—28→
Pónese la discordia que entre los caciques de Arauco
hubo sobre la elección de capitán general,
y el medio que se tomó por el consejo del cacique
Colocolo, con la entrada que por engaño los bárbaros
hicieron en la casa fuerte de Tucapel y la batalla que con
los españoles tuvieron.
Muchos hay en el mundo que han llegado | |||
a la engañosa alteza desta vida, | |||
que Fortuna los ha siempre ayudado | |||
y dádoles la mano a la subida, | |||
para, después de haberlos levantado, | 5 | ||
derribarlos con mísera caïda, | |||
cuando es mayor el golpe y sentimiento | |||
y menos el pensar que hay mudamiento. | |||
No entienden con la próspera bonanza | |||
que el contento es principio de tristeza, | 10 | ||
ni miran en la súbita mudanza | |||
del consumidor tiempo y su presteza: | |||
mas con altiva y vana confianza | |||
quieren que en su fortuna haya firmeza; | |||
la cual, de su aspereza no olvidada, | 15 | ||
revuelve con la vuelta acostumbrada. | |||
—29→ | |||
Con un revés de todo se desquita, | |||
que no quiere que nadie se le atreva, | |||
y mucho más que da siempre les quita, | |||
no perdonando cosa vieja o nueva: | 20 | ||
de crédito y de honor los necesita, | |||
que en el fin de la vida está la prueba, | |||
por el cual han de ser todos juzgados, | |||
aunque lleven principios acertados. | |||
Del bien perdido al cabo ¿qué nos queda | 25 | ||
sino pena, dolor y pesadumbre? | |||
Pensar que en él Fortuna ha de estar queda, | |||
antes dejara el sol de darnos lumbre: | |||
que no es su condición fijar la rueda, | |||
y es malo de mudar vieja costumbre. | 30 | ||
El más seguro bien de la Fortuna | |||
es no haberla tenido vez alguna. | |||
Esto verse podrá por esta historia: | |||
ejemplo dello aquí puede sacarse, | |||
que no bastó riqueza, honor y gloria, | 35 | ||
con todo el bien que puede desearse, | |||
a llevar adelante la victoria; | |||
que el claro cielo al fin vino a turbarse, | |||
mudando la Fortuna en triste estado | |||
el curso y orden próspera del Hado. | 40 | ||
La gente nuestra ingrata se hallaba | |||
en la prosperidad que arriba cuento, | |||
y en otro mayor bien, que me olvidaba, | |||
hallado en pocas casas, que es contento: | |||
de tal manera en él se descuidaba | 45 | ||
(cierta señal de triste acaecimiento) | |||
que en una hora perdió el honor y estado | |||
que en mil años de afán había ganado. | |||
—30→ | |||
Por dioses, como dije, eran tenidos | |||
de los indios los nuestros; pero olieron | 50 | ||
que de mujer y hombre eran nacidos, | |||
y todas sus flaquezas entendieron: | |||
viéndolos a miserias sometidos, | |||
el error ignorante conocieron, | |||
ardiendo en viva rabia avergonzados | 55 | ||
por verse de mortales conquistados. | |||
No queriendo a más plazo diferirlo, | |||
entre ellos comenzó luego a tratarse | |||
que, para en breve tiempo concluirlo | |||
y dar el modo y orden de vengarse, | 60 | ||
se junten a consulta a difinirlo, | |||
do venga la sentencia a pronunciarse, | |||
dura, ejemplar, cruël, irrevocable, | |||
horrenda a todo el mundo y espantable. | |||
Iban ya los caciques ocupando | 65 | ||
los campos con la gente que marchaba, | |||
y no fue menester general bando, | |||
que el deseo de guerra los llamaba | |||
sin promesas, ni pagas, deseando | |||
el esperado tiempo, que tardaba, | 70 | ||
para el decreto y áspero castigo, | |||
con muerte y destrucción del enemigo. | |||
De algunos que en la junta se hallaron | |||
es bien que haya memoria de sus nombres, | |||
que, siendo incultos bárbaros, ganaron | 75 | ||
con no poca razón claros renombres: | |||
pues en tan breve término alcanzaron | |||
grandes victorias de notables hombres, | |||
que de ellas darán fe los que vivieren, | |||
y los muertos allá donde estuvieren. | 80 | ||
—31→ | |||
Tucapel se llamaba aquel primero | |||
que al plazo señalado había venido; | |||
éste fue de cristianos carnicero, | |||
siempre en su enemistad endurecido, | |||
tiene tres mil vasallos el guerrero, | 85 | ||
