Las amistades difíciles

Frederic Roda

Buñuel, Lorca y Dalí

Autor: Alfonso Plou.
Intérpretes: Santiago Meléndez, Balbino Lacosta, Francisco Fraguas, Ricardo Joven, Gabriel Latorre, Pilar Gascón y Amor Pérez Bea.
Escenografía: Tomás Ruata.
Dirección: Carlos Martín.
Lugar y fecha: Teatro Goya (27/IV/2000)

A la tercera va la vencida. Después de dos, al menos, desiguales presentaciones en Barcelona, la aragonesa compañía Teatro del Temple, nos ha ofrecido un espectáculo digno de la fama y prestigio que la precedía.

Alfonso Plou, sobre textos documentales y críticos de Agustín Sánchez Vidal, ha compuesto un excelente tejido de situaciones y diálogos que han permitido a Carlos Martín poner un espectáculo de gran originalidad, de intensos rasgos poéticos, de brillantes paradojas y sarcasmos, de grotescas ternuras y de aproximaciones líricas y humorísticas al mundo de esos tres extravagantes y geniales personajes que, desde una juventud inteligente y caprichosa, fueron capaces de trabajar duro y firme para constituirse en una constelación brillantísima que se consumó en sí misma.

Su rabiosa individualidad impide que hablemos del término más académico de escuelas, de generación, como ha sido posible hacerlo con los presuntos del 98 o del 27. No fueron únicamente «rebeldes», sino que fueron además unos creadores positivos. Ha sido muy interesante que el Teatro del Temple introdujera como personaje dramático a Luis Buñuel, que se prestaba menos a la caracterización que Lorca o Dalí.

El retablo que se ofrece, con una cuidadosa elaboración por parte de todos los actores, es una viva aproximación a lo que fue, tal vez, el diálogo creativo de esos tres grandes tipos sin caer en tópicos de reverencia que los pudiera convertir, sacrílegamente, en «putrefactos», según la tremenda adjetivación que ellos, tan iconoclastas, inventaron. Plou y Marín los tratan con una feliz irreverencia.