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La señora de la Mota

Juan Antolínez de Burgos

Pilar Vega Rodríguez (ed. lit.)

Doña María Manrique1, mujer que fue de Don Manuel Benavides, señor de la Mota, el año de 1488 fundó en Valladolid el convento de Santa Catalina, de religiosas dominicas. A este buen celo y santo propósito hacía contradicción un hijo suyo, y no pudiendo impedirlo de otra manera, tuvo intento de matar a la madre. Habiendo sabido ella tan loca determinación, dejó su lugar y se vino a Valladolid, enderezando su viaje por la villa de San Cebrián de Mazote, y apartó en un convento de monjas que tiene el lugar, que es de la orden de Santo Domingo.

Cuando llegó, estaba la priora haciendo oración a una imagen de un Cristo crucificado, el cual la —369— dijo: Abre la puerta a la señora de la Mota, que viene huyendo de su hijo; y desde entonces quedó el crucifijo con la boca abierta. Este milagro no tiene más testimonio que la tradición tan asentada y recibida de los dos monasterios de San Cebrián y de Santa Catalina de Valladolid, que no es de poca fuerza ni de pequeña fe. Luego que llegó a Valladolid Doña María Manrique, compró las casas en que hoy está el monasterio y situó bastante renta para la sustentación de las religiosas2. Las monjas que vinieron eran de la ciudad de Segovia, de la orden de Santo Domingo.

La primera priora fue Doña María Manrique.

De allí a poco les vino breve3 de la Santidad de Inocencio VIII para que pusiesen en su iglesia el Santísimo Sacramento, y que viviesen las religiosas en la regla del Señor San Agustín, y constituciones del Señor Santo Domingo, y que el gobierno de ellas estuviese a cuenta del convento de San Pablo, y que fuese perpetua priora la dicha Doña María Manrique: todo lo dicho consta del breve original que está en el convento, y todo lo en él contenido se puso en ejecución el año siguiente de 1489. Goza hoy este convento de más de 3.000 ducados.

FUENTE

Antolínez de Burgos, Juan, Historia de Valladolid, reedición de J. Ortega y Rubio, Valladolid: Imp. y Librería Nacional y Extranjera de Hijos de Rodríguez, 1887 (De los conventos de Santa Catalina, San Felipe de la Penitencia, de la Aprobación de la Madre de Dios, todos de la orden del Señor Santo Domingo, capítulo 49), pp. 253-254.

Edición: Pilar Vega Rodríguez.