Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

Javier SALVAGO, Hablando solo por la calle

La Isla de Siltolá, Sevilla, 2016, 72 págs.

Muchos sabihondos y pocos sabios hondos.


Todo lo exagerado es sospechoso.


Hay ciertas cosas que los jóvenes no aprenderán jamás porque, cuando las aprenden, ya han dejado de ser jóvenes.


Para perder la razón hay que tenerla.


Las flores más bellas se visten de colores y se perfuman para seducir a un insecto.


Un aforismo

distribuido

caprichosa

-mente

en renglones

cortados

no

es

un

poema.


Hay tres maneras de ser invisible: ser infinitamente grande, ser infinitamente pequeño y no existir.


Cuando alguien te pide que seas realista te está pidiendo que aceptes lo que él entiende por realidad.


Nadie es inocente, aunque se demuestre lo contrario.


Probablemente no tengamos lo que nos merecemos, pero seguro que tenemos lo que nos buscamos.


Un sistema antipersonas engendra personas antisistema.


Hay una solución para cada problema. De acuerdo, pero también hay un problema para cada solución.


Todas las frases lapidarias son discutibles, incluida esta.


Qué larga se hace

la vida -se quejaba

la mariposa.


Dijo el problema:

-Frente a la solución,

me multiplico.


No se puede juzgar esta vida sin haber vivido otras.


La lluvia nos recuerda que venimos del agua y somos agua.


Hay quienes confunden volar alto con trepar.


Con qué entusiasmo y alegría caemos en todas las trampas.


El enemigo de la vida es el miedo a la vida.


Esa desoladora sensación de andar como dejado de la mano de Dios, aunque no creas en Dios.


Todo el mundo piensa que es mucho mejor y mucho peor de lo que en realidad es.


La función más sutil del vestido es hacer más interesante lo que tapa.


Algo sabremos de lo que nos espera cuando llegamos a la vida llorando.


Cuántos dioses hemos creado desde que matamos a Dios.


Distingo entre la vida, que me parece inmensa, y esta vida arrastrada cuyo único fin parece ser ganar dinero para poder consumir lo que nos echen.


Poesía, la justa. Literatura, la mínima.


Nuestro depredador somos nosotros.


La vida es una burbuja de eternidad encerrada en una cápsula de tiempo.


Piadoso, vuela el tiempo cuando nos vamos haciendo viejos.


-Vivió intensamente cada minuto de su vida

-Qué cansancio.


La historia de la humanidad es la historia de la inhumanidad.


Poesía, otra palabra que hay que desinfectar.


El valor es una huida hacia delante.


No es que uno cambie con el tiempo, sino que con el tiempo uno va llegando a ser el que realmente es.


Para la eternidad, todo es presente.


Lo más inteligente que se puede hacer en esta vida es marcharse a tiempo.