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Edición de Eduardo Boehmer en los Romanische Studien (Heft XXII, sechsten Bandes viertes Heft.) Bonn, 1895, p. 415.
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(Ac. V, sc. II.) |
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Citado por Wolf en sus Studien, pp. 287-288. Traducción de don Miguel de Unamuno, con el impropio título (debido meramente al editor) de Historia de la literatura castellana y portuguesa, tomo I, pág. 318.
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«Por Dios, pecado ganas en no dar parte destas gracias a todos los que bien te quieren; que no te las dió Dios para que passasen en balde por el frescor de tu juventud, debaxo de seys doblezes de paño e lienço. Cata que no seas auarienta de lo que poco te costó; no atesores tu gentileza, pues es de su natura tan comunicable como el dinero; no seas como el perro del ortolano... Mira que es pecado fatigar e dar pena a los hombres, pudiendolos remediar...» |
(Aucto VII.) |
Cf. Artis Amatoriae, lib. III:
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(V. 59-63; 79-80.) |
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Dice Sempronio a Calisto en el aucto II: «O de muerto o loco no podrás escapar, si siempre no te acompaña quien te allegue plazeres, diga donayres, tenga canciones alegres, cante romances, cuente hystorias, pinte motes, finja cuentos, juege a naypes, arme motei; finalmente, que sepa buscar todo género de dulce passatiempo para no dexar trasponer tu pensamiento en aquellos crueles desvios que recebiste de aquella señora en el primer trance de tus amores.»
En sus amoríos con Elicia quiere remedar chistosamente la gentileza y gala de su señor, y habla en su mismo lenguaje, jactándose de haber hecho proezas y festejos caballerescos, seguramente imaginarios: «Señora en todo concedo con tu razon; que aquí está quien me causó algun tiempo andar fecho otro Calisto, perdido el sentido, cansado el cuerpo, la cabega vana, los días mal dormiendo, las noches todas velando, dando aluoradas, haziendo momos, saltando paredes, poniendo cada día la vida al tablero, esperando toros, corriendo cauallos, tirando la barra, echando langa, cansando amigos, quebrando espadas, haziendo escalas, vistiendo armas e otros mill autos de enamorado, haziendo coplas, pintando motes, sacando inuenciones.» (Aucto IX.)
A pesar de tan fanfarrón lenguaje, la cobardía es una de sus notas características, y no la disimulan ni él ni Pármeno cuando acompañan, a razonable distancia, a su amo en el aucto XII. Allí está la célebre frase «Apercibete, a la primera boz que oyeres, tomar calças de Villadiego». Hasta en esto son precursores de los lacayos y graciosos de las comedias del siglo XVII.
El profesor de la Sorbona, E. Martinenche, en su tesis latina, que es uno de los juicios más razonados que se han escrito sobre la tragicomedia de Rojas, ve también en los mozos de Calisto el primer tipo de criados del teatro moderno:
«Illi famuli industriosi simul et solertes et quibus nihil sancti erat, cum in Italiam devecti fuissent, solertiores dolorum et comicarum machinarum artifices paulo post facti sunt, saporemque rusticum quem apud Hispanos habuerant exuere. Mox in Galliam penetravere, ibique sub variis seu Scapini seu Mascarilli nominibus praeclaras vel potius in primas partes, in his comoediis quas exemplaria italorum secuti nostri poetae ediderunt. Attamen vera eorum proles intra fines Hispaniae permansit non solum in fabulis ad scenam aceonimodatis, sed etiam in his ubi legentibus seu ignobilium, seu nequam hominum facta narrantur:--- Ex illa prosapia evadunt illi apud populuni notissimi quibus inclytum nomen Gil Blas et Figaro indictum est. Ad Celestinam igitur, si quis verum originem illorum recentiorum famulorum... respicere necesse est.» |
(Quatenus Tragicomoedia de Calisto y Melibea vulgo Celestina dicta ad informandum Hispaniense Theatrum valuerit. Thesim Facultati Litterarum in Parisiensi Universitate proponobat. Nimes, 1900, pp. 55-56.)
En las últimas palabras del distinguido crítico hay algo de exageración. Tanto los héroes de nuestras novelas picarescas como Gil Blas y Fígaro, tienen una psicología mucho más complicada que la de los sirvientes de Calisto. Tampoco encuentro en éstos ninguna clase de sabor rústico, lo cual más bien cuadra al bobo, que es figura casi obligada en nuestro teatro popular del siglo XVI. Sempronio y Pármeno son evidentemente criados de ciudad.
Cronológicamente preceden a los de la comedia italiana del siglo XVI, pero ésta se formó sobre la imitación de Plauto y Terencio, sin intervención de la Celestina. Se ha de tener en cuenta, además, que ya en algunas comedias humanísticas, por ejemplo el Paulus, aparece el fámulo o doméstico moderno emancipado de la condición servil.
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La Comedia de Plauto, intitulada Milite glorioso, traducido en lengua Castellana. En Anvers, En casa de Martin Nucio. M. D. L. V. (El mismo tomito, y con paginación seguida, aunque con distinta portada, está la versión de los Menechmos.) Fol. 5 vto. a 8.
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(Act. II, sc. II.) |
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(Id., íd.) |
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(Act. I, sc. II.) |
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(Act. I, sc. V.) |