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561

Ibidem, p. 9.

 

562

Véase a E. Trabulse, La ciencia y la técnica en el México colonial, pp. 52-53.

 

563

Véase a E. Trabulse, «El universo científico de Sor Juana Inés de la Cruz».

 

564

La definición que damos en el texto para «mecanicismo» se halla en el Diccionario manual ilustrado de la Lengua Española. Las llamadas para palabras relacionadas que se encuentran en el Diccionario de Autoridades remiten, en gran medida, a nociones de desprecio atribuidas a los oficios en los que se utilizaban las manos y, por tanto, serviles e impropios de caballeros, según se ha comentado. La definición que se halla en el Tesoro de Covarrubias es más mesurada pero no exenta de este significado. Señalemos que en América, el español perdió, al parecer, la repugnancia que en España se sentía por el trabajo que ocupara las manos ya que, fuera en forma directa o indirecta, se dedicó a minas y otros negocios en los que era imprescindible su uso. Véase mi capítulo «Lírica popular y lírica culta», en Historia de la literatura hispanoamericana en varios volúmenes (ver el dedicado a la Colonia), que publica Amos Segala en Francia y que coordinó Giuseppe Bellini.

 

565

Trabulse nos dice: «Es lógico pensar entonces que los relojes no menudeaban: ni los de Sol ni los de cualquier otro tipo». Los orígenes de la esencia moderna era México (1630-1680), p. 229.

 

566

Véanse las variadas definiciones que se encuentran en los diccionarios ya señalados. Se dice que la invención del reloj remonta al mundo griego, con Arquímedes. Hay relojes de sol, de arena, de agua (llamados clepsydras), de péndola, de reflexión o refracción, etcétera, y adquieren otros nombres dependiendo de la posición o del lugar en que se coloquen o del uso que se les dé. Los relojes de sol fueron los más utilizados desde el mundo antiguo hasta principios del XVII, pasando por los siglos XVI y XVII, siglos en los que se hallan, en Europa así como en América, muchos tratados sobre ellos. El reloj mecánico fue invento alemán que tardó en imponerse por no ser tan dable en su medida del tiempo. El primer tratado de este tipo de relojes que hubo en España no apareció hasta 1759, según señala Heiple (op. cit., p. 131) basado en Luis Montañez Fontenla. En los relojes, la «muestra» es «el círculo donde están numeradas las horas y sus partes, con el índice que las señala», y se hace la referencia de tal «muestra» en «también qualquier relóx que no tenga campana» (Diccionario de Autoridades). Es, precisamente, uno de este tipo el que Sor Juana regala a esa «persona de autoridad»; MP sugiere en sus notas a las décimas que quizá fuera el virrey marqués de la Laguna (o, tal vez, el marqués de Mancera, aunque la monja dedicó a estos virreyes muy menor número de composiciones que a los de la Laguna). Lo que apunta al «virrey» es la mención de «sol» de la décima 3. Sin embargo, recordemos el uso extremado de las alabanzas y expresiones de cortesía en la poesía de la época y, sobre todo, señalemos que el tratamiento utilizado en esas décimas es el «tú» clásico, lo cual sería excepcional ya que, repasando las composiciones que se dirigen a los virreyes de la Laguna y de Galbe, varones, se utiliza siempre el «vos» aunque a las virreinas se las trate de «tú» en algunas composiciones; pienso que primero se dirigiría a ellas utilizando «vos» y que, con la mayor confianza desarrollada a través del tiempo, se convirtió en «tú». Hay, también, a pesar de todo, cierto tono más ligero en esta composición. Concluyamos, pues, que se dirigió, probablemente, a una persona importante a la cual Sor Juana conocía muy bien.

 

567

No sabemos si el reloj que envía nuestra poeta señalaba sólo las horas, como ocurría generalmente, o si también señalaba los minutos, lo cual era menos frecuente; nos inclinamos por la primera posibilidad ya que la monja sólo menciona las horas.

 

568

Elías Trabulse, «El universo científico de Sor Juana Inés de la Cruz», pp. 42-43 y 46-48.

 

569

Góngora menciona la brújula en la Soledad I (versos 379-392), pero no como imagen sino como instrumento técnico en sí.

 

570

Esta loa aparece en mi IC, pp. 151-167 con mis comentarios a los cambios introducidos por MP en el texto de la acotación señalada (p. 159).

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