631
«Nationes sive linguae»
, escribía santo Tomás. «Nación, en la Edad Media, se confunde con lengua. Son catalanes, alrededor del Mediterráneo, todos los que hablan el catalán, vengan de Alicante o de Salses»
(Pierre VILAR, Hidalgos, amotinados y guerrilleros, Barcelona, Crítica, 1982, p. 263). En 1601, el rey de Francia, Enrique IV les dirigió estas palabras a los habitantes de Bugey (Saboya): «Il était raisonnable que puisque, vous parlez naturellement le français, vous fussiez sujets du roi de France. Je veux bien que la langue espagnole demeure à l'Espagne, l'allemande à l'Allemagne, mais la française doit estre à moi»
(Citado por J. ORTEGA, Meditación de Europa, 2.ª ed., Madrid, 1966, p. 81).
632
En una nota del Bulletin hispanique (LXXX, 1978, pp. 363-364), Robert Ricard pregunta cuáles pueden ser las fuentes de Castro en esta parte de su libro y escribe: «Dans un article publié le 6 février 1977 par le journal de Madrid, El País, M. Pedro Sainz Rodríguez écrivait qu'il serait sans doute intéressant de dresser la liste des précurseurs de Castro. Parmi ceux-ci, il faudrait probablement ranger un auteur maintenant bien oublié, l'académicien français Louis Bertrand [1866-1941], qui publia entre les deux guerres une histoire de l'Espagne [Histoire d'Espagne, 1936] où il insistait sur le rôle des Juifs et des Musulmans dans la formation de la nation dont il étudiait la destinée»
.
Castro puede también haber leído a Ramiro de Maeztu (Defensa de la hispanidad, 1934) aunque no lo cite: «El carácter español se ha formado en la lucha multisecular contra los moros y contra los judíos»
(Maeztu); un hecho decisivo se produce en 586 cuando Recaredo se convierte al catolicismo: «Antes de la hazaña creadora de la patria hay ciertamente hombres y tierra [...] pero todavía no hay patria»
. «Los hombres, la tierra, los sucesos anteriores, la conquista y colonización romanas, la misma propaganda del cristianismo en la península no fueron sino condiciones que posibilitaron la creación de España»
(J. L. GÓMEZ-MARTÍNEZ, Américo Castro y el origen de los españoles. Historia de una polémica, Madrid, Ed. Gredos, 1975, pp. 26-27).
La idea de influencias recíprocas entre judíos, moros y cristianos había sido expuesta ya con anterioridad por el krausista Francisco de Paula Canalejas, quien opinaba que la filosofía española se había desarrollado «bajo la influencia del mosaísmo, del islamismo y del cristianismo. Y ésta fue la causa, sigue diciendo, de que no se hubiera aclimatado el racionalismo entre nosotros, sino doctrinas armónicas, como la de Sanz del Río»
(Javier VARELA, Américo Castro: autobiografía de un liberal, Instituto universitario Ortega y Gasset).
633
V. Pierre GUICHARD, Structures sociales «orientales» et «occidentales» dans l'Espagne musulmane, Paris, 1977.
634
«Il y a bien de la différence entre tolérer une religion et l'approuver»
(MONTESQUIEU, De l'esprit des lois, cap. IX: «De la tolérance en fait de religion»).
635
Sólo en cuarta posición viene el sentido positivo de la palabra: «Respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias»
.
636
Antonio DOMÍNGUEZ ORTIZ, La expulsión de los moriscos granadinos, p. 38.
637
Francisco MÁRQUEZ VILLANUEVA, El problema morisco, Madrid, 1991, p. 206, nota.
638
Sylvain GOUGUENHEIM, Aristote au Mont-Saint-Michel. Les racines grecques de l'Europe chrétienne, Paris, Seuil, 2008.
639
V. Annie REY-GOLDZEIGUER y Jacques THOBIE, Histoire de la France coloniale. Des origines à 1914, Paris, Armand Colin, 1991, pp. 501-502.
640
V. Erato PARIS, La genèse intellectuelle de l'oeuvre de Fernand Braudel, Athènes, 1999.