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El valiente justiciero

Agustín Moreto



PERSONAJES
 

 
EL REY.
DON TELLO.
DON RODRIGO.
DON ENRIQUE,   conde de Trastamara.
DON GUTIERRE.
MENDOZA.
PEREJIL,    criado.
DOÑA LEONOR.
DOÑA MARÍA.
INÉS,   criada.
UN SOLDADO.
UN CONTADOR.
UN SECRETARIO.
UNA SOMBRA.
Hombres enmascarados.
Guardas.
Criados.
Músicos.
Acompañamiento.
 

La escena es en una quinta cerca de Alcalá de Henares, en esta ciudad y en Madrid.

 




ArribaAbajoJornada I

 

Sala de la quinta de DON TELLO.

 

Escena I

 

DON TELLO, DOÑA LEONOR, PEREJIL.

 
DOÑA LEONOR
¿No me escuchas?
DON TELLO
¡Qué molesta
y qué cansada mujer!
PEREJIL
Siempre que te viene a ver
debe de subir por cuesta.
DOÑA LEONOR
Señor don Tello García, 5
si ese rigor vuestro nombre
funda acaso en ser rico-hombre
de Castilla, es tiranía;
que estáis, por serlo, obligado
a pagar obligaciones, 10
y os sirven vuestros blasones
de ultrajar al desdichado.
Si os llama absoluto dueño
de Alcalá toda la tierra,
en lo grande no se encierra 15
esa soberbia del ceño;
porque si haceros mayor
presumís, siendo inhumano,
cuanto os ponéis para vano,
os quitáis para menor. 20
El agrado es bizarría
y los hombres superiores,
con nadase hacen mayores
si es nada la cortesía.
La grandeza más honrada 25
que tienen los grandes buenos,
es que pueden, al que es menos,
dar mucho con lo que es nada.
Y si yo me hago menor,
no es porque no os igualara 30
Doña Leonor de Guevara,
sino porque os di mi honor.
Desto solo desconfío
para juzgarme menor,
pues para ser vos mayor 35
tenéis el vuestro y el mío.
Pero debéis de advertir
que os le dio el pecho amoroso
con la palabra de esposo,
la cual me habéis de cumplir. 40
Y cuando por otra cosa
no os merezca yo atención,
faltáis a la obligación
de haber de ser vuestra esposa.
 

(Hablan aparte DON TELLO y PEREJIL.)

 
DON TELLO
¡Que no quiera esta mujer 45
llegarse a desengañar
de que no me he de casar
con ella!
PEREJIL
Pues ¿qué ha de hacer,
si la traes siempre a tu lado?
Apártate a su inquietud; 50
que si no has de hacer virtud,
así saldrás de pecado.
Y con razón lo imagina,
si hoy que te ve Alcalá toda
ser padrino de una boda, 55
la haces a ella la madrina.
DON TELLO
¿No sabes tú con qué intento
por padrino me he ofrecido,
y en mi quinta he prevenido
hoy la boda?
PEREJIL
Atrevimiento
60
es grande, siendo tu amigo,
y cuando de ti se fía,
robarle a doña María
hoy al pobre don Rodrigo.
DON TELLO
Pues ¿quién ha de poner ley 65
en un hombre como yo,
que, ya que rey no nació,
tampoco es menos que el Rey?
Mi gusto, aunque en otro daño,
he de cumplir y seguir. 70
PEREJIL
Así supieras cumplir
con la parroquia cada año.
DOÑA LEONOR
Pues me llegáis a escuchar,
¿no me podéis responder?
DON TELLO
Perejil, di a esa mujer 75
que me deje de cansar.
PEREJIL
Pues ¿yo he de ser tan civil?
DON TELLO
Háblala claro.
PEREJIL
Reparo...
DON TELLO
¿En qué?
PEREJIL
En que si soy claro
será claro el perejil. 80
DOÑA LEONOR
¿No me respondéis?
PEREJIL
Señora,
mi amo me manda decir
que agora no os quiere oír.
DOÑA LEONOR
Pues ¿por qué no quiere ahora?
PEREJIL
También me manda que apunte, 85
que no es más de no querer.
DOÑA LEONOR
Pues ¿eso se puede hacer?
PEREJIL
Manda que no se pregunte.
DOÑA LEONOR
Y ¿ese no es rigor injusto?
PEREJIL
Manda deciros que sí. 90
DOÑA LEONOR
Pues ¿yo he de sufrirlo aquí?
PEREJIL
Manda que hagáis vuestro gusto
DOÑA LEONOR
¡Que este agravio llegue a ver
el corazón me atraviesa!
PEREJIL
También manda que, si os pesa, 95
lo dejéis luego caer.
DOÑA LEONOR
No tengo yo sentimiento,
pues de oírlo no me infamo.
¡Mucho manda vuestro amo!
PEREJIL
Anda haciendo testamento. 100
DOÑA LEONOR
Y vuestra osadía villana
también, pues su error no ignora,
manda mucho.
PEREJIL
Soy ahora
mayordomo de semana.
DOÑA LEONOR
Ya amor la venganza traza 105
de un desprecio tan civil.
DON TELLO
¿Se lo has dicho, Perejil?
PEREJIL
Sí, mas se ha vuelto mostaza.
DOÑA LEONOR
Si lo ha dicho, ya no quiero
apurar la ofensa mía. 110
Yo por soberbio os tenía,
mas no os juzgaba grosero.
Aunque tiranas violencias
uséis, vuestro honor podía
adornar la tiranía 115
de corteses apariencias;
que es una afrenta bien rara
dejar el guante en la mano
y sacudir inhumano
infame golpe en la cara. 120
No pagar la obligación,
delito es común y necio,
mas es afrenta y desprecio
negarla sin atención;
que hay agravios que, aunque dellos 125
satisfacción no se alcanza,
no irritan a la venganza
por el recato de hacellos.
DON TELLO
En fin, ya acabáis de oír
que el casarme no ha de ser. 130
DOÑA LEONOR
¿No lo pudierais hacer
sin llegármelo a decir?
DON TELLO
¿No es mejor desengañaros,
para que no me causéis?
DOÑA LEONOR
Desengañada, ¿sabéis 135
que de mí podéis libraros?
DON TELLO
¿Quién por vos me ha de ofender?
DOÑA LEONOR
¿No hallaré justicia yo?
DON TELLO
En la tierra, dúdolo;
en el cielo, puede ser. 140
DOÑA LEONOR
¿En el cielo?
PEREJIL
Y aún me espanta
que hoy la confiese tan presto.
No le he visto tan modesto
en una Semana Santa.
DOÑA LEONOR
¿Este era el ruego importuno 145
con que me llegué a vencer?
DON TELLO
Pues ¿acaso el pretender
o conseguir, todo es uno?
DOÑA LEONOR
En quien desea alcanzar
¿qué diferencia ha de haber? 150
PEREJIL
La misma que hay de comer
hasta hartarse, o ayunar.
DOÑA LEONOR
¿No porfió vuestro amor?
DON TELLO
Y ¿vos no os rendisteis luego?
DOÑA LEONOR
Yo me rendí a vuestro ruego. 155
DON TELLO
Pues eso fue lo peor.
DOÑA LEONOR
Si me venció el apurarme
con porfías, ¿qué es cansó?
DON TELLO
El porfiar tanto yo,
que fue preciso el cansarme. 160
DOÑA LEONOR
Porfiar un agasajo
¿os cansó?
PEREJIL
¡Hay tales extremos!
Señora, no nos cansemos;
que el porfiar es trabajo.


