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Los cautivos de Argel

Lope de Vega



  -fol. 231-  
Las personas que hablan en la primera jornada.
 

 
FRANCISCO,   morisco valenciano.
DALÍ,   moro.
LEONARDO,   cautivo.
AJA,   mora.
FELIS,   cautivo.
MARCELA,   cautiva.
SOLIMÁN,   moro.
BRAHÍN1,   hebreo.
BASURTO,   cautivo.
SAHAVEDRA,   cautivo.
DORANTES,   cautivo.
PEREDA,   cautivo.
HERRERA,   cautivo.
Músicos moros.





ArribaAbajoJornada I

 

Sale FRANCISCO, morisco del reino de Valencia, en su hábito, como ellos andan, y DALÍ, turco de una galeota.

 
FRANCISCO
¿Dónde la dejas?
DALÍ
Francisco,
en esa ensenada, o cala,
por donde el mar se resbala2
a las peñas deste risco,
pienso que estará segura.5
¿Tendré presa que llevar?
FRANCISCO
El alboroto del mar,
y el hacer la noche escura,
a sus pueblos recogió
los pescadores; no hay cosa10
que pueda ser provechosa.
DALÍ
¡Notable asalto nos dio!
No estuvo de zozobrar
un dedo de galeota.
FRANCISCO
Dalí, cuando se alborota,15
es soberbia bestia el mar.
Si antes de ayer allegaras,
hermosa prisión hicieras.
DALÍ
¿Dónde quedan las galeras
-fol. 232-
de los Orias?
FRANCISCO
Si reparas
20
en la dicha que ha tenido
ese diestro ginovés,
con remos, alas y pies
no podrás ser defendido.
A Barcelona sospecho25
que bajaban.
DALÍ
Destas playas
nos quitan las atalayas
las presas de más provecho.
¿Cómo le va de jinetes
a la costa?
FRANCISCO
Bien le va,
30
pero no te quitará
la fuida que te prometes.
DALÍ
Más de una vez la ocasión
me ha quitado de gran presa
la roja cruz de Montesa35
y de San Jorge el pendón.
¿Qué dicen de aquel Toledo?
FRANCISCO
A llevar el Virrey fue.
No hay, Dalí, porque te dé
su ángel blanco y azul miedo.40
DALÍ
Por poco asiera una barca
de Génova, y por su mal.
FRANCISCO
¿Dónde iba?
DALÍ
A pescar coral,
a la fuerza desta barca,
mas vi lejos otras tres45
con viento, y volví las velas.
FRANCISCO
La sangre me pone espuelas,
la ocasión y el interés
para pasarme contigo,
que si cosario me hiciese50
no pongas duda que fuese
de los cristianos castigo.
Nací morisco en Valencia,
sé la tierra, y ocasión,
de hacer cualquiera prisión55
con más segura experiencia.
Sin esto, deseo, Dalí,
vivir en mi ley primera.
DALÍ
Tu cobardía, ¿qué espera
teniendo tal muro en mí?60
Pásate a Argel, que vendrás
con dos o tres galeotas
de amigos, con que a las flotas
de España envidia pondrás,
que no es tan cierta la plata65
como en cristianos cautivos.
FRANCISCO
Unas casillas y olivos
en tierra que no es ingrata
me han detenido hasta agora.
DALÍ
Véndelo.
FRANCISCO
Echarán de ver
70
que me voy.
DALÍ
Si puede ser
trueco una gallarda mora3,
mi hermana, y seis mil ducados.
Deja la cristiana ley.
FRANCISCO
¿Trátaos allá bien el Rey?75
DALÍ
Los nobles son respetados,
los renegados tenidos
en alta veneración,
y siendo de la nación,
son mucho más admitidos.80
FRANCISCO
¿Qué tal es la tierra?
DALÍ
Aquí
quiero pintártela.
FRANCISCO
Creo
que me has de poner deseo.
DALÍ
Escucha, Francisco.
FRANCISCO
Di.
DALÍ
Entre la Mulvia, y el río85
mayor, que en los mares bajos
de Bujía4 desemboca
bajando de montes altos,
y Tremecén en los llanos
fértiles de la marina,90
de sierras ceñido al Austro,
abrazan cuatro provincias
-fol. 233-
a Tremecén todas cuatro.
De sus ciudades se nombren,
como el reino valenciano,95
Fenecén, Fenez, Bujía5
y Argel, mas solo ha quedado
Tenez agora, y el fuerte
Tremecén, que oprimen tantos,
es reino largo, y angosto,100
porque hasta el mar mundano6,
apenas por cuenta nuestra,
tiene quince millas de ancho.
Defiéndese mal con esto
de los continuos asaltos105
que le dan árabes diestros
en lanza, adarga y caballo7.
Diez y ocho mil fuegos tuvo,
más las guerras que siete años
le dio Yusaf, rey de Fez,110
y después el quinto Carlos,
que en su protección la tuvo,
y últimamente los bravos
turcos, que agora la tienen,
su grandeza aniquilaron.115
Aquí tiene el rey de España
a Mazalquivir, gallardo
puerto, y a su lado Orán,
fortaleza que ganaron
un cardenal de Toledo120
y el conde Pedro Navarro.
Aquel soldado, aunque fraile,
y este, aunque es humilde soldado,
tendrá diez mil españoles,
sin otros vecinos varios,125
o allí, Francisco, nacidos,
[o] allí naturalizados.
Argel fue de Tremecén,
pero, por verse apretado,
se entregó al rey de Bujía8,130
que no supo conservarlo.
Estuvo después sujeto
al católico Fernando,
pero fue después de Horrubo,
que Barbarroja llamaron.135
Cercole Carlos, y fue
el mar con Carlos tan bravo,
de una hechicera famosa,
según dicen, conjurado,
que fue la primer conquista140
que perdió en el mundo Carlos,
porque contra el mar no hay armas,
experiencia, ni soldados.
Ha crecido tanto Argel
con los robo[s], que es su trato,145
y el Rey, o el lugartiniente
del Turco, a quien respetamos,
que vale un millón de escudos,
que no se cuenta del Cairo
solamente el alcabala150
del sustento necesario.
A las espaldas de un monte,
Francisco, está Argel sentado,
que en las espaldas le tiene
porque no pudo en los brazos.155
De tres millas de contorno
viven, y están alojados,
más de ochenta mil vecinos,
sin sus familias y esclavos.
Dos puertas hay en Argel160
con que Argel está guardado:
una al mar y otra a la tierra
de los intentos cristianos,
que después de Carlos fue
de sus murallas espanto,165
de fuertes y balüartes
le tienen fortificado.
Aquí podrás, si tú quieres,
con hacienda y con regalos
vivir en tu ley primera,170
y poblar del Rey los baños.
Enriquecerás, Francisco,
si Celindo y yo te damos
nuestras cuatro galeotas
-fol. 234-
de a tres remeros por banco,175
y gozarás de una mora,
negro cabello, ojos garzos,
más blanca que nieve en copos,
más cándida que alabastro,
de quien serás recibido180
con regalados abrazos
cuando vuelvas de correr
los márgenes valencianos.
FRANCISCO
Incitado me has de suerte
que en tus fragatas me parto.185
Ni quiero casas ni padres,
viñas, güertas, montes, prados.
Adiós, España, que voy
al África en que habitaron
mis agüelos y mayores190
en su ley por siglos tantos.
Ya no quiero ser Francisco,
desde hoy más Fuquer me llamo.
No conozco frailes tuyos,
gózalos tú si son santos.195
Mis deudos prendes, España,
por la ley que profesamos;
allá no habrá qué temer.
Moros, a Argel me paso,
mas, ¡ay de ti!, que he de ser,200
como en tu reino criado,
ladrón de casa, y robarte
tus hijos, hacienda, esclavos...
Guía, Dalí.
DALÍ
¡Oh buen Fuquer,
dame primero esos brazos!205
FRANCISCO
Vamos al mar.
DALÍ
Ven tras mí.
Esa plancha acosta el barco.
 