de todos como rey obedecido. | |||
Ongol luego llegó, mozo valiente; | |||
gobierna cuatro mil, lucida gente. | |||
Cayocupil, cacique bullicioso, | |||
no fue el postrero que dejó su tierra; | 90 | ||
que allí llegó el tercero, deseoso | |||
de hacer a todo el mundo él solo guerra: | |||
tres mil vasallos tiene este famoso | |||
usados tras las fieras en la sierra. | |||
Millarapué, aunque viejo, el cuarto vino, | 95 | ||
que cinco mil gobierna de contino. | |||
Paicabí se juntó aquel mismo día, | |||
tres mil fuertes soldados señorea. | |||
No lejos Lemolemo dél venía, | |||
que tiene seis mil hombres de pelea. | 100 | ||
Mareguano, Gualemo y Lebopía | |||
se dan priesa a llegar, porque se vea | |||
que quieren ser en todo los primeros; | |||
gobiernan estos tres tres mil guerreros. | |||
No se tardó en venir, pues, Elicura | 105 | ||
que al tiempo y plazo puesto había llegado, | |||
de gran cuerpo, robusto en la hechura, | |||
por uno de los fuertes reputado: | |||
dice que estar sujeto es gran locura | |||
quien seis mil hombres tiene a su mandado. | 110 | ||
Luego llegó el anciano Colocolo; | |||
otros tantos y más rige éste solo. | |||
—32→ | |||
Tras éste a la consulta Ongolmo viene, | |||
que cuatro mil guerreros gobernaba. | |||
Purén en arribar no se detiene, | 115 | ||
seis mil súbditos éste administraba. | |||
Pasados de seis mil Lincoya tiene, | |||
que bravo y orgulloso ya llegaba, | |||
diestro, gallardo, fiero en el semblante, | |||
de proporción y altura de gigante. | 120 | ||
Peteguelén, cacique señalado, | |||
que el gran valle de Arauco le obedece | |||
por natural Señor, y así el estado | |||
este nombre tomó, según parece, | |||
como Venecia, pueblo libertado, | 125 | ||
que en todo aquel gobierno más florece: | |||
tomando el nombre de él la Señoría, | |||
así guarda el estado el nombre hoy día. | |||
Éste no se halló personalmente, | |||
por estar impedido de cristianos; | 130 | ||
pero de seis mil hombres que él valiente | |||
gobierna, naturales araucanos, | |||
acudió desmandada alguna gente | |||
a ver si es menester mandar las manos. | |||
Caupolicán el fuerte no venía, | 135 | ||
que toda Pilmaiquén le obedecía. | |||
Tomé y Andalicán también vinieron, | |||
que eran del araucano regimiento, | |||
y otros muchos caciques acudieron, | |||
que por no ser prolijo no los cuento. | 140 | ||
Todos con leda faz se recibieron, | |||
mostrando en verse juntos gran contento. | |||
Después de razonar en su venida | |||
se comenzó la espléndida comida. | |||
—33→ | |||
Al tiempo que el beber furioso andaba, | 145 | ||
y mal de las tinajas el partido, | |||
de palabra en palabra se llegaba | |||
a encenderse entre todos gran ruïdo: | |||
la razón uno de otro no escuchaba: | |||
sabida la ocasión do había nacido, | 150 | ||
vino sobre cuál era el más valiente | |||
y digno del gobierno de la gente. | |||
Así creció el furor, que derribando | |||
las mesas, de manjares ocupadas, | |||
aguijan a las armas, desgajando | 155 | ||
las armas al depósito obligadas; | |||
y dellas se aperciben, no cesando | |||
palabras peligrosas y pesadas, | |||
que atizaban la cólera encendida | |||
con el calor del vino y la comida. | 160 | ||
El audaz Tucapel claro decía | |||
que el cargo del mandar le pertenece, | |||
pues todo el universo conocía | |||
que si va por valor que lo merece: | |||
«Ninguno se me iguala en valentía; | 165 | ||
de mostrarlo estoy presto, si se ofrece, | |||
(añade el jactancioso) a quien quisiere; | |||
y aquel que esta razón contradijere...» | |||
Sin dejarle acabar dijo Elicura: | |||
«A mí es dado el gobierno desta danza, | 170 | ||
y el simple que intentare otra locura | |||
ha de probar el hierro de esta lanza.» | |||
Ongolmo, que el primero ser procura, | |||
dice: «Yo no he perdido la esperanza | |||
en tanto que este brazo sustentare | 175 | ||
y con él la ferrada gobernare.» | |||
—34→ | |||
De cólera Lincoya y rabia insano | |||
responde: «Tratar de eso es devaneo, | |||
que ser señor del mundo es en mi mano, | |||