Escena II

 

INÉS. Dichos.

 
INÉS
¿Leonor bella?
DOÑA LEONOR
¿Qué hay, Inés?
165
INÉS
Que ya de un coche se apea
la boda.
DOÑA LEONOR
En mal hora sea.
INÉS
¿Por qué?
DOÑA LEONOR
¿En mis ojos no ves
la causa de mi dolor?
No querer este enemigo, 170
Inés, casarse conmigo,
siendo dueño de mi honor.
INÉS
Pues ¿mi honra, picaron?
PEREJIL
¿Qué honra?
INÉS
De pagarla trata.
PEREJIL
¿No la tomarás en plata, 175
reduciéndola a vellón?
INÉS
Ni en oro; que solo allano
con tu mano lo que erré.
PEREJIL
Yo una vuelta le daré,
que es lo mismo que una mano. 180
DON TELLO
Calla, Perejil.
PEREJIL
Ya callo.
DOÑA LEONOR
Inés, rey tiene Castilla,
que tiembla de su cuchilla
su enemigo y su vasallo.
DON TELLO
Al rico-hombre de Alcalá, 185
¿qué rey basta?
PEREJIL
Aunque sea un rayo,
ni para un rico lacayo,
¿qué justicia haber podrá?
Mas ya en la música he oído
que viene el novio hecho un bobo. 190

 (Aparte a DON TELLO.)  

¿Cómo ha de ser este robo?
DON TELLO
Ya está todo prevenido.


Escena III

 

DON RODRIGO, DOÑA MARÍA, MÚSICOS. Dichos.

 
MÚSICOS
Alegráos ahora,
campos de Alcalá
que madrina y novia bellas 195
sol y luna os dan.
DON RODRIGO
Ya, don Tello generoso,
en la dicha de mi amor,
de recibir vuestro honor
llegó el plazo venturoso. 200
Mi aplauso os hace el empeño
del favor que espera ya,
pues mi rendimiento os da
veneraciones de dueño.
DON TELLO
Yo os estimo, don Rodrigo, 205
tanto, que de apadrinaros
hoy el gusto he de mostraros;
y vos Señora, conmigo
partid el justo contento.
DOÑA MARÍA
Eso le toca a mi esposo, 210
que mi afecto decoroso
para en su agradecimiento.
Este, Señor, no le niego,
que es deuda en la atención mía.
DON TELLO

 (Aparte a PEREJIL.) 

Bella está doña María. 215
PEREJIL
Pues meriéndatela luego.
DOÑA LEONOR
Dad, bella doña María,
los brazos a quien espera
ser vuestra, no compañera,
que es contra la suerte mía. 220
DOÑA MARÍA
En ellos, bella Leonor,
gana mi suerte más nombre.
 

