41
Con este artículo Barrett inició sus colaboraciones en El Nacional, diario recién fundado entonces por un grupo de escritores y periodistas independientes. Hacía poco que había dejado Yabebyry, donde vivió confinado cerca de un año. «Lo que he visto» es el testimonio de esa experiencia, que contrasta dramáticamente con la visión idílica a que tendía cierto nacionalismo. El escritor y político Manuel Domínguez (1869-1935), bajo el seudónimo de Juvenal, le contestó inmediatamente desde el mismo periódico con un artículo titulado «Lo que Barrett no ha visto», sosteniendo que éste, «creyendo pintar al Paraguay, sólo acierta a pintarse a sí mismo». Barrett replicó a su vez, días después, con su exasperado «No mintáis». Domínguez insistió aún con otro artículo, «Distinguid», el 7 de marzo. Esta polémica ejemplifica nítidamente el enfrentamiento ideológico de Barrett con el nacionalismo romántico de un sector de los hombres del 900 paraguayo. Todavía en 1925 Juan E. O'Leary diría que de Barrett sólo quedaban «las exageraciones sombrías de su pesimismo, los cuadros tristes de lo que él llamaba 'el dolor paraguayo', y no eran sino los desahogos de su melancolía, indiferente a todas las manifestaciones del mundo exterior, a pesar del empeño que mostraba en aparecer preocupado de los problemas y de los incidentes de la vida nacional». (Prólogo a Guaraníes, de Goycoechea Menéndez, 2ª ed., Asunción, 1925). Sin embargo, ya el propio Manuel Domínguez había reconocido, en unas conferencias pronunciadas en 1922, la existencia de graves problemas sociales y económicos en el país. (V. La traición a la patria y otros ensayos, por Manuel Domínguez, Asunción, 1959).
42
Gourmont, «Physique de l'amour».
43
Milton y Cheaddle, «De l'Atlantique au Pacifique».
44
Gourmont.
45
O. Beccari, «Les cabanes et les jardins de l'Amblyornis».
46
Gourmont.
47
Y ese empuje a veces se impacienta, y la naturaleza da saltos. Véanse las recientes y trascendentales experiencias de Vries, y su concepto de mutación.
48
Journal de los Goncourt.
49
La voz humana equivale a un instrumento más, instrumento primitivo que ya no influye en la marcha del arte.
50
Aquí, como de costumbre, falla la cacareada y torpe definición: imitar a la naturaleza.