IX
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DON BENIGNO.
DOÑA RAMONA. EL ALCALDE.
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(EL ALCALDE viene
con levita de nacional, insignias de sargento primero y gorra
de cuartel.)
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ALCALDE | ¡Después que el barrio
alborota | | a la autoridad insulta! | | Ocho ducados de multa,
| | o ¡a la cárcel la marmota! | |
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RAMONA | Hermano, vuelve
por mí, | 315 | que este sayón me atropella.
| |
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ALCALDE | La atropelladora es ella. | |
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BENIGNO | ¿Qué es esto? ¡Señor! ¿Qué
es esto? | |
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RAMONA | Aquella infame mujer, | 320 | maldecida de
cocer, | | culebrón, cara de cesto... | |
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ALCALDE | ¿Oye
usted? Ya se desata | | otra vez en desvergüenzas. | |
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BENIGNO | Tiene razón. Mal comienzas. | 325 | Al grano.
¿De qué se trata? | |
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RAMONA | Ahí encima, en las
guardillas, | | una vecina soez | | al son de rudo almirez
| | entonaba seguidillas. | 330 | Oigo el destemplado estruendo,
| | me asomo por la cocina, | | y digo: ¡Por Dios, vecina,
| | que mi hermano está durmiendo! | | Responde por
la ventana: | 335 | ¿Qué es dormir? ¡A buena hora!
| | Yo guiso y canto, señora, | | cuando me da la real
gana. | | ¡Canario con los señores! | | Si tales son,
¡vaya, vaya!, | 340 | múdense donde no haya | | vecinos
madrugadores. | | Yo replico, y hecha un ascua | | dándome
donde me duele, | | me pone, como se suele | 345 | decir, de
ropa de pascua. | | Y vuelve con más ahínco
| | al canticio y al mortero; | | de oírla me desespero;
| | le digo cuántas son cinco... | 350 | Ya la casa alborotada,
| | todos hablan por los codos,
| | |
—110→
| y uno a uno salen todos
| | los trapos a la colada. | | En esto el señor se
acerca | 355 | y me multa a fuer de alcalde... | | sobre injuriarme
de balde | | una grandísima puerca. | |
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|
ALCALDE | Aunque
usted así lo cuente | | atenuando la cuestión,
| 360 | por su propia relación | | se confiesa delincuente.
| | Ningún código español | | ni privilegio
enriqueño | | manda que se guarde el sueño
| 365 | A quien se acuesta con sol. | | La vecina -estos son hechos-,
| | con su salsa y su canticio | | estaba en el ejercicio
| | de sus civiles derechos. | 370 | Fuera injusta tiranía
| | consentir que a troche y moche | | bailen ustedes de noche...
| | y ella no cante de día. | | Paso lo de puerca, paso
| 375 | lo de culebrón, que soy | | tolerante; pero voy
| | a lo sustancial del caso. | | Si a la casa se consulta,
| | usted turbó su sosiego, | 380 | no las seguidillas;
luego... | | debe usted pagar la multa. | |
|
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BENIGNO | (Abriendo una gaveta y sacando dinero.) | La
autoridad | | del barrio tiene razón. | |
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BENIGNO | ¿Ocho
ducados son? | 385 | Tome usted, | (Da el dinero al
ALCALDE.) |
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RAMONA | Por
tu causa riño | | con la vecindad... |
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BENIGNO | ¡Mujer!...
| | No lo eches más a perder. | |
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RAMONA | ¡Así
pagas mi cariño! | 390 |
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BENIGNO | Bien me estaba yo sin
él, | | y excusármelo debías | | si para
mostrarlo habías | | de alborotar el cuartel. | | Ten
de mí más caridad | 395 | cuando en caso igual
me vea..., | | y que el remedio no sea | | peor que la enfermedad.
| | Ya con patriarcal pachorra | | me dormía, y si tal
vez | 400 | me arrullaba el almirez, | | me despertó
la camorra; | | y de todo esto resulta, | | Ramona, que no
he dormido, | | y tuya la culpa ha sido..., | 405 | ¡y yo he
pagado la multa! | |
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ALCALDE | Ahora es preciso que toque | |
otro punto, porque soy, | | lo dice el traje en que voy,
| | autoridad in utroque. | 410 | Si usted no lo toma a mal,
| | que me reconozca espero | | por su sargento primero | |
en la milicia local. | |
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BENIGNO | Y a mí ¿qué
ley me sujeta...? | 415 |
|
|
ALCALDE | Es usted desde este día
| | miembro de mi compañía. | | Tome usted la
papeleta. | |
|
|
BENIGNO | (Examinándola.) | Mi nombre es
este, es verdad; | | pero, hombre, yo estoy exento...