(Hablan aparte DON TELLO y PEREJIL.)

 
DON TELLO
¿De qué sirve ser rico-hombre,
si no logro yo mi amor?
¿Yo he de ver que un hidalguillo, 225
teniendo yo amor, se case
con quien de celos me abrase?
PEREJIL
¿Qué llamas vello? Ni oíllo.
DON TELLO
Enamorado estoy della,
y he de quitársela infiel. 230
PEREJIL
Y si lo estuvieras dél,
¿se le quitaras a ella?
DON TELLO
Ya está mi gente avisada.
Rodrigo, al jardín entremos,
que allí al cura esperaremos. 235
DON RODRIGO
No hay que replicaros nada.
Entrad vosotros delante,
aplaudid con vuestro acento
mi ventura y mi contento.
PEREJIL
Dios te lo lleve adelante. 240
 

(Éntranse los MÚSICOS cantando, y los demás se dirigen hasta la puerta.)

 
MÚSICOS
Alegráos ahora, etc.


Escena IV

 

Enmascarados. DOÑA MARÍA, DON RODRIGO, DOÑA LEONOR, DON TELLO, PEREJIL, INÉS.

 
 

(Al llegar DOÑA MARÍA a la puerta salen varios hombres enmascarados, y se la llevan por el lado opuesto.)

 
UN HOMBRE
Al coche, amigos.
DOÑA MARÍA
¿Qué es esto?
¡Esposo, Señor!...
DON RODRIGO
¡Qué miro!
¡Cielos, sin alma respiro!
DON TELLO
¿Quién tal traición ha dispuesto? 245
DON RODRIGO
Que me roban a mi esposa.
DON TELLO
Sigamos estos traidores.
 

(Vanse DON RODRIGO y DON TELLO, sacando las espadas.)

 
PEREJIL
Presto por Cristo, señores;
que se escapan. ¡Linda cosa!

 (Vase). 

DOÑA LEONOR
Ay Inés, que esta traición 250
es sin duda de don Tello.
INÉS
Pues ¿agora caes en ello?
Y con aquesta intención,
contigo el casarse excusa.
DOÑA LEONOR
¡Cielos, que no haya castigo 255
para tan fiero enemigo,
que vuestra justicia acusa!
INÉS
¡Ay Señora, don Rodrigo
con todos ellos embiste,
y le han de matar! ¡Ay triste! 260
DOÑA MARÍA

 (Dentro.) 

Esposo...
DON RODRIGO

 (Dentro.) 

En vano te sigo;
mas moriré por mi honor.
UN HOMBRE

 (Dentro.) 

Tiradle; ¿qué os detenéis?
DON TELLO

 (Dentro.) 

Dejadle, no le matéis.
DON RODRIGO

 (Dentro.) 

Ese es más fiero rigor; 265
¿por qué me dejáis la vida,
si el alma me habéis quitado?
INÉS
Sin las armas le han dejado,
y sin haber quien lo impida,
se la llevan.
DOÑA LEONOR
¡Que mi brío
270
para vengar no sea bueno
un agravio, que aunque ajeno,
resulta en desprecio mío!
Al Rey irán mis enojos.
Y si justicia no alcanza, 275
apelaré a la venganza
del veneno de mis ojos.
Ven, Inés.
INÉS
Señora, espera;
que aquí viene don Rodrigo.
DOÑA LEONOR
Sin vengarle, ser testigo 280
de su dolor no quisiera.


Escena V

 

DON RODRIGO, que sale sin espada; DOÑA LEONOR, INÉS.

 
DON RODRIGO
¿Dónde se esconden los rayos
de vuestra justicia, cielos,
si el dolor de mi deshonra
no halla su venganza en ellos? 285
De las llamas que respiro,
pues no me abrasa el incendio,
o tengo el pecho de bronce,
o me han quitado el aliento.
DOÑA LEONOR
¿Adónde vais, don Rodrigo? 290
DON RODRIGO
¡Ay de mí! que no lo siento,
pues vivo, hermosa Leonor;
que esta es traición de don Tello,
porque el coche en que a mi esposa
los alevosos metieron 295
era suyo, y sus criados
los cómplices de su yerro.
Claro es que otros no serían;
que no hubiera atrevimiento
que en su quinta lo emprendieran 300
cuando al Rey menos respeto
tienen en toda esta tierra
que a este tirano soberbio.
Al desaire de mi afrenta,
el de quitarme el acero 305
añadieron atrevidos,
para que clamando al cielo,
incapaz de mi venganza,
llore imposible el remedio.
Tristes campos de Alcalá, 310
abrid vuestro oscuro centro,
para dar sepulcro a un vivo,
que sin honor está muerto.
Piadosas aguas de Nares,
llevadme en llanto deshecho; 315
caed sobre mi deshonra,
desnudos y ásperos cerros.
DOÑA LEONOR
Don Rodrigo, en vano sueltas
la rienda a tu sentimiento,
y más cuando en mi desdicha 320
tienen tus males consuelo;
no hay sentimiento más noble
que procurar el remedio.
DON RODRIGO
Bien dices, Leonor, bien dices:
a Madrid el rey don Pedro 325
pasa de Guadalajara,
donde está agora asistiendo;
solo hay este tribunal
para el poder de don Tello.
Bañará sus reales plantas 330
mi llanto, y pues justiciero
se llama (contra la voz,
que cruel le hace y sangriento),
haga crédito el castigo
de un agravio tan violento. 335
DOÑA LEONOR
Y yo te he de acompañar,
porque agrave a un mismo tiempo
con mi queja su delito.
DON RODRIGO
Pues si hemos de ir, no tardemos.
INÉS
También yo iré con vosotros; 340
que a este lobo carnicero
vosotros daréis la queja
de la pierna, y yo del hueso
que dan por añadidura.
 