si en ella libre este bastón poseo.» | 180 | ||
«Ninguno, dice Ongol, será tan vano | |||
que ponga en igualárseme el deseo, | |||
pues es más el temor que pasaría | |||
que la gloria que el hecho le daría.» | |||
Cayocupil furioso y arrogante | 185 | ||
la maza esgrime, haciéndose a lo largo, | |||
diciendo: «Yo veré quién es bastante | |||
a dar de lo que ha dicho más descargo: | |||
haceos los pretensores adelante, | |||
veremos de cuál de ellos es el cargo; | 190 | ||
que de probar aquí luego me ofrezco | |||
que más que todos juntos lo merezco.» | |||
»Alto, sus, que yo aceto el desafío | |||
(responde Lemolemo), y tengo en nada | |||
poner a prueba lo que es mío, | 195 | ||
que más quiero librarlo por la espada: | |||
mostraré ser verdad lo que porfío | |||
a dos, a cuatro, a seis en la estacada; | |||
y si todos cuestión queréis conmigo, | |||
os haré manifiesto lo que digo.» | 200 | ||
Purén, que estaba aparte, habiendo oído | |||
la plática enconosa y rumor grande, | |||
diciendo, en medio de ellos se ha metido, | |||
que nadie en su presencia se desmande; | |||
y ¿quién imaginar es atrevido | 205 | ||
que donde está Purén más otro mande? | |||
La grita y el furor se multiplica, | |||
quién esgrime la maza, y quién la pica. | |||
—35→ | |||
Tomé y otros caciques se metieron | |||
en medio de estos bárbaros de presto, | 210 | ||
y con dificultad los despartieron, | |||
que no hicieron poco en hacer esto: | |||
de herirse lugar aún no tuvieron, | |||
y en voz airada ya el temor pospuesto, | |||
Colocolo, el cacique más anciano, | 215 | ||
a razonar así tomó la mano.- | |||
«Caciques, del Estado defensores, | |||
codicia de mandar no me convida | |||
a pesarme de veros pretensores | |||
de cosa que a mí tanto era debida: | 220 | ||
porque, según mi edad, ya veis, señores, | |||
que estoy al otro mundo de partida; | |||
mas el amor que siempre os he mostrado | |||
a bien aconsejaros me ha incitado. | |||
»¿Por qué cargos honrosos pretendemos | 225 | ||
y ser en opinión grande tenidos, | |||
pues que negar al mundo no podemos | |||
haber sido sujetos y vencidos? | |||
Y en esto averiguarnos no queremos, | |||
estando aún de españoles oprimidos: | 230 | ||
mejor fuera esa furia ejecutalla | |||
contra el fiero enemigo en la batalla. | |||
»¿Qué furor es el vuestro ¡oh araucanos! | |||
que a perdición os lleva sin sentido? | |||
¿Contra vuestras entrañas tenéis manos, | 235 | ||
y no contra el tirano en resistillo? | |||
¿Teniendo tan a golpe a los cristianos | |||
volvéis contra vosotros el cuchillo? | |||
Si gana de morir os ha movido, | |||
no sea en tan bajo estado y abatido. | 240 | ||
—36→ | |||
»Volved las armas y ánimo furioso | |||
a los pechos de aquellos que os han puesto | |||
en dura sujeción, con afrentoso | |||
partido, a todo el mundo manifiesto; | |||
lanzad de vos el yugo vergonzoso; | 245 | ||
mostrad vuestro valor y fuerza en esto: | |||
no derraméis la sangre del estado | |||
que para redimirnos ha quedado. | |||
»No me pesa de ver la lozanía | |||
de vuestro corazón, antes me esfuerza; | 250 | ||
mas temo que esta vuestra valentía, | |||
por mal gobierno, el buen camino tuerza: | |||
que, vuelta entre nosotros la porfía, | |||
degolléis nuestra patria con su fuerza: | |||
cortad, pues, si ha de ser desa manera, | 255 | ||
esta vieja garganta la primera: | |||
»Que esta flaca persona, atormentada | |||
de golpes de fortuna, no procura | |||
sino el agudo filo de una espada, | |||
pues no la acaba tanta desventura. | 260 | ||
Aquella vida es bien afortunada | |||
que la temprana muerte la asegura; | |||
pero, a nuestro bien público atendiendo, | |||
quiero decir en esto lo que entiendo. | |||
»Pares sois en valor y fortaleza; | 265 | ||
el cielo os igualó en el nacimiento; | |||
de linaje, de estado y de riqueza | |||
hizo a todos igual repartimiento; | |||
y en singular por ánimo y grandeza | |||
podéis tener del mundo el regimiento: | 270 | ||
que este precioso don, no agradecido, | |||
