11
P. A. Cuadra, La épica humilde de un Mar Dulce, «El Pez y la Serpiente», 14, 1974, p. 12.
12
P. A. Cuadra, Homero y el Gran Lago, in El Nicaragüense, op. cit., p. 204.
13
Ibid., pp. 201-202.
14
Sulla morte del
personaggio P. A. Cuadra ha
scritto pagine significative. Cfr. En la muerte de un marinero de nuestra Mar
Dulce, in El
Nicaragüense, op. cit.,
pp. 216-222. Lo aveva conosciuto da
ragazzo e, come scrive (ibid., p. 217), «cuando en mi trabajo de cultivar la tierra
tenía que navegar con frecuencia. Fue la época
también de mis Poemas Nicaragüenses, cuando no
sólo trataba de descubrir a mi propio país y a mi
propio pueblo, sino de vivirlo, con pasión nacional, hasta
los tuétanos. Juan de Dios fue uno de mis mejores
guías, mi iniciador en los misterios del Lago, en su ciencia
inútil pero temeraria, en el arte de vivir en los elementos,
arte perdida, arte posiblemente sospechosa para nuestros actuales
ginecólogos de la poesía, pero para mí
sustantivamente humana
».
15
J. E. Balladares, Introducción a la poesía de Pablo Antonio Cuadra, «El Pez y la Serpiente», 27, 1983, pp. 159-160.
16
Cfr. P. A. Cuadra, La épica humilde de un Mar Dulce, art. cit., pp. 11-12.
17
P. A. Cuadra, Cantos de Cifar y del Mar Dulce, Managua, Academia Nicaragüense de la Lengua, 1979 (3ª ed. aumentada), «La partida».
18
Ibid., «Barcarola marinera».
19
Ibid., «La Isla del encanto».
20
Ibid., «Eufemia».