(Entran por una puerta y salen por otra.)

 


Escena VI

 

Campo delante de la quinta.

 
 

DON ENRIQUE, MENDOZA. Dichos.

 
DON ENRIQUE

 (Dentro.) 

Por acá, al llano.
DOÑA LEONOR
¿Qué es esto?
345
 

(Salen el CONDE DE TRASTAMARA y MENDOZA.)

 
DON ENRIQUE
Mendoza, el Rey nos alcanza;
y si en sus manos me veo,
no está segura mi vida.
Los caballos se rindieron;
de la espesura del valle 350
nos valgamos. Encubiertos
pasaremos aquí el día.
MENDOZA
Ese solo es el remedio.
DON ENRIQUE
Vamos, Mendoza. ¡Ay hermano!
¡Ay ingrato rey don Pedro! 355
¿Por qué a tu sangre persigues?
MENDOZA
¿Vamos, Señor?
DON ENRIQUE
Vamos presto.
 

(Vase con MENDOZA.)

 


Escena VII

 

DOÑA LEONOR, DON RODRIGO, INÉS.

 
DOÑA LEONOR
¿Qué será esto, don Rodrigo?
DON RODRIGO
Siguiendo estos caballeros
viene por aquel camino 360
otro, el caballo corriendo
con tal furia, que en sí mismo
tropezó.


Escena VIII

 

El REY. Dichos.

 
REY

 (Dentro) 

¡Válgame el cielo!
DON RODRIGO
Ir a socorrerle es fuerza.
REY

 (Sale.) 

Ya sobra el socorro vuestro, 365
pues queda muerto y yo libre.

  (Aparte. 

¡Que le estorbe a mi deseo
la fortuna la venganza,
cuando con razón me ofendo
de tan aleves hermanos! 370
Ya Enrique de mi despecho
se libró, pues el caballo
tras él reventó corriendo.)
DON RODRIGO
¿Os habéis hecho algún daño?
Reparáos.
REY
No, caballero.
375
¿Qué sitio es este?
DON RODRIGO
Es el campo
de Alcalá.
REY
¿Estará muy lejos?
DON RODRIGO
Media legua.
REY
Y esta quinta
¿de quién es?
DON RODRIGO
Es de don Tello,
el rico-hombre de Alcalá 380
que por su poder soberbio
no le podéis ignorar.
REY
¿Por su poder?
DON RODRIGO
A que es menos
el del Rey.
REY
¿Menos que el suyo?
DON RODRIGO
Según le temen, es cierto. 385
REY
Nunca lo he oído decir.
DON RODRIGO
No seréis vos deste reino.
REY
Sí soy; mas los que asistimos
al Rey y siempre le vemos,
otro poder ignoramos. 390
DON RODRIGO
¿Luego vos le asistís?

 (Aparte. 

¡Cielos,
si dais luz a mi venganza!)
REY
Y por venirle siguiendo,
que a Madrid pasa esta noche,
me apresuré tan violento, 395
que reventé ese caballo.
Mas, según le alabais, creo
que sois vos criado suyo.
DON RODRIGO
No soy sino quien intento
vengarme de sus agravios, 400
y otro tribunal no tengo
sino el del Rey; y si vos
le asistís, y es tan adentro
que me hagáis ser escuchado,
os deberé mi remedio. 405
REY
Y estas señoras ¿quién son?
DOÑA LEONOR
Quien deste tirano dueño
lloran también las injurias.
INÉS
Y yo, Señor, punto menos
las lloro de su lacayo; 410
con que son más duraderos
mis agravios.
REY
Pues ¿por qué?
INÉS
Porque yo en paja los tengo.
REY
Y ¿no hay para ellos castigo?
DOÑA LEONOR
Solo podrá darle el cielo; 415
que el Rey no será bastante.
REY

 (Aparte. 