nos ha al presente término traído. | |||
—37→ | |||
»En la virtud de vuestro brazo espero | |||
que puede en breve tiempo remediarse, | |||
mas ha de haber un capitán primero | 275 | ||
que todos por él quieran gobernarse: | |||
este será quien más un gran madero | |||
sustentare en el hombro sin pararse; | |||
y pues que sois iguales en la suerte, | |||
procure cada cual ser el más fuerte.»- | 280 | ||
Ningún hombre dejó de estar atento | |||
oyendo del anciano las razones, | |||
y puesto ya silencio al parlamento, | |||
hubo entre ellos diversas opiniones: | |||
al fin, de general consentimiento, | 285 | ||
siguiendo las mejores intenciones, | |||
por todos los caciques acordado | |||
lo propuesto del viejo fue acetado. | |||
Podría de alguno ser aquí una cosa | |||
que parece sin término notada, | 290 | ||
y es que una provincia poderosa, | |||
en la milicia tanto ejercitada, | |||
de leyes y ordenanzas abundosa, | |||
no hubiese una cabeza señalada | |||
a quien tocase el mando y regimiento, | 295 | ||
sin allegar a tanto rompimiento. | |||
Respondo a esto que nunca sin caudillo | |||
la tierra estuvo electo del senado; | |||
que, como dije, en Penco el Ainavillo | |||
fue por nuestra nación desbaratado; | 300 | ||
y viniendo de paz, en un castillo | |||
se dice, aunque no es cierto, que un bocado | |||
le dieron de veneno en la comida, | |||
donde acabó su cargo con la vida. | |||
—38→ | |||
Pues el madero súbito traído, | 305 | ||
(no me atrevo a decir lo que pesaba), | |||
era un macizo líbano fornido, | |||
que con dificultad se rodeaba: | |||
Paicabí le aferró menos sufrido, | |||
y en los valientes hombros le afirmaba; | 310 | ||
seis horas lo sostuvo aquel membrudo, | |||
pero llegar a siete jamás pudo. | |||
Cayocupil al tronco aguija presto, | |||
de ser el más valiente confiado, | |||
y encima de los altos hombros puesto, | 315 | ||
lo deja a las cinco horas de cansado: | |||
Gualemo lo probó, joven dispuesto, | |||
mas no pasó de allí; y esto acabado, | |||
Ongol el grueso leño tomó luego: | |||
duró seis horas largas en el juego. | 320 | ||
Purén tras él lo trujo medio día, | |||
y el esforzado Ongolmo más de medio; | |||
y cuatro horas y media Lebopía, | |||
que de sufrirle más no hubo remedio: | |||
Lemolemo siete horas le traía, | 325 | ||
el cual jamás en todo este comedio | |||
dejó de andar acá y allá saltando, | |||
hasta que ya el vigor le fue faltando. | |||
Elicura a la prueba se previene, | |||
y en sustentar el líbano trabaja; | 330 | ||
a nueve horas dejarle le conviene, | |||
que no pudiera más si fuera paja. | |||
Tucapelo catorce lo sostiene, | |||
encareciendo todos la ventaja. | |||
Pero en esto Lincoya apercibido | 335 | ||
mudó en un gran silencio aquel ruïdo. | |||
—39→ | |||
De los hombros el manto derribando | |||
las terribles espaldas descubría, | |||
y el duro y grave leño levantando | |||
sobre el fornido asiento lo ponía: | 340 | ||
corre ligero aquí y allí, mostrando | |||
que poco aquella carga le impedía: | |||
Era de Sol a Sol el día pasado, | |||
y el peso sustentaba aún no cansado. | |||
Venía apriesa la noche, aborrecida | 345 | ||
por la ausencia del Sol; pero Diana | |||
les daba claridad con su salida, | |||
mostrándose a tal tiempo más lozana; | |||
Lincoya con la carga no convida | |||
aunque ya despuntaba la mañana, | 350 | ||
hasta que llegó el Sol al medio cielo, | |||
que dio con ella entonces en el suelo. | |||
No se vio allí persona en tanta gente | |||
que no quedase atónita de espanto, | |||
creyendo no haber hombre tan potente | 355 | ||
que la pesada carga sufra tanto: | |||
la ventaja le daban, juntamente | |||
con el gobierno, mando, y todo cuanto | |||
a digno general era debido, | |||
hasta allí justamente merecido. | 360 | ||
Ufano andaba el bárbaro y contento | |||
de haberse más que todos señalado; | |||
cuando Caupolicán a aquel asiento | |||
sin gente a la ligera había llegado: | |||
tenía un ojo sin luz de nacimiento, | 365 | ||
como un fino granate colorado; | |||
