601
Ángel ALCALÁ, «Tres cuestiones en busca de respuesta: invalidez del bautismo «forzado», «conversión» de judíos, trato cristiano al converso» (Judíos. Sefarditas. Conversos, Valladolid, Ámbito, 1995), pp. 523-544.- Ib., «El decreto de conversión-expulsión de los judíos de España: sus propósitos y sus paradójicos resultados» (Cinco siglos de presencia judía en América (1492-1992), Buenos Aires, Editorial Sefarad, 2002), pp. 133-154.- Ib., «Nuevas perspectivas en la polémica sobre el motivo real de la Inquisición»(Chronica Nova, Granada, Universidad de Granada, 13, 1986), pp. 8-26.
602
(Américo CASTRO, La realidad histórica de España, México, Editorial Porrúa, 1982), p. 42) |
Podemos leer también:
(Américo CASTRO, España en su historia. Cristianos moros y judíos, reed. Barcelona, Crítica, 2001, p. 518) |
Vemos ya en esta pequeña muestra la diferencia que separa a Castro de Domínguez Ortiz, tal y como habíamos señalado con anterioridad.
603
Id., pp. 518-521, 525-531, 553-555.
Interesante también la división que de los argumentos de Américo Castro realiza Benzion Neanyahu: Benzion NETANYAHU, «El ataque racial a los conversos: la idea de Américo castro sobre su origen»(De la anarquía a la Inquisición, Madrid, La Esfera de los Libros, 2005), pp. 15-51.
604
Américo CASTRO, España en su historia, pp. 511-518, 538-540, 554-555.
605
Id., La realidad histórica de España, p. 197.
606
«Hace años resumí mi juicio sobre las relaciones entre hebreos y españole en una escueta frase: cuentas saldadas. Los judíos tienen una larga serie de créditos contra los españoles; no es menor la serie de créditos hispanos contra los judíos [...] Al examinarle he de señalar más de una vez lo ingrato de la conducta de los judíos medievales contra los peninsulares entre los que vivían. Los hechos históricos no pueden ser escamoteados por el historiador al servicio de ninguna escuela [...] La contribución de los judíos españoles a la acuñación de lo hispánico fue muy otra y siempre de carácter negativo, quiero decir que no transmitió calidades sino que provocó reacciones. Nada de lo esencial de la contextura psíquica del pueblo hebreo dejó huellas entre los españoles. Más aun, una tajante oposición enfrenta lo hebraico y lo hispánico [...]»
(Claudio SÁNCHEZ ALBORNOZ, España, un enigma histórico, reed. Barcelona, Edhasa, 1983), II, p. 163).
607
Gran importancia también en este tema fue la polémica que enfrentó a Sánchez Albornoz con Américo Castro, y que se deduce claramente en prácticamente en todos sus escritos.
608
Claudio SÁNCHEZ ALBORNOZ, España, un enigma histórico, pp. 163-297.
609
Ver el artículo: Benzion NETANYAHU, «Sánchez Albornoz y su visión de la historia judía de España» (De la anarquía a la Inquisición), pp. 127-152.
610
En contra posición a lo expuesto por este autor podríamos señalar el haber guardado fuera de las fronteras hispanas la lengua que ellos hablaban cuando fueron expulsados (la «haketía» o el «ladino»). ¿Si tanto odiaban lo hispánico por qué conservaron durante tantos siglos el castellano del siglo XV?