(LEONARDO, cautivo.)

 
LEONARDO
¡Fiera esclavitud esquiva,
del cielo el mayor castigo,
donde es dueño el enemigo210
que de tanto bien os priva!
¡Argel, retrato en la tierra
del castigo del profundo,
porque tenga infierno el mundo
como en su centro se encierra!215
De ti es claro testimonio
que un infierno y muchos nacen
a donde los turcos hacen
el oficio del demonio,
que si allá a los condenados220
obligan a blasfemar,
aquí es más, que a renegar
fuerzan a los bautizados.
Pues en dar igual tormento,
¿qué competencia mayor?225
Al alma con el rigor,
al cuerpo con el sustento,
bizcocho duro mezclado
de lágrimas, que han de dalle
los ojos para ablandalle,230
que ha de ir en agua bañado;
[a]posento una fajena,
cama el suelo, y compañía
la desta cadena fría
que a todas las horas suene;235
en males tan excesivos
no hay otro reloj mejor,
porque es el despertador
el sueño de los cautivos;
trabajar eternamente,240
cortar leña, cultivar
los campos, edificar,
sufrir un dueño insolente,
son aquí nuestros regalos,
que solamente se teme245
que el pobre cautivo reme,
donde le dan tantos palos
que, aunque no faltan acá,
es diferente el trabajo.
 

(Sale AJA, mora.)