pero lo que en la vista le faltaba | |||
en la fuerza y esfuerzo le sobraba. | |||
—40→ | |||
Era este noble mozo de alto hecho, | |||
varón de autoridad, grave y severo, | 370 | ||
amigo de guardar todo derecho, | |||
áspero, riguroso, justiciero, | |||
de cuerpo grande y relevado pecho, | |||
hábil, diestro, fortísimo y ligero, | |||
sabio, astuto, sagaz, determinado, | 375 | ||
y en casos de repente reportado. | |||
Fue con alegre muestra recibido, | |||
aunque no sé si todos se alegraron: | |||
el caso en esta suma referido | |||
por su término y puntos le contaron: | 380 | ||
Viendo que Apolo ya se había escondido | |||
en el profundo mar, determinaron | |||
que la prueba de aquél se dilatase | |||
hasta que la esperada luz llegase. | |||
Pasábase la noche en gran porfía | 385 | ||
que causó esta venida entre la gente; | |||
cuál se atiene a Lincoya, y cuál decía | |||
que es el Caupolicano más valiente: | |||
Apuestas en favor y contra había, | |||
otros sin apostar dudosamente | 390 | ||
hacia el oriente vueltos aguardaban | |||
si los febeos caballos asomaban. | |||
Ya la rosada Aurora comenzaba | |||
las nubes a bordar de mil labores, | |||
y a la usada labranza dispertaba | 395 | ||
la miserable gente y labradores: | |||
y a los marchitos campos restauraba | |||
la frescura perdida y sus colores, | |||
aclarando aquel valle la luz nueva, | |||
cuando Caupolicán viene a la prueba. | 400 | ||
—41→ | |||
Con un desdén y muestra confiada | |||
asiendo del troncón duro y ñudoso, | |||
como si fuera vara delicada, | |||
se le pone en el hombro poderoso: | |||
La gente enmudeció, maravillada | 405 | ||
de ver el fuerte cuerpo tan nervoso; | |||
la color a Lincoya se le muda, | |||
poniendo en su victoria mucha duda. | |||
El bárbaro sagaz despacio andaba, | |||
y a toda priesa entraba el claro día; | 410 | ||
el Sol las largas sombras acortaba, | |||
mas él nunca descrece en su porfía: | |||
al ocaso la luz se retiraba, | |||
ni por esto flaqueza en él había: | |||
las estrellas se muestran claramente, | 415 | ||
y no muestra cansancio aquel valiente. | |||
Salió la clara Luna a ver la fiesta | |||
del tenebroso albergue húmido y frío, | |||
desocupando el campo y la floresta | |||
de un negro velo lóbrego y sombrío: | 420 | ||
Caupolicán no afloja de su apuesta, | |||
antes con nueva fuerza y mayor brío | |||
se mueve y representa de manera | |||
como si peso alguno no trujera. | |||
Por entre dos altísimos egidos | 425 | ||
la esposa de Titón ya parecía, | |||
los dorados cabellos esparcidos, | |||
que de la fresca helada sacudía, | |||
con que a los mustios prados florecidos | |||
con el húmido humor reverdecía, | 430 | ||
y quedaba engastado así en las flores | |||
cual perlas entre piedras de colores. | |||
—42→ | |||
El carro de Faetón sale corriendo | |||
del mar por el camino acostumbrado: | |||
sus sombras van los montes recogiendo | 435 | ||
de la vista del Sol, y el esforzado | |||
varón, el grave peso sosteniendo, | |||
acá y allá se mueve no cansado; | |||
aunque otra vez la negra sombra espesa | |||
tornaba a parecer corriendo apriesa. | 440 | ||
La Luna su salida provechosa | |||
por un espacio largo dilataba: | |||
al fin turbia, encendida y perezosa, | |||
de rostro y luz escasa se mostraba: | |||
Parose al medio curso más hermosa | 445 | ||
a ver la extraña prueba en qué paraba; | |||
y viéndola en el punto y ser primero | |||
se derribó en el ártico hemisfero; | |||
y el bárbaro en el hombro la gran viga, | |||
sin muestra de mudanza y pesadumbre, | 450 | ||
venciendo con esfuerzo la fatiga, | |||
y creciendo la fuerza por costumbre. | |||
Apolo en seguimiento de su amiga | |||
tendido había los rayos de su lumbre; | |||
y el hijo de Leocán en el semblante | 455 | ||
más firme que al principio y más constante. | |||
Era salido el Sol, cuando el enorme | |||
peso de las espaldas despedía, | |||
y un salto dio en lanzándole disforme, | |||
mostrando que aún más ánimo tenía: | 460 | ||
el circunstante pueblo en voz conforme | |||