¡Que viviendo el rey don Pedro,
esto se diga en Castilla!
Mucho ignoro de mis reinos.)
Pues ¿por qué no podrá el Rey? 420
INÉS
Porque es cruel y sangriento,
y no nos hará justicia;
que antes se holgará, al saberlo,
de ver que haya quien te imite.
REY
Esa es voz del vulgo ciego, 425
que con lo cruel confunde
el nombre de justiciero;
porque él solo poner supo
a la justicia respeto.
Y porque le conozcáis, 430
yo os haré escuchar dél mesmo,
y sabréis si hace justicia.
DOÑA LEONOR
La vida y el alma os debo,
si eso hacéis.
REY
Pues ¿cómo ha sido
vuestro agravio?
DOÑA LEONOR
Eso reservo
435
para el oído del Rey.
REY
Yo le asisto tan adentro,
y tanto fía de mí
la corona y el gobierno,
que en decírmelo, podéis 440
pensar que habláis con él mesmo.
DOÑA LEONOR
Pues si ese favor nos dais,
generoso caballero,
doña Leonor de Guevara
soy yo, cuyos padres muertos, 445
quedé en Alcalá al abrigo
de un copioso heredamiento
que en este lugar fundaron
mis ricos nobles abuelos.
Sola, hermosa, moza y rica, 450
ya veréis los casamientos
que unidos me ofrecerían
la codicia y el deseo.
Mas siendo mirada un día
del tirano de don Tello, 455
le ocasionó mi hermosura
a seguir mi galanteo.
Quedé yo sin elección,
pues por temor o respeto,
cuantos mi amor pretendían 460
olvidaron el empeño.
Dél solamente asistida,
escuchaba sus afectos,
bien desdeñosa al principio.
Me hizo el trato lisonjero; 465
porfió en decirme amores,
finezas y rendimientos,
con que me venció; ¡ah si entonces
advertir supiera el pecho
que era el rendimiento falso; 470
que en este injusto trofeo
sólo se rinde el amor
por lograr el vencimiento!
En fin, con tantas porfías,
persuadida del ejemplo 475
de otras, que hicieron lo mismo,
me resolví a un desacierto.
¡Ah ciego engaño, que todos,
para cometer un yerro,
ven los que erraron, y olvidan 480
a los que se arrepintieron!
Mano y palabra de esposo
me di, y con ella... no puedo
pasar de aquí con la voz;
más bien podéis entenderlo; 485
que no se puede dudar
cuál sería mi suceso,
pues de vergüenza, le explico
con la frase del silencio.
El hielo de mi desdén 490
desde aquí se trocó en fuego;
precipitéme a quererle
(no sé si lo hizo el afecto,
o el trato, o la obligación,
o el mirarle como a dueño, 495
o si desto no fue nada.
Sin duda fue lo más cierto
que para estar más galán
le adornó mi mismo exceso
con la joya de mi honor, 500
que mi error puso en su pecho).
La llama que en mí crecía,
en su amor iba muriendo;
sin duda hay en el amor
cantidad fija de fuego, 505
y cuando esta se reparte
con igualdad en dos pechos,
ni uno ni otro quiere mucho;
y si se aviva uno de ellos,
lo que uno crece, otro mengua; 510
y aquella parte de incendio
que va creciendo en el uno,
falta al otro; con que es cierto
que tiene coto esta llama,
que le sirve de supuesto; 515
que nunca se ven iguales
dos ardores con extremo.
Deste natural discurso
fue nuestro amor vivo ejemplo,
porque creció tanto el mío, 520
que el suyo se volvió en hielo.
Iba sin gusto a la mesa,
tarde y con cansancio al lecho;
de la falta del cariño
era la disculpa el sueño. 525
Siempre costaba un disgusto
hablar en el casamiento.
Yo le halagaba, rendida
le acariciaba; él severo
daba un desaire a un cariño, 530
por no irritarse a un despecho.
¡Qué cordura es menester
para conservar sin riesgo
a quien no ama, cuando tiene
tan cerca de sí el desprecio; 535
porque hay muy poco en los hombres
de lo tibio a lo grosero!
Bien se vio en él, pues llegando
la ocasión de haberme hecho
hoy madrina de una boda 540
(que apadrinaba don Tello),
grosero, ingrato y tirano,
me desengañó, diciendo
que no había de casarse
conmigo; y al mismo tiempo, 545
viniendo ya don Rodrigo,
que es aqueste caballero,
con su esposa al desposorio,
sin Dios, sin ley, sin respeto...
DON RODRIGO
Ese agravio a mí me toca; 550
mas no sé si tendré aliento
para decir que tirano
me robó mi esposa. Cielos,
¿cómo a tan grande maldad
sordo está el castigo vuestro? 555
En fin, Señor, con mi esposa,
me quitaron el acero,
y sin poder apelar
desta traición, sino al cielo,
del modo que nos halláis 560
nos dejó el bárbaro fiero
sin vida, sin ser, sin honra;
donde a vuestras plantas puestos,
solicitamos que al Rey,
pues sois tan suyo, lleguemos 565
donde escuche nuestro agravio,
aunque venganza no espero.
REY

 (Aparte. 

¡Que haya esta gente en Castilla,
y no me den cuenta dello!
Y ¡que me llamen cruel 570
por castigar sus excesos!)
¿No hay justicia en Alcalá?
INÉS
Pues ¿agora dudáis eso?
Es lugar estudiantino,
y si alguno hace un mal hecho, 575
en partiéndose a Alcalá,
es lo mismo que a un convento.
REY
Su corregidor, o alcalde,
por mi delito tan feo
¿no irá a prender a ese hombre? 580
INÉS
¡Qué bien! Si allá el prendimiento
fuera de Getsemaní
en chusma de fariseos,
los hiciera todos Malcos,
aunque nunca fuese Pedro. 585
REY

 (Aparte. 