 
AJA
A ver los cautivos va.250
Dile tú que vuelvo ya.
LEONARDO
Esto pues, ¿no se compara
-fol. 235-
con el más crüel rigor?
Mi ama me tiene amor,
y amor que en mi muerte para.255
A que la goce me incita,
con que su fuego inhumano
a la espada del tirano
atada un cabello imita.
Caer tiene sobre mí,260
que será mi muerte creo.
AJA
¿No me has visto?
LEONARDO
Ya te veo.
AJA
¿Qué estás hablando entre ti?
LEONARDO
¿Parécete que no tengo
de hablar si preso estoy?265
AJA
Donde yo tu dueño soy
y a ser tu cautiva vengo,
¿de qué te puedes quejar
si no es de ti mismo, ingrato?
Trátasme mal, bien te trato,270
¿aquel pretendes culpar?
Aborrécesme y te adoro,
doyte el alma y huyes de mí,
vivo muriendo por ti
triste de ver que lloro,275
¿cuál de los dos es crüel?
¿Quién a quien trata más mal?
LEONARDO
Mi amor fuera al tuyo igual
si hubiere igualdad en él,
mas si nos ha dividido280
el cielo en patria y en ley,
costumbres, gobierno, rey,
condición, lengua y vestido,
¿qué nos basta a conformar
de todo el poder del suelo?285
Que lo que divide el cielo,
¿qué amor lo puede juntar?
AJA
Aunque bárbara nací,
nombre que allá nos ponéis,
¿por qué pensáis que nacéis290
con otras almas que aquí?
No quiero que de esa suerte
pienses que tienes razón
para probar tu intención.
LEONARDO
Luego, ¿no es verdad?
AJA
Advierte.
295
¿Dios no fue el autor primero
de cuanto vive?
LEONARDO
Es sin duda,
ni habrá criatura tan ruda
que lo niegue.
AJA
Espera.
LEONARDO
Espero.
AJA
¿El alma tiene vestido?300
LEONARDO
No.
AJA
¿Tiene patria?
LEONARDO
Sí.
AJA
¿Cuál?
LEONARDO
El cielo, a todas igual,
que para esa patria han sido.
AJA
¿Qué rey tienen?
LEONARDO
Dios.
AJA
¿Qué ley?
LEONARDO
La de Dios.
AJA
¿Qué centro?
LEONARDO
Él mismo,
305
pero si van al abismo
tendrán diferente rey.
AJA
¿De quién son?
LEONARDO
De Dios es obra.
AJA
¿Qué lengua tienen?
LEONARDO
Igual,
aunque en el cuerpo mortal310
por sus instrumentos obra.
AJA
¿Dónde está amor?
LEONARDO
En las almas, si es pasión
del alma.
AJA
Si iguales son,
si una patria se les da,315
si un rey, un príncipe, un centro,
si amor en ellas está
y en el hábito de acá
no se viste el alma adentro,
¿cómo dices que no quieres320
quererme por desigual,
-fol. 236-
pues en el alma inmortal
tan igual, Leonardo, eres?
¿Ves cómo tratas engaño?
¿Ves cómo eres mal nacido?325
¿Ves cómo ya te he querido
y tú procuras mi daño?
¿Qué respondes?
LEONARDO
Bien pudiera
deshacer tus argumentos.
Mi peligro considera.330
AJA
Luego, ¿tienes temor?
LEONARDO
Sí.
AJA
Señas de que no hay amor,
que no tuvieras temor
cuando tuviera amor en ti.
Ninguno que ama temió.335
LEONARDO
No es eso lo que más lloro.
AJA
¿Pues qué?
LEONARDO
¿Ves que ese Dios que adoro
no quererte me mandó?
AJA
¿Por qué?
LEONARDO
Porque en esta ley
se prohíbe.
AJA
Eso es mentira,
340
que sé lo que manda, mira,
ese tu Dios y tu rey.
LEONARDO
¿Cómo, en este ciego abismo?
AJA
¿No te manda, y con rigor,
que a tu prójimo traidor345
lo quieres como a ti mismo?
LEONARDO
¿No eres capaz de entender
el cómo eso se entiende?
Que antes nuestro Dios defiende
amar la ajena mujer.350
AJA
Dime tú que no quisieras
la esclava por quien suspiras,
que tú...
LEONARDO
¿Cómo esas mentiras,
cómo esas vanas quimeras,
te hará ver con sus antojos355
de la carga vista el amor?
AJA
Si tú, dios, y tú, señor
cristiano, infiernas tus ojos,
Dios con su ley soberana
y tu señor con temor.360
Dime, ¿con tanto rigor
guardáis vuestra ley cristiana
que allá jamás ningún hombre
ofende a Dios?
LEONARDO
Mucho escusa
ofendelle.
AJA
¿Ni se usa
365
«¿Qué, rey?», ni hay allá tal nombre?
LEONARDO
Amor hay.
AJA
¿A quién se tiene?
LEONARDO
Tiénese a alguna doncella
para casarse con ella,
que con nuestra ley conviene.370
AJA
¿Nunca algún hombre se halló
que haya querido a casada?
¿Jamás ofendéis en nada
al Dios que esta ley os dio?
LEONARDO
Alguno habrá habido allá.375
AJA
¿Alguno no más, cristiano?
Miraldo bien.
LEONARDO
Esto es llano.
AJA
Al revés se suena acá,
que allá ventanas tenéis,
aquí no se usan ventanas,380
allá tardes y mañanas,
aun las noches, si queréis,
las mujeres visitáis,
acá no se ve mujer.
LEONARDO
Esto todo viene a ser385
para que en más nos tengáis,
que esa licencia de allá
es porque son tan leales,
tan castas, tan principales,
pero si se usara acá390
y esa libertad os dieran,
no hubiera... Quiero callar,
dame licencia y lugar,
que otros esclavos me esperan,
que voy por leña.
AJA
No sé
395
-fol. 237-
qué más leña que tú mismo,
fuego de mi fuego mismo.
LEONARDO
Señora, yo volveré.
Suelta, que...
AJA
Dame la mano.
LEONARDO
¡Señora!
AJA
¡Dámela, perro!
400
LEONARDO
¿No ves, señora, que es yerro
querer?
AJA
¡Ay, dulce cristiano!
LEONARDO
No me puedo detener.
AJA
¡Perro, yo te haré matar!
Hechizos te pienso dar,405
por fuerza me has de querer.
Ya sabes que hay quien te hará
que me quieras, y que dejes
tu ley.
LEONARDO
No hay por qué te quejes
de mi intención.
AJA
Tarde es ya,
410
por fuerza te haré querer.
LEONARDO
Oye.
AJA
No me digas nada,
que soy mujer despreciada,
y soy principal mujer.