pronunció la sentencia, y le decía: | |||
«Sobre tan firmes hombros descargamos | |||
el peso y grande carga que tomamos.» | |||
—43→ | |||
El nuevo juego y pleito difinido, | 465 | ||
con las más cerimonias que supieron | |||
por sumo capitán fue recebido, | |||
y a su gobernación se sometieron. | |||
Creció en reputación, fue tan temido, | |||
y en opinión tan grande le tuvieron, | 470 | ||
que ausentes muchas leguas dél temblaban, | |||
y casi como a rey le respetaban. | |||
Es cosa en que mil gentes han parado, | |||
y están en duda muchos hoy en día, | |||
pareciéndoles que esto que he contado | 475 | ||
es alguna ficción y poesía: | |||
pues en razón no cabe, que un senado | |||
de tan gran diciplina y policía | |||
pusiese una elección de tanto peso | |||
en la robusta fuerza y no en el seso. | 480 | ||
Sabed que fue artificio, fue prudencia | |||
del sabio Colocolo, que miraba | |||
la dañosa discordia y diferencia | |||
y el gran peligro en que su patria andaba, | |||
conociendo el valor y suficiencia | 485 | ||
de este Caupolicán que ausente estaba, | |||
varón en cuerpo y fuerzas extremado, | |||
de rara industria y ánimo dotado. | |||
Así propuso astuta y sabiamente, | |||
para que la elección se dilatase, | 490 | ||
la prueba al parecer impertinente | |||
en que Caupolicán se señalase, | |||
y en esta dilación secretamente | |||
dándole aviso, a la elección llegase, | |||
trayendo así el negocio por rodeo | 495 | ||
a conseguir su fin y buen deseo. | |||
—44→ | |||
Celebraba con pompa allí el senado | |||
de la justa elección la fiesta honrosa, | |||
y el nuevo capitán, ya con cuidado | |||
de dar principio a alguna grande cosa, | 500 | ||
manda a Palta sargento que, callado, | |||
de la gente más presta y animosa | |||
ochenta diestros hombres aperciba, | |||
y a su cargo apartados los reciba. | |||
Fueron pues escogidos los ochenta | 505 | ||
de más esfuerzo y menos conocidos; | |||
entre ellos dos soldados de gran cuenta | |||
por quien fuesen mandados y regidos, | |||
hombres diestros, usados en afrenta, | |||
a cualquiera peligro apercebidos, | 510 | ||
el uno se llamaba Cayeguano | |||
el otro Alcatipay de Talcaguano. | |||
Tres castillos los nuestros ocupados | |||
tenían para el seguro de la tierra, | |||
de fuertes y anchos muros fabricados, | 515 | ||
con foso que los ciñe en torno y cierra | |||
guarnecidos de pláticos soldados, | |||
usados al trabajo de la guerra, | |||
caballos, bastimento, artillería | |||
que en espesas troneras asistía. | 520 | ||
Estaba el uno cerca del asiento | |||
adonde era la fiesta celebrada; | |||
y el araucano ejército contento, | |||
mostrando no tener al mundo en nada: | |||
que con discurso vano y movimiento | 525 | ||
quería llevarlo todo a pura espada; | |||
pero Caupolicán más cuerdamente | |||
trataba del remedio conveniente. | |||
—45→ | |||
Había entre ellos algunas opiniones | |||
de cercar el castillo más vecino; | 530 | ||
otros, que con formados escuadrones | |||
a Penco enderezasen el camino: | |||
dadas de cada parte sus razones, | |||
Caupolicán en nada desto vino, | |||
antes al pabellón se retiraba | 535 | ||
y a los ochenta bárbaros llamaba. | |||
Para entrar al castillo fácilmente | |||
les da industria y manera disfrazada, | |||
con expresa instrucción que plaza y gente | |||
metan a fuego y a rigor de espada: | 540 | ||
porque él luego tras ellos diligente | |||
ocupará los pasos y la entrada: | |||
después de haberlos bien amonestado | |||
pusieron en efeto lo tratado. | |||
Era en aquella plaza y edificio | 545 | ||
la entrada a los de Arauco defendida, | |||
salvo los necesarios al servicio | |||
de la gente española, estatuïda | |||
a la defensa de ella y ejercicio | |||
de la fiera Belona embravecida; | 550 | ||
y así los cautos bárbaros soldados | |||
de feno, yerba y leña iban cargados. | |||
Sordos a las demandas y preguntas, | |||
siguen su intento y el camino usado, | |||
las cargas en hilera y orden juntas, | 555 | ||
habiendo entre los haces sepultado | |||
