71
Frente a sus apasionados defensores, el P. Restrepo reaccionó: «En nuestras universidades, que debieran dar ejemplo de buen hablar, oímos frecuentemente la locución test psicotécnico, test de conocimientos, etc. [...] Test equivale a examen, prueba, tanteo, ensayo, comprobación, reactivo, experimento, etc. ¿para qué necesitamos el término inglés?» (Apuntaciones idiomáticas, ya cit., págs. 952b-953a). Bien es verdad que la propia Academia Colombiana solicitó la admisión del anglicismo como «prueba estandarizada o ajustada a un tipo» (25 de junio de 1985). En la edad de oro, el equivalente hubiera sido examen, según puede verse en Huarte de San Juan (pág. 155).
72
DPP, s.v.; Menezes escribe un útil artículo.
73
Vid. las abundantísimas referencias de Battegay, págs. 676a-677a.
74
El caminar del diccionario académico [1992], recogido en el libro La lengua de..., Universidad de Alcalá de Henares, 1993, pág. 23.
75
Alain Rey, op. cit., pág. 68. Véase la «neología denominativa» en Louis Guilbert, La créativité lexicale, París, 1975, pág. 40.
76
Los diccionarios académicos y el problema de los neologismos [1992], incluido en el libro citado dos notas antes, págs. 49-67. Véanse las referencias de ese trabajo donde aduzco la bibliografía pertinente.
77
Marie-Françoise Mortureux, A propos du vocabulaire scientifique dans la seconde moitié du XVIIe siècle, apud Guilbert-Peytard, pág. 76.
78
Vid. mi comentario a una oportuna observación de Dámaso Alonso en La lengua de..., Universidad de Alcalá de Henares, 1993, pág. 61.
79
«Una ambivalencia, como dicen [...] los psiquiatras» (Marañón, Antonio Pérez, Madrid, 1948, pág. 47). Obsérvese que el término no se introdujo en el DRAE hasta 1956. Su vinculación con ambigüedad se puede establecer con los datos de Schonauer, págs. 26-27.
80
Miguel Echegaray, María Luisa, pág. 17: «¡Debe padecer una enfermedad modernista! El mal de moda: neurastenia» (ib., pág. 9).