Cielos, ¿qué hombrecillo es este?
A ir a verle estoy resuelto.)
Señora, ¿estáis en su casa?
DOÑA LEONOR
Yo no sé si hallaré abierto
cuando le vaya a buscar. 590
REY
Pues allá estad; que yo quiero
pasar por allá esta tarde,
para ver si con él puedo
que os vuelva a vos vuestra esposa,
y os logre a vos el deseo. 595
DON RODRIGO
Yo sólo he de hablar al Rey.
REY
Pues id a Madrid; que luego
yo haré que el Rey os dé audiencia.
DON RODRIGO
Pues la palabra os aceto.


Escena IX

 

DON GUTIERRE, criados. Dichos.

 
DON GUTIERRE

 (Aparte. 

Pero aquí está.) ¡Gran Señor! 600
REY

 (Aparte a DON GUTIERRE

Calla, Gutierre; que intento
no ser aquí conocido.)
¿Va el Rey adelante?
DON GUTIERRE
El viento
desmintiendo en un caballo.
REY
Pues a seguirle pasemos. 605
DOÑA LEONOR
En vos, Señor, voy fiada.
REY
Veréis lo que hará mi ruego.

  (Aparte. 

¿Qué rico-hombrecillo es este,
que teme tanto este pueblo?)
Vamos, Gutierre.

 (Aparte. 

Por verle
610
me va matando el deseo.)
 

(Vanse.)

 


Escena X

 

Sala en la casa de DON TELLO.

 
 

DON TELLO, DOÑA MARÍA, PEREJIL, MÚSICOS.

 
MÚSICOS
A mejorar su fortuna
la bella Amarilis viene,
dando a Tirso los aplausos
que Riselo no merece. 615
DOÑA MARÍA
Pues si no está aquí mi esposo,
yo supliré su presencia,
y con desdén rigoroso
resistiré la violencia
de un tirano poderoso. 620
DON TELLO
¿Qué es lo que dices, mujer?
Siendo tuvo ese favor,
¿qué resistencia has de hacer?
¿A ti no te está mejor
lo que es mejorar de ser? 625
¿A hacerte yo esposa mía
te resistes? Pues ¿qué habrá
desde el que suya te hacía
hasta don Tello García,
el rico-hombre de Alcalá? 630
¿Dueño de cuanto poseo
no te viene a hacer mi amor?
Que cuando ese campo veo,
diez leguas alrededor
por nada ajeno paseo. 635
¿No miras cumbres y llanos
que en sembrados diferentes,
para enriquecerme ufanos,
me crece el oro en los granos
la plata de sus corrientes? 640
Del sol contra los rigores,
que sale flechando ardores,
¿no miras montes y prados
por el estío nevados
de mis ganados menores? 645
Que juzgan, según violentos
bajan la tarde sedientos
al valle, donde agua tienen,
que en mariposas se vienen
abajo los elementos. 650
Villas, lugares, castillos
tengo tantos, que al mandallos,
me embarazo con oíllos;
que el número, al referillos,
bastaba para vasallos. 655
Y estas grandezas, no dadas
por merced de ningún rey,
sino con sangre ganadas,
en aumento de la ley,
de los moros a lanzadas. 660
La renta de esta riqueza,
con que yo nada codicio
en mi pródiga largueza,
sobra para mi grandeza
y basta a mi desperdicio. 665
Y aunque es tanta maravilla
mi poder, mi sangre pisa
a más triunfos, que en Castilla
vio ricos-hombres mi casa
antes que reyes su silla. 670
Tu ignorancia esto desprecia;
mira si con causa poca,
la razón, que es quien lo aprecia,
te llama al dejarlo, necia,
y al no procurarlo, loca. 675
DOÑA MARÍA
Todo ese poder, Señor,
que junto habéis referido,
es en mi aprecio menor
que el halago del marido
a quien tengo justo amor. 680
DON TELLO
¿A un pobre hidalguillo metes
en estimación?
PEREJIL
Es dada
a querer estos pañetes;
no había de ser honrada
mujer que quiere a pobretes. 685
DON TELLO
Todo mi amor lo atropella.
DOÑA MARÍA
Que no he de casarme digo.
PEREJIL
Pues ¿qué importa en su querella
que no se case contigo,
si tú te casas con ella? 690
DON TELLO
Dices bien; cantad en tanto
que me desposo.
DOÑA MARÍA
¡Ay de mí!
PEREJIL
Cantad al son de su llanto;
que bien merece que aquí
le den todos con un canto. 695
MÚSICOS
A mejorar su fortuna, etc.


Escena XI

 

Un CRIADO; luego, el REY. Dichos.

 
CRIADO
Señor, a vuestros umbrales
un caballero se apea,
que dice que viene a veros.
DON TELLO
Entre muy enhorabuena; 700
que a nadie que viene a verme
tengo cerradas las puertas,
y más hoy, que en este gusto
quiero que todos me vean.
Sillas a mí y a mi esposa. 705
Sentáos, que así recibiera
al mismo rey.
 

(Siéntase, y sale el REY.)

