191
«Infinitamente me ha dado gusto que el autor de la historia aya hablado de mí de manera, que no enfadan las cosas que de mí se cuentan» (Don Quixote, III, 67, 3-6, II, 3); «por verme puesto en libros y andar por esse mundo de mano en mano, no se me da un higo que digan de mí lo que quisieren» (Don Quixote, III, 114, 11-14, II, 8).
192
La Galatea, II, 222, 16. El despistado Grisóstomo, a cuyo deseo de destrucción de sus papeles ya se ha aludido (nota 181, supra), quiere que él se deposite «en las entrañas del eterno olvido» (Don Quixote, I, 177, 2-26, I, 13).
193
Así, también, la oposición cervantina a la sátira, de que ya se ha hablado: nombrando al objeto, se le da una eterna vida en la infamia (vea el discurso de Mala Fama en La casa de los zelos, I, 195, 9-169, 23).
194
Por ejemplo, en la vida de pastor proyectada por Don Quixote, «[Darános] Apolo versos, el amor conceptos, con que podremos hazernos eternos y famosos, no sólo en los presentes, sino en los venideros siglos» (IV, 339, 5-8, II, 67). «Son sus obras heroicas [de la poesía] inmortales, / las líricas suaves, de manera / que buelven en divinas las mortales» (Parnaso, 61, 2-4).
195
«Si ella [la historia de Don Quixote] fuere buena, fiel y verdadera, tendrá siglos de vida, pero si fuere mala, de su parto a la sepultura no será muy largo el camino» (IV, 367, 6-9, II, 70).
196
«Yo soy la que hize cobrar eterna fama al antiguo ciego natural de Esmirna, por él solamente famosa; la que hará vivir el mantuano Títiro por todos los siglos venideros, hasta que el tiempo se acabe: [...] soy la que con inmortal fama tiene conservada la memoria del conoscido Petrarca» (La Galatea, II, 209, 4-15).
197
Las obras de Juan de la Cueva, es decir, sus escritos, «del eterno olvido, / a despecho y pesar del violento / curso del tiempo, librarán su nombre, / quedando con un claro alto renombre» (La Galatea, II, 224, 25-28); «yo te [Luxán] daré después de muerto vida, / haziendo que, en ligero y presto buelo, / la fama de tu ingenio único...» (La Galatea, II, 216, 17-19); «de Juan Gutiérrez Rufo el claro nombre / quiero que viva en la inmortal memoria» (La Galatea, 77, 225, 9-12).
198
«El que con los requisitos que he dicho tratare y tuviere a la poesía, será famoso y estimado su nombre en todas las naciones políticas del mundo» ( Don Quixote, III, 205, 18-21, II, 16; a continuación menciona otra vez a Homero y Virgilio.)
199
«¡O autor celebérrimo! ¡O don Quixote dichoso! ¡O Dulcinea famosa! ¡O Sancho Pança gracioso! Todos juntos y cada uno de por sí viváis siglos infinitos, para gusto y general passatiempo de los vivientes.» (Don Quixote, IV, 22, 14-18, II, 40.)
200
«Al cabo de tantos años como ha que duermo en el silencio del olvido» (Don Quixote, I, 31, 7-9, I, prólogo).