 (Váyase muy enojada.) 

LEONARDO
¡Triste de mí! ¿No bastaba415
mi esclavitud? ¿Qué consuelo
me queda, oh piadoso cielo?
Flechas son de una aljaba,
mis pecados las merecen.
 

(Sale FELIS, sacerdote cautivo, con un almaizar blanco y una cadena al pie.)

 
FELIS
Ya pensé no hallarte aquí.420
¿Triste estás?
LEONARDO
Nunca me vi
más, tristes cosas se ofrecen
que se atreven al valor
al ser hombre, al ser cristiano.
¡Ay Felis, resisto en vano425
desta mujer el amor!
No dudo de mi flaqueza,
mas de esa perseverancia,
aunque hay tan grande distancia
de su intento a mi firmeza.430
Vi en ésa grande ocasión;
sacerdote eres, y amigo.
FELIS
Descansa el pesar conmigo,
en hombros de mi afición.
¿Trátate mal Solimán?435
¿Vas acaso a la galera?
LEONARDO
¡Ojalá, Felis, yo fuera
de esa galera galán!
FELIS
¿Es algo de tu señora?
LEONARDO
En eso estuvo mi mal.440
FELIS
Amor es furor mortal,
fuego que el honor dé boca,
ley que a naide guarda ley,
tirano del albedrío,
pues llega su señorío445
a ser de las almas rey.
Debes de haberte rendido,
o quiéreste ya rendir;
algo que temes cumplir,
Leonardo, le has prometido.450
Confiésate, que es gran medio
para enderezar tus pasos.
Llama a Dios, que en tales casos
es el más cierto remedio.
Dime la verdad.
LEONARDO
No fuera
455
ella ni el mundo bastante
a volver este diamante,
Felis, en blanda cera.
Vive la ley que profeso
que es fuerza que ha de vivir,460
que en ella pienso morir
como Dios me guarde el seso.
Y dígolo desta suerte
porque Aja juró aquí
que, quitándome ansí,465
será causa de mi muerte.
Ya sabes tú que en Argel
-fol. 238-
hay hechiceras que quitan
el seso y que a Circe imitan;
en transformaciones dél470
han hecho muchos cristianos
renegar, llenos del fuego
deste amor lacivo y ciego,
viendo sus intentos vanos,
que al que no pueden vencer475
con hechizos le transforman
en cera, y de cera forman
lo que dél quieren hacer.
¡Triste de mí, Felis mío!
Dame consejo, ¿qué haré?480
FELIS
No hay cosa, y es cierta fee,
que fuerza el libre albedrío.
Al demonio invocarán,
mas si el cristiano resiste,
¿qué fuerza tiene él?
LEONARDO
¡Ay triste,
485
veneno darme podrán
como me quiten el seso!
FELIS
¿En qué?
LEONARDO
En la comida.
FELIS
Espera.
Tu señora persevera
y tú temes mal suceso.490
Tráeme un vaso de agua aquí.
LEONARDO
¿Para qué?
FELIS
Ya lo sabrás.
LEONARDO
Voy.
FELIS
Dios ha de poder más,
hoy vuelve el cielo por ti,
hoy con dïurno trofeo,495
que al cielo estas glorias dan,
dirá amor como Julián:
«Bonyistam Galileo
 

(Sale LEONARDO con un vidrio de agua.)

 
LEONARDO
Aquí está el agua.
FELIS
Ya sabes
que aunque al demonio le pesa500
soy de la cruz de Montesa;
del cielo tengo las llaves
porque sacerdote soy
de Cristo.
LEONARDO
Basta esa cruz,
que fue llave de luz505
en el peligro que estoy.
FELIS
Traigo al cuello, que he guardado,
Leonardo, toda mi vida
desta escuela esclarecida,
y del báculo sagrado510
con que el Patriarca santo
pasó el Jordán caudaloso,
de la vara que el precioso
fruto nos dio por bien tanto,
del palo dulce que hizo515
el agua amarga de Mara,
del holocausto y del ara
en que el Padre satisfizo
aquel cordero inocente,
de aquel asta celestial520
que la sierpe de metal
levantó divinamente,
de la que fue aquellos días
la bendición de Efraín
del agua, bandera en fin,525
que profetizó Isaías9,
al fin de la cruz sagrada
una parte, aunque pequeña,
del valor que toda.
LEONARDO
Enseña.
FELIS
Detente, no digas más,530
no nos sientan estos perros,
pero en virtud de que Cristo
colgado en ella fue visto
por nuestro bien de tres hierros,
en esta agua pura y clara535
la pongo, y así serena
estos cristales, Jordán,
y ella, la divina, verás.
Bebe un trago, y da a beber
a esa esclava que persigue540
-fol. 239-
Solimán, porque mitigue
el daño que os piensa hacer.
LEONARDO
Retírate, que sospecho
que viene el mismo.
FELIS
Ya voy
a donde acabando estoy545
de aquel nuevo cuarto el techo,
que sirvo de dar madera,
yeso y ladrillo estos días.
Si tienes lugar, podrías
verme allí.
LEONARDO
Si hoy salgo fuera,
550
no dudes que vaya a verte
y a darte cuenta de mí.
 

