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Puede consultarse con provecho el estudio de José Juan Arrom, Documentos relativos al teatro colonial en Venezuela, en Boletín de la Academia Nacional de la Historia, t. XXIX, n.º 114. Caracas, abril-junio de 1946, págs. 168-183, para conocer las actividades dramáticas en la colonia.

 

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Edición de México, 1895.

 

33

Edición de México, 1917.

 

34

Segunda edición, de 1931.

 

35

Edición de Buenos Aires, 1942.

 

36

Edición de México, 1942.

 

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He analizado y consultado los siguientes Diccionarios académicos para el presente trabajo: el Diccionario de autoridades, la edición sexta de 1822, la de 1869, 1884, 1914, 1925 y 1936 (1939). Estimo suficientes tales consultas, pues no es mi propósito seguir y anotar todas las ediciones, sino las más representativas. La decimonovena edición del Diccionario, 1970, es idéntica a la de 1936. He añadido algunas referencias a la edición de 1984.

 

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Mateo Alemán en el Guzmán de Alfarache escribe: «Y cuando yo vi que se les calentaba la sangre a todos y andaba la conversación en folla tratando de varias cosas...» (Parte II, libro I, cap. III). Coincide con la explicación dada en el Diccionario académico (ed. 1925): «Concurso de mucha gente, en que sin orden ni concierto hablan todos, o andan revueltos para alcanzar alguna cosa que se les echa a la rebatiña».

 

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No creo que guacharaca haya alcanzado la significación de ‘confusión, desorden’; es ‘ruido’.

 

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Aunque mi propósito es, como he manifestado, ceñirme a particularidades del léxico en Venezuela, anoto algunos de los vocablos que en otros países de la América Hispana significan la idea ele ‘confusión, alboroto, tumulto’, etc.: a) Burujina, en Cuba y Puerto Rico, ‘confusión, desorden’ (Malaret, Diccionario de americanismos); En burujón, ‘desordenadamente’ en Cuba (id.); b) Cambamba, en Colombia, ‘camorra, disputa, riña’ (Santamaría, Diccionario de americanismos; Malaret, Suplemento al diccionario; Diccionario histórico de la lengua española, de la Academia); c) Desparpajo, en Chile y Guatemala; desparramo, en Chile; y entrevero, en Argentina y Chile, significan ‘desbarajuste, desconcierto, desorden’ (cf. Diccionario de la Academia); d) Garata, en Puerto Rico, ‘pelea, desorden, alboroto, tumulto’ (Santamaría, Diccionario de americanismos; Malaret, Diccionario de americanismos y Suplemento al diccionario, dice que se usa también en España); e) Revolú, en Panamá, ‘revoltina, pelotera’ (Malaret, Suplemento al diccionario); f) Revoluta, en América Central, ‘revoltina’ (id.); g) Salpafuera, significa en Cuba lo que correcorre, es decir, ‘huida desordenada de gente’ (Malaret, Diccionario de americanismos). Estoy convencido de que una investigación a fondo en cada república hispanoamericana daría abundantes frutos en este tipo de vocablos.