astas fornidas de ferradas puntas; | |||
y así contra el castillo, descuidado | |||
del encubierto engaño, caminaban, | |||
y en los vedados límites entraban. | 560 | ||
—46→ | |||
El puente, muro y puerta atravesando, | |||
miserables, los gestos afligidos, | |||
algunos de cansados cojeando, | |||
mostrándose marchitos y encojidos; | |||
pero dentro las cargas desatando, | 565 | ||
arrebatan las armas atrevidos, | |||
con amenaza, orgullo y confianza | |||
de la esperada y súbita venganza. | |||
Los fuertes españoles salteados, | |||
viendo la airada muerte tan vecina, | 570 | ||
corren presto a las armas, aterrados | |||
de la extraña cautela repentina; | |||
y, a vencer o morir determinados, | |||
cuál con celada, cuál con coracina, | |||
salen a resistir la furia insana | 575 | ||
de la brava y audaz gente araucana. | |||
Asáltanse con ímpetu furioso, | |||
suenan los hierros de una y otra parte; | |||
allí muestra su fuerza el sanguinoso | |||
y más que nunca embravecido Marte: | 580 | ||
de vencer cada uno deseoso, | |||
buscaba nuevo modo, industria y arte | |||
de encaminar el golpe de la espada | |||
por do diese a la muerte franca entrada. | |||
La saña y el coraje se renueva | 585 | ||
con la sangre que saca el hierro duro, | |||
y la española gente a la india lleva | |||
a dar de las espaldas en el muro. | |||
ya el infiel escuadrón con fuerza nueva | |||
cobra el perdido campo mal seguro, | 590 | ||
que estaba de los golpes esforzados | |||
cubierto de armas, y ellos desarmados. | |||
—47→ | |||
Viéndose en tanto estrecho los cristianos, | |||
de temor y vergüenza constreñidos, | |||
las espadas aprietan en las manos, | 595 | ||
en ira envueltos y en furor metidos: | |||
cargan sobre los fieros araucanos, | |||
por el ímpetu nuevo enflaquecidos; | |||
entran en ellos, hieren y derriban, | |||
y a muchos de cuidado y vida privan. | 600 | ||
Siempre los españoles mejoraban, | |||
haciendo fiero estrago y tan sangriento | |||
en los osados indios, que pagaban | |||
el poco seso y mucho atrevimiento: | |||
Casi defensa en ellos no hallaban: | 605 | ||
pierden la plaza y cobran escarmiento: | |||
al fin de tal manera los trataron | |||
que a fuerza de los muros los lanzaron. | |||
Apenas Cayeguán y Talcaguano | |||
salían, cuando con paso apresurado | 610 | ||
asomó el escuadrón caupolicano | |||
teniendo el hecho ya por acabado; | |||
mas viendo el esperado efeto vano, | |||
y el puente del castillo levantado, | |||
pone cerco sobre él, con juramento | 615 | ||
de no dejarle piedra en el cimiento. | |||
Sintiendo un español mozo que había | |||
demasiado temor en nuestra gente, | |||
más de temeridad que de osadía, | |||
cala sin miedo y sin ayuda el puente, | 620 | ||
y puesto en medio dél alto decía: | |||
«Salga adelante, salga el más valiente; | |||
uno por uno a treinta desafío, | |||
y a mil no negaré este cuerpo mío.» | |||
—48→ | |||
No tan presto las fieras acudieron | 625 | ||
al bramar de la res desamparada, | |||
que de lejos sin orden conocieron | |||
del pueblo y moradores apartada, | |||
como los araucanos cuando oyeron | |||
del valiente español la voz osada, | 630 | ||
partiendo más de ciento presurosos, | |||
del lance y cierta presa codiciosos. | |||
No porque tantos vengan temor tiene | |||
el gallardo español, ni esto le espanta, | |||
antes al escuadrón que espeso viene | 635 | ||
por mejor recibirle se adelanta: | |||
El curso enfrena, el ímpetu detiene | |||
de los fieros contrarios, que con tanta | |||
furia se arroja entre ellos sin recelo, | |||
que rodaron algunos por el suelo. | 640 | ||
De dos golpes a dos tendió por tierra, | |||
la espada revolviendo a todos lados: | |||
aquí esparce una junta, y allí cierra | |||
a donde ve los más amontonados: | |||
igual andaba la desigual guerra | 645 | ||
cuando los españoles bien armados, | |||
abriendo con presteza un gran postigo | |||
salen a la defensa del amigo. | |||
Acuden los contrarios de otra parte, | |||