(Vase FELIS.)

 
FELIS
Fía en Dios.
LEONARDO
Harelo ansí,
y por él vida es la muerte.
 

(Entre MARCELA, cautiva.)

 
MARCELA
Rato ha que espero un rato555
en que descansar contigo.
¿Quién estaba aquí?
LEONARDO
Un amigo
con quien mis desdichas trato;
es Felis, que hacer profesa
por todo esclavo cristiano560
del hábito de Montesa.
Contele que Aja quería
darme hechizos, y mandome
que un trago de agua tomase,
por ventura, cada día,565
en que la reliquia santa
de la cruz puso.
MARCELA
También
me vendrá, Leonardo, bien
tomarla en desdicha tanta,
que Solimán ha jurado570
hacer lo mismo conmigo.
LEONARDO
Pues contra el fiero enemigo
prueba este licor sagrado
y no temas su veneno,
porque si a mí me lo dan,575
sin esclavo quedarán,
y yo de descanso lleno,
que me pienso fingir loco.
MARCELA
Pues lo que te viere hacer
no dudes de que ha de ser580
mi remedio.
LEONARDO
Escucha un poco.
MARCELA
¡Ay triste, que es Solimán!
LEONARDO
Yo buscaré algún enredo.
 

(Sale SOLIMÁN.)

 
SOLIMÁN
¿Juntos, perros?
MARCELA
¡Muerta quedo!
LEONARDO
Ducientos palos me dan,585
señor.
SOLIMÁN
¿De qué estás turbado?
LEONARDO
No me turbo, escucha.
SOLIMÁN
Di.
LEONARDO
Pasando yo por aquí
de Marcela descuidado,
la vi casi desmayada590
de la nueva de saber
que es muerto su padre.
MARCELA
Ayer
vino un fraile, ¡ay desdichada!,
del Redentor compañero,
y hoy me lo dijo.
LEONARDO
Yo fui
595
y truje este vidrio aquí.
Toma, bebe.
MARCELA
Beber quiero.

 (Bebe MARCELA.) 

SOLIMÁN
¿No tengo mandado yo
que no entren papas a ver
mis esclavos?
MARCELA
Llegó ayer
600
y, afende, me lo contó.
Es mi padre, helo sentido.
SOLIMÁN
No te pongo culpa a ti.
¿Y tú por qué entras aquí?
LEONARDO
Sentí, señor, el rüido,605
y porque no la perdiese
la quise dar este trago,
no presumiendo que en pago
tales enojos me diese,
-fol. 240-
pues confío en Dios que sea610
esta bebida su vida,
porque está en esta bebida
el remedio que desea,
que es contrayerba famosa
para desmayos de fe;615
donde el [un]icornio fue
un ramo de palma hermosa,
aquí una piedra bezar
tendrá tal virtud; no lo diga,
que le asegura la vida620
que puedo a mil hombres dar;
aquí un divino madero
que el palo santo retrata
y una tierra sigilata
con la sangre de un cordero,625
son contra todo veneno.
SOLIMÁN
¿Sabes tú de confecciones?
LEONARDO
¿No lo ves?
SOLIMÁN
De mil pasiones
tengo, esclavo, el pecho lleno;
muero de melancolía.630
Hazme alguna confección
que me vuelva al corazón
la libertad que tenía.
LEONARDO
Yo le haré.
SOLIMÁN
Pues vete agora,
que entre tanto en estos ojos635
podrá templar sus enojos
el alma que los adora.
LEONARDO
Yo me iré.
SOLIMÁN
Vete.
LEONARDO
¡Ay de mí!,

 (Váyase.) 

