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Salen TORIBIA y
OTÁÑEZ, y
GILOTE en medio
metiéndolos en paz.
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TORIBIA |
Dejémonos de cuentos, seor
Otáñez. |
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OTÁÑEZ |
Dejados somos ya, seora
Toribia. |
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TORIBIA |
Bueno, ¿conmigo dimes y
diretes? |
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Sabrosa estoy, a fee, para
juguetes. |
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Vamos al caso, ¿no sois mi
marido, |
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mal hombre? ¿Qué
decís? |
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TORIBIA |
Pues, pícaro andrajuelo,
maltrapillo |
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Racimo os vea yo de
Peralvillo, |
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dando la bendición con los
talones. |
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¿Merecíasme vos? |
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TORIBIA |
¿Qué es menos?
Más y más aún. |
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OTÁÑEZ |
¿Con quién
hablo?
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Acabemos, no demos de comer al
diablo. |
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TORIBIA |
Y aun de cenar le diera,
descarado, |
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porque os arrebatara de mi
lado. |
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GILOTE |
Quedo, seor Otáñez, a
quien digo |
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no ande con su mujer al
estricote. |
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TORIBIA |
Vaya usted conmigo, seor
Gilote |
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Este mal hombre se casó
conmigo |
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una noche de cólera,
borracho, |
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porque le dieron con buen juego
chacho; |
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desde entonces ni aun pan tray a su
casa |
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muero de hambre, y porque
más se asombre |
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hasta las sayas me ha jugado al
hombre. |
25 |
Él vino a mi poder con un
vestido |
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al muladar llevado y
destraído, |
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medias de carne, ligas ni por
pienso |
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los zapatos deshechos y sin
suelas, |
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tan peligrosos que si andaba a
ratos |
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de corma servirán, no de
zapatos, |
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y lo que mueve a llanto más
que a risa: |
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de color de gamuza la camisa. |
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GILOTE |
Estaría extremado el
picarote. |
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OTÁÑEZ |
Vaya vuested conmigo, seor
Gilote, |
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que en riñendo Toribia
está borracha. |
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GILOTE |
Nunca, plega a Dios, tenga otra
tacha. |
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OTÁÑEZ |
Yo vine a su poder como un
palmito, |
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pero ella al mío desastrada
cosa: |
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toca con ventanaje de
amarillo, |
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que por mil partes se le
veía el carrillo; |
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jubón acuchillado a lo
valiente, |
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hijo de Adán de puro
transparente; |
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saya con tantos ojos que no
hubiera |
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quien no pensara que era
salvadera |
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y, lo que mueve a risa más
que a llanto, |
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la ropa de soplillo, un soplo el
manto. |
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GILOTE |
Estaría la tal hecha
jigote. |
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TORIBIA |
Vaya vuested conmigo, seor
Gilote. |
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Miente y remiente y
tartaramiente |
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porque honra de las honras fue mi
dote. |
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OTÁÑEZ |
Vaya vuested conmigo seor
Gilote. |
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La cólera me va
desbaratando |
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Déjeme sacudilla en el
cogote. |
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TORIBIA |
Vaya vuested conmigo, seor
Gilote. |
55 |
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GILOTE |
¡Oh, qué linda
conserva de amapolas! |
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Bueno está el estribillo,
¿dónde vamos, |
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que porfían que vaya con
entrambos? |
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GILOTE |
Seora Toribia,
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vaya el mal para el mal y dé
la mano. |
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TORIBIA |
¿La mano? No se hable en ese
punto, |
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que antes se la daré a un
cejijunto. |
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OTÁÑEZ |
De una color estamos, que se
amarga, |
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que antes se la daré a una
carilarga. |
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GILOTE |
Y yo por no sufrir tales
desvíos |
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a Sevilla me voy a hacer
navíos. |
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¿De qué sirve
lenguaje sanguilento? |
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Pues, por vida de, hago
juramento |
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que si me enojo... Más
¿qué ruido es este? |
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(Da voces y patadas BARTOLO dentro.)
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BARTOLO |
(Dentro.)
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Abra, seor Otañez,
¿con quién hablo? |
70 |
Que viene mi mujer dándome
al diablo |
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porque le di el talego del
dinero. |
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OTÁÑEZ |
Que engañé este
majadero
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pidiéndole prestados cien
ducados. |
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Súpolo su mujer, viene por
ellos. |
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GILOTE |
Pues por vida de yo, que no ha de
vellos. |
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Déjelos desflemar y luego
dígales |
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que en aqueste aposento está
el dinero, |
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que entren por él y
déjeme con ellos. |
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(Vase GILOTE y
torna a llamar BARTOLO.)
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BARTOLO |
¡Abra, seor
Otáñez, aquí presto! |
80 |
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OTÁÑEZ |
Entrad, Bartolo, ya sin
alborotos, |
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que el dinero está
aquí para pagaros. |
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(Sale BARTOLO a lo
payo y QUITERIA.)
