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Por este nombre se designa habitualmente la colección de tres códices, rotulada como Las obras de Don Luis de Góngora, reconocidas y comunicadas con él por Don Antonio Chacón. Una descripción del conjunto se encuentra en la introducción de Manuel Sánchez Mariana al segundo tomo de la edición facsímil (R. A. E./Unicaja, 1991), por la que cito.

 

22

Véase Carmen Codoñer, «El modelo filológico de las Anotaciones», en Las «Anotaciones»..., ed. cit., pp. 17-36.

 

23

Analizo esta circunstancia en «Observaciones sobre libros y lecturas en círculos cultos (A propósito de Mal Lara y el humanismo sevillano», en el citado coloquio sobre El escritor y sus libros en los siglos áureos (Bulletin Hispanique, 100, 1, 1998, pp. 53-68).

 

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Sigo en este análisis los datos proporcionados por el útil índice que A. Gallego Morell incluye en su edición Garcilaso de la Vega y sus comentaristas (Madrid, Gredos, 1972), como ya hice en Libros y lecturas de un poeta humanista. Fernando de Herrera (1534-1597) (Universidad de Córdoba, 1997), complementando en esta ocasión las conclusiones allí presentadas.

 

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Véase el análisis de Ignacio Navarrete, Huérfanos de Petrarca. Poesía y teoría en la España del Renacimiento, Madrid, Gredos, 1997; y, con carácter más general, Roland Greene, Post-Petrarchism. Origins and Innovations of the Western Lyric Sequence, Princeton University, 1991.

 

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De la obra de Francisco de Araoz existe edición moderna, con traducción de Lorenzo Ruiz Fidalgo y prólogo de Isabel Fonseca Ruiz (Madrid, Singular, 1992); la Bibliotheca Hispana (1672) cuenta con la reciente edición prologada por Víctor Infantes (Madrid, Visor, 1996). Los índices de materias de ambos se encuentran resumidos en el apéndice incluido por Edward Baker en su sugerente y útil estudio La biblioteca de Don Quijote, Madrid, Marcial Pons, 1997.

 

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Es de notar la coincidencia de fechas que, en la inminencia de la muerte de Góngora, ofrece, además de con la princeps de Hoces, con la datación del manuscrito Chacón, aunque éste fuera obra de varios años; en el caso de la edición de Salcedo resultan apreciables las premuras, ya que la aprobación es de julio, el privilegio de octubre y la tasa y fe de erratas (debida al licenciado Murcia de la Llana) de 1628. Cito por el ejemplar 8-238 de la Biblioteca Pública de Córdoba.

 

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Estudio con mayor detenimiento esta función en «Lecturas del poeta culto (Imprenta y mediación en las Rimas de Antonio de Paredes), presentado al coloquio La mirada en la escritura. Una historia de la lectura y del lector (1998), y editado en las actas: Bulletin Hispanique, 100, 2, 1998, pp. 425-448.