| 420 |
|
|
ALCALDE | Lo manda el Ayuntamiento. | |
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ALCALDE | Y para que usted trabaje | | ahí le dejo
en la antesala | | los diez cartuchos con bala, | 425 | y el
fusil, y el correaje. | | No a la voz sea usted sordo | | de
la patria... |
|
|
BENIGNO | Eso
es magnífico, | | mas ¡yo que soy tan pacífico
| | y tan grandevo y tan gordo...! | 430 |
|
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BENIGNO | ¡Exime al quincuagenario, | | y peino cincuenta
y tres! | |
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ALCALDE | Usté es hombre de vigor, | 435 | recio,
de firme estructura, | | y a tener más estatura | |
pudiera ser gastador. | |
|
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BENIGNO | Aunque en la apariencia sano,
| | porque me cuido con tónicos, | 440 | poseo alifafes
crónicos | | como cualquier ciudadano, | | y en fin
la edad... |
|
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|
|
ALCALDE | Habrá errado usted la cuenta.
| | La edad que usted representa | 445 | es de treinta a treinta
y dos. | |
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BENIGNO | No hay tal, y probar espero... | |
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ALCALDE |
Bien, eso..., a quien lo mandó. | | Mañana,
de guardia. |
|
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BENIGNO | ¿Yo?
| | ¡Cielo!... ¿Adónde?... |
|
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|
ALCALDE | Si
usted rehúsa...
| | |
—111→
| y aún conserva su nombre
primitivo. | |
|
|
BENIGNO | Sin aprender el oficio... | |
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ALCALDE |
Cuando es penoso el servicio | | ningún patriota lo
excusa. | 455 |
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BENIGNO | ¿Y si yo pruebo aquí mismo | | que sólo sirvo de estorbo...? | | ¡Ah! ¡No traje de
Pancorvo | | mi partida de bautismo! | |
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ALCALDE | Ya he dicho
que yo no entiendo... | 460 |
|
|
BENIGNO | Mas con la fe de mi hermana,
| | que es tres años más anciana, | | probaré...
Tráela corriendo. | |
|
|
RAMONA | (Sofocada.) | ¡Tres años!
No puede ser, | | y hablar de edades aquí... | 465 |
|
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Escena
XII
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DON BENIGNO. DON LORENZO.
|
LORENZO | ¡Benigno,
amigo!... Abrázame. | |
|
|
|
LORENZO | Antes que tu comida | | sazone el perejil, | | te
vengo a ver, que siempre | 490 | tu apasionado fui. | |
|
|
|
LORENZO | ¿Cómo
tan triste, | | Benigno? |
|
|
BENIGNO | ¡Ay
infeliz! | | Mal haya la galera | | que me trajo a Madrid.
| 495 |
|
|
|
BENIGNO | Prófugo
| | del pueblo en que nací, | | temiendo los estragos
| | de la guerra civil, | | y ya viudo, a Dios gracias,
| 500 | del bello serafín | | cuyo rabioso genio | | tanto
me hizo sufrir, | | por la paz suspiraba; | | ¡y la busqué
en Madrid! | 505 | Seis días hace hoy miércoles
| | que el Manzanares vi, | | y ya en ellos fui blanco | | de
desventuras mil. | | Anoche, sobre todo, | 510 | lució
desde el zenit | | el astro que me aflige, | | más negro
que un candil; | | y si mal en Pancorvo, | | peor me va en
Madrid. | 515 | Siquiera allí no hay máscaras
| | como las hay aquí, | | ni hermanas que su enero
| | transformen en abril, | | músicas, ni almireces,
| 520 | ni vecinal motín, | | ni jefes in utroque, | | ni multas, ni fusil... | | Amigo ¡es mucho cuento | | la corte
de Madrid! | 525 |
|
|
LORENZO | Si no eres más explícito,
| | no entiendo, por san Gil... | |
|
|
BENIGNO | Me explicaré
despacio. | | Ahora baste decir | | que tantas desventuras,
| 530 | ¡ah, nunca lo creí!, | | mi proverbial paciencia
| | han puesto ya en un tris... | | ¿Y aún habrá
quien celebre | | la villa de Madrid? | 535 |
|
|
LORENZO | Somos amigos
íntimos: | | si de algo sirvo, di... | |
|
|
BENIGNO | El golpe
más terrible | | de mi fortuna ruin | | es haberme alistado
| 540 | en la milicia... |
|
|
|
BENIGNO | Las leyes no me imponen | | tal carga concejil,
| | y aunque mis años cuento..., | | los niegan en Madrid.