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QUITERIA |
Llegad, bobón, pedid vuestro
dinero, |
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que aquesta parte retirarme
quiero |
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porque traigo cohetes en la
vista, |
85 |
pólvora en el aliento y una
cántara |
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de colera llegada en este
pecho, |
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que es milagro no habellos ya
deshecho. |
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Llegad, pues, que ha de ser su
mortal plaga. |
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BARTOLO |
¡Válgame Dios! Y
oirán. Hágase a zaga. |
90 |
Bellaco enredadador, dame el
talego, |
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que os daré con Quiteria
luego, luego. |
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OTÁÑEZ |
Daránselo a vuested y aun
sahumado. |
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BARTOLO |
Sáquelo yo de aqueste
cautiverio, |
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que desde aquí os perdono el
sahumerio. |
95 |
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QUITERIA |
Y, si no se lo dan, en buenas
manos |
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está el pandero. |
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TORIBIA |
Pues decilla quiero
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que tenemos acá
también pandero. |
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QUITERIA |
Pues tañámosle
entrambos. |
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Y haya jueces. |
100 |
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TORIBIA |
Yo soy contenta cuatrocientas
veces. |
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¿Qué armas tray? |
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TORIBIA |
Pues aquesta ventaja darla
quiero. |
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Fuera cartón. |
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QUITERIA |
Su muerte no barrunta
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para ayuda enterrar esta
difunta. |
105 |
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(Vanse arañar entrambas.)
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OTÁÑEZ |
Deténganse, seoras bravas,
baste, baste, |
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que no es razón que mueran
tales damas. |
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Entre Bartolo y saque su
dinero, |
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que como vino está en ese
aposento. |
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BARTOLO |
Eso es mucho mejor, yo soy
contento. |
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(Va a entrar y sale GILOTE de fariseo vestido con un
talego en una mano y en otra un alfanje.)
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BARTOLO |
Mas ¡ay Dios!,
¿qué demonio es el que veo? |
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¿De dónde se
soltó este fariseo? |
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¡Ay, qué talle!
¡Ay, qué boca! Cabalmente |
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me viene a degollar por
inocente, |
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y, si soy inocente degollado, |
115 |
mi talego, sayón, ¿en
qué ha pecado? |
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Dame el talego y mátame al
momento, |
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que el no tener es más
degollamiento. |
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¡Válgame Dios,
qué horrenda catadura! |
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¡Ay, señores, que muda
de postura! |
120 |
Hágase acá,
¡tate, tate, tate! |
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¿No ve qué puede
hacer un disparate? |
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QUITERIA |
No está mala la chanza,
lindo cuento. |
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¿Conmigo tarambainas, seor
Gilote? |
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A otro bobo, que yo soy perro
viejo. |
125 |
Mas pase, porque quiso ser
gracejo |
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y, si es necesidad, yo les
entrego |
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para que se remedien el
talego. |
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GILOTE |
¿Cómo toda esta casa
no se alegra? |
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¡Vivas, amén,
más años que una suegra, |
130 |
jamás te estén
mirando cuando comas, |
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Dios te libre de tuertas y de
romas |
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y, si alguno vencieres con tu
encanto, |
|
un cochero te cubra con su
manto! |
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GILOTE |
Y es muy justo
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135 |
que le den a Quiteria todo
gusto. |
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QUITERIA |
Vengan músicos, almas de
poetas. |
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GILOTE |
Y bailarines, y hágase esta
fiesta. |
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(Salen los MÚSICOS y cantan y bailan estos
versos para fin.)
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MÚSICOS |
A cierta casada |
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de ojuelos traviesos |
140 |
un falso mocito |
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le daba consejos, |
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en que declaraba |
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su alevoso pecho. |
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La niña turbada |
145 |
con el desconcierto |
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de verse sujeto |
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respondió estos versos: |
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Dote hermoso y mujer fea |
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désela Dios a quien la
desea, |
150 |
mas sin gusto el casamiento |
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no le dé Dios a nadie tan
gran tormento. |
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Poco pan y muchos celos, |
|
no le dé Dios; |
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cuatro niños casi en
cueros, |
155 |
no le dé Dios; |
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ves contino un rotro mesmo, |
|
no le dé Dios; |
|
y más gomias del
dinero, |
|
no le dé Dios. |
160 |
Quien se casa a disgusto |
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buen siglo haya, |
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pues sin duda le entierran |
|
cuando le casan. |
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Pobre mal casada |
165 |
guarda el gaznate, |
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que a soguita me güeles, |
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Dios es mi padre. |
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Amas y escuderos |
|
y lavanderas |
170 |
son perpectuas hormigas |
|
de las haciendas. |
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Quien aquesto abonare |
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los mal casados |
|
en galeras lo cuenten |
175 |
por muchos años. |
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FIN DEL FAMOSO ENTREMÉS DE OTÁÑEZ Y EL
FARISEO
|
(Ms. BITB)