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El cálculo adecuado del coste de uso del capital implicaría tomar en consideración la existencia de impuestos y de una tasa de depreciación económica. Para los años que poseemos información, sin embargo, la incidencia de los impuestos no se ha alterado (ver Espitia y otros [1989]) y la tasa de depreciación ha tendido a crecer por efecto de la mayor obsolescencia económica de los capitales instalados. De esta forma, nuestra aproximación al coste de uso del capital probablemente infravalora el crecimiento de su valor medio. No obstante, este hecho puede resultar compensado con la sobrevaloración que se deriva de la utilización de un coste de los recursos ajenos medio y no marginal, que es el relevante para las mediciones de inversión, y que, probablemente era inferior, en algunos años, al medio.

 

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La El-MINER pregunta sobre la inversión destinada a reposición, lo que introduce un elemento de ambigüedad, porque es difícil concebir una reposición que no innove tecnológicamente o que no amplíe las capacidades instaladas.

 

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Tanto en este trabajo, como sobre todo en el trabajo complementario y origen del mismo (González y Myro [1988]). Además de los elementos de discrepancia que son analizados en nuestro comentario, puede mencionarse la falta de homogeneidad sobre el campo sectorial abarcado por las diferentes fuentes, que en unos casos incluyen la construcción (El-MINER, CB) y en otros no (El-INE). Un excesivo respeto de los autores hacia el material de base les hace arrastrar tal indefinición, lo que plante a algunos problemas al elaborar la serie agregada del cuadro I; aunque la construcción esté de facto excluida de los objetivos y análisis principales del estudio, se echa en falta una mayor clarificación explícita sobre este tema.

 

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Puede consultarse, en este tema: «Sistema Europeo de Cuentas Económicas Integradas». Eurostat (versión española editada por el INE) 1983.

 

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Un trabajo reciente en el que se comentan las diferenciaciones y conexiones entre los dos planteamientos, es el de Vicente Antón y Fátima Escribano: «La Desagregación de la Formación de Capital por Rama Propietaria» (1987). Documento de trabajo 2, INE (próxima publicación).

 

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Junto con la El-INE, la única fuente que contempla simultáneamente los aspectos de demanda y oferta (inversión por tipo de productos), es la constituida por los movimientos del registro de establecimientos industriales dependiente del MINER. Las múltiples y conocidas limitaciones de esta base de información, han supuesto su paulatino abandono por parte de los investigadores, y justifican el que los autores no la hayan utilizado en su estudio; además, su inclusión vendría seguramente a incrementar el problema de las contradicciones que aparecen al intentar construir series «largas» de evolución de la inversión.

 

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Pasinetti (1985).

 

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Catinat y otros (1987).

 

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Véase Malinvaud (1983,1983b y 1987). Es más los valores tanto de Espitia y Salas (1986) como de Blanch (1987) desde 1975 ofrecen valores inferiores a la unidad. La aproximación realizada a través de datos de Contabilidad Nacional por Escribá y Ruiz (1988) desde 1975 son también inferiores a la unidad pero desde 1984 vuelven a ser superiores y crecientes.

 

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Los autores agradecen los valiosos comentarios de Juan José Dolado a sucesivas versiones de este trabajo, así como las sugerencias de los participantes en el Simposio de Moneda y Crédito.