aunque es amor de los cielos,
como son moros mis celos,640
no tendrán fe para mí.
SOLIMÁN
Esclava, que mejor puedo
llamar dueño deste esclavo,
en inmortal prisión quedo.
¿Cuándo darás libertad645
a ese corazón cautivo
de esos ojos por quien vivo
en tanta cautividad?
¿Cuándo, Marcela, mi suerte
será tan favorecida650
que, mejorando tu vida,
des vida a mi injusta muerte?
¿No somos, cristiana, aquí
como allá, que los cristianos?
No son pensamientos vanos655
estas promesas en mí,
que, puesto que soy casado,
puedo hacerte mi mujer,
que si allá no puede ser,
no ha sido en mi ley vedado.660
¿No hablas?
MARCELA
¿Qué puedo hablar,
fendo, a persuasiones tuyas,
si de mi ley con las tuyas
me manda el cielo callar?
¿Qué puedo, aunque fueras rey665
de Argel, Tripol y Biserta,
decir sin ofensa cierta
de la lealtad de mi ley?
SOLIMÁN
Perra, si al cristiano loco
que agora se va de aquí670
no le quisieras ansí,
no me tuvieras en poco,
que ni tu ley te obligara,
pues a muchas no ha obligado
que aquí en Argel le han dejado,675
ni el mismo Dios te forzara.
Pero si te fuerza Dios,
es amor, y si algún rey,
el gusto, y si alguna ley,
la que os ha puesto a los dos.680
Pues, perra, yo probaré
que la palabra me has dado
de renegar.
 

(LEONARDO entre.)

 
LEONARDO
Ya he pensado
-fol. 241-
la confección que te dé,
y he menester, Solimán,685
ir por unas yerbas.
SOLIMÁN
Creo
que celos a tu deseo
esa confección te dan.
Perro, ¿a qué vuelves aquí?
LEONARDO
¿No me mandaste que hiciese690
una bebida, y que fuese
para alegrarte?
SOLIMÁN
Es ansí.
LEONARDO
Pues yo tengo prevenidas
esmeraldas y coral,
oro, perlas y cristal,695
que pueden darte mil vidas.
SOLIMÁN
Necio, cuando están presentes
esmeraldas en sus ojos,
coral en sus labios rojos,
perlas en sus blancos dientes,700
cristal en aquellas manos,
oro en su mucho valor,
¿me das bebida de amor
hecha de celos cristianos?
Anda, vete, y si jamás705
osas volver.
LEONARDO
Yo me iré
donde la bebida haré
del veneno que me das.
Echaré en mi proprio llanto
celos, desesperaciones710
del alma, que pasan tantos;
todas son flechas de amor,
todas raíces de fruto
de amarte injusto tributo,
que paga el alma el saber.715
SOLIMÁN
¿No te has ido? ¡Viva Alá!
LEONARDO
Señor, ya me voy.
SOLIMÁN
¿Qué hacías?
LEONARDO
Pensaba en que me decías
que no entrase más acá,
y ponderaba entre mí720
la obligación de un esclavo.
SOLIMÁN
Que la ponderes alabo,
pero no ha de ser aquí.
Vete allá donde te alojas.
LEONARDO
Ya, fendo, me voy.
SOLIMÁN
Acaba.
725
MARCELA
¿Que sin ocasión te enojas
y que, sin dártela yo,
me presumes levantar
que he querido renegar?
SOLIMÁN
Testigos tengo.
MARCELA
Eso no,
730
que serán falsos testigos.
SOLIMÁN
O falsos o verdaderos,
tú lo harás.
MARCELA
No me haga fieros.
 

(AJA salga.)

 
AJA
¿Tan juntos ya, y tan amigos?
Dos mil años, Solimán,735
goces la esclava española.
SOLIMÁN
¿Por qué más de aquesta sola
que de las que en casa están?
AJA
Porque más bien te parece.
SOLIMÁN
No estoy para celos.
AJA
Baste.
740
SOLIMÁN10
¿Qué se ha de hacer, si me enojaste,
y mi amor no lo merece?
AJA
Éntrate allá, vil esclava.
MARCELA
¿Cómo os he de contar,
si he de saber y no he de saber?745
SOLIMÁN
Aquí con Leonardo estaba,
y esto solo la reñía.
AJA
¿Por qué con Leonardo estás?
MARCELA
Porque no acierte jamás
tu gusto, señora mía.750
Si estoy con tu Solimán,
notables celos te doy,
y si con Leonardo estoy...
AJA
Calla, infame, que dirán
lo que te oyeren decir,755
que de que os habléis me pesa,
siendo vuestra invención esa
y vuestro común mentir.
-fol. 242-
A propósito sería,
por no dar qué sospechar,760
que dejásemos hablar
los esclavos todo el día,
pues aunque, perra, os valgáis
de esa invención, no penséis
que con Leonardo hablaréis,765
aunque a Solimán habláis.
Salid al punto de aquí
y os venderé a algún hebreo.
MARCELA
Solo servirte deseo.

 (Váyase.) 

SOLIMÁN
¿Por qué la tratas ansí?770
AJA
Esa palabra esperaba.
SOLIMÁN
No es palabra sospechosa,
pues eres tú más hermosa,
y ella vil mujer esclava.
AJA
¡Oh, qué contento me has dado!775
Por eso abrazar te quiero.
SOLIMÁN
Eres mi bien verdadero.
Vive, amores, sin cuidado
y vende la esclava luego.
No tengas celos de mí.780
AJA
Quererte me tuvo ansí.
Ya sabes que amor es ciego,
mas quiero darte una nueva
con que estos esclavos goces
con más gusto y menos voces.785
SOLIMÁN
¿Eso habrá más que te deba?
AJA
Ciertos hechizos me ha hecho
una amiga...
SOLIMÁN
Cuerda eres.
AJA
... con que harán lo que quisieres.
SOLIMÁN
¿Es bebida?
AJA
Eso sospecho.
790
SOLIMÁN
Que fuesen moros deseo.
AJA
Eso es lo menos que harán.
SOLIMÁN
¡Por vida de Solimán,
que en esos ojos mi ver!
Ven, y dales la bebida795
sin que lo entiendan.
AJA
Sí será.
SOLIMÁN

 [Aparte.] 