 
CRIADO
Ya está dentro.

 (Vase.) 

REY

 (Aparte.) 

¡Buen talle!
DON TELLO

 (Aparte.) 

¡Buena presencia!
DOÑA MARÍA

 (Aparte.) 

Que yo calle aquí es forzoso,
por no irritar su violencia. 710
REY

 (Aparte. 

¡Sentado se está el grosero,
sin saber quién es el que entra!
Estoy por echarle a coces
a rodar; pero aquí es fuerza
disimular y encubrirme, 715
porque su castigo sea
para después escarmiento
de otras tiranas cabezas.)
Déme su mano vusía.
DON TELLO
Cúbrase, hidalgo.
REY
Eso es fuerza,
720
que no hablo yo descubierto
con quien sentado me llega
a recibir.
DON TELLO
Taburete.
REY
¿Eso más?
PEREJIL
Y eso agradeza;
que mi amo no da asiento 725
ni aún a ginoveses.
REY
Venga.
 

(Acerca PEREJIL un taburete, y siéntase el REY.)

 
DON TELLO
Dos sillas tengo: la una
ocupa mi esposa bella,
la otra yo; mas no os admire,
que ricos-hombres apenas 730
dan silla al Rey en sus casas.
REY
Ya lo veo que es grandeza,
y así elijo lo que es mío.
DON TELLO
Aunque su buena presencia
quién es nos dice, ¿en qué altura 735
de hidalgo se halla?
REY
Aguilera,
de la Montaña.
DON TELLO
Escuderos
son de mi casa. Y ¿qué intenta?
REY
Al Rey sigo por un pleito.
DON TELLO
Habiendo espadas, ¿quién deja 740
gastar su hacienda en procesos?
REY
La ley es bien que obedezca;
ya el Rey en Madrid está.
DON TELLO
Con doña María, su prenda,
nos vendrá a dar buen ejemplo. 745
REY
Ya es su esposa y nuestra reina;
y al que no hablare en sus partes
con decoro y con decencia,
con mi espada...

 (Levántase.) 

DON TELLO
Bueno está.
Brío el hidalguejo muestra; 750
mucho quiere al Rey.
REY
Sí quiero.
DON TELLO
Siéntese el buen Aguilera.
¿Que está ya en Madrid el Rey?
REY

 (Siéntase.) 

Si vueseñoría le espera,
ya puede pasar a verle. 755
DON TELLO
Cuando el Rey valerse quiera
de mí para alguna cosa,
vendrá a verme y hacer venta
en mi casa, donde yo
a los reyes que aquí llegan, 760
como a parientes regalo
y hospedo. Y aun se me acuerda
que a don Alonso; su padre,
hospedó esta cuadra mesina
más de una vez, cuyas glorias... 765
¡Ah, qué rey Alonso era!
Mas hoy su hijo las infama.
REY
Tenga vusía, y advierta
que habla del rey don Pedro,
que es su rey; y aunque no fuera 770
su rey, es tan mal sufrido,
que te cortara la lengua
a saber cómo habla dél.

 (Levántase.) 

PEREJIL
¿Criados?
DON TELLO
Tente; ¿qué intentas?
PEREJIL
Matarle.
REY
Mi rey defiendo;
775
contradígalo quien quiera.
PEREJIL
¿Escuderos?
DON TELLO
No los llames,
loco, necio. ¿En mi presencia
hablas tú? Si dar castigo
a su osadía quisiera, 780
¿no bastara yo?
REY
No sé.
DON TELLO
Ea, que la intención es buena,
y el buen celo de su rey
le disculpa; no le ofendan.
Sosegáos.
REY
Soy buen vasallo,
785
vive Dios.
DON TELLO
Sin jurar.
REY
Sea.
DON TELLO
Mucho quiere al Rey.
REY
Es ley.
DON TELLO
Siéntese el buen Aguilera.
REY
Perdonadme; que esta ha sido
locura de la nobleza 790
de vasallo.
DON TELLO
Yo lo soy
también del Rey, y se precia
de leal, más que ninguna,
mi sangre; díganlo empresas
de mis ilustres abuelos; 795
y por esta razón mesma
me ha parecido gloriosa,
aquí la osadía vuestra.
Dadme esa mano.
REY
Los nobles
deben hablar con decencia 800
de los reyes, porque son
las deidades de la tierra,
y en ella los pone Dios;
y su imagen representa
tanto el bueno como el malo, 805
pues como a él se reserva
su soberano decreto,
nos le da su providencia,
malo cuando nos castiga,
y bueno cuando nos premia, 810
pero dejando esto aparte:
la gloriosa fama vuestra,
pasando por vuestra casa,
me dio deseo de verla;
y en lo que el lugar os ama 815
ha quedado satisfecha
la opinión que yo traía.
DON TELLO
Todo Alcalá me venera
con mucho amor.
REY
Y en él dicen
que menos al Rey respetan. 820
DON TELLO
Por acá, hidalgo, conocen
por sello o firma a su alteza;
y es con mi consentimiento
alguna vez que obedezcan
su firma.
REY

 (Aparte.) 