y en medio de aquel campo y ancho llano | 650 | ||
al ejercicio del sangriento Marte | |||
viene el bando español y araucano: | |||
la primera batalla se desparte, | |||
que era de ciento a un solo castellano, | |||
vuelven el crudo hierro no teñido | 655 | ||
contra los que del fuerte habían salido. | |||
—49→ | |||
Arrójanse con furia, no dudando, | |||
en las agudas armas por juntarse, | |||
y con las duras puntas van tentando | |||
las partes por do más pueden dañarse: | 660 | ||
cual los cíclopes suelen martillando | |||
en las vulcanas yunques fatigarse, | |||
así martillan, baten y cercenan, | |||
y las cavernas cóncavas atruenan. | |||
Andaba la victoria así igualmente; | 665 | ||
mas gran ventaja y diferencia había | |||
en el número y copia de la gente, | |||
aunque el valor de España lo suplía: | |||
pero el soberbio bárbaro impaciente, | |||
viendo que un nuestro a ciento resistía, | 670 | ||
con diabólica furia y movimiento | |||
arranca a los cristianos del asiento. | |||
Los españoles sin poder sufrillo | |||
dejan el campo y de tropel corriendo | |||
se lanzan por las puertas del castillo, | 675 | ||
al bárbaro la entrada resistiendo, | |||
levan el puente, calan el rastrillo, | |||
reparos y defensas previniendo, | |||
suben tiros y fuegos a lo alto, | |||
temiendo el enemigo y fiero asalto. | 680 | ||
Pero viendo ser todo perdimiento, | |||
y aprovecharles poco o casi nada, | |||
de voto y de común consentimiento | |||
su clara destruición considerada, | |||
acuerdan de dejar el fuerte asiento; | 685 | ||
y así en la escura noche deseada, | |||
cuando se muestra el mundo más quiëto | |||
la partida pusieron en efeto. | |||
—50→ | |||
A punto estaban y a caballo, cuando | |||
abren las puertas, derribando el puente, | 690 | ||
y a los prestos caballos aguijando | |||
el escuadrón embisten de la frente; | |||
rompen por él hiriendo y tropellando, | |||
y sin hombre perder dichosamente | |||
arriban a Purén, plaza segura, | 695 | ||
cubiertos de la noche y sombra escura. | |||
Mientras esto en Arauco sucedía, | |||
en el pueblo de Penco más vecino, | |||
que a la sazón en Chile florecía, | |||
fértil de ricas minas de oro fino, | 700 | ||
el capitán Valdivia residía; | |||
donde la nueva por el aire vino, | |||
que afirmaba con término asignado | |||
la alteración y junta del estado. | |||
El común, siempre amigo de ruïdo, | 705 | ||
la libertad y guerra deseando, | |||
por su parte alterado y removido, | |||
se va con este son desentonando: | |||
al servicio no acude prometido, | |||
sacudiendo la carga y levantando | 710 | ||
la soberbia cerviz desvergonzada, | |||
negando la obediencia a Carlos dada. | |||
Valdivia, perezoso y negligente, | |||
incrédulo, remiso y descuidado, | |||
hizo en la Concepción copia de gente, | 715 | ||
más que en ella, en su dicha confiado: | |||
el cual, si fuera un poco diligente, | |||
hallaba en pie el castillo arruinado, | |||
con soldados, con armas, municiones, | |||
seis piezas de campaña y dos cañones. | 720 | ||
—51→ | |||
Tenía con la Imperial concierto hecho | |||
que alguna gente armada le enviase, | |||
la cual a Tucapel fuese en derecho, | |||
donde con él a tiempo se juntase: | |||
resoluto en hacer allí de hecho | 725 | ||
un ejemplar castigo, que sonase | |||
en todos los confines de la tierra, | |||
porque jamás moviesen otra guerra. | |||
Pero dejó el camino provechoso, | |||
y, descuidado dél, torció la vía, | 730 | ||
metiéndose por otro, codicioso, | |||
que era donde una mina de oro había: | |||
y de ver el tributo y don hermoso, | |||
que de sus ricas venas ofrecía, | |||
paró de la codicia embarazado, | 735 | ||
cortando el hilo próspero del hado. | |||
A partir (como dije) antes, llegaba | |||
al concierto en el tiempo prometido: | |||
mas el metal goloso que sacaba | |||
le tuvo a tal sazón embebecido: | 740 | ||
después salió de allí, y se apresuraba | |||
cuando fuera mejor no haber salido. | |||
Quiero dar fin al canto, porque pueda | |||
decir de la codicia lo que queda. |