Y mi esclava gozaré.
AJA

 [Aparte.] 

Por Leonardo estoy perdida.
SOLIMÁN

 [Aparte.] 

Finjo que esta loca ofrezco
el alma, téngola en poco.800
AJA

 [Aparte.] 

Finjo querer a este loco,
y en estremo le aborrezco.
 

(Vanse, y entran BRAHÍN, hebreo, y BASURTO, esclavo cristiano.)

 
BASURTO
Paréceme que te vi
en España.
BRAHÍN
Sí verías,
que allá viví muchos días.805
BASURTO
¿Pues cómo veniste aquí?
BRAHÍN
Mi padre es noble, y cristiano,
pero fue mi agüela hebrea.
BASURTO
Judía dirás.
BRAHÍN
Que sea
ese nombre.
BASURTO
Hablemos llano.
810
¿Tu agüela guardaba allá
la ley de Moisén?
BRAHÍN
Si hacías
efectos, era judía,
pues esto es mi honra ya;
criome, y desta crianza815
resultó creer su ley;
temí la vara del Rey,
que donde sabes alcanza,
y por no manchar la fama
de mis padres, me he pasado820
a Argel, donde estoy casado.
BASURTO
Yo sé bien cómo se llama
tu padre.
BRAHÍN
Calla, por Dios,
si estimas ya mi amistad.
BASURTO
¿Vísteme en nuestra ciudad?825
BRAHÍN
Más de una vez, y aun de dos,
tu cautiverio me pesa.
¿Cómo fue?
BASURTO
Si es cosa muy larga,
de mi remedio te encargo.
BRAHÍN
Téngolo por fuerte empresa.830
BASURTO
Verdad es, porque mi amo
me estima.
  -fol. 243-  
BRAHÍN
Escucha un enredo
con que libertar te puedo,
y conoce que te amo.
BASURTO
Sois los hebreos sutiles.835
BRAHÍN
Di que eras hebreo.
BASURTO
¿Yo?
BRAHÍN
Tú, pues.
BASURTO
Brahín, eso no,
que son pensamientos viles.
BRAHÍN
¿Pues no lo sabrás fingir
por ganar tu libertad?840
BASURTO
Supuesto que es liviandad,
sí haré, que va el vivir.
BRAHÍN
No puede ningún hebreo
ser esclavo; yo diré
que eras mi deudo.
BASURTO
Y yo haré
845
por la patria, que deseo
cuanto quisieres, Brahín,
trasformarme en perro, en galgo,
que aunque he nacido hijo de algo
seré diablo y puerco espín,850
y porque de puerco digo,
advierte que he de comer
tocino, y que he de beber
de aquel licor que bendigo.
BRAHÍN
Basurto, discreto eres,855
procura tu libertad,
que en tu patria y en tu ciudad
comerás cuanto quisieres.
Viendo Dalí que naciste
judío, te venderás860
por vil precio.
BASURTO
Bien está,
notable enredo finge este,
pero cómprenme y seré tuyo
hasta pagarte el precio,
que dándome a menos precio865
entre amigos lo hallaré.
BRAHÍN
Soy contento, y serás mío
hasta que puedas pagar.
BASURTO
¡Qué gatazo le he de dar
a este bellaco judío!870
Pero es decir mal de mí
mientras su pariente soy.
BRAHÍN
Pues, Basurto, a hablarle voy,
mas oye, que este es Dalí.
 

(Sale[n] DALÍ y el morisco que salió al principio, ya en hábito de moro, y llamado FUQUER.)

