241
Francisco Ayala, «El prodigio», en Obras, pág. 1.217.
242
Francisco Ayala, «El prodigio», en Américas, vol. XIII, núm. 4, abril, 1961, págs. 22-24.
243
Francisco Ayala, Obras, pág. 1.220.
244
Anacreonte, poeta lírico griego, se cree que vivió entre el 560 y 478 a. C. Se le han atribuido poesías que celebran el placer y la buena mesa. Sus composiciones fueron traducidas bajo el epígrafe de «Anacreón Castellano» con paráfrasis y comentarios por don Francisco de Quevedo, en Obras, págs. 647-690. (El manuscrito original -nos informa Luis Astrana Marín-, perteneció a don Pascual de Gayangos; Quevedo fue el primer traductor español de Anacreonte.)
Catulo, poeta latino. Nació en Verona; se cree que vivió entre el 87 y 47 a. C. Ver Odio y Amo, edic. preparada por Bernardo Clariana, Nueva York, Las Américas Publishing Co., 1954.
245
Francisco Ayala, «Diablo Mundo», en Obras, páginas 1.297-1.319.
246
Francisco Ayala, ibid., «Actividades culturales», página 1292.
247
Lucio Anneo Séneca, «Cartas a Lucilio», en Obras Completas, traducción y notas de Lorenzo Riber, Madrid, Aguilar, 1957, Libro III, Carta XXVI, «Elogio de la ancianidad», págs. 484-485: «...Decíate hace poco que yo me hallaba en los arrabales de la senectud... porque senectud es el nombre de la edad cansada...».
248
Francisco Ayala, op. cit., pág. 1.293.
249
Graciela Palau de Nemes, Vida y obra de Juan Ramón Jiménez, Madrid, Gredos, 1957, pág. 16.
250
Juan Ramón Jiménez, «Rubén Darío», en Españoles de tres mundos, Buenos Aires, Losada, 1942, págs. 40-44.