| 545 | Mientras presento auténtica | | la fe de que
nací,
| | |
—112→
| que la facción rebelde | | no dejará
venir, | | soldado soy, Lorenzo, | 550 | y este cuerpo gentil
| | irá mañana adonde | | diz que solían
ir | | antaño los que llaman | | gorrinos en Madrid.
| 555 |
|
|
|
|
LORENZO | Fácil es conseguir, | | que
te excusen | | de caja y de clarín. | | La ley te exime,
y basta | 560 | que salga yo por ti. | | Adiós, que el
tiempo vuela. | |
|
|
Escena XIV
|
|
DON BENIGNO. DOÑA RAMONA. CASILDA.
|
RAMONA | Adelante, señorita,
| | adelante sin recelo, | | que mi hermano es muy benigno,
| | su nombre lo está diciendo, | | y no podrá
rehusar, | 570 | a fuer de buen caballero, | | el amparo que
le pide | | en su amargo desconsuelo | | menesterosa doncella
| | blanco del furor paterno. | 575 |
|
|
BENIGNO | ¡Una doncella en
mi casa! | | Señorita, yo no tengo | | el honor de conocer...
| |
|
|
CASILDA | ¡Ah! Sí, señor, es muy cierto. | | Pero en tal apuro..., a título | 580 | de vecina...,
aquí me vengo. | | He debido a esa señora | | mil corteses cumplimientos | | de su ventana a la mía;
| | y además, el buen concepto | 585 | que en el barrio
goza usted | | me ha decidido... |
|
|
BENIGNO | Agradezco
| | tanto favor; pero, hablando | | con la franqueza que suelo,
| | aún agradeciera más | 590 | que usted me excusara
el riesgo | | de hospedarla, por razones | | que se ocurren
al más lerdo; | | y entre ellas porque, a Dios gracias,
| | aún tengo mi alma en mi cuerpo, | 595 | y para mí
no es costal | | una niña de ojos negros. | |
|
|
CASILDA |
¡Me arroja usted de su casa! | | ¡Me niega el agua y el fuego!...
| | ¡Maldición!... Se cumplirá | 600 | mi atroz
destino funesto. | | Sí, que la misión fatídica
| | de este ser perecedero | | que llaman mujer, y es flor
| | que besa y destruye el cierzo, | 605 | fósforo que
alumbra y muere, | | ráfaga que pinta en sueños
| | el delirio del amor, | | y fantástico compendio
| | de tinieblas y de luz, | 610 | de triaca y de veneno...
| |
|
|
BENIGNO | ¡Tu, tu, tu...! ¡Qué algarabía...!
| | Déjese usted de retruécanos, | | que, a Dios
gracias, ya acabaron | | las máscaras. |
|
|
CASILDA | ¡Justo
cielo! | 615 | El alma de ese hombre es clásica, | |
como es compacto y obeso | | su material individuo..., | |
y no es posible entendernos. | | Su misión sobre la
tierra | 620 | es comer como un mostrenco, | | dormir como un
ganapán..., | | y al fin morirse de viejo. | |
|
|
|
CASILDA | En
sus fibras | | nada responde al acento | 625 | del trovador
melancólico, | | ni su embotado intelecto | | analiza
los latidos... | | ¡ay!... de un corazón enfermo.
| | (Se sienta con muestras de abatimiento.) |
|
|
BENIGNO | (A DOÑA RAMONA.) | ¿Qué diablos de
jerigonza | 630 | es esa, que no comprendo | | ni una sílaba?