 
FUQUER
Paréceme mejor este vestido.875
DALÍ
Estás, Francisco, más galán al doble.
FUQUER
No me llames Francisco.
DALÍ
No es posible
llamarte de otra suerte hasta que vayas
a la mezquita y niegues, como suelen
los cristianos, la fe que allá tomaste.880
FUQUER
Pues si yo era morisco.
DALÍ
¿Eso qué importa?
Que en efecto te dieron el Bautismo.
Ve donde digo, porque juntos vamos
a la mezquita y nuestra seta jures.
FUQUER
Pues voy a hablar al Faquí.
DALÍ
Yo aguardo.
885
  -fol. 244-  
BRAHÍN
Dalí, guárdete Alá.
DALÍ
¿Qué es lo que quieres,
judío noble?
BRAHÍN
A Jordali pasando
el Mesías11, topé un cautivo tuyo.
DALÍ
¿Es este?
BRAHÍN
El mismo.
DALÍ
¡Buena pieza!
BRAHÍN
¿Buena?
DALÍ
No hay quien le sufra en casa, a todos burla,890
a todos hace mal, porque el sustento,
que es para todos, se lo come todo,
y eso estima, los palos que las voces,
y porque todos le aborrecen tanto,
le quiero bien.
BRAHÍN
Has de saber que tiene
895
deudo conmigo.
DALÍ
¿Cómo?
BRAHÍN
Lo que oyes.
DALÍ
¿Hebreo es este mozo, Alá divino?
¿Basurto, hebreo? ¿Qué es lo que me dices?
BRAHÍN
Basurto, hebreo.
DALÍ
¡Cómo!, ¿le conoces?
BRAHÍN
Si somos de una patria, y de una sangre,900
¿no quieres que conozca un primo mío?
DALÍ
Ven acá, esclavo.
BASURTO12
¿Qué me quieres?
DALÍ
Dime,
¿tú eres hebreo?
BASURTO
Sí, señor.
DALÍ
Pues, perro,
¿no te da vergüenza de decillo?
BASURTO13
Había
callado de vergüenza, y conociome905
Brahín.
DALÍ
¡Por Alá santo, que me pesa
que un hombre de tu talle y de tu ánimo
sea de aquesa gente! ¡Oh perro, escupe,
cierra los ojos, rabia que te acabe!
¡Mirad qué sin vergüenza que lo dice!910
BASURTO14
Siendo desta manera, ya tú sabes
que no puedes tenerle.
DALÍ
Dime, infame,
¿el nombre de Basurto fue postizo?
¿Cómo te lo llamaste?
BASURTO
Mis pasados
-fol. 245-
iban, señor, a la prisión del huerto,915
y aquel de quien deciende iba delante,
y al llegar a la puerta dijo Judas:
«Va sur to el escuadrón», y él respondiole:
«Va sur to», y los demás desde este día
le llamaran Basurto.
BRAHÍN15
¿Cuánto quieres
920
por lo que sabes que tener no puedes?
DALÍ
Cien escudos no más, que por Mahoma
que, si fuese cristiano, que eran pocos
dos mil ducados.
BRAHÍN
Esa bolsa lleva
cien escudos sencillos por tu Jesús.925

 (Váyase.) 

DALÍ
Voyme por no lo ver.
BRAHÍN
Guárdete el cielo.
Ya serás mi esclavo. Acude luego a casa
en tanto que del zoco doy la vuelta.

 (Váyase.) 

BASURTO
En grande obligación, Brahín, te quedo;
yo solicitaré los cien escudos.930
¡Qué sutil invención! Pues vive el cielo
que os he de dar tal vida que si agora,
lo que vale dos mil, compráis por ciento,
que lo que vale ciento dais por uno.
 

(Sale[n] SAHAVEDRA, FELIS, DORANTES, LEONARDO, PEREDA, HERRERA, con haces de leña y segures.)

 
SAHAVEDRA
Hablemos aquí un poco, antes que vamos,935
cada cual a su casa, como puercos.
FELIS
Temo que nos acusen.
LEONARDO
¿Quién es este?
HERRERA
Basurto, ¿no lo veis? Basurto, hermano.
BASURTO
Dorantes, Felis, Sahavedra, Herrera,
Pereda, Leonardo.
DORANTES
¿Dónde buena?
940
BASURTO
De libertarme.
PEREDA
¿Qué es lo que nos dices?
¿Vino la Redención, o han enviado
de España tu rescate?
BASURTO
Peor que todo
cuanto me ha sucedido en esta vida.
  -fol. 246-  
DORANTES
¿Hante vendido?
BASURTO
Sí.
PEREDA
¿Quién te ha comprado?
945
BASURTO
Un judío español.
LEONARDO
Cuéntate muerto,
mas tú le tratarás como tú sueles.
BASURTO
¡Vive Dios que ha de darme por un cuarto
antes de cuatro días, porque pienso
darle humazos terribles como a diablo!950
LEONARDO
¿Con qué?
BASURTO
Con hacer lonjas de tocino,
que yo sé un mercader que ha que las tiene...
¿Qué es esto? ¡Ay triste!
PEREDA
Un renegado viene.
 

(Salgan todos los moros que pudieren en procesión, y detrás, si puede ser a caballo, y si no a pie, aquel FRANCISCO, morisco muy galán de moro, con una flecha grande en la mano.)

 
FELIS
Señores, ¿qué aguardáis? ¿No veis que es vuestro
el día que reniega algún cristiano?955
Dar mil palos a todos los cautivos,
por ver quién es, es justo que esperemos.
FUQUER
Alá, Ilé, Alá,
Mahomet resule Alá.
 

(Canten los músicos, como sombra, las mismas palabras.)

 
FELIS
¿De qué tierra es este mozo?960
¿De qué nación?
FRANCISCO16
Morisco de Valencia.
FELIS
Eso no importa nada, compañeros.
Los ojos enjugad, dejad lágrimas;
morisco es este.
LEONARDO
¡Oh cielos, alegrías!
Yo sé que en su seta viven todos965
los más de aquellos reinos, pues castiga
el Santo Oficio tantos cada día.
 

(Tornen a cantar la zambra y danzarla, y denles entre tanto muchos palos a los cautivos con unos rebenques, con que acabe la primera jornada.)

 

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