¡Válgame Dios!
825
¿Vióse tan gran desvergüenza?
Si a puntapiés no le mato,
es porque más logro tenga
el blasón de justiciero;
que si no, aquí yo le hiciera 830
ver quién soy.


Escena XII

 

DOÑA LEONOR, INÉS. Dichos.

 
DOÑA LEONOR

 (Dentro.) 

Dejadme entrar.
CRIADO

 (Dentro.) 

No hay lugar.
DOÑA LEONOR

 (Dentro.) 

Aunque no quieran,
he de entrar.
DON TELLO
¿Qué ruido es ese?
¿Quién es quien viene?¿Quién entra? 835
 

(Salen DOÑA LEONOR y INÉS.)

 
DOÑA LEONOR
Quien viene a cobrar su honor,
aunque le neguéis la deuda.
PEREJIL
Venga el papel y veamos
si está cumplida la letra.
DON TELLO
Pues, adonde está mi esposa, 840
¿hay quien así a entrar se atreva?
REY
Sí puede entrar quien pretende
que quien lo ha de ser lo sea.
DOÑA LEONOR

  (Al REY.) 

Caballero, este tirano
es quien me robó la prenda 845
mejor del alma; y agora
lo que prometió me niega,
faltando a Dios y a la ley,
y infamando mi nobleza
y quitando a otro su esposa. 850
DON TELLO
Pues decidme, ¿quién lo niega?
¿Qué queréis?
DOÑA LEONOR
Que no os caséis.
DOÑA MARÍA
No os toca esa diligencia
a vos, Leonor, sino a mí;
que aunque mil muertes me diera, 855
no me casaría con él.
DON TELLO
Vive Dios, ingrata, necia,
que aunque el mismo Rey lo mande,
lo has de ser; y ya que aprecias
más que a mí, un pobre hidalguillo, 860
a pedazos mi violencia
te le ha de sacar del alma.
PEREJIL
Y habrá, como saca-muelas,
saca-hidalgos.
REY

 (Aparte.) 

¡Que esta injuria
escuche yo y la consienta! 865
Mas llegará su castigo.
DON TELLO
Yo traje una pasión ciega,
que fue solamente antojo,
de esa mujer, y logréla
porque ella lo permitió, 870
presumiendo, loca y necia,
que había de ser su esposo;
doyle de toda mi hacienda
lo que quisiere, y porfía
que me he de casar con ella. 875
REY
Pues, Señora, si don Tello
anda con tanta largueza
con vos, ¿qué más le pedís?
DOÑA LEONOR
Inés, ¿no ha estado muy buena
la intercesión?
INÉS
Todo es miedo.
880
DOÑA LEONOR
Pues teniendo al Rey tan cerca,
a su tribunal apelo,
que su tiranía suspenda.
DOÑA MARÍA
No será eso menester
donde está mi resistencia. 885
DON TELLO
Echad de aquí esas mujeres.
DOÑA LEONOR
Buen padrino trae mi pena.
DON TELLO
Siempre en los reyes se teme
más que la espada la alteza.
REY
Pues de don Pedro se dice 890
que es bizarro.
DON TELLO
Eso se cuenta
por haber muerto un cantor
y un clérigo.
REY
Aunque así sea,
todos son hombres.
DON TELLO
No todos
son ricos-hombres.
REY

 (Aparte.) 

Suspensa
895
dejo mi venganza ahora,
para que castigo sea.
DOÑA LEONOR
Ven, Inés; vamos al Rey.
 

(Vase con INÉS.)

 


Escena XIII

 

El REY, DON TELLO, PEREJIL, MÚSICOS.

 
DON TELLO
Andad muy enhorabuena
retiráos todos adentro, 900
y mis bodas se suspendan;
que hoy es todo azar y enojos.
DOÑA MARÍA

 (Aparte.) 

Cielos, en tanta violencia,
pues otro amparo no tengo,
válgame la piedad vuestra. 905
PEREJIL
Ea, ¿qué aguardáis aquí?
DON TELLO
Hidalgo, si hacer desea
noche en Alcalá, en mi casa
se quedará, mas advierta
que es con una condición. 910
REY
¿Qué?
DON TELLO
Que a nadie doy mi mesa.
REY
Dios guarde a vueseñoría;
que yo aceptara sin ella
el favor, a no pasar
a Madrid algo de priesa. 915
DON TELLO
Pues adiós.
REY
Guárdeos el cielo.
DON TELLO
Véngame a ver cuando vuelva
que me ha parecido, cierto,
buen hombre el buen Aguilera.
PEREJIL
Véngame a mí a ver también; 920
que yo le tendré a la vuelta
de Alcalá, al pasar el río...
REY
¿Qué tendrá?
PEREJIL
La barca puesta.
REY
Dios os guarde.
PEREJIL
No acompañe,
quédese el buen Aguilera. 925
 

(Vanse todos, menos el REY.)

 


Escena XIV

 

El REY.

 
Cielos, ¿que esto haya en Castilla,
y haya tenido paciencia
para no matarle a coces?
Mas mi majestad me deba
este noble sufrimiento; 930
que yo haré que en su cabeza,
los que me llaman cruel,
por justiciero me tengan.



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