|
|
|
RAMONA | Sin
duda | | perdió la infeliz el seso | | víctima
de alguna ardiente | | pasión... |
|
|
BENIGNO | ¡Pues
estamos frescos! | 635 | ¿Por qué has abierto mi casa
| | a semejante embeleco? | |
|
|
CASILDA | (Levantándose.) | Resuelta estoy. ¿Qué es la vida, | | sino un vegetal
infierno...? | |
|
|
|
|
CASILDA | Un hierro... Un lazo... Prefiero | | la estrangulación. ¡Adiós! | |
|
|
|
CASILDA | ¡Y
plegue al genio | | de las tumbas que algún día
| | |
—113→
| no te maldiga en el lecho | 645 | con infernal carcajada
| | mi descarnado esqueleto! | |
|
|
BENIGNO | (Deteniéndola.) | Espere usted... ¡Pobrecilla! | | Capaz será en el
acceso | | de su demencia... Ea, vamos, | 650 | recobre usted
el sosiego, | | y contando con mi apoyo | | dígame,
sin aspavientos, | | lo que siente y lo que busca. | |
|
|
CASILDA |
Siento en mis venas el fuego | 655 | del amor, amor romántico,
| | inescrutable y eterno. | |
|
|
BENIGNO | ¡Eh! Ya presumía
yo | | que habría amor de por medio. | |
|
|
CASILDA | Y busco
hospitalidad | 660 | y favor contra un protervo | | tirano...
|
|
|
|
|
|
CASILDA | Sí
por cierto. | | ¿Y qué padre, o qué marido,
| | o qué tutor, o qué suegro, | 665 | hermano,
o tío, no son | | tiranos del bello sexo? | |
|
|
BENIGNO | (A DOÑA RAMONA.) | ¡Ay! loca de atar. |
|
|
RAMONA | No
va | | tan descaminada en eso. | |
|
|
CASILDA | Amo, porque la misión
| 670 | de la mujer... |
|
|
BENIGNO | Bueno,
bueno, | | lo sé. Al grano. |
|
|
CASILDA | Soy
amada; | | quiero casarme... |
|
|
|
CASILDA | ¡Mi padre..., ¡bárbaro padre!, | | no quiere
admitir el yerno | 675 | que yo le elegí, y furioso
| | pone mi amor en secuestro, | | y ya que no a la Siberia...,
| | me envía a Navalcarnero! | | Yo, como aquel general,
| 680 | a la estratagema apelo | | de la fuga, y aquí
aguardo | | a mi querido Mamerto. | |
|
|
|
BENIGNO | Eso
es dar | | un escándalo, y no puedo | 685 | permitir...
Dígame usted | | quién es su padre, y yo espero
| | convencerle... |
|
|
|
BENIGNO | Y aún mejor en mi concepto
| | será que se vuelva usted | 690 | a su casa. Yo me
ofrezco | | a acompañarla y... |
|
|
CASILDA | ¡Jamás!
| | Antes iré al cementerio. | |
|
|
|
|
|
BENIGNO | Vamos
presto; | 695 | si no, doy parte... |
|
|
Escena
XV
|
|
DON BENIGNO. DOÑA RAMONA. CASILDA. DON
MAMERTO.
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MAMERTO | (¡Doña Ramona! ¡Perdido | | soy!) |
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RAMONA | Ese hombre me pertenece. | 700 |
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CASILDA | ¿En
qué fundas tu derecho, | | senectud? |
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RAMONA | Hay
tribunales, | | y yo tengo documentos. | |
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MAMERTO | ¡Mi bien...!
(¡Maldición!) Señora... | | (¡Condenación!)
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BENIGNO | ¡Eh!
Silencio. | 705 | No alborotemos el barrio. | | Señorita...
Caballero... | |
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RAMONA | Diez años ha que me dio | | palabra
de casamiento; | | huyó después el malvado
| 710 | y no he vuelto a verle el pelo | | hasta anoche... |
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CASILDA |
¡Fementido!
| | Después que por ti atropello... | |
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RAMONA | ¡Villano!
Por él vendí | | mis viñas y mis majuelos...
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BENIGNO | ¡Paz,
por Dios, paz! | | No he dormido. Estoy enfermo... | |
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CASILDA |
Los más sagrados deberes; | | después que por
ti me he expuesto | | a una horrible emigración...
| 720 |
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BENIGNO | Si hablamos todos a un tiempo... | |
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RAMONA | ¡Comerme
mi patrimonio!... | |
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BENIGNO | ¿Cómo es posible entendernos?
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RAMONA | ¡Abusar de mi candor! | | Dar un cuarto al pregonero...
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MAMERTO | (A CASILDA.) | Miente.
| (A DOÑA RAMONA.) | Yo
no niego... | |
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BENIGNO | ¿No hay quién me ampare?
¡Mateo!
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—114→
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RAMONA | ¡Ah! ¡No puedo más! | (Se desmaya,
en brazos de DON
MAMERTO.) |
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CASILDA | ¡Yo
muero! | | (Se desmaya en brazos de DON BENIGNO.) |
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MAMERTO | ¡Maldita! ¡Si te murieras...! | |
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BENIGNO |
Pues, señor..., del mal el menos. | |
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Escena XVII
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DON BENIGNO. DOÑA RAMONA. CASILDA. DON SIMÓN. MATEO.
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SIMÓN |
No me engañó la tendera. | 740 | Aquí
está. ¿Qué veo! Usted | | es el raptor. |
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SIMÓN | ¡Con más años que Noé
| | seducir a una doncella! | | No me queda más qué
ver. | 745 |
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BENIGNO | ¡Otro diablo! Usted se engaña.
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SIMÓN | Aún me lo niega el cruel | | con el cuerpo
del delito | | entre sus brazos! |
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BENIGNO | Pardiez
| | si este cuerpo es delincuente, | 750 | no he delinquido
yo en él. | |
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BENIGNO | Socorre a esa mala pécora:
| | yo entre tanto... Espera; ven; | 755 | mojaremos el pañuelo
| | en vinagre... |
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(Lo hace así, y lo aplica
a la nariz de CASILDA. MATEO procura que vuelva en sí
doña RAMONA.)
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SIMÓN |
¡Avilantez
| | como ella! ¡Hija vil!... |
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BENIGNO | ¡Cachaza!
| | Ahora lo que es menester | | es... |
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BENIGNO | ¡Un
cristiano | 760 | dice eso! |
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SIMÓN | ¡Usted
la defiende! | | ¿Qué más prueba? |
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BENIGNO |
¡Hombre
de hiel! | | ¡Pobre criatura! |
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(CASILDA se remueve.)
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MATEO | ¡Nada!
| | ¡Se aprieta tanto el corsé...! | 765 |
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SIMÓN | Sin
perjuicio | | de acudir mañana a un juez, | | hoy nos
veremos las caras | | usted y yo. |
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BENIGNO | ¡San
Miguel! | | Esto me faltaba ahora. | 770 |
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SIMÓN | Armas, hora, sitio...¡Pronto!, | | que quiero
abrevar la sed | | de mi venganza. |
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BENIGNO | ¡Dios
mío! | | Le juro a usted por mi fe | 775 | que soy la
primera víctima | | de ese rapto. Otro doncel... | |
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BENIGNO | (Irritado.) | ¿Hay
hombre más soez? | | (A CASILDA.) | Ya no hay paciencia...
Alma mía, | 780 | ya que su mal proceder | | me trajo
el infierno a casa, | | ¡defiéndame usted con cien
| | demonios que se la lleven! | |
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CASILDA | (De rodillas.) | Sí, padre mío, a esos pies | 785 | confieso...
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BENIGNO | (A DOÑA RAMONA.) | Habla
tú,
| | |
—115→
| que bien lo sabe hacer. | |
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BENIGNO | Mil
cogotones | | me diera en esa pared. | |
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CASILDA | ¡Perdón,
perdón, padre mío! | 790 | Un hombre sin Dios,
sin ley... | | Don Mamerto... Él y sus versos...,
| | y el abate Lamennais..., | | y Bug-Jargal... ¡Miserable!
| | y Cuasimodo... Pequé... | 795 | Mi corazón...
era un tonto, | | y mi cabeza... un Babel. | |
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SIMÓN | (Algo aplacado.) | ¡Hija ingrata! ¡Deshonrar | | a un padre
que por tu bien | | se desvelaba!... |
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CASILDA | Por
dicha, | 800 | tardío, padre, no es | | mi arrepentimiento.
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SIMÓN | Alza,
mala piel... | | Cuando tú veas el sol... | |
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CASILDA |
¡Papá! No lo haré otra vez. | 805 |
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SIMÓN |
No obstante, irás a un convento | | hasta que curada
estés | | de esa romántica fiebre. | |
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BENIGNO |
Bueno fuera que también | | la acompañase mi
hermana. | 810 |
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BENIGNO | ¡Quítese!...
¡A la vejez | | viruelas! |
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SIMÓN | (A DON BENIGNO.) | Usted
perdone | | que la ira... |
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BENIGNO | No
hay de qué; | | pero ya estoy tan mohíno | |
que me importa un alfiler | 815 | morir, matar... Voto a briós...
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Escena
XX
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DON BENIGNO. DOÑA RAMONA. DON LORENZO.
MATEO. EL ALCALDE.
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RAMONA | Sobre don Mamerto caiga
| | la cuchilla de la ley, | 845 | que es el hombre más
perverso | | que come pan. |
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ALCALDE | Ya
lo sé; | | por eso la justicia | | días ha andaba
tras él | | pero es fuerza que el señor
| 850 | sea arrestado también | | hasta que pruebe... |
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BENIGNO |
Sargento,
| | ya he probado hasta la hez | | el cáliz de la paciencia,
| | y por vida de Luzbel | 855 | que estoy harto hasta no más
| | de ser tan hombre de bien; | | y a mí no me prende
nadie, | | o ¡voto a... y por vida de...! | | que hago antes
una de pópulo | 860 | bárbaro y arde el cuartel...;
| | |
—116→
| y me prenderá por algo | | el que me quiera prender.
| |
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LORENZO | No lo hará el señor alcalde | | cuando
sepa el interés | 865 | que yo tomo... |
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ALCALDE | ¡Don
Lorenzo! | | En medio de este Babel | | no había visto...
|
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LORENZO | Si
basta | | que yo mi caución le dé... | |
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ALCALDE |
¡No ha de bastar? Un sujeto | 870 | de conocida honradez | | y de arraigo, un defensor | | de la patria, un coronel...
| | Yo, llevado de mi celo | | patriótico... Ya se ve...,
| 875 | como el preso entre otras gracias | | tiene también
la de ser | | faccioso, y estaba fresco | | el lance del almirez,
| | y ese señor repugnaba, | 880 | no ha mucho, pertenecer
| | a la milicia... |
|
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BENIGNO | Ya
he dicho | | que me exceptúa la ley. | | Yo puedo amar
a mi patria | | y a Cristina y a Isabel | 885 | sin dar que
reír al pueblo | | en la guardia, en el retén,
| | con mis remos de galápago | | y mi panza de tonel.
| | Pago mis contribuciones, | 890 | que no lo hacen más
de seis; | | si comercio, abono siempre | | los derechos de
arancel; | | respeto a la autoridad; | | de nadie recibo prest;
| 895 | voto según mi conciencia; | | no consagro en
el papel | | sentimientos filantrópicos | | que he de
desmentir después, | | ni voceo, ni conspiro, | 900 | pero no adulo al poder; | | por la causa nacional | | cualquier
sacrificio haré; | | pero despojar no puedo | | de las
canas a mi sien, | 905 | de la tos a mis pulmones, | | ni de
la gota a mis pies; | | ni puedo volverme mozo | | siendo ya
Matusalén; | | ni para ponerme flaco | 910 | me he de
quedar sin comer. | |
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ALCALDE | Todo eso será muy cierto,
| | pero mañana hará usted | | centinela...
|
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LORENZO | No
la hará. | | Tome usted su baja. | (Le da una
papeleta.) |
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ALCALDE | (Examinándola.) | ¿A
ver? | 915 | Está en regla. |
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BENIGNO | (Abrazando a DON LORENZO.) | ¡Amigo
mío! | |
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ALCALDE | Haré que el cabo furriel | |
nombre a otro, y que recojan | | los chismes... |
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BENIGNO |
No
es menester. | | Mateo los llevará. | 920 |
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|
ALCALDE | Ea
pues, | | ya no hay nada de lo dicho. | | Que ustedes lo